tag:blogger.com,1999:blog-55858984141836198242024-03-19T01:29:45.857-07:00Los Grandes de la Literatura RioplatenseEstas páginas están consagradas a los grandes creadores de la literatura rioplatense, y a los hechos culturales y sociales emparentados con la literatura y la historia, y con Roberto Arlt y Juan Carlos Onetti, dos mitos, dos gigantes.Andrés Aldaohttp://www.blogger.com/profile/13501215594400255974noreply@blogger.comBlogger137125tag:blogger.com,1999:blog-5585898414183619824.post-14294687527952631942011-07-19T12:37:00.000-07:002011-07-19T12:37:17.360-07:00ORIGINALIDAD DE MACEDONIO FERNÁNDEZ<div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Humorista y filósofo a contramano</span></span></b></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="color: navy;"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></o:p></span><img height="400" src="http://t1.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcRQiQ0WYC24CqfeVRoxiAHXXBeFsmxbvrlixPRllPDOUsQPkfRvlA" width="280" /></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">COMO SÓCRATES. FUE ante todo un filósofo oral y un estímulo constante para quienes lo escuchaban. También como el pensador griego, conservó siempre una parsimoniosa excentricidad tan ignorada como legendaria. Así Macedonio Fernández (1874-1952) humorista sutil y filósofo complejo, pertenece a la leyenda de la literatura bonaerense, y su aporte explica en parte la obra de grandes como Jorge Luis Borges o Julio Cortázar.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">En <st1:personname productid="la Argentina" w:st="on">la Argentina</st1:personname> cultural de la primera mitad del siglo XX, la que cubre la mayoría de la vida intelectual de Macedonio Fernández, la turbia fatalidad de "haber podido ser alguien" en el mundo de las artes y las letras prendió con cierta fuerza, como uno de los últimos ramalazos del patetismo romántico. Era más sencillo pensar que se trataba de un rasgo común a otras sociedades con estructuras e industrias culturales incipientes, pero, a favor de la pomposidad de los que efectivamente "llegaron", terminó por identificarse con las ideas de marginalidad, tragedia o heterodoxia bohemia, casi un destino decretado por dioses poco favorables.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Macedonio se jugó, "macedoniosamente". a no ser una pura apariencia intelectual en un escenario impostado; a trocar por la austeridad, el aislamiento y el desdén de lo mundano, su acceso a los escalafones, los premios, los homenajes y las cátedras que otros cortejaban a veces con obscenidad. Muy tempranamente, a fines del siglo XIX, José Ingenieros se lamentó de su alejamiento, y otros se le plegarán en diferentes momentos.<span style="mso-tab-count: 1;"> </span><o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Borges fomentará en su tiempo el mito del "socratismo" macedoniano, la leyenda compensatoria de una riqueza oral que se habría perdido irremediablemente al convertirse en las espesuras y oscuridades de su prosa. Habría, entonces, un Macedonio privado e insustituible, que se manejaba cautelosamente por medio de interrogaciones y perplejidades, que enunciaban o encubrían cuestiones fundamentales, y un Macedonio público de quien se nos advierte que se resistió siempre a asignarle el menor valor a la palabra escrita. En el fondo era una forma sutil de diluirlo intelectualmente, que mostró su verdadero rostro cuando muchos de sus usuarios "privados" concluyeron por tildarlo de viejo excéntrico y estrafalario. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">El tema de la escritura macedoniana le complicó siempre las cosas a quienes hubiesen deseado leer textos suyos de una tersura ensayística indeleble, y se encontraban por el contrario con construcciones laberínticas y a veces desmañadas o sólo provisionales. Manuel Mujica Láinez lo trató de "loco y mamarracho sólo digno de ser escuchado", y Adolfo Bioy Casares confesó hacia 1976 su perplejidad ante los escritos de Macedonio, cuya fama, al igual que la de Xul Solar, consideraba en cierto modo un invento de <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Borges. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Macedonio pudo ser o parecer algo atípico en un ambiente formalista y ceremonioso como el de Buenos Aires de fines y comienzos de siglo. En definitiva los testimonios de época lo presentan sin embargo como un hombre de vida austera y de maneras corteses y reservadas, muy cultor, al estilo de los viejos porteños, del mate, el tabaco, el localismo y la amistad. Lo adornaron, por cierto, algunas anécdotas tramadas por sus amigos y por su deliberado gusto por las paradojas y el misterio, aunque no más sospechosas que las que se suelen atribuir a los personajes más solemnes del campo intelectual argentino. Por ejemplo Macedonio jamás se permitió las descomunales flores que Estanislao Zeballos lucía en sus solapas, ni los sombreros que gastaba Ricardo Rojas. Los propios responsables de admitir y difundir esas anécdotas, como Borges o Scalabrini Ortiz, alertaron sobre su frágil consistencia para describir al personaje, del que sólo revelaban una juguetona vocación por lo insólito y un estilo social poco convencional. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Fue, en lo esencial, una figura extemporánea o periférica porque cultivó un "pensar" y una "escritura" que anticipaban la irrupción de modos nuevos o por lo menos no usuales por aquellos años, en los que comenzaban a replantearse cuestiones más cruciales sobre la naturaleza del lenguaje, la escritura, el conocimiento, la representación. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">EL RARO EN SU CONTEXTO. Macedonio no fue exactamente un marginal o un marginado del campo intelectual. Su "excentricidad" se debe en todo caso a razones conceptuales más profundas que las del mero repliegue de ciertas habilidades y solemnidades sociales, a las que él renunció en forma bastante temprana, o a las que sólo se acercó para ejercitar su sentido del humor y del absurdo. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">En el primer tramo de su vida intelectual, entre 1892 y 1904, Macedonio alternó —como prueba de su inserción en un contexto cultural bien definido— con figuras como Leopoldo Lugones, Juan B. Justo (uno de los fundadores del socialismo argentino), Enrique Larreta, Jorge Borges (padre de Jorge Luis), Carlos Vega Belgrano, José Ingenieros, Alberto Ghiraldo. Con muchos de ellos compartió el difuso ideario utopista y libertario que lo llevará a intentar la fundación de una colonia de artistas en las selvas del Paraguay. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Tras una pausa de casi dos décadas, que se cierra con la muerte de su esposa Elena de Obieta y con el abandono de la profesión de abogado, Macedonio vuelve a ocupar un espacio en el campo intelectual rioplatense. en este caso junto a jóvenes figuras de la vanguardia de los '20, como Jorge Luis Borges, Alberto Hidalgo, Raúl Scalabrini Ortiz, Leopoldo Marechal, Francisco L. Bernárdez y Eduardo González Lanuza. Estos son quienes reconocen la seducción de sus ideas y contribuyen en gran medida a construir el mito "socrático" del escritor. Durante esa etapa de revalorización y madurez, que culmina con la edición de las primeras versiones de No toda es vigilia<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la de los ojos abiertos (1928) y Papeles de Recienvenido (1929), Macedonio publica con cierta asiduidad en las revistas paradigmáticas de la renovación artística y literaria: <st1:personname productid="La Proa" w:st="on">La Proa</st1:personname> (9 textos) y Martín Fierro (8 textos), más colaboraciones aisladas en Pulso, Carátula y Libra. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Si este contacto con la vanguardia ultraísta y creacionista es productivo para Macedonio, no lo será menos —en el marco de los años '40— la lectura que realizan de su obra los jóvenes poetas neo-románticos de la revista Huella. O figuras como César Fernández Moreno, quien le dedica una Introducción a Macedonio Fernández aparecida tardíamente en 1960, pero expresión, en definitiva, de su presencia para los integrantes de la llamada "Generación del "40". <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Macedonio parece haber tenido mayor eco, sin embargo, en las promociones intelectuales que se sucedieron a partir de los años '50, como lo demuestra la presencia evocativa del escritor en revistas como Letra y línea, Fichero, Zona, El lagrimal trifurca, Literal o Crisis, y los numerosos ensayos y estudios firmados por figuras generacionales de disímil procedencia como Alberto Vanasco, Mario Trejo, Rodolfo Alonso, Ramiro de Casasbellas, Miguel Brascó, Noé Jitrik, Horacio Salas, Eduardo Romano, Germán L. García. Juan Carlos Martini Real, Elvio E. Gandolfo, Ricardo Piglia, etc. A su tumo Piglia integrará la imagen y el legado estético de Macedonio a su novela La ciudad ausente (1992), en la que aparece una "máquina" que no es otra que la teoría novelística del viejo urdidor de perplejidades. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">ESCRITURA Y GARABATO. El tenor de Scalabrini Ortíz y las reiteradas evocaciones de Borges a propósito de su riqueza oral, alimentaron amistosamente la confusión de verlo como un "pensador" algo heterodoxo, y no como un escritor inscripto con complejidad, en nuevas líneas del hecho literario. A lo sumo se lo vio como emergente extemporáneo de una corriente de la que el "martinfierrismo" vanguardista de los años '20 era sólo expresión fragmentaria y en cierto modo cautelosa. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">En textos dispersos como Novela de <st1:personname productid="la Eterna" w:st="on">la Eterna</st1:personname> (1929), Sobre "belarte", poesía o prosa (1933), Doctrina estética de la novela (1940), Poema de Poesía del Pensar (1943) o Para una teoría de la humorística (1944), Macedonio planteó de modo anticipatorio la cuestión de los géneros, junto con otros puntos teóricos y técnicos como los conceptos de obra abierta, intertextualidad, escritura. Estos temas reaparecerían, con mayor decantación o prestigio internacional, en la producción crítica de Eco, Kristeva, Sollers, Barthes, Genette, Derrida y otros. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">La vinculación del escritor —ya un hombre sazonado que orillaba los 50 años— con los jóvenes vanguardistas de Proa y Martín Fierro no es un hecho aleatorio. Tampoco se vincula exclusivamente con su rechazo antilugoneano de la poesía sujeta a metro y rima. Habría que pensar más bien en el conjunto de su extemporánea y revulsiva actitud teórica frente al carácter "sensorial" del arte, o su negación del carácter "informacional" del mismo. Habría que agregar su reivindicación de la pura neutralidad de lo escrito (condenada en su idea de la escritura como "garabato insulso y uniforme"), que conduciría a la práctica de una prosa despojada de sonoridades, ideas, narración, descripción, información, etc. Esa prosa debía ser en todo caso mostración de sí misma, aunque con suficiente capacidad técnica para producir una emoción en el lector. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Tanto la humorística como la novelística macedonianas procuran crear un estado de conmoción emocional que podría describirse como la súbita irrupción de un “mareo de su certidumbre de ser” . El lo ilustraba con la ambivalente reacción del lector frente al pasaje en que don Quijote se queja de que Avellaneda hubiese publicado una historia inexacta de su vida. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Si la ficción argentina de su tiempo eran las novelas de Eduardo Gutiérrez, Cambaceres, Martel, Ocantos, Payró, Larreta o Gálvez, su actitud enderezará hacia un vaciamiento de los pactos realistas y naturalistas de esa genealogía. La suplanta intempestivamente —a través de las variantes del absurdo, la dislocación, la comicidad, la superchería, etc.— por la narración de una escena y una peripecia vacías de andamiaje anecdótico, puro campo de experimentación de una nueva manera de abordaje de la nada (que en todos los terrenos parece ser la cuestión central del pensamiento macedoniano). <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Macedonio propone la construcción de un universo novelístico (el de Una novela que comienza, junto con los papeles póstumos del Museo de la novela de <st1:personname productid="la Eterna" w:st="on">la Eterna</st1:personname>), aunque finaliza legando una deliberada e insólita operación de escamoteo de esa posibilidad. Algo que tal vez no resulte tan inusual si la consideramos a la luz de los linajes de la novela moderna. En cierto modo Lawrence Sterne ya anticipó el esbozo de algo similar, hacia 1767, con el final de Tristán Shandy y con el sistema de aplazamientos y derivaciones que constituyen la novela, hasta transformarla en una paradójica epopeya de la acción que se convierte, como dice Shklovski, en un reiterativo mecanismo de "esperas de acontecimientos" que no se producen. Un poco a la manera de lo que ocurrirá más de un siglo y medio después con los textos "novelísticos de Macedonio. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pero la deriva macedoniana abarca círculos más amplios y problematizadores para su época. Macedonio trabaja, efectivamente, en la dirección de un logro que parecía inalcanzable para la novela realista burguesa del siglo XIX y para sus derivaciones. Se trata de provocar la existencia de un lector activo y liberado de las constricciones culturales del autor y del narrador omnisciente. Tan activo, en definitiva, que llega a desplazar al propio escritor y se convierte —en el caso emblemático de los "colectores" u "ordenadores" póstumos de los papeles de Macedonio— en una suerte de múltiple y genuino productor de sentidos. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Una novela que comienza aparece en 1941, pero el esfuerzo por definir una "novelística" de nuevo cuño se completa (en tanto dossier de la "primera novela buena") con el póstumo Museo de la novela de <st1:personname productid="la Eterna" w:st="on">la Eterna</st1:personname>, organizado por Adolfo de Obieta y editado en 1967. En cierta forma es el eslabón final de una cadena que debe ser completada con Papeles de Recienvenido y Adriana Buenos Aires, la "última novela mala", escrita probablemente hacia 1922, revisada por el autor en 1938 y editada finalmente en 1974. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Conjunto sin duda heterogéneo y deliberadamente conjetural, contiene sin embargo las pistas de una estética y es la muestra palmaria del cumplimiento de la decisiva inducción formulada por Macedonio en el "Prólogo final" del Museo. Allí invita "al que quiera escribir esta novela", encarnado precisamente en la figura del recopilador textual que advertimos en la segunda edición de No toda es vigilia y en el propio Museo, sin descontar a los multifacéticos autores, recopiladores y anotadores del proyecto de las Obras Completas. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">La poesía de Macedonio, recogida en Elena Bellamuerte (1940), Muerte es beldad (1942) y Poemas (1953), constituye tal vez la zona en la que se advierte, con mayor transparencia, su percepción crítica de lo "real" (tal como lo pensaba el realismo ingenuo de la época). También su intuición del carácter meramente transitorio de la muerte, que sólo obstaculiza el contacto material con la persona amada pero no la fluencia constante del diálogo psíquico, intentado en estos textos con una intensidad lírica en la que no se deslizan ni los típicos desplazamientos macedonianos de género, ni las mordeduras dislocantes del humor. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">EL MATERO FILOSÓFICO. Humorista sutil y complejo, Macedonio construyó textos y supercherías que balancearon la melancólica imagen de su ascetismo y su deliberado alejamiento del mundo de las convenciones sociales e intelectuales. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Tal vez el momento más "solemne" de Macedonio Fernández haya sido, hacia 1897, la decisión voluntariosa, patética y algo prematura de fundar una colonia utópica en el Paraguay, que concluyó, muy macedonianamente, casi sin comenzar, aunque no sin dejar secuelas quizá profundas. Para esa época el joven escritor admitía, en un texto aparecido en <st1:personname productid="La Montaña" w:st="on">La Montaña</st1:personname> ("La desherencia"), la viabilidad del socialismo para responder "muy satisfactoriamente a la pregunta económica del problema social", aunque advertía también que el "drama del mundo" contiene "muchas otras interrogaciones". <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es probable que esta intuición de matero filosófico y criollo, origen de la actitud existencia! de Macedonio, haya encontrado en su interior sólo dos caminos posibles, que él se lanzó a indagar con pertinacia. Uno fue el del Misterio metafísico, materia de libros como No toda es vigilia la de los ojos abiertos; otro el del Humor, convertido casi en una estética excluyente. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Para explorar la vía del humor, Macedonio apeló indistintamente al género epistolar, los esquicios autobiográficos, los discursos apócrifos y sus parodias, su propio anecdotario, real o ficticio, el cuento y algunas burlerías destinadas a ironizar, no muy caritativamente, sobre el universo político criollo, como su famosa postulación presidencial de 1927. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Un modelo casi canónico de humor epistolar es la carta a Jorge Luis Borges en la que Macedonio se explaya sobre el comportamiento irregular de las calles (cfr. Epistolario, en Obras Completas), y otras cartas también prototípicas de esta línea son las del Bobo de Buenos Aires, incluidas en Papeles de Recienvenido, a partir de la edición Losada de 1944. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">En todas ellas el mecanismo detonado se basa en la aplicación de recursos corrientes de la retórica humorística, utilizados para que la sensación de absurdo irrumpa con toda su potencialidad y provoque, siquiera por un instante, la sensación de libertad frente a la inexorabilidad y las constricciones de la razón universal. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">MACEDONIO AL PODER. En 1927, en tiempos en que se estaba gestando la segunda elección presidencial de Hipólito Yrigoyen para suceder a su correligionario Marcelo T. de Alvear, Macedonio tramó una de las mayores supercherías humorísticas de su carrera: su seudo postulación como candidato a la presidencia de <st1:personname productid="la República." w:st="on">la República.</st1:personname> <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">El momento político era en realidad crítico, y en el propio campo de la vanguardia "martinfierrista" culminaría con el cese de la revista Martín Fierro, resuelto unilateralmente por su director Evar Méndez cuando un grupo muy selecto de colaboradores —entre quienes figuraba Borges en lugar destacado—resolvió apoyar<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la reelección de Yrigoyen y embanderar electoralmente a la revista. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Macedonio optó frente a la coyuntura por la variante lúdica, y para muchos opinable, de terciar paródicamente en la contienda con su propia e insólita candidatura, como un modo de desnudamiento de las falacias y debilidades del escenario político argentino. Lo hizo, desde luego, desde la óptica del absurdo y el contrasentido casi ontológico. Tal como refiere César Fernández Moreno en su esbozo de la vida de Macedonio. "lo más importante y original de su plan publicitario consistía en crear un verdadero malestar general, para suscitar la necesaria venida de un gran caudillo que lo conjurara, o sea el propio Macedonio. Medidas concretas propuestas por él en ese sentido eran: repartir peines de doble filo, que lastimaran el cuero cabelludo de quienes los usaran; instalar salivaderas oscilantes, que imposibilitaran acertarles; solapas desmontables, que se quedaran en las manos del contendor cuando, en el calor de la discusión, se tomara de ellas para convencer al contrario...". <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Como una proyección de ese episodio, Macedonio tabuló la redacción de una novela colectiva y escrita en diferentes estilos —El hombre que sería presidente— , en la que se entrecruzarían la campaña electoral y una conspiración de millonarios que ponen en práctica las invenciones referidas.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
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</div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">La cueva del filósofo<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
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</div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">EL INTERES DE Macedonio por la cuestión metafísica no deja de ser llamativo en un contexto histórico-cultural que no parece especialmente sensible a este tipo de encarrilamientos del pensamiento. El escritor se inició en un clima marcado con fuerza por la corriente positivista, con su adhesión irrestricta a los fenómenos y a las proposiciones empíricas, y su desdén un tanto soberbio por las escencias subyacentes de los fenómenos. Macedonio sabía, y lo dice a propósito de su amigo Juan B. Justo en No toda es vigilia la de los ojos abiertos, que los partidarios del positivismo "sonreirían" al leer su libro, "con escepticismo y caridad". <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">En ese contexto la elección de la vía metafísica era casi una opción por la marginalidad, y justificaría que hacia 1928 Raúl Scalabrini Ortíz lo saludase como "nuestro primer metafísico", porque inclusive notorios y tempranos impugnadores del positivismo criollo, como Korn, Alberini y más tarde Rougés, tuvieron una relación compleja y ambivalente con el tema. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pero la excepcionalidad filosófica de Macedonio no se debió sólo al largo y difuso reinado intelectual del positivismo, infiltrado en la mayoría de los campos de la vida cultural argentina. Más tarde —a partir sobre todo de los años "20— el auge renovador del positivismo lógico y de las corrientes existencialistas tampoco contribuirían a una cómoda revalorización de sus viajes filosóficos al Misterio y lo Inefable. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">En un sentido técnico la perspectiva neopositivista agudizará la brecha con su manifiesto desdén por las inconsistencias de las postulaciones metafísicas. Esta corriente considera a tales proposiciones como simples falseamientos del lenguaje y "música vana". Desde esas perspectivas la persistencia metafísica del autor, su búsqueda de "las claves del misterio del mundo", sólo podían ser una humorada paródica o duplicar la calificación de "divagador paradójico" que alguna vez le atribuyó Roberto E. Giusti. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">La tercera brecha contextual quedó instalada, también desde los '20, con la gradual irrupción del existencialismo <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">germánico, en especial el que deriva de Ser y Tiempo (1927) de Martin Heidegger. Conocedor de la obra de Kierkegaard, Scheler y naturalmente Heidegger, pero también de la producción de jóvenes discípulos argentinos como Carlos Astrada y Miguel Ángel Virasoro (comentarista en 1928 de No todo es vigilia). Macedonio percibirá los puntos de contacto y las divergencias que se establecen con los existencialistas a propósito de las preguntas cruciales de la metafísica (de Heidegger. p.e., lo alejará la idea de Estar-en-el-Mundo del maestro alemán). <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Consagrado a la reflexión filosófica, desde las precursoras cartas de 1905-1911 con William James, y consagrado periféricamente por Scalabrini Ortíz como "primer metafísico de Buenos Aires y único filósofo auténtico", tal como lo define en 1931 en El hombre que está solo y espera, Macedonio no fue considerado como tal por la filosofía universitaria, orientada hacia líneas técnicas y analíticas muy diversas. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Son relativamente escasos los textos de filósofos profesionales que le fueron dedicados: Virasoro reseñó su libro de 1928 en la revista Síntesis; a comienzos de los '70 Alberto Caturelli, docente de filosofía en <st1:personname productid="la Universidad" w:st="on">la Universidad</st1:personname> de Córdoba, presentó en el II Congreso Nacional de Filosofía una ponencia sobre "El mundo como sueño en Macedonio Fernández", incluida en La filosofía en <st1:personname productid="la Argentina" w:st="on">la Argentina</st1:personname> actual (1971), y sobre diversos aspectos de la relación filosófica de Macedonio con William James y Nietzsche han escrito Luis Jalfen y Hugo E. Biagini, entre otros autores vinculados con el campo. A diferencia de lo que ocurría en etapas anteriores. Macedonio parece ganar terreno entre los filósofos jóvenes como tema de ponencias, sin que pueda hablarse todavía de la instalación de sus especulaciones como objeto académico insospechable. No se sabe si Macedonio lo consideraría como un fracaso o un homenaje.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
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</div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
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</div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Cronología<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
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</div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">1874 - Nace en Buenos Aires el 1° de Junio, hijo del estanciero y militar Macedonio Fernández y de Rosa del Mazo. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">1897 - Publica en <st1:personname productid="La Montaña" w:st="on">La Montaña</st1:personname>, revista de Leopoldo Lugones, Contactos con grupos socialistas y libertarios. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">1898 - Se recibe de abogado, profesión que ejercerá hasta 1920. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">1901 - Casamiento con Elena Obieta. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">1905 - Inicia su correspondencia con William James, que se mantendrá hasta 1911. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">1920 - Muere su esposa. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">1922 - Colabora en Proa y comienza su vinculación con los jóvenes poetas ultraístas. Entre 1924 y 1927 colabora con el grupo de la revista Martín Fierro. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">1927 - Propone paródicamente su candidatura a presidente de <st1:personname productid="la República." w:st="on">la República.</st1:personname> <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">1928 - A instancias de Raúl Scalabrini Ortiz, Francisco Luis Bernárdez y Leopoldo Marechal publica No todo es vigilia la de los ojos abiertos. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">1929 - Primera edición de Papeles de Recienvenido en una colección dirigida por Alfonso Reyes. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">1941 - En Santiago de Chile se publica Una novela que comienza, con prólogo de Luis Alberto Sánchez. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">1943 - Comienza a colaborar con asiduidad en la revista Papeles de Buenos Aires. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">1944 - Aparece la edición Losada de Papeles de Recienvenido y Continuación de <st1:personname productid="la Nada" w:st="on">la Nada</st1:personname>, con un extenso prólogo de Ramón Gómez de <st1:personname productid="la Sema." w:st="on">la Sema.</st1:personname> <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">1952 - Fallece en Buenos Aires el 10 de febrero.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Guía de lectura<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">MACEDONIO publicó en vida sólo cuatro libros y dos cuadernos de poesía, cuyo hallazgo ya es tarea de bibliófilos afortunados. La mayor parte de su producción fue recogida con posterioridad a su muerte por su hijo Adolfo de Obieta y es accesible en el mercado. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Editorial Corregidor de Buenos Aires inició en la década del '70 la edición de sus Obras Completas, prevista en diez tomos que contienen papeles antiguos, epistolarios, misceláneas, ensayos sobre su trayectoria y bibliografías, además de sus tres textos centrales: No toda es vigilia la de los ojos abiertos, Museo de la novela de <st1:personname productid="la Eterna" w:st="on">la Eterna</st1:personname> y Papeles de Recienvenido. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">De los dos primeros hay ediciones en Centro Editor de América Latina (1967), y de Museo de la novela de <st1:personname productid="la Eterna" w:st="on">la Eterna</st1:personname> se pueden consultar las más recientes de <st1:personname productid="la Biblioteca Ayacucho" w:st="on">la Biblioteca Ayacucho</st1:personname> y de los Archivos de Literatura latinoamericana y del Caribe, coordinadas respectivamente por César Fernández Moreno y por Adolfo de Obieta y Ana Camblong.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Las rarezas<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
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</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Mosca prematura <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">En el verano de 1952, mientras Macedonio agonizaba, alguien advirtió con alarma que una mosca había ingresado en la habitación, y pidió un diario para espantarla de la cabecera del enfermo. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">—Que sea de la oposición—, se le oyó decir débil y claramente al agonizante. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pastelería barométrica<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por razones no muy claras, Macedonio tenía la costumbre de comprar bandejas de masas de confitería y guardarlas, sin consumir, en los roperos de las modestas pensiones en las que solía vivir. Se fabula que cuando el ropero se llenaba de paquetes sonaba para Macedonio la hora de emigrar hacia otra pensión, de modo que la capacidad del ropero era el barómetro de su sedentarismo transitorio. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Trampas pacientes <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">En una de esas pensiones existía una sala de recibo que la dueña mantenía cerrada y en penumbras la mayor parte del tiempo. Todas las tardes, a una hora invariable, Macedonio se colaba en la sala y permanecía sentado en la oscuridad durante largo rato. Intrigada por la conducta del escritor, la dueña ingresó una tarde en la habitación para averiguar los motivos de ese extraño y reiterado aislamiento. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">—Trampa para rubias—, le oyó decir a Macedonio, advertido de su presencia. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Cementerios colmados <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Tenía debajo de la cama, según cuenta Gómez de <st1:personname productid="la Serna" w:st="on">la Serna</st1:personname>, una maleta llena de alfajores que ofrecía a sus visitantes. Un día notó que éstos abusaban de su invitación, y comentó sentenciosamente: <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">—Dicen por ahí que se han colmado cementerios con comedores de alfajores. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Guitarras silenciosas <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">La gran cantidad de provincianos que asistían a <st1:personname productid="la Escuela Naval" w:st="on">la Escuela Naval</st1:personname> de Río Santiago le hizo pensar a Macedonio que allí se ejecutaría abundantemente la guitarra, una de sus misteriosas pasiones. Un primo de Borges, alumno de <st1:personname productid="la Escuela" w:st="on">la Escuela</st1:personname>, le aseguró en cambio que durante los meses que había pasado en ella jamás oyó hablar de alguien que la tocara. Como si redondeara lo que se acaba de afirmar, Macedonio le dijo entonces a Borges: <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">—Ya ves, un centro de guitarra notable. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Lugones ágrafo <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Amigo y gran admirador de Leopoldo Lugones, pensó escribir un artículo sobre él, en el que se preguntaría por qué, a pesar de sus notables cualidades intelectuales, no se había dedicado a escribir.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Jorge B. Rivera <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">El País Cultural Nº 388 <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">11 de abril 1997<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div>Andrés Aldaohttp://www.blogger.com/profile/13501215594400255974noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5585898414183619824.post-12012437064692146782011-07-19T12:21:00.000-07:002011-07-19T12:21:39.365-07:00DOS DÍAS, por JACOBO FIJMAN<div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"><a href="" name="Dos_dias_"><b><span style="color: maroon;">Dos dias</span></b></a><b><span style="color: maroon;"><br />
</span></b></span><span style="color: maroon;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"><br />
Por Jacobo Fijman</span><br />
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[Revista Topía]<br />
<br />
<i>En estos momentos la desmanicomialización es un tema de discusión en el campo de <st1:personname productid="la Salud Mental." w:st="on">la Salud Mental.</st1:personname> Muchas veces se habla de ella sin tener en cuenta los aportes de la historia. Sin reflexionar sobre lo que se hizo y lo que se escribió quedamos huérfanos de modelos y de herencias de las cuales poder apropiarnos. Es por eso que decidimos publicar un texto poco conocido de Jacobo Fijman, uno de los poetas latinoamericanos más importantes del siglo pasado. Fijman nació en 1898. Participó durante la primeras décadas del siglo pasado en el grupo literario “Martín Fierro”, donde conoció a Girondo, Borges, Macedonio Fernández, Leopoldo Marechal y otros escritores. Colaboró con periódicos y revistas. En un viaje a Europa conoció a André Breton y otros poetas surrealistas. Tuvo varias internaciones psiquiátricas hasta quedar definitivamente internado durante los últimos 30 años de su vida en el Hospital Borda donde murió en 1970. Los tres libros de poesías publicados son Molino Rojo; Hecho de Estampas y Estrella de la mañana.<br />
El texto que incluimos nos brinda la visión de su propia crisis y la internación en el manicomio. Fue publicado por primera vez en el diario Crítica, suplemento Magazine, Buenos Aires, lunes 3 de enero de 1927. Muchos años después, en una entrevista con Vicente Zito Lema comentaba: “En un cuento, que se llama ‘Dos días’, hablaba del Cristo Rojo. El mismo San Pablo enseña ‘ser como otro Cristo’; es decir, Cristo está en uno. La total identificación. Aun la pérdida de la persona. Yo lo sentía como una cosa cierta, no literaria. Y la intención del rojo, era para identificarme con la revolución, que había estallado en todo el mundo. Cuando los policías me golpeaban les grité: Soy el Cristo rojo. Siguieron con sus golpes. Cada vez más frenéticos, enfurecidos. Antes que me desmayara, me pegué a la pared y dije: Yo soy el anunciado. El cuento lo escribí después. Y lo publiqué en un diario”. La presente versión fue extraída de la excelente edición de cuentos de Jacobo Fijman San Julian el pobre (relatos), recopilación, notas, apéndice y edición de Alberto Arias, editorial Araucaria/Signos del Topo, Buenos Aires, 1998.<br />
<br />
</i>DOS DÍAS<br style="mso-special-character: line-break;" /> <!--[if !supportLineBreakNewLine]--><br style="mso-special-character: line-break;" /> <!--[endif]--><o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hospicio de las Mercedes. Dicen que me han traído aquí porque estoy loco. Esto es imposible. Pensar que yo he perdido la razón siendo una cosa de orden metafísico, trascendental. No puede ser. Además, he padecido hambre, sed, dormía mal, estudiaba mucho, quería mejorara a los hombres, tenía sentido del sacrificio, me redimía, amaba.<br />
No se porqué, en una comisaría de la ciudad, me apalearon.<br />
En uno de sus calabozos se me encontró hablando de tonalidades, del origen de la especie, del super-hombre y cantando <st1:personname productid="La Marsellesa. Me" w:st="on">La Marsellesa. Me</st1:personname> había desnudado; quería ser como los hijos del sol, resplandecer de sencillez, de inocencia, de santidad.<br />
De mañana, vino mi padre; vino hasta el calabozo, acompañado de un policía. Mi padre ha envejecido. Está mas canoso. Tiembla. Tiene los ojos azules, mas azules y tristes.<br />
-¡Como, hijo! ¿ayer te emborrachaste? Pobrecito, no es nada. ¿Para que te desnudaste? Me pregunta con mucha ternura, con mucho miedo.<br />
Yo no le digo nada. Entonces mi padre se echa a llorar.<br />
El policía mira; tiene un aire seguro, tranquilo.<br />
-Hijo, en la sala de espera está tu madre.<br />
Yo no le digo nada. Interiormente sonrío y reflexiono: ¡Cómo! ¿no sabrá éste que soy un super-hombre? ¿No sabrá lo que todo el mundo: que tengo el cerebro de oro? Por eso me pegaron en la cabeza. No me la pudieron romper. ¡Y cómo! ¿No sabe que soy el Mesías? ¿No recuerda la sesión teosófica que le di anoche? ¿No le habló Kliguer, que es poeta y teósofo, de mi lenguaje de los dioses! ¡Como! ¿y se olvidó de las tres piezas que toqué en el violín para recordarle “quien era” ? ¿No recuerda de mi “Kol Nidre”, de mi “Air” de Bach y de las “Marcha Fúnebre” de Chopin? ¡Y, cómo! ¿no sabe que mi violín es una antigua sinagoga de Jerusalén? ¿no sabe que soy el Anunciado? ¿No sabe que he escrito mi Tabla de valores?<br />
-Vamos, hijo, vamos.<br />
Fuimos a la sala, donde mi madre nos esperaba. El escribiente que toma nota de mi nombre, domicilio y profesión, lleva lentes. A su alrededor aparecen más policías, con su misma cara rosada, mofletuda; con sus mismos lentes, con su mismo libro, donde anotan los datos, con la misma lapicera.<br />
Ahora todos me miran, me observan, sin duda para no olvidarme.<br />
De pronto, el escribiente interroga:<br />
-Profesor de violín, ¿no?<br />
Ahora interrogan todos: “Profesor de violín, ¿no?” , y anotan lo mismo. Yo pienso: Je. ¡Profesor de violín! Gente estúpida, todavía cree en la división del trabajo.<br />
Al rato, salimos. Es un dia de sol, caluroso, 23 de enero.<br />
La ciudad está silenciosa: sin duda la gente ya sabe que no me gusta el ruido.<br />
-Vamos a tomar un auto, hijo. – dice mi madre.<br />
-No, yo no voy, no, no- contesto.<br />
Y aprieto a los dos contra mi de un modo que los hace estremecer. No quiero ir en automóvil después que he escrito mi Tabla de valores. El auto es un elemento de civilización. Yo no quiero debilitar mis pies, yo no quiero el progreso. Yo quiero la caverna del hombre primitivo; quiero a Eva, quiero la llanura, quiero el sol.<br />
Después, les digo:<br />
-Vamos a lo de Alberto, a mi casa de Alberto.<br />
-Nosotros no la conocemos. ¿Adonde nos llevás?<br />
La ciudad está cambiada, pero reconozco el camino. No se cómo, me acuerdo de los pájaros. Los pájaros tienen sentido de orientación,. Aunque la ciudad ha cambiado tanto, me digo: Encontraré la casa de Alberto.<br />
Camino y camino. En efecto, la ciudad ha cambiado. Hay otra luz en la ciudad, velada de un color de fuego transparente, de seda. Estoy, sin duda, en otro plano.<br />
Mi padre, con sus ojos azules, y mi madre, que tiene la cara torcida por una alteración nerviosa, me siguen. Siguen a un fantasma. Se detienen y me aconsejan:<br />
- Volvamos a casa; a nuestra casa; no seas malo.<br />
- No, casa de Alberto-contesto, y los obligo a seguir.<br />
Veo el reloj de la joyería de Alberto. Veo la tabla negra del letrero, que me sugiere la idea de que los de la casa están muertos, que han desencarnado, que se han vestido con el traje de la eternidad. Precisamente, el padre de Alberto estuvo hablándome del “Ayer”.<br />
-Buscas tu Ayer- me dijo.<br />
Como es pelirrojo y sanguíneo, se me ocurrió, se improviso, que tiene el color de los ladrillos que hacían los esclavos faraónicos.<br />
Vi en él algo de Triángulo. Me eché a llorar. Este hombre sabía mi angustia. Sabe que busco un sentido a la muerte. Sabe que soy el Anunciado. Lo sabe todo. Es Salomón. Los dos nos hemos encontrado. Yo soy Moisés: he aquí que mis manos tienen el cayado del profeta. Con él voy a alucinar a los que pegan a mis judíos. Somos dos antiguos que se han encontrado. Ahora, creo que el viejo me cuenta una parábola. Es verdad, al padre de Alberto le gusta hablar de parábolas y contar leyendas de la antigüedad.<br />
Empieza a llover.<br />
-Es fiesta- dice el padre de Alberto con un acento de nostalgia, lánguido, imprevisto.<br />
Llueve ópalo, azul, oro, violeta. ¡Je! Estoy en Jerusalén. Ya estamos en Jerusalén. Salgo corriendo de la casa de Jaime Berg, padre de mi amigo Alberto. Debo anunciar algo: leer mi Tabla de valores. Soy el Anunciado. Voy a darle un abrazo a Kliguer, el poeta teósofo que muchas veces me ha dicho que soy más anciano que él. Tenía razón. Soy el Mesías. Anunciaban que vendría después de la guerra.<br />
He visto a Kliguer en la redacción del “Ydische Zeitung”. Me recibe en su gabinete de corrector de pruebas. Le hago “señas”.<br />
-¿Hablas el lenguaje de los dioses? – me pregunta.<br />
Sigo haciéndole señas.<br />
-¡Qué lastima que no tenga una flor para darte!<br />
Sigo haciéndole señas. – Bueno, ve, anda, si no quieres decir nada.<br />
Entonces le hago un gesto significativo, como diciendo: -Kliguer, te espero mañana en las barricadas- Y golpeando el suelo furiosamente, salgo de la redacción.<br />
Son las cinco de la tarde. La tarde es turbia. Ha refrescado.<br />
Ahora voy a lo de Giacosa con un candado sobre la puerta. Ya debe de estar preso. La policía ya sabe que mañana estalla el caos. Me echo a reir y grito:<br />
-¡Yo soy el anunciador de la tempestad!<br />
En la calle hay poca gente. Se cierran las casas de comercio. Camino por la calle Corrientes, risueño, gozoso.<br />
Veo un judío de barba; usa pastillas de patriarca, anteojos negros; viste de levita negra. Lo reconozco. Es el padre de un muchacho sionista. Se llama Stein.<br />
-¡Ah!, si él supiera que yo soy el Mesías.<br />
Ya lo he perdido de vista. Sigo caminando. En la trastienda de una sastrería hebrea están dos sastres que perecen ser los dueños, y Moicha, un conocido violinista de piezas típicas de casamiento. Los dos sastres son morenos, afeitados, gordos; usan anteojos de carey , son de mediana estatura, algo encorvados; Moicha, el violinista, es rubio, calvo, flaco, rasurado; lleva una vieja levita de un negro desteñido que tira a verde. Ninguno de los tres me conoce, pero yo si los conozco; los he observado muchas veces. Están examinando un violín; me parece que Moisés también se dedica a revender violines. Me detengo y los miro. Después me acerco a ellos. Pido el violín. Me miran curiosos, asombrados. Pruebo el violín cual un consumado luthierista (1) , golpeando en la tapa y aplicando el oído por si se percibe la vibración simultánea de las cuatro cuerdas.<br />
Dicen en yergón:<br />
-Parece que se entiende.<br />
Me hago el ingenuo y les digo:<br />
-Este es un instrumento hebraico.<br />
-Si, si- dice uno.<br />
Y otro, en yergón:<br />
-Sabe, sabe.<br />
-Hoy es día de la raza, ¿no?- les pregunto.<br />
Todos me miran azorados. De pronto pego un formidable puñetazo sobre el mostrador, gritando:<br />
-¡Llegaremos!<br />
Ellos tres gritan horrorizados:<br />
-¡Está loco!<br />
Salgo corriendo, lanzando carcajadas terribles, ásperas, sarcásticas. No saben que soy el Mesías. No me presienten. Todavía tienen miedo. Esperan. Sigo caminando. Y he hecho un trecho enorme. Estoy cerca del barrio de Flores. Ahora me voy a leer mi Tabla de valores a Enriqueta Gómez, una grande alma solitaria. No se quien la llamó Luisa Michel o la comparó con ella. Me parece que estoy enamorado de Enriqueta. Tengo que leerle mi Tabla. Se alegrará mucho. Hace tiempo que no la veo. Además tengo que decirle que estoy enamorado de Carolina Mendoza. Ella debe de conocerla. Algo tengo que contarle.<br />
Carolina es una muchacha rara; le gusta enamorar a los hombres y después volverles la espalda, como hizo con mi amigo Berman. Posiblemente, si Berman no se hubiera enamorado, ella seguiría siendo su amiga. A mi me tiene miedo. No me tiene odio. No, a mi me ama. Tampoco. Conmigo le gusta hablar sobre pesimismo. Carolina es escéptica, amarga, pesimista. Carolina sabe más que el padre, un abogado que no ejerce, tolstoyano, que cree en la moral, no cree en Dios, es enemigo del Estado y ha publicado sobre moral veintidós tomos.<br />
La madre de Carolina es una mujer pequeña, flaca, neurótica. Habla de melancolías, de flores, de la provincia natal, y es enemiga del matrimonio. Ahora vive sola con Carolina. Odia al marido. El, a su vez, también la odia. Todos ellos se odian. Me causan risa. Carolina tiene unos hermanos pelirrojos que la detestan. La llaman perversa. Son bolcheviques. Trabajan en una fábrica. Hablan mucho. Dicen cosas disparatadas. Son pelirrojos e impulsivos. Pero yo amo a Carolina. Voy a decírselo a Enriqueta Gómez, que me comprende. Pero también estoy enamorado de Sofía y compadezco a Emma. Amo a Sofía desde que hablé con ella en <st1:personname productid="la Maternidad. Tiene" w:st="on">la Maternidad. Tiene</st1:personname> ojos de ensueño. Me acordé de Schumann. Oí música. Consulté con ella sobre Carolina.<br />
-Yo soy muy franca- me dijo. – Esa muchacha tiene mas inteligencia que sensibilidad.<br />
-Siento que me vienen desmayos. Sofía me mira con sus ojos de ensueño. Estoy enamorado. Me muero. Oigo música de Schumann. Estamos enamorados. Entra Emma con su hermana, que practica en <st1:personname productid="la Maternidad. La" w:st="on">la Maternidad. La</st1:personname> hermana nos dice, sorprendida:<br />
-¡Oh! ¿qué les ha pasado?<br />
Sofía y yo estamos en silencio.<br />
Me voy con Emma. Emma está triste; ama y no ama. No quiere casarse con un judío de Entre Ríos porque es ordinario, bruto, feo.<br />
-Me consolaré con ser madre –va diciéndome Emma.<br />
Emma es buena y fea; quiere estudiar medicina.<br />
-La vida para mí no tiene objeto.<br />
-Para mí, sí –le contesto.<br />
-¿Por qué? –me pregunta.<br />
-Porque dos y dos son cuatro.<br />
Pasamos cerca de <st1:personname productid="la Penitenciar■a Nacional." w:st="on">la Penitenciaría Nacional.</st1:personname> Me parece que hago una seña. Con ella quiero decir: “Mañana, a primera hora, larguen los presos. Mañana Beethoven dirigirá en el estadio <st1:personname productid="la Novena" w:st="on">la Novena</st1:personname> a coro”. Emma me habla de Fanny. Fanny me quiere mucho. Es rubia, tiene ojos azules; dice que soy un tipo original. Fanny me ama, me adora, me comprende. Voy a decírselo a Enriqueta Gómez para asombrarla.<br />
Un día me preguntó si alguna vez estuve enamorado. Una noche volví cansado de vagar y soñé que Enriqueta Gómez me daba un abrazo de alma, un abrazo inmanente, un abrazo de alma extraordinaria.<br />
Ya estoy en la casa de Enriqueta Gómez. Sale una señora de luto. Me dice que Enriqueta Gómez no está. Me siento sobre un montón de ladrillos a esperarla. Yo venía a anunciarle que mañana estallaba la revolución; pero ella debe de estar preparándose, si es que no está en la cárcel. Pero necesito leerle mi Tabla de valores para que tenga ánimo en las barricadas.<br />
Ya son las nueve de la noche. El cielo es claro; las estrellas brillan. En todas partes levantan barricadas. Una alegría cósmica inunda. El ambiente está perfumado. De pronto, unos niños se acercan, y me tiran piedras. Me echo a caminar. Sólo encuentro mujeres de ojos negros, ojos tristes de horror. De fijo que es la hora. En este momento anoto no se qué impresión en mi Tabla. Me encuentro con unas mujeres hermosas, divinas.<br />
-¡Oh, un poeta! –exclaman y se acercan para observarme. Miro el cielo. El cielo está cada vez más azul, más alto, más lejano. Camino y camino.<br />
Estoy cerca de Palermo. Es verdad que soy Beethoven y tengo que dirigir <st1:personname productid="la Novena Sinfon■a." w:st="on">la Novena Sinfonía.</st1:personname> Ya los músicos están reunidos. Visten de negro. Visten de negro, porque saben que es el color que más me gusta. Hay un gentío enorme. Ruido, mucho ruido. Los fulmino a todos con una mirada amenazadora, lanzando rayos, anatemas. No saben que soy Beethoven. Los músicos están preparados. Empiezo a dirigir a distancia. Ahora todos escuchan en un silencio religioso. Algo trágico, milagroso, presienten. Después de <st1:personname productid="la Novena" w:st="on">la Novena</st1:personname>, pienso, sólo falta consumar la gran obra: <st1:personname productid="la Revolucin Social." w:st="on">la Revolución Social.</st1:personname> Yo soy Beethoven; “Ayer” usaba trapo rojo; hoy soy el mismo. Soy el Cristo Rojo. Por fin termina la sinfonía. La multitud estalla en aplausos, delira. Se oye un trueno. La gente escapa. Alguien grita:<br />
-¡Es dinamita!<br />
Hay un desbande. Alguien me ha tirado una flor roja. >Ese alguien me ha reconocido.<br />
-Es la hora –pienso. –Yo soy el Cristo Rojo.<br />
Los rayos se desdoblan en el espacio. Ya no hay estrellas. Ya no hay gente. Llueve.<br />
Me vuelvo a mi casa. El portón negro del palacio en que vivo se abre empujado por una mano misteriosa. Ah, si, ya sé, es Chernichevski, el espíritu del jefe de los nihilistas, que me abre la puerta. Entro a mi casa. Todos duermen. Duermen en el suelo; se explica, hace calor, mucho calor. De pronto, me detengo a contemplar a mi hermanita Fedora. Todo su cuerpo es blanco, de mármol, de diamante. Veo sus envolturas astrales. ¡Dios mío, la inmortalidad del alma es un hecho! Ahora, por fin, siento la alegría de vivir. No se muere nunca. Se “es” eternamente. Bienaventurados todos nosotros. Aleluya. La vida tiene sentido; la muerte tiene sentido; todo tiene sentido. Pienso que todos los cuerpos de mi casa contiejnen espíritus antiguos, superiores. Evohé, toda Grecia está en mi casa.<br />
Tengo sed. Es verdad que hace varios días que he decidido no comer, porque eso de comer es cosa de bestias. No hay que ser bestia. Hay que ser un dios, algo más y siempre más.<br />
La canilla de la pileta resplandece. Me digo: “Es de oro”. Ahora todo es de oro. Se explica; yo, el super-hombre, encontré la piedra filosofal. La piedra filosofal la descubrí en el sonido. Soy el alquimista de los sonidos. Ahora todo es de oro puro. Todo se ha purificado. Todo brilla. Ha llegado la hora del alba eterna, del alba esperada. Homero ha vuelto a reencarnarse para mi fiesta. Pues bien, bebo. Bebo agua. Son las últimas gotas de agua que beberé, nada más que para limpiar mis órganos de oro, los órganos eternos; los órganos que no saben del bien, ni del mal, ni de la virtud, ni del pecado; los órganos del Integral, del Superhombre.<br />
Entro en la cocina. Está clara, limpia. La lamparilla eléctrica es de color rojo y amarillo. Debe de ser una comunicación de Moscú. Recibo noticias secretas que contesto.<br />
La luz recta de un reflector, con un aliento monstruoso, enfoca la ciudad. Mi cuerpo exhala, poro tras poro, aromas distintos y penetrantes. Estoy en la gloria. Desde el fondo de mi ser brotan aleluyas. Mi ánimo se resuelve en misticismo. No me entiendo. Tengo la certeza del otro espacio, del otro. El alma existe. Dios existe. Yo existo. Nada muere.<br />
Un instante después me limpio la boca con una papa. Mis dientes están blancos, blancos muy blancos. ¿Qué más quiero? Sólo habría que comer papas. Mi amigo Berman estuvo un tiempo comiendo papas y dedicándose seriamente a reflexionar.<br />
Soy feliz. La felicidad es mía. Tengo paz, seda, dulzura en mi sangre. Ya no soy pesimista.<br />
En eso entra mi madre.<br />
-¿Qué haces? –interroga.<br />
-Mire, mire: ¡qué limpia tengo la boca!<br />
-Es cierto –Y luego agrega: -¿Dónde has comido?<br />
Yo por respuesta sonrío; sonrío misteriosamente. No, no; desde luego mi madre no sabe quien soy yo. Lo que me asombra en ella es su lenguaje de compasión y dulzura para conmigo:<br />
-Bueno, vete a dormir- me ordena.<br />
-Después.<br />
Ella se va meneando la cabeza, pensativamente. Todo está en silencio. Me deslizo como una sombra y salgo. Tampoco dormiré más. Ni comer, ni dormir, nada de las dos porquerías.<br />
Estoy en la calle. Camino. Recuerdo que debo estar en mi “soviet”. Mi “soviet” está compuesto por Pardo, Berman y Soria. Los tres ilustrados. Los tres son revolucionarios. Los tres son pesimistas. ¿Cuál de los tres es más pesimista? Pardo, porque ama el color gris y tiene ojos tristes; pero cree en el amor. Berman no cree en nada, pero tyi4ene pasiones con alternativas que dan miedo. Soria está casado. El pesimista soy yo. No; el pesimista es Enrique Pitzberg, un muchacho medio feo, con algunos dientes de menos y atacado del mal metafísico. No cree en nada; todo está mal; todo es inútil; los hombres son perversos, las mujeres son idiotas. El universo está mal construído. Tales de Mileto se equivocó en su teorema sobre la construcción del mundo. Todo es imperfecto. La perfección es inútil, porque Kant, porque Fichte; porque Descartes; pero Bacon, pero Sócrates, pero….<br />
No, éste tampoco es pesismista. Y, aunque lo fuera, no lo entiendo. Pesimista es Tartessi. Tartessi es un muchacho que se le ha dado por usar barba. Es un temperamento apasionado, latino; y es neurótico. Lo es su madre, su hermano el violoncelista y sus hermanitas. El está en pleno pesimismo. Lee a Leopardo, el Eclesiastés; pero estudia el yargón, porque se ha enamorado de una violinista judía. Ahora ya no está enamorado. Quiere irse a Norte América, a Italia o al campo. No, tampoco Tartessi es pesimista. Pesimista es un ex -fraile amigo mío, un tipo erudito, vagabundo. Lee mucho; y come donde puede. ¿Dónde estará?Debe de estar también pero, porque dijo el otro día a voces:<br />
-Moscú es la capital del mundo.<br />
-Montenegro- le dije- cuando llegue la hora, habrá que matar, matar a muchos, sin miedo, sin piedad.<br />
-¿Matar? Yo no sé matar- me contestó.<br />
-El que no mata en la hora de la revolución, la hace fracasar.<br />
-Yo sólo aspiro a ser comisario de instrucción pública.<br />
He notado que casi todos los eruditos aspiran a lo mismo. Se creen que porque saben latín y griego deben regir los destinos de la cultura. ¡Qué bestias! Son los que dicen: “Hemos llegado demasiado tarde”, y quieren volver a <st1:personname productid="la Edad Media" w:st="on">la Edad Media</st1:personname> o al Renacimiento. Son unas bestias. No tienen sentido histórico. No sirven ni para esta época ni para los tiempos de Maricastaña. Ah; pero Montenegro lee a Stirner y a Nietzsche. Es un tipo disolvente. Ha sido fraile y, desde luego, es un peligro para la revolución. El hábito de la hipocresía, de la simulación, no se saca así nomás; queda, está prendido de cada nervio, de cada arteria, de cada mano. Montenegro s una bestia. ¿Para qué usará esa capa y esa barba que lo hace semejante a Stendhal? Por economía. Por taparse la mugre: la capa; y la barba, efectivamente, por vanidad. Pero Montenegro entiende mucho de pintura. Es uno de esos tipos que hablan que hablan mucho de estética en los cafés y que tan bien han pintado los Goncourt. (Los Goncourt no hablarían mucho, pero escribieron mucho, demasiado.) Ah, pero el pobre Montenegro también busca algo. Es un atormentado. Tengo que iniciarlo en teosofía y estará salvado. ¿Pero dónde está Montenegro? ¿Y Kerchman, el pobre vagabundo judío, sin hogar, sin amigo, sin nada? Dicen que tiene talento. Su cabeza es blanca; sus ojos dulces y la cara rosada. En verdad, es inteligente. Kerchman es un pesimista, un doloroso, un atormentado. El es el único que no cree en la revolución ni en los revolucionarios. Los odia, los desprecia, los compadece. Kerchman se ha ido lejos, muy lejos. Quizás a pie, cantando una lamentación de las que oyó en las estepas.<br />
Ya se inició el nuevo día y estoy en la calle. A eso de las 10 me encuentro con Boris Goldman, un muchacho de cara pequeña y movimientos bruscos. Toca el piano y está componiendo una sinfonía para mil músicos. Es un muchacho que, según el padre de mi amigo Alberto Berg, tiene mucha memoria; entonces es posible que no se olvide de componerla. Me habla y se me ocurre no contestarle. Se va disgustado. Ahora resuelvo, no sólo no comer ni dormir, sino también no hablar más. ¿Y para qué es, pues, mi lenguaje de los dioses? Soy el Super-hombre; el Mesías.<br />
Después he visto a Berman, al padre de Berman, un hombre silencioso y bueno. Me habla y no le contesto. Encuentro a Soria, a Pardo, y a Muñoz, un muchacho anarquista con todos los defectos de tal; y encuentro a Tartessi. Todos me hablan y no les contesto. No debo hablar más el lenguaje vulgar y tonto. Soy, pues, el Super-hombre.<br />
Llega la noche. Recuerdo unos terribles golpes sobre mi cuerpo, una comisaría, gritos, cantos, ¡qué se yo!.... Ah, es verdad, estoy en la casa de mi padre Jaime Berg. El me había abandonado en Rumania; una de esas cosas que ocurren en el mundo: un devaneo, un amorcillo. Samuel Lejtman no es mi padre; él sólo me ha criado. Mi madre adoptiva me sacó de la cuna. Con razón la que yo creía mi madre no tuvo hijos durante nueve años. Por eso me adoptaron. Todo termina bien. Estoy en la casa de mi padre Jaime Berg, mi verdadero padre. Pero a las tres de la tarde vamos a lo del psiquiatra José Ingenieros, a discutir posiciones revolucionarias. Veremos cómo se resuelven. Nos acompañan Samuel y Alberto; yo voy con mi padre Berg.<br />
Entramos a lo de Ingenieros. Le hacemos unas señas misteriosas que comprende y contesta. Ya sabe quién soy y quiénes somos. Nos despedimos. Al despedirme pego un golpe con el pie, y grito:<br />
-¡Yo soy el Cristo Rojo!<br />
Ingenieros me golpea el hombro, diciendo:<br />
-Epa, amigo, aquí no se grita.<br />
Está bien, comprendo, es una orden parta las barricadas. Salimos. Toda la ciudad arde. Es el gran día. Pasamos por la escuela Roca. Oigo cantar el himno de los trabajadores. Veo piedras rojas: barricadas. Grito:<br />
-¡Viva la revolución social!<br />
-No grites- me interrumpe papá Berg.<br />
Bueno, la revolución está hecha.<br />
Hemos vuelto a la casa de mi verdadero padre. La casa está en silencio y triste.<br />
-Ahora, a dormir-me dice mi “verdadero padre”, que me lleva al cuartito donde duerme Alberto. Allí me desnuda y me hace acostar en una cama plegadiza. El cuartito es oscuro. Hay muchos baúles. No hay dónde moverse.<br />
-A dormir, a dormir-me dice por última vez y se va, bajando una escalerita de hierro.<br />
Ya no oigo sus pasos. Duermo. A los pocos minutos me despierto, y me siento sobre la cama. Hace un calor insoportable. Tengo toda la sangre en la cabeza.<br />
-¿Dónde estoy?-pregunto.<br />
Nadie me contesta.<br />
-¿Quién me ha traído aquí?-vuelvo a preguntar.<br />
Anoche me pegaron en la comisaría, recuerdo; aquí tengo algo, adentro, en la cabeza. Me pesa y no me pesa. Todo es rojo. Veo mal, distingo mal las cosas. Vuelvo a acostarme, pero no me duermo.<br />
Viene mi verdadero padre y me dice:<br />
-Tienes que tomar esto- y me ofrece un líquido en una cuchara.<br />
-No, no quiero.<br />
-Toma, toma, te lo manda Ingenieros.<br />
Miro el líquido que contiene la cuchara. Es rojo. Ah, si, debe de ser una receta “bolchevike” que me manda Ingenieros. Pruebo; es dulce. ¡Qué porquería! Ingenieros debe de haberme “tomado el pelo”. Ingenieros es una bestia. Debe de ser la cuchara que se les da a sus iniciados de “La Siringa”.<br />
-Bueno, a ver si por fin te duermes- me dice papá Berg.<br />
Duermo un rato. Oigo la voz de mi hermano que está abajo. Mi verdadero padre le pregunta a mi hermano David:<br />
-¿Tenía muchos amigos?<br />
-Yo no sé. Creo que sí. Del que siempre hablaba era de Berman. Berman de aquí Berman de allá. Para él no había mejor amigo que Berman.<br />
Hablan de mí como si hubiera muerto. Vuelvo a dormir unos minutos.<br />
Abajo hablan dos mujeres; la señora de mi verdadero padre y una que, por la voz, se me figura que está vestida de luto.<br />
Dice la señora de luto:<br />
-Y bien, ya que murió, que en paz descanse. ¡Qué lástima! Tan joven…<br />
-Murió anoche. ¡Qué se va a hacer!-añade la señora de mi verdadero padre.<br />
De manera que estoy muerto. He muerto anoche. La paliza que me dieron era para hacerme desencarnar. Ahora lo comprendo todo.<br />
Oigo llorar a mi amigo Alberto. Verdaderamente estoy muerto. Me consuela, no obstante, pensar que estoy vivo, que la inmortalidad del alma es un hecho. Estoy flotando en el cuarto.<br />
A media noche veo que mi hermano David está cerca de mi cama. Me está velando. Me duele el estómago. Bajo las escaleras. Vuelvo a subir.<br />
-¡Jé! Mi hermano no se ha dado cuenta.<br />
Ha estado velando mi cadáver. Ha bajado, y ha vuelto a subir “mi fantasma”.<br />
Duermo. Me despierto preguntando por Rosa, una amiga mía.<br />
-Yo soy David y no Rosa. Duerme –me contesta mi hermano.<br />
¡Qué raro es todo! Este cuarto suspendido en el aire, no sé cómo, se sostiene. Los baúles son sospechosos. Ah, si: uno es para mí; y el otro es parta Alberto. Nos vamos en aeroplano a Moscú, porque el gobierno de aquí nos persigue. No, me iré con mi “padre”. El no se llama Berg; él es Trotski. Va y viene de Moscú cuando le place. Yo soy Lenin. Ahora todo se explica, se aclara.<br />
De mañana viene a verme la señora de mi padre. Me habla con dulzura y me “ceba” mate.<br />
-¿Está bien el agua? –me pregunta.<br />
-¡Más caliente! –le contesto.<br />
-Bueno, voy a calentarla.<br />
Al rato vuelve.<br />
-Y ahora, ¿le gusta?<br />
-¡Más caliente! –le grito.<br />
-¡Pero, si está hervida!<br />
-¡Más caliente, más caliente! –le grito repetidas veces, lanzando terribles carcajadas.<br />
Ella se va, o no se cómo desaparece. Todo pasa como en un sueño. Los dioses están contándome un cuento shakesperiano.<br />
Sobre la mesa de mi cuarto hay una lamparita azul con el tubo roto. Reconozco la lamparita; Samuel Lejtman me la tiró una vez, porque nos enfadamos….<br />
Instantes después viene Samuel. Me limpia la cara con un pañuelo que huele a tabaco, a miseria, a no sé qué.<br />
-¡Fuera, fuera!- le grito.<br />
Él llora, llora como un niño.<br />
Vuelve a acercárseme; le doy un puñetazo. Se va.<br />
Después viene Neje, la que me ha criado, mi madrastra.<br />
-¡Fuera! Tú quieres plata, sólo quieres plata.<br />
Ella llora. Aquí todos lloran. Todo el mundo llora. Se va. Este cuento de los dioses es muy triste. Es como la vida…..<br />
Luego sube Rebeca, que viene con la sirvienta; pero no es la sirvienta, es Luisa, una amiga de mi infancia, que hace diez años que no veo y que ha venido de Norte América a visitarme. No, es Lina, una amiga mía de Mendoza. No, es Octavia. Rebeca me da los buenos días y se va. Se va Luisa o Lina u Octavia. Lina se parece a Cristo. Es rubia; tiene ojos azules. ¡Cómo cambia el tiempo hasta las finosomías!<br />
Ya no están en mi cuarto. Se han ido. Se oye sonar el piano. Mi padre grita. Es la hora de comer. Alberto llora. No comprendo. La voz de Samuel me dice:<br />
-Israel, ¿quieres comer con nosotros?<br />
-No. Yo no bajo. ¡Yo subo! ¡Vivan las alturas!<br />
-Mire, Berg. Nuestros hijos, nuestros, ya no son judíos; no nos sabrán rezar el “Kadisch”-le oigo decir.<br />
-¡Cómo! ¿No dijiste tú que cuando murieras te levantarías de tu sepulcro para rezarte tú mismo el dichoso “Kádisch”? –le digo.<br />
Todos ríen.<br />
Ahora duermo. Duermo profundamente. Estoy en el Egipto. Me han encerrado en <st1:personname productid="la Esfinge. Debo" w:st="on">la Esfinge. Debo</st1:personname> colgarme de los anillos de Saturno para salvarme. Ya estoy colgado. Soy un caldeo que observa las estrellas.<br />
Ya estoy en el espacio. Los anillos de Saturno me han salvado. ¡Qué lejos está la tierra! ¿De qué encarnación me acuerdo? Estoy saturado de una luz azul. Sólo me falta la escala de Jacob. Me he salvado. Mi salvación es eterna. ¡Cómo canta el mar, un mar que debe estar lejos, entre unas nieblas de ensueño!<br />
Ha pasado tiempo, mucho tiempo. ¿De qué? No recuerdo. ¿Para qué ha pasado el tiempo? Ya es tarde para volver, pero volver, ¿a dónde volver? No lo sé.<br />
Deben de ser las dos o tres de la tarde. Me despierto para dirigir las barricadas.<br />
-¡Yo soy el Cristo Rojo! –grito azuzando al pueblo enloquecido.<br />
Desde aquí veo que Enriqueta Gómez lleva la bandera roja. Estamos en la plaza.<br />
Dirijo la batalla. Hay olor a pólvora. Suenan las ametralladoras. Pisoteo y grito como un endemoniado.<br />
Estoy otra vez en cama. Me han herido. Estoy agonizando. Viene a verme un médico. El médico me examina. Según parece, no sabe lo que tengo.<br />
Ahora está a mi lado Alberto, que escucha mis aventuras.<br />
-¿Te acuerdas?, me caí al agua, allí, cerca de <st1:personname productid="la Asuncin" w:st="on">la Asunción</st1:personname>… Me salvó Tomás Mendoza, un militar, camarada del coronel Jara. Me sacó del agua por los cabellos. Mi canoa chocó contra un vapor. ¿Cuándo trajeron mi cadáver?<br />
Alberto se desternilla de risa. Me habla de no sé qué cosa. Pero ahora descubro que yo estaba equivocado. Alberto Berg soy yo; él es Israel Lejtman. Yo tengo esa enfermedad del corazón; yo uso lentes; yo soy gordo; yo soy hermano de Rebeca. Yo he estado esperando que mi madre volviera de Europa, donde la ha sorprendido la guerra. He llorado mucho, mucho por ella. Me saco los lentes y los limpio. Me los vuelvo a poner. Israel Lejtman se va.<br />
Ya es de noche. Sube mi “padre”.<br />
-Vístete –me dice.<br />
Y él mismo me viste.<br />
-Vienen a buscarte unos amigos en auto.<br />
-Será Pardo –pienso.<br />
Estoy vestido con mi traje negro. Mi “padre” no encuentra mis zapatos.<br />
-Vamos así, no importa. Total vas en auto.<br />
Abajo veo un bombero. Una lamparilla eléctrica brilla en la joyería. El bombero está acompañado de dos amigos que han venido del puerto de Murtinho, del Brasil.<br />
Le grito a uno:<br />
-¡López!<br />
-¡Wilhelm!<br />
Me abrazan y me llevan fuera. Subo a un auto. En el pescante se sienta Israel Lejtman. Mi padre Berg se va. Creo que llora. Se cierra la puerta de la joyería. La ciudad tiene mucha sombra. Todas las sombras de la ciudad se mueven, se contraen. Canto trozos de ópera. Los tranvías se detienen al paso de nuestro auto. Por una larga avenida entra la ciudad de Asunción del Paraguay. De pronto el auto se desvía…<br />
Pienso: “Nos han traicionado. ¿Quién? no lo sé”.<br />
Estamos en el manicomio.<br />
-¡Oh, miren, un loco! –grito señalando a un sujeto. Esta es la casa del loco Cabred. Allí está el árbol de la ciencia del bien y del mal.<br />
El auto se detiene. Me bajan teniéndome de las dos manos.<br />
Dice un policía:<br />
-Aquí traemos a un individuo que dice ser el Cristo Rojo y que padece del mal de la anarquía.<br />
En la puerta hay dos loqueros. Un médico ordena, tranquilamente:<br />
-Pásenlo.<br />
Me desvanezco. Estoy muerto…<br />
Pero a media noche…. ■</span><br />
<br style="mso-special-character: line-break;" /> <!--[if !supportLineBreakNewLine]--><br style="mso-special-character: line-break;" /> <!--[endif]--></span></div>Andrés Aldaohttp://www.blogger.com/profile/13501215594400255974noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5585898414183619824.post-65108428934313350102011-03-07T04:15:00.000-08:002011-03-07T04:15:33.347-08:00ESCRITO EN PLATA:<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img height="200" src="http://www.clubdelprogreso.com/imagenes/colaboradores/covadlo.jpg" width="150" /></div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span class="Apple-style-span" style="color: #333399; font-family: Verdana;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: left;"><span class="Apple-style-span" style="color: #333399; font-family: Verdana;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">S</span></b>ólo conozco una ciudad cuyos ambientes canallas y encanto bohemio, sumado al refinamiento cultural de los salones y de ciertos cafés, me permita evocar a Buenos Aires: París. Por eso algunas veces he supuesto que la capital de Francia viene a ser </span><span class="Apple-style-span" style="color: #333399; font-family: Verdana;"><st1:personname productid="la Buenos Aires" w:st="on">la Buenos Aires</st1:personname></span><span class="Apple-style-span" style="color: #333399; font-family: Verdana;"> de Europa. Tal vez también Julio Cortázar lo haya creído así; vivió buena parte de su existencia en París, y en dicha ciudad escribió relatos inolvidables. Muchos tienen por escenario los barrios de Buenos Aires.</span></div><br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: #333399; font-family: Verdana;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b><span style="color: #333399; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;">Lázaro Covadlo<o:p></o:p></span></b></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span dir="RTL"></span><span dir="RTL"></span><span dir="RTL" lang="HE" style="color: #333399; font-family: "Times New Roman"; mso-ascii-font-family: Verdana; mso-hansi-font-family: Verdana;"><span dir="RTL"></span><span dir="RTL"></span><span class="Apple-style-span" style="color: black;"><img height="249" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHfGmXquARyHdeFuEJTBvk-W1W353D96jVErfG_rBFFLivfFup8beJO-Uu1GNH9tODqnemVYRiP2vB_IVk2CNihw9T7DDx8o2uZq56NKjOQlmn5XJHwpVsRsP4nqx8QcOxf4JAmthlblXB/s320/bs+as+antiguo+2.jpg" width="320" /></span> </span><span style="color: #333399; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #333399; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;">En Historias de Cronopios y de Famas hay un cuento corto de Cortázar, Simulacros. Una familia estrambótica levanta un patíbulo en el jardín delantero de la casa y consigue escandalizar a los vecinos. Sucede en la calle Humboldt, del barrio de Palermo, que es un barrio muy extenso. Gran parte de la ciudad está formada por barrios de calles amplias y anchas aceras bordeadas de árboles, como si se tratase de una suma de aldeas más que un conglomerado urbano. La zona que describe Cortázar se conoce como Palermo viejo, y la calle Humboldt corre paralela a la avenida Juan B. Justo, una arteria kilométrica bajo la cual fluye, ceñido por un gran colector, el caudal del arroyo Maldonado. En una orilla fangosa de ese arroyo, cuando éste aún no había sido entubado, empezó a morir de una puñalada Francisco Real, que le decían el Corralero, y fue a soltar el último aire en el salón de Julia, un quilombo (burdel) “de chapas de cinc, entre el camino de Gauna y el Maldonado”. Así lo cuenta Jorge Luis Borges en ese relato de antología, Hombre de la esquina rosada, de su libro Historia universal de la infamia. El cuento de Borges sitúa los hechos quizás a finales del siglo XIX, pero la familia estrafalaria que describió Cortázar posiblemente cometiera sus tropelías a mediados de los 40 del siglo que pasó.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="color: #333399; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;">Es una familia, la que inventa Cortázar, que enloquece a los vecinos: sus integrantes un día copan el funeral de un muerto ajeno (Conducta en los velorios) y otro se apoderan de la oficina de correos de la zona, situada en la calle Serrano (Correos y telecomunicaciones). A ese sector de lo que era Serrano lo han llamado calle Jorge Luis Borges. Se llama así a partir de la plazoleta Cortázar, actualmente rodeada de cafés y restaurantes frecuentados por diletantes, bohemios de lujo, artistas y amantes de la diversión. En otro extremo del barrio, lindando con el barrio de Almagro y la zona Norte, hay otra plazoleta cercada de locales de similar ambiente, pero más sofisticados. Todo el mundo la llama plaza Freud, y a nadie le importa su denominación oficial. A los alrededores se los conoce como Villa Freud, porque concentran la mayor proporción de psicoanalistas en una ciudad que los ha exportado a medio mundo. Por allí cerca vive el escritor Rodolfo Enrique Fogwill, con quien me encontré una noche veraniega de 1997. El autor de Cantos de marineros en <st1:personname productid="La Pampa" w:st="on">La Pampa</st1:personname> me invitó a una pizzería y después tomamos whisky en el café Freud. Del otro lado de la plaza está la competencia, el café Jung. ¿Qué otro rótulo podía llevar?<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="color: #333399; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;">Avistando a Borges desde un café<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #333399; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;">Pero volvamos a la plazoleta Cortázar y a la continuación de la calle Serrano. En una casona de esa arbolada arteria, que ahora lleva su nombre, vivió Borges hasta que se trasladó a Europa con sus padres y su hermana, a la edad de trece años. Allí regresó después de los veinte, pero el barrio ya no le pareció el mismo, y lo lamenta con estos versos de su libro Luna de enfrente, escrito en 1925: “Calle Serrano/ Vos ya no sos la misma de cuando el centenario/ Antes eras más cielo y hoy sos puras fachadas”.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="color: #333399; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;">De cualquier modo, parece claro que en el recuerdo del autor de El libro de arena, en ese barrio de Palermo situó su patria más entrañable. Un territorio que circunscribe en su poema Fundación mítica de Buenos Aires, de Cuaderno de San Martín, escrito en 1929. “La manzana pareja que persiste en mi barrio:/ Guatemala, Serrano, Paraguay, Gurruchaga”<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="color: #333399; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;">Sin embargo, de mayor Borges fue a vivir con doña Leonor Acevedo, su madre, a la calle Maipú, en el centro de la ciudad. Entonces ya era director de <st1:personname productid="la Biblioteca Nacional" w:st="on">la Biblioteca Nacional</st1:personname>, que a la sazón se hallaba en un caserón colonial del barrio de San Telmo, y ahora tiene un gran edificio de diseño arquitectónico en la zona norte. Lo vi pasar muchas tardes, con su paso de ciego, por la esquina del café donde yo solía repostar: Maipú y Paraguay, a cien metros de la calle Florida y a otros cien de la elegante avenida Santa Fe.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="color: #333399; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;">Si volvemos a la plazoleta Cortázar, y retomamos la calle Serrano (el sector que conserva su antiguo nombre), nos adentraremos en el barrio de Villa Crespo, en el que desde principios del pasado siglo se afincaron emigrantes judíos provenientes de Rusia y Europa Central, árabes y armenios. Si caminamos unas diez manzanas por esas aceras anchas, bajo las copas de árboles frondosos, llegaremos al fin a la renombrada avenida Corrientes. Claro que la avenida Corrientes de Villa Crespo, aunque es la misma que comienza casi en el puerto y atraviesa el centro, no es <st1:personname productid="la Corrientes" w:st="on">la Corrientes</st1:personname> famosa de los teatros, las salas de cine, las librerías abiertas hasta la madrugada y los restaurantes. Esta parte de la avenida Corrientes, aunque también posee comercios y algunos cafés y casas de comida, tiene el carácter de una avenida de barrio. Yo la quiero porque allí viví un tercio de mi vida (allí fueron a parar mis abuelos, judíos provenientes de Rusia), pero todos los días tomaba el subte, que así es como llaman al metro los porteños, y me evadía hacia el centro, hacia <st1:personname productid="la Corrientes" w:st="on">la Corrientes</st1:personname> bulliciosa y más divertida que empieza después de cruzarse con la avenida Callao.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="color: #333399; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;">La parte de la avenida Corrientes de Villa Crespo, hasta la década de los 30 del pasado siglo, se denominó Triunvirato. Por ese sector, a unas cuadras del arroyo Maldonado, habían puesto una tienda los padres de Santiago Fischbein, personaje de otro cuento de Borges, El indigno, del libro El informe de Brodie. Si avanzamos por esta avenida y atravesamos Juan B. Justo, bajo la cual discurre el arroyo, si continuamos andando unas diez manzanas, llegaremos al gran portón de entrada del mayor cementerio de Buenos Aires; tal vez la necrópolis más grande de América del Sur: el Cementerio de <st1:personname productid="La Chacarita" w:st="on">La Chacarita</st1:personname>, donde, entre tantos miles de finados yacen Carlos Gardel y el general Perón. Allí nace la avenida Federico Lacroze, por la que podemos andar un par de kilómetros hasta la avenida Cabildo y luego seguir otro par o tres de kilómetros por esas calles interminables hasta llegar al barrio de Saavedra, en el límite de la ciudad y tan alejado del centro que algunos lo conocen como Siberia. Allí transcurre la trama de El sueño de los héroes, de Adolfo Bioy Casares, quien no ha sido inhumado en <st1:personname productid="La Chacarita" w:st="on">La Chacarita</st1:personname>, sino en el Cementerio de los monjes recoletos, más renombrado como <st1:personname productid="La Recoleta" w:st="on">La Recoleta</st1:personname>, “Aquí es pundonorosa la muerte”, dice Borges, en el poema que dedica a ese camposanto donde reposan aristócratas y próceres de la patria. Se da la circunstancia de que Bioy Casares vivió la mayor parte de su vida en este barrio, al que también se lo denomina <st1:personname productid="La Recoleta" w:st="on">la Recoleta</st1:personname>, aunque, más propiamente, es el barrio del Pilar, y queda a unos diez kilómetros de distancia de Saavedra.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="color: #333399; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;">Yo vi por primera vez a Bioy Casares a mediados de los sesenta, cuando él cenaba con su mujer, Silvina Ocampo (hermana de Victoria), en Angiola, un restaurante económico que servía buenos pescados y pasta al dente. Angiola estaba en el barrio, bajo la recova, donde el Buenos Aires bacan, del dinero y la gente bien, limita de noche con la urbe canallesca. El establecimiento ya no existe, pero en su buena época era frecuentado por artistas, bohemios, playboys y aristócratas. Bioy residía a pocos pasos, en un piso de la muy exclusiva calle Posadas (número 1650, que sumándolos da primero el 12 y finalmente el 3, me dijo en una ocasión: “<st1:personname productid="La Trinidad" w:st="on">La Trinidad</st1:personname> y los Discípulos de Cristo”. Era agnóstico, pero le gustaban estos juegos). Antes había vivido en una mansión de la avenida Quintana, 174 (siempre el 12 y el 3; siempre en el mismo barrio). Fue por causa de esa procedencia social y geográfica, que quienes me acompañaban en mi mesa hablaron de él con términos despectivos. Bioy, las hermanas Ocampo, Borges, Mujica Lainez y toda esa “calaña encopetada” monopolizaba la cultura nacional, dijeron ellos, que eran unos izquierdistas de pacotilla con revista literaria de un solo número. Pero Bioy hacía casi tres décadas que había publicado La invención de Morel, y yo lo admiraba.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="color: #333399; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;">Solitario Sábato<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #333399; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;">La revista literaria de un solo número tenía por nombre Letra podrida, y se suponía que era el colmo de la rebeldía en cuestiones culturales. Confieso que inventé el título y les ayudé a pergeñarla. Nos reuníamos en un bar céntrico, el Florida, en la calle Viamonte, a cien metros de la famosa calle Florida, próximo también al domicilio de Borges. A mí me gustaba asistir a ese bar porque entonces era muy joven y el ambiente resultaba propicio para ligar con chicas de <st1:personname productid="la Facultad" w:st="on">la Facultad</st1:personname> de Filosofía y Letras, que se encontraba a cien metros. Allí lo veía con frecuencia a Ernesto Sábato, quien hacía tiempo que era un escritor famoso, por eso me parecía extraño que casi siempre estuviera sentado solo a una mesa. Creo que a Sábato le gustaban el bar y esas calles céntricas, aunque gran parte de la trama de su novela más conocida, Sobre héroes y tumbas, transcurre en otro lado de la ciudad, en el barrio de Barracas, donde tiene lugar la tragedia central de la novela. Cerca de allí está el parque Lezama, escenario del encuentro entre Martín y Alejandra, personajes principales de la historia. En aquellas lomas el adelantado Pedro de Mendoza fundó Buenos Aires, en 1536. Cerca está el Riachuelo, ese río cubierto de petróleo en cuyas orillas perduran cadáveres de viejos barcos cargueros. El estadio del club Boca Juniors no queda lejos. Osvaldo Soriano vivió en el barrio hasta su muerte, acaecida en 1997. Sin embargo, el autor de No habrá más penas ni olvido era forofo de un club rival: San Lorenzo de Almagro.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="color: #333399; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;">Un par de veces me acerqué a Sábato, en el bar Florida, y en ambas lo encontré receptivo. Me habló del gran Witold Gombrowicz, y de su excelente novela Ferdydurke, para la cual Sábato había escrito un prólogo destinado a su primera edición en castellano. El escritor polaco había vivido 24 años en Buenos Aires, pero era un desconocido para casi todos. Esto escribió Gombrowicz en su diario de los años 1953-1956: “Camino por la avenida Corrientes, solo y desesperado. Delante de mí no veo esperanza alguna. Se me está acabando todo, no consigo iniciar nada. ¿El balance? Después de tantos años de esfuerzos, ¿quién soy? Un oficinista rendido por siete horas diarias de darle vueltas a la noria, ahogado en todos sus proyectos literarios. No puedo escribir nada, fuera de este diario, porque cada día durante siete horas cometo el asesinato de mi propio tiempo”.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="color: #333399; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;">Otro exiliado ilustre, que vivió en Buenos Aires 27 años (a la distancia de una calle del Congreso de <st1:personname productid="la Nación" w:st="on">la Nación</st1:personname>), fue el genial Ramón Gómez de <st1:personname productid="la Serna" w:st="on">la Serna</st1:personname>, quien nunca quitó de la esfera de su reloj la hora de Madrid. El inventor de las greguerías, veterano conferenciante, sabía tomarse la vida con humor, por eso escribió: “Sabido es que <st1:personname productid="la Argentina" w:st="on">la Argentina</st1:personname> es la primera consumidora de conferenciantes del mundo”.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="color: #333399; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;">Y vuelvo a Bioy Casares para decir que lo abordé una tarde en el bar <st1:personname productid="La Biela." w:st="on">La Biela.</st1:personname> Él acababa de publicar Diario de la guerra del cerdo, y aunque conocía su fama de tímido me acerqué a saludarlo. Me invitó a su casa, a la que entré una tarde de lluvia. Me mostró el único ejemplar que poseía de su primer libro: Prólogo. También me presentó a su mujer y a su única hija, Marta. Ellas dos, al igual que Bioy, yacen ahora en el cementerio de <st1:personname productid="La Recoleta" w:st="on">la Recoleta</st1:personname>, y justo enfrente está <st1:personname productid="La Biela. Frecuento" w:st="on">La Biela. Frecuento</st1:personname> ese bar de la avenida Quintana cada vez que visito Buenos Aires. El establecimiento, que se inauguró en 1850, era visitado en la década de los cincuenta por fanáticos del automovilismo. En la actualidad es el lugar de cita de intelectuales, artistas y políticos. Los parroquianos opinan que es el motor de la vida social del barrio, pero en los últimos años han brotado en la vecindad decenas de otros bares y restaurantes. Todos en torno al parque, cuyo mítico gomero con una copa de enorme diámetro causa asombro. Los fines de semana hay feria artesanal, músicos y payasos espontáneos. El bullicio de la zona es permanente. Los muertos del cementerio de enfrente gozan de alegre y festiva compañía.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="color: #333399; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;">Desde <st1:personname productid="La Recoleta" w:st="on">La Recoleta</st1:personname> es posible adentrarse en el barrio Norte por la calle Guido. La mayoría de los vecinos son medianamente adinerados, algunos más que otros. Esta arteria se junta con la calle Talcahuano, en la que había instalado su librería don Santiago Fischbein, el personaje del relato El indigno, en el que le refiere a Borges un hecho vergonzoso de su juventud, en el barrio de Villa Crespo, junto al arroyo Maldonado. Borges no especifica a qué altura de Talcahuano se encontraría la librería de Fischbein, pero me gusta imaginar que sería en el cruce con Lavalle. Si caminamos en dirección al río y atravesamos la avenida 9 de Julio, de la que los porteños se enorgullecen porque tal vez sea la más ancha del mundo, nos encontraremos en el sector que hasta los años ochenta fue conocido como “la calle de los cines”. Había una sala al lado de otra, hasta llegar a veinte. Ahora los sustituyeron casas de máquinas de juego, y la calle es frecuentada por el lumpen urbano.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="color: #333399; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;">Pero volvamos por Lavalle y, al atravesar de nuevo la 9 de Julio contemplemos el famoso obelisco, a una manzana de distancia. Continuemos por esta calle otras once manzanas y llegaremos a la intersección con la calle Junín. En los alrededores perduraron, hasta finales de los años veinte, los lupanares de la organización prostibularia de judíos polacos conocida como Zwi Migdal. Los buenos judíos burgueses lidiaron con ellos hasta lograr que desaparecieran, aunque en realidad se trasladaron a Brasil. El premio Nóbel Isaac Bashevis Singer nombra a esta calle y a sus rufianes de entonces en la novela Escoria, pero fue el escritor y periodista francés Albert Londres, desaparecido en alta mar en 1932, quien mejor trató el tema. En Los siete locos, la imprescindible novela de Roberto Arlt, autor que tanto aprecia Enrique Vila-Matas, aparece el personaje de Haffner: el Rufián melancólico, uno de esos héroes imperecederos de la literatura. Haffner bien podría haber integrado <st1:personname productid="la Zwi Migdal" w:st="on">la Zwi Migdal</st1:personname>, aunque antes fue profesor de matemáticas. “Con mi cátedra iba viviendo, cuando en un prostíbulo de la calle Rincón encontré una noche a una francesita que me gustó”, dice.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="color: #333399; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;">No es oro todo lo que reluce.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #333399; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;">En la calle Rincón, en la esquina con la avenida Rivadavia, estaba el renombrado café de Los Angelitos. “Café de los Angelitos, de Rivadavia y Rincón”, canta el tango. La avenida Rivadavia tiene fama de ser la más larga del mundo, así como la 9 de Julio la más ancha. Apunta al oeste, y se interna en la provincia de Buenos Aires. Los barrios que atraviesa en su huída de la ciudad, muchos de los cuales glosó Arlt en Aguafuertes porteñas y en su novela autobiográfica El juguete rabioso, son El Once, Almagro, Caballito, Flores y Floresta. En Flores habita César Aira, y muchas de las ficciones del autor de Ema la cautiva y Cómo me hice monja transcurren en dicho barrio. Si volvemos por esta avenida en dirección al centro nos toparemos con <st1:personname productid="la Plaza" w:st="on">la Plaza</st1:personname> de Mayo, circundada por el Cabildo, <st1:personname productid="la Catedral" w:st="on">la Catedral</st1:personname>, el ministerio de Economía y <st1:personname productid="la Casa Rosada" w:st="on">la Casa Rosada</st1:personname>, que es la sede de la presidencia. Por esta plaza desfilan desde hace años las madres de los desaparecidos y asesinados por la dictadura de los generales. Las huellas de la tragedia y el crimen permanecen, y nos recuerdan que no todo es radiante en la ciudad que algunos llamaron “<st1:personname productid="la París" w:st="on">la París</st1:personname> de América”, aunque yo prefiera suponer que París es <st1:personname productid="la Buenos Aires" w:st="on">la Buenos Aires</st1:personname> de Europa. Si continuamos andando un poco más llegaremos a la orilla del inmenso río: “¿Y fue por este río de sueñera y barro/ que las proas vinieron a fundarme la patria?”, escribió Borges. El Río de <st1:personname productid="la Plata" w:st="on">la Plata</st1:personname>, cuyas aguas vienen cayendo desde el trópico. El río que inspiró a Gardel y le hizo cantar “Buenos Aires <st1:personname productid="la Reina" w:st="on">la Reina</st1:personname> del Plata/ Buenos Aires mi tierra querida...”<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><i><span style="color: #333399; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;">Publicado en la revista Qué leer, número 58, septiembre 2001<o:p></o:p></span></i></div><div class="MsoNormal"><br />
</div>Andrés Aldaohttp://www.blogger.com/profile/13501215594400255974noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5585898414183619824.post-17467654735432487352011-01-10T07:59:00.000-08:002011-01-10T07:59:07.252-08:00NO SE OLVIDEN DE BERNARDO (KORDON)<div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"><span class="Apple-style-span" style="color: navy; font-family: Verdana;"><br />
</span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">por Eduardo Romano<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">(Universidad Nacional de Buenos Aires)</span><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">RESUMEN<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuj52sNe14xkD2MqLr_R93melUaytUVw_Wy7KjksAhQfLz7fan8GeaM1N5ED1UowuLzLuMGF8B_OSiz0zgrGlI6Q101ijId3r-69dt0hReqCaiNGnMgb8bnJ6gWy8S_XNg79algi74xq1-/s1600/kordon2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuj52sNe14xkD2MqLr_R93melUaytUVw_Wy7KjksAhQfLz7fan8GeaM1N5ED1UowuLzLuMGF8B_OSiz0zgrGlI6Q101ijId3r-69dt0hReqCaiNGnMgb8bnJ6gWy8S_XNg79algi74xq1-/s1600/kordon2.jpg" /></a></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">No casualmente el título coincide con un eslogan muy divulgado y que intenta conservar la memoria acerca de un hecho y de una víctima. ¿No lo son también aquellos escritores a los que una mezquina<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">política de mercado condena poco menos que al olvido, luego de que durante décadas animaran el proceso literario nacional y obtuvieran reconocimientos de diverso carácter por su producción? <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">No me cabe duda de que Bernardo Kordon (1915-2002) fue uno de esos animadores de la narrativa nacional, al que es indispensable volver para que se entiendan mejor algunos cambios sucedidos en ella a partir de los años 50, aunque su culminación date de la década del 60 y un poco más.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">En 2003, cuando murió en Chile Bernardo Kordon, tuve oportunidad de experimentar, una vez más, ese ejercicio perverso de la desmemoria que practicamos con tanta asiduidad los<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">intelectuales y que siempre señalamos como una deficiencia de los otros, de los que no pertenecen al campo: gente común, periodistas, políticos. Me dolió, como puede dolerle a un agradecido lector de muchos textos memorables de Kordon, que sólo lamentara su desaparición la prensa chilena o que tuviera que leer en El País de Montevideo un informativo y afectuoso artículo de Osvaldo Aguirre.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">Por eso encabecé con un eslogan que recorrió el país en los últimos años mi aspiración a reconstruir el papel en cierto modo bisagra de Kordon, lo cual ayuda a visualizar mejor linajes y trayectos muchas veces olvidados. Parto de sus comienzos, es decir de 1936 y de La vuelta de Rocha. Brochazos y relatos porteños, editado por <st1:personname productid="la Agrupación" w:st="on">la Agrupación</st1:personname> de Jóvenes Escritores, en los talleres gráficos de la editorial Claridad, y con ilustraciones de Arrigó Todesca. El nombre de<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">Claridad señala ya un parentesco con los llamados escritores de Boedo que sus textos, en gran medida, desmienten. Por lo menos no tropezamos con el humildismo pietista, ni con el naturalismo que busca escandalizar al pequeño burgués ilustrado, principal consumidor de los productos que llevaban esa marca editorial. Y lo desmienten estas narraciones (dejo aparte Arte made in USA, una condena argumentativa y sectaria contra el cine norteamericano) en tanto focalizan figuras marginales sin ninguna conmiseración especial. Además, y desde la página inicial de “Sábado inglés”, el discurso tiende a estetizar un ámbito y unos actores sumidos en la miseria o la abyección, por ejemplo animizando ciertos objetos: el resero, estatua distintiva del barrio de Mataderos, “espera se le desentumezca el caballo de bronce para ir él también a quilombear”.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">Eso no implica que los aspectos sórdidos sean eludidos. Forman parte de la enumeración metonímica y, en la estetización, tampoco se eluden los términos vulgares e incluso lunfardescos. Ya apareció “quilombear” (por asistir a los quilombos, voz africana convertida en sinónimo de prostíbulo) y poco después anoto “sublevaciones bragueteriles” o “amor letrinoso”. La inmersión canallesca de los jóvenes en ese submundo prostibulario del arrabal adquiere un sesgo de denuncia que ahí parece identificarse con los fines pedagógicos que no sólo los boedistas –antes de ellos el socialismo narrativo de Roberto J. Payró y parte del anarquismo literario de Alberto Ghiraldo–, habían practicado en nuestra literatura. Pero lo salvan de naufragar en el discurso aleccionador la tensión violenta que trasuntan<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">ciertas expresiones vulgares, metáforas o estas ironías: “Inútilmente busqué la poesía en el fondo violáceo del permanganato disuelto en la palangana”. Al presentar el volumen, Raúl Larra lo relaciona atinadamente con otros escritores (Carriego, Arlt, Scalabrini Ortiz) que aprovecharon el habla porteña para sus escritos, aunque luego, y en especial a propósito de los jóvenes desorientados que bosqueja Kordon, enarbola la esperanza comunista de que ya conocerán a Lenin.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">Al margen de ese optimismo ingenuo, el prologuista ha mencionado un nexo con Roberto Arlt que los otros textos reunidos en este volumen corroboran. Un ejemplo notorio en “Los crotos”, último cuento del libro, es la reacción de Ramón cuando es provocado por un<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">homosexual, pues no difiere mayormente de la que adopta Silvio Astier en El juguete rabioso. Además, el narrador participante, que integra un grupo de muchachos protagónicos, es víctima a veces de las burlas de Ramón “por la afición que sentía hacia la mecánica”, por sus lecturas acerca de “la alimentación y distribución de los motores”, que les explicaba a los demás hasta que Raúl, bostezando, lo interrumpía:<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">–Joven, usted promete mucho. ¿Por qué no instala un tallercito para vulcanizar condones?<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">Al margen de esa afición por los inventos insólitos, que Sarlo (1992) analizó a propósito de Arlt, aflora asimismo en esos textos un imaginario muy personal y que asimila espacios o habitantes de la ciudad puerto a la navegación:<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">Este conventillo parece un transatlántico trasplantado en tierra firme y puede merecer la envidia de sus congéneres mediterráneos.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">El grupo de “Los crotos” marca distancias con respecto a los adolescentes cómplices de la primera parte de El juguete rabioso y más aun con los esperpentos que protagonizan Los siete locos y su continuación. Conforma una típica “barra” de café donde se cruzan estudiantes y buscavidas, diarieros y huérfanos criados de favor. Ese ámbito, su “quietud envenenadora”, no los satisface, quisieran disfrutar el corazón de la ciudad u otros confines indeterminados:<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">“Caminábamos. Buscando el resplandor céntrico. Hubiéramos preferido emborracharnos de horizonte”.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">En busca de esa borrachera viajan al sur, en un tren de carga y como polizontes, se cruzan con un par de militantes que han elegido su destino y se burlan de su “escepticismo de tertulianos de café”. Separados en el trayecto, todos finalmente regresan a la temible ciudad, aunque Ramón luego vuelva a partir, esta vez hacia el norte. Inicia así un motivo fundamental en la narrativa kordoniana: la búsqueda a través del espacio, el homo viator que reivindica algo<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">distinto frente a la amenazante homogeneidad modernizadora.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">Esa clave reaparecerá en algunos textos futuros. Antes, pasarán sus escritos por una cierta regresión hacia el realismo socialista que acababa de ser impuesto como teoría oficial en <st1:personname productid="la URSS. Por" w:st="on">la URSS. Por</st1:personname> eso el protagonista de La isla (Editorial Problemas, 1940) hace su trayecto del interior a la gran urbe y de la ingenuidad a la concientización.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">Ese mismo año, <st1:personname productid="la A.I" w:st="on">la A.I</st1:personname>.A.P.E., institución cultural filocomunista, publica Un horizonte de cemento. Relato enunciado por un individuo itinerante que va recorriendo bares, fondines, lecherías de la recova y de las zonas aledañas a la estación Retiro, lleva un epígrafe del autor<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">donde consigna el imperativo de toda novela: “expresar la condición aventurera, intensa y mágica de la existencia del hombre” (Rivera, 1983). También narra a unos jóvenes el episodio que lo impulsó a vagabundear, sucedido cuando “esta ciudad estaba habitada por otra clase de gente” (Kordon 1981, 26). Había salido con un grupo de amigos ansiosos de diversión, pero unos patoteros los interpelan y asesinan a Joaquín, el que estrenaba traje nuevo y sobresalía como bailarín. El narrador se siente culpable por haber organizado dicha salida y por no haberse atrevido luego a vengarlo, cuando pudo<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">hacerlo. Reaparece la asociación del viaje por la ciudad con la muerte y con la expectación de que viajar lejos resulte sinónimo de vida. En un momento navegó en barcaza por el Riachuelo, pero su vocación está en los caminos sobre “un tren de carga”, en retomar el contacto con la tierra. A los jóvenes que están escuchándolo, les aconseja al final de su historia: “Todo este cemento es frío [...] hay que dejar el cemento y buscar la tierra tibia y linda” (1981, 29). <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">Sobre ese eje semántico frío/calor (que completa el de vida/muerte) puede organizarse todo el texto, cuyo protagonista se siente por momentos “perro” o “caballo” y en otros narra sus sufrimientos (golpizas, persecuciones), propios de esos mismos animales.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">En cuanto a la capacidad de “saber compartir un trago para contar sus cosas a otros y escuchar de ellos las suyas” (1981, 76), marca en su narrativa –para Sebreli– “un punto nodal, el momento fugaz, aunque intenso, del encuentro entre dos o más desconocidos” (Sebreli 1986, 10), la base para “situaciones siempre interrumpidas, nunca acabadas” (18). El señalamiento es válido, pero no generalizable. El suceso que fractura al narrador está vinculado a una ciudad violenta del pasado, la de los guapos que necesitaban demostrar permanentemente tal condición jugando su vida o la ajena. Algo que la narrativa argentina poscriollista sepultó durante la década del 50 con novelas como El sueño de los héroes (1950) de Bioy Casares, Barrio gris (1952) de Joaquín Gómez Bas y Paño verde (1955) de Roger Plá. Además, el clima de Un horizonte de cemento remite a otros narradores del 20 que tampoco comulgaron con las fórmulas boedistas, como Enrique González Tuñón o Héctor P.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">Blomberg, alertados al respecto por los “ex hombres” que aparecieran en la narrativa europea con Gorki, Hansum e Istrati (Rivera 1981, 10). <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">Muerte en el valle (Santiago de Chile, Cultura, 1943) es el primer ensayo novelesco de Kordon. Indaga ambientes similares a los de sus textos anteriores, pero en Santiago de Chile (había viajado en 1939, entusiasmado con el clima fervoroso que rodeaba la creación del Frente Popular). Muchos años después rescribirá pasajes de esa novela, con acertadas rectificaciones, en Detrás de la cordillera<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">1<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"> .<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">Su segunda novela, Tormenta en otoño (Buenos Aires, Siglo Veinte, 1943), también escrita en Chile, lleva un par de citas iniciales –de Thomas Mann y de David. H. Lawrence– sobre el sentido de la aventura que no ocultan un deseo curiosamente censurado por la acción: la vida doméstica en pareja parece el antídoto contra la fiebre viajera de Hugo Blanco. Sin embargo, Kordon revalorará pronto el viaje exploratorio mediante un rodeo... El que implica escribir en 1946, para una colección “especialmente dedicada a los jóvenes”, según la advertencia editorial, un texto situado entre ficción y divulgación, Tambores en la selva. Stanley (Buenos Aires, Abril), donde cuenta las vicisitudes del reportero Harry Stanley en África,<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">enviado por el famoso director del New York Herald norteamericano, James Gordon Bennett, para rescatar a otro explorador extraviado desde hacía seis años, David Livingstone.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">Esos aventureros se arriesgaban para civilizar el continente, contra los tratantes de esclavos o ladrones de marfil, aunque finalmente sus hallazgos fueran instrumentados por las potencias coloniales en detrimento del nativo. Ya viejo, Stanley ve con amargura cómo se derrumban todas sus ilusiones de colonizar al África sólo por llevar la civilización, el progreso y el bienestar físico y moral a los pueblos que habitan sus tierras vírgenes.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">Convencido de que lo suyo es trabajar sobre un grupo juvenil heterogéneo, pero humilde, en el trance clave de decidir su destino, publica otra novela como suma de relatos alrededor de ese<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">tópico: Reina del Plata (Buenos Aires, Cronos, 1946). Consta de dos partes fechadas –en 1930.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"> <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"> El relato queda integrado a Historia de sobrevivientes (Barcelona, Bruguera, 1986), cuyo título también hace mención –aparte de lo que el mismo Kordon afirma en A modo de Prólogo o algo parecido– a que<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">rescata allí no sólo ése, sino otros textos del pasado, como Meu Brasil brasileiro hace con Lampeao .Novela de los desiertos brasileños (Buenos Aires, Del Pórtico, 1953). y 1943, años de alteraciones del orden constitucional argentino– y sus capítulos.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div>Andrés Aldaohttp://www.blogger.com/profile/13501215594400255974noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5585898414183619824.post-46277335182228034332010-08-28T23:41:00.000-07:002010-08-28T23:41:21.491-07:00<div class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #666633; font-family: 'Broadway BT';"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">HISTORIA DE </span><st1:personname productid="LA RADIO EN" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">LA RADIO EN</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;"> </span><st1:personname productid="la Argentina" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">LA ARGENTINA</span></st1:personname><o:p></o:p></span></b></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: center;"><st1:personname productid="La Aventura Inicial" w:st="on"><b><span style="color: #666633; font-family: Verdana; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><img height="400" src="data:image/jpeg;base64,/9j/4AAQSkZJRgABAQAAAQABAAD/2wCEAAkGBhQSERQUExQVFRQTFhQWFRYUFRQYEhUVFBcXFxQUFBYXHCYeFxkkGRUUHy8gIycpLCwsFR4xNTAqNSYrLCkBCQoKDgwOFw8PFCkcHxwpKSkpKSksKSkpKSkpKSkpLCksNSkpKSksKSkpLCkpKSwpKSkpKiwpKSkpKSksKSkuKf/AABEIALQAkAMBIgACEQEDEQH/xAAbAAABBQEBAAAAAAAAAAAAAAAEAAIDBQYBB//EAD0QAAECBAIGBwQKAgMBAAAAAAEAAgMEESEFMRIiQVFhcQYjgZGhscETMkJyFCQzUmKCssLh8DTRB3PxFf/EABkBAAMBAQEAAAAAAAAAAAAAAAECAwAEBf/EACcRAAICAQQBBAEFAAAAAAAAAAABAhExAxIhQUITIlFxMgRSYYGx/9oADAMBAAIRAxEAPwC/qlVcTSVwHaOZ73cj2vAbUkADMnIcyqqLNthhz3mjW5n0G8qlm5321HRwdCxZLg0rudHIv+UI7bBdFrH6UOiEtlILo5GbwKQW83myqpyDOv8AtJmXg1+FpLnDnQFMj41EcA2zWNs1jAGsHJoVcYmsTwTqEfgXcyONh0wDqzgd2OA8WoN+JzcE6xa8b6A+IoUS+JTtQsZ9eCzhF9DRlIssP6eDKI1zDvY4lvcRULSS3SGoq2JUcQCF55MS4fs7QhIUeJAdqm274T/Km9JdD3Z63Dx872nvCKhY2Dm3ucPVecyWLiIKjPaNoRrJ8pdtAZ6A3FoZzOjzFu9FscCKgg8l56zEjvRUpi7mGrTThsPMIAN1RJVuFY42KKGz92w8lZImOUSoupLGKNNcnFUvSvEPZQSAaOiHRHAH3j3VT0Ao8TxX20W32cM6u5zh8X+l1j63JuqyE3RAG5STM8GMLjs8TsCpg1Bcaca0VcaCvaeAGZKbEmPutFTscSXdzcuVSqiUl3OPtH3NKjc0bgnSb+tiOOekedKCgKTfkOzAZMtNaaQr90+tckIydB1XWItwru4JQIdY0QnhTuBoueyHtnCliGo7s/wFRwI5qKZcCKUU0aBoGmYPun9pQ5R3WrDVMCbEMN1R/wCjcrVuJAjNBTDKhCwhcDf/AEpXTC0XcPEQjIc2qmFL0RTCl4FLWXnC01BIIW+wDGBHZf3258eK8zY9WuB4iYMVrtlb8tyV/Jj0xJKG8OAIyIqOScAigFCsL0vmtKY0dkNo73XPhordLzLFo+lHinfEd4WHkqRyYlJ1VWzh04rGbBrHsyRjItWgIQN68E7W+pHotJ0mFLlFhCdRpG9CyZ6yJ83oFPAdY8Cf4Q0qaxYnMeQ/0ueP4su1UkTw4g9s7kzyupCOuHyj9TkPLu6535f0pzYnX/lFOek7/aaXl9CR6+w+cl9JhGRFxzCqjv8A7xV6OP8AQqjEZcQ3AAg1a023kAkd6XQdpjai5Bs1DFg2cRm2ju6x8FIHonDWh0VjTk9wYeT9U/qV0Brg5CiVAKmBQUBhZVjrFjnNI4tND4goqG5K1TJE7CpWvooA5SMKxj0zolOe0lxvaaeo81dLI9AItojeR8/4WuSoBnyf7wXlM4/rH/O/9RWo6cYu5ujBaaAjSfTMjICu5YsOVooCDYD1wfbM+X9xUMJyeD1rPlPmllhlFlFo2H6qvlD1r+zyVkCq2UHXO7PIrmg/bIvL8kOl/tyPl8k2FaP2fuKUoOvPJqUNv1js9SqPv6EXX2X7DYclRYhE1u0q/Y1Z2fFz8xUf0/ZTUWCEImXfolp3EHuIKGCl2LqE6C+kbx9OmSLB0Vzh+ejv3FCsK5ibS6PFNdrefuj/AEuSUcVo8A1yJTSyQSdBLT/RcomFCcch32XfbAbhyXPpKSzF7g+JmXqWm7s7W5La4HjjZhp2PGY2cwvLxGWg6FxiJlo2GvklarkxRdOh9Z5sb6rOVWo6fN69h3wx5lZUq6AsE8JSM+1ZyKig5qR5pFZ2pH2P8FyX371Xyg693JvqiJaJV5GajlDSOeLW+a5oqlJFpO2hkIdceTfMp5b9YHL9y7Bb15+UfqTtKke/3T+oJ339CX/pcw6rPYj8fBxWhhqgnmVLx+I+QUdDhsrPmgFkRPL7KNjaKVdNgolJrEi8x5BKK5ggvBGuHwyw7gS5r292j3JodrxOY8lFNHVdzZ5ql+4lXtHtiE7UXBYgoasIQSkwiGFf9Dx9aZ2+SoYQWh6Hj60zt8kksAKv/kBvWQjva7wP8rHuzW1/5EZ9if8AsH6ViirmjgIlhUp8a0RnaoYLqFFCCDrE+741FEg4Xh7akkZVU0vJ9YXlzaUApW+fBUxxAuOjDsBm45DkjMOk/bV0TEcRYnSAB5WSbVHmXBt14D2ytIunUUpTftrVQRWdaCMtE37UYcCijJr+wg+qiiSkVvvMcabQ01HdZLcf3Iyb+CxhbFRznvxPmPkFPCnbZ2Ng4bDuIUEf3nbdbPfYJIQcWyu5OgPan1sUx+aQOaoOcJ138x5KCZf5tU0M6zuzyUE3mOY81TyJ+IRCVhBVfCVhDKDIBcMrQdDP8pvJ3ks7DWk6Ff5Q5O8kssGA/wDkNvVwjuc4d4/hYVy3/T8VgMO6J5grA7FY0MCYVHORyaQ25nPknhDNdQuO0050ogl2Gb6D8Ow8xCIUPLN7qZ/3Ytzh0i2XaGt2gaRtUcAd6G6PSTYcJpb7zhc81dQZPTsc9o47zwXla+s9STXRWMaRK1543ua7hxUxfUGu244U32VfGx2XY7Qc46TbGmVRbtTpPF2OJ0Hg02XrwtuUvTlV0HcZvH8IMMmPCbVp+1ZsGyo4Ksixgbj4r9q9AdrAnMHMbxShHJYnGcG9g/Sb9i86v4XHYV1aGtuW2QaWSqOaack9+aTxZdTHRBCOs7sTJsXHMLkA6x7Epo3HMeafyJ+JPCR7FXwij4ZsFmQC4BWm6F/5I4Nd5LMQlqOhP+R+RyWRgXpteWrue31HqsEF6B0vbWVfwLT4rz5qsCB3RQZ28x5FHBCwYdS4V2i3eFo8hnlHpPR5gMFudSG5cgu9IcVdBYGQ/fiEjS3AAV7bqpwnpHChsY17XatBVu2nAqPpJirIxhOZWlXZ7LDJeZHQl6ltcFXP2lWC3J1Sdp4qARHQImk00Gw1z4FPmIrWnWz5Hz2oeffVnIr0NvBHcj0bCJr2sJr25EUI250CHxiH1MUOBswm+8ZFD9CXF0FreA5Zq4xyFSDFvU6DrU4bF4z9uo0dKdo82anRMkxgsOQSfkvTHQJLi7k2azbzHmnyhu5NnBdvP1VfIn4MlhFHMKr4RR0NFkA2CtP0IP1g/I70WWhlajoOevd8h8wllgCF0lFZaLyB7iF5yF6PjYrAij8B8AvOoba/yrCxfA5oQDrRR2+qLDtbRuDs3GnFBR3a4rx9UYqmactyLOFO2H/qnlpnScGk0vY7FC6T0aV2gHvyTXQUjp4CrQVjMuYYeKhwtonO/BCQvdGmdm3O1LBS/TTat6cAfNCxTU1PYsrqjWrstJPFzCOo+nCqtHdK3uY4PINWkbCbimeayTmrhCR6cXzQykWsMWHIJzskyF7o5BJ6l2dSwBymbkpvNvNckjdyU2bt5qvkT8SSGj4Srobro+E5OyAZCK1PQcdc/wCT1CyTIoCu+i2IOa9zmUyAoRUEeiRmRLjU6TCfTLRPbsWJhgHbtFlsMZZpQXBtRllw31WRI+EtvvanTsRcEMzDq4aNS1u/vQ8eFR4Oy2fFWDYgYRWt+G7ermXMtFbR4FeNRRUQsqonOBvjBroZa4FrPiGYFwo43Q+YHwg9oRDMCgZw3OYd8N5CIAmoY6qZLh92K0O8c1lpxSFc5PBnJ/BYsKmm2ldtiPBV7mlaHF8VmntDYsJjqXDmVrxss7EjkHWaR2LbV0wqb7GlNLkvbtKTSCttDuLOENQHgmCJWoobC/8AKUyRoAUNhc1KEEUtcWDLVve/NR9JHQtZ4OSRu5cmhdvNdk83J06yhZzQ8h8RZG1ykMY71DXJOqq0cxJpbStH0Wa7SLgLEUVLIyRiGp93+2WuwWE1opupkbKc30FEkyzSBAvY528FVRJUCgDXVGYA9VqJiX0CIb2gRdlfceKZt43y2KrEodI6QuD8I8KpcAKp+E1yZoniQSnuwUgfZ14nLwV37HQF6M4nMrsLFQMml3E2CdfYrMo7DyTQVrubY96cBGZ8RbS1zU9y3H0cRAHBo/KL1QT8DFa6BZnrOr6puRdxlvpMR38iiGMUk0pXxC0kbDGuNyXnwXP/AJAAz0BtApVC/komzLxpNtdZlOynkoDhzK7abqrUtw4/Az8zsuaHjYc0HWJc/wC60Cngm/sFrtFNFFaDYLAcEM+SuXVvyplsV1Fwh1a6IYM7mpNEG4D8XOlknKKR2yYCyRLXOve1jY3GajnoLjo2y9VbTUIab9I0d1eQqBqCl88kNMy7fYPu0n2kKjq5ANiVbzNWmn4Ua5sNumVNN6PkcPdEOVv7VRycnp0AyGZ2di0EGAGDVtyqhKRInl5NjBwA4o2RYACRt2IJkoXC1+Cs5CUIBvWuYUR0z0eYweFFYREaHaW/ZxB2HksfCcWTMSWJ04bRVrn3iDhpClRzquJIozJMVlGw6UFbD3r5hBCVD/erlkLBJJMhXgMlZgwoeoAL7lwxnRG65J4bO5JJWJpAUP3tEWHBTTEm1twKniuJJQgUKKXuo42rkMlLNgMFGgCvC6SSUJCyXaRpkVIsK5dyExNgLW2A1iLJJIMdHMTwmEwAhgrotNTU3ohZXC2PaA6pBIJGwkVAJHIldSTdkg+LIMbRrWgCiYZVoCSSm8lGPlrmhAof7sUOLzzoDQIYA0jSpFSOSSS0QH//2Q==" width="320" /></span></b></st1:personname></div><div class="MsoNormal"><st1:personname productid="La Aventura Inicial" w:st="on"><b><span style="color: #666633; font-family: Verdana; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br />
</span></b></st1:personname></div><div class="MsoNormal"><st1:personname productid="La Aventura Inicial" w:st="on"><span style="color: #666633; font-size: 14pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><i>Fue la correa de transmisión cultural, musical y social de las familias en los años 30 y 40. Los inmensos aparatos superheterodinos ocupaban un sitio de privilegio en las casas modestas, en las piezas de los conventillos, en las viviendas de los pudientes y ricachones: era el difusor colectivo de las actividades humanas. Este es el informe que pone a disposición y conocimiento de los lectores un pedazo de historia múltiple del Río de la Plata. Espero que el lector</i></span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #666633; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 19px;"><i> evoque y disfrute con esta nota</i>. Andrés Aldao</span></div><div class="MsoNormal"><st1:personname productid="La Aventura Inicial" w:st="on"><b><span style="color: #666633; font-family: Verdana; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br />
</span></b></st1:personname></div><div class="MsoNormal"><st1:personname productid="La Aventura Inicial" w:st="on"><b><span style="color: #666633; font-family: Verdana; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">La Aventura Inicial</span></b></st1:personname><b><span style="color: #666633; font-family: "Times New Roman"; font-size: 14.0pt;"><o:p></o:p></span></b></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="color: #666633; font-family: Verdana; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">La </span><span style="color: #666633; font-family: Arial; font-size: 14.0pt;">mayoría</span><span style="color: #666633; font-family: Verdana; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"> de los estudiosos del tema coinciden en que, si bien en 1920 el invento de Guglielmo Marconi era ya en Estados Unidos y en Europa una herramienta usual de la radiotelefonía (comunicación interpersonal con fines privados o bélicos), le cabe a <st1:personname productid="la Argentina" w:st="on">la Argentina</st1:personname> el rol de pionera en la radiodifusión. Fueron el médico Enrique Telémaco Susini, junto a otros tres estudiantes: Miguel Mujica, César J. Guerrico y Luis Romero Carranza quienes el 27 de agosto, tras cumplir la hazaña de convertir a la radio en un incipiente medio de comunicación masivo, se ganaron el histórico apodo de "Los locos de la azotea". A través de la transmisión en vivo desde el Teatro Coliseo de la ópera <i>Parsifal</i> de Richard Wagner, nacían Radio Argentina –la primera emisora del país– y un público conformado por apenas unos cincuenta radioaficionados.<br />
Ya en esa primera década de su historia, la radio ofrecía de manera incipiente los géneros y formatos que la habrían de caracterizar posteriormente. En 1921, la transmisión de música clásica se convertía en un hecho de frecuencia casi diaria. Al año siguiente, la noticia cotidiana ganaba espacio con la transmisión en vivo de la asunción de Marcelo T. de Alvear como presidente de <st1:personname productid="la República. En" w:st="on">la República. En</st1:personname> septiembre de 1923 entraba el boxeo, con la célebre "pelea del siglo" entre Luis Ángel Firpo (a)<i>El Torito de las Pampas</i> y Jack Dempsey desde el <i>Polo Grounds</i> de Nueva York y en octubre del año siguiente lo hacía el fútbol, con un partido disputado por uruguayos y argentinos. Alrededor de esa fecha también – algunos estudiosos señalan que un poco antes– se ponían al aire los primeros <i>reclames</i> (el galicismo denominaba así a los avisos publicitarios). Hacia el final de la década nacía el radioteatro, cultor inicial de la vertiente criollista y nativista de delgado hilo argumental, centrado en canciones y payadas. El origen se atribuye hoy a Francisco Mastandrea con <i>La caricia del lobo</i>, éxito que continuará Andrés González Pulido con su conjunto <i>Chispazos de tradición</i> y que luego concretará expresiones más rigurosas con dramas históricos y escenas nativas de Arsenio Mármol y Héctor P. Blomberg.<br />
A la pionera Radio Argentina, se sumarían en breve: Radio Cultura, Radio Sud América, LOU Radio Brusa (hoy Excelsior), Radio Libertad (hoy Mitre), Radio Casa América, Radio Grand Splendid (hoy Splendid) y Radio Nacional (luego Belgrano). En 1924 surgía en Rosario "la primera emisora cerealista del país", mientras se producía una de las innovaciones tecnológicas más radicales: la introducción de los parlantes, modificando sustancialmente las condiciones de escucha. El aparato receptor se ganaba así un lugar importante en el hogar, reuniendo a su alrededor a la familia entera. En tres años, el número de aparatos había crecido de manera sorprendente y surgían ya los primeros conflictos que llevaron a reglamentar la frecuencia de emisión entre 1925 y 1929.<br />
Los años 30 acentuarán esta tendencia a la expansión. Al éxito de Splendid y Belgrano se suma Radio El Mundo en 1935 con un edificio monumental de siete estudios y dos auditorios, mientras el empresario Jaime Yankelevich crea desde Belgrano las primeras transmisiones en cadena. Las revistas especializadas: <i>La canción moderna</i> y <i>Radiolandia</i> dan cuenta de este auge.<br />
A la vez el radioteatro amplía su temática extrayendo asuntos de la producción folletinesca, donde abundaban huérfanos, madres solteras, grandes villanos y amores imposibles pero eternos. Por su parte, hacia fines de la década, el deporte había consolidado su audiencia y Alfredo Aróstegui ponía al aire <i>El Relato Olímpico</i>, en tanto que Tito Martínez Delbox creaba <i>Gran Pensión El campeonato</i> que mantendría su vigencia por más de diez años. Las voces de Horacio Belbo y Ricardo Lorenzo "Borocotó" con sus relatos de fútbol y boxeo atrapaban a la audiencia de entonces.<br />
El público se segmentaba de acuerdo con la edad, el sexo y la extracción social. Crecía por entonces el género infantil, mientras se posicionan las historias policiales y la comedia breve para el gusto adulto.<br />
En 1937 inició sus transmisiones Radio del Estado desde el entrepiso del Palacio de Correos y Telégrafos y sin emitir publicidad comercial. Ante la demanda de un aporte mayor a la cultura, llevó adelante un proyecto innovador para la época: la "Escuela de aire", que permitía la escucha de programas elaborados por el Ministerio de Educación en todos los establecimientos públicos del país.</span><span style="color: #666633; font-family: "Times New Roman"; font-size: 14.0pt;"><o:p></o:p></span></div><div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="color: #666633; font-family: Verdana; font-size: x-large;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 19px;"><br />
</span></span></div><div class="MsoNormal"><a href="" name="12aba92ecbf65336_RYJTAFKPHC"></a><b><span style="color: #666633; font-family: Verdana; font-size: 14.0pt;">Familia, Fútbol, Tango</span></b><b><span style="color: #666633; font-family: Arial; font-size: 14.0pt;"><o:p></o:p></span></b></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #666633; font-family: Verdana; font-size: 14.0pt;">Hacia 1940 la radiofonía argentina ya había alcanzado un importante desarrollo económico y un impacto comunicativo incomparable. La campaña electoral de 1946 tuvo a la radio como escenario de difusión de las ideas políticas, convirtiéndose en herramienta de propaganda y de construcción de la opinión pública, no siempre bien vista por todos.<br />
El radioteatro continuaba ganando adeptos, en especial por parte del público femenino que seguía fielmente las voces y peripecias sentimentales de Oscar Casco, Hilda Bernard, Susy Kent, Rosa Rosen, Eduardo Rudy, Jorge Salcedo o Julia Sandoval, con guiones de Abel Santa Cruz, Nené Cascallar y María del Carmen Martínez Paiva.<br />
En 1940 debuta Niní Marshall con Cándida y Catita, iniciadoras de una extensa lista de personajes que se tornarían inolvidables. Tres años más tarde <st1:personname productid="la Dirección Nacional" w:st="on">la Dirección Nacional</st1:personname> de Radiodifusión prohibirá sus actuaciones por considerar que “tergiversaban el correcto idioma”. Niní volverá a la radio en 1954.<br />
A propósito del humor, en 1944 salía al aire por primera vez Felipe, el célebre personaje de Luis Sandrini, que tendría una vigencia ininterrumpida de veintitrés años, secundado por Juan Carlos Thorry, Tincho Zabala o Magacha Gutiérrez, entre otros. Diversas figuras protagonistas de la risa fueron también Pepe Arias, el dúo Buono–Striano, Juan Carlos Mareco (a) <i>Pinocho</i> y Pepe Iglesias (a) <i>El Zorro</i>.<br />
Los programas musicales continuaron siendo un número fuerte, aunque volcados por entonces hacia géneros más populares que la música clásica. Las orquestas típicas, las de jazz, los solistas de moda y hasta el recitador eran los ingredientes esenciales de un buen show radiofónico. Son además años de crecimiento del folklore. Antonio Tormo, que en 1937 integraba <i>La tropilla de Huachi Pampa</i>, imponía el gusto mayoritario en su programa <i>El Fogón de los Arrieros</i>.<br />
Enrique Santos Discépolo, en tanto, con su personaje <i>Mordisquito</i> se convertía en un emblema incuestionable de la época, a través del diálogo imaginario con ese personaje que no reconocía las conquistas sociales del peronismo. El ciclo, de gran éxito, se vio interrumpido con la muerte del autor ya concluida esta década en la que el Estado Nacional había recuperado todas las licencias de manos privadas y extendido la creación de nuevas emisoras en el interior del país.<br />
Los años 50 corrieron paralelos al nacimiento de <st1:personname productid="la TV" w:st="on">la TV</st1:personname>, que sería con el andar del tiempo y antes de conformar cada medio su público, su principal competidora. Así fue como Radio Belgrano pasó a ser LR3 Radio Belgrano Televisión.<br />
La muerte de Evita dejó testimonios en la radiodifusión. Durante los 16 días siguientes no se escuchó más que música sacra y se impuso la costumbre de evocar la hora del deceso con la expresión: "Son las 20.25, hora en que Eva Perón pasó a la inmortalidad."<br />
En octubre de 1953 el Parlamento promulgó <st1:personname productid="la Ley" w:st="on">la Ley</st1:personname> 14.241, la primera en el campo de la radiodifusión sancionada con el Congreso en funcionamiento.<br />
Esta década centró su atención en la programación familiar. <i>Los Pérez García</i> será uno de los productos de mayor audiencia del horario nocturno y conservará ese lugar de prestigio durante muchos años. La clase media argentina aprendió así a “ver” sus propios conflictos cotidianos a través de la radio y le entregó su fidelidad. La audición de <i>Jabón Federal</i> por Radio Belgrano, se centró también en esta franja de público, alcanzando el primer lugar en la preferencia de los oyentes.<br />
La música de entonces se focalizó en el folklore (con propuestas como <i>El Rancho 'e <st1:personname productid="la Cambicha" w:st="on">la Cambicha</st1:personname></i>) y fundamentalmente en el tango, que consagraba a intérpretes populares como Alberto Castillo. Alejandro Romay, por su parte, animaba <i>Lluvia de estrellas</i>, el que a su vez competía con <i>Una cita con el tango</i> y <i>Mundo de tango</i>.<br />
Los programas cómicos, que ya habían consolidado un camino en décadas anteriores, se impusieron con holgura. Son los años de <i>Los cinco grandes del buen humor</i> (con Rafael <i>Pato</i> Carret, Jorge Luz, Juan Carlos Cambón, Zelmar Gueñol y Guillermo Rico), de <st1:personname productid="La Revista Dislocada" w:st="on"><i>La Revista Dislocada</i></st1:personname> de Delfor Discasolo y Aldo Cammarota en Radio Argentina (el primer programa donde la publicidad se integraba al clima risueño y chispeante de la audición).<br />
El radioteatro, en tanto, pugnaba por conservar su audiencia femenina, que comenzaba a serle disputada por la televisión. A los nombres de los guionistas de la década anterior, se sumaron los de Alberto Migré, Celia Alcántara y Alma Bressán.<br />
El deporte sumó también nuevas voces y estilos: Fioravanti, el campechano Lalo Pelliciari y Luis Elías Sojit con su programa de automovilismo: <i>Coche a la vista</i>.<br />
La modificación tecnológica más importante se sitúa en 1956, con la llegada a <st1:personname productid="la Argentina" w:st="on">la Argentina</st1:personname> de las primeras radios portátiles a transistores, hecho que volvería a modificar las condiciones de escucha. Así el aparato receptor se desplazaría con el oyente, fortaleciendo las condiciones de fidelidad, ya sea a una emisora o a una voz en particular.<br />
A partir de 1957, con la nueva reglamentación de la radiodifusión, el medio entró en un terreno complejo. La censura y el cuidado de los contenidos en los programas se convirtieron en una práctica frecuente.</span><span style="color: #666633; font-family: Arial; font-size: 14.0pt;"><o:p></o:p></span></div><div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="color: #666633; font-family: Verdana; font-size: x-large;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 19px;"><br />
</span></span></div><div class="MsoNormal"><a href="" name="12aba92ecbf65336_BDCJMANKBI"></a><st1:personname productid="La Renovación" w:st="on"><b><span style="color: #666633; font-family: Verdana; font-size: 14.0pt;">La Renovación</span></b></st1:personname><b><span style="color: #666633; font-family: Verdana; font-size: 14.0pt;"> entre Luces y Sombras</span></b><b><span style="color: #666633; font-family: Arial; font-size: 14.0pt;"><o:p></o:p></span></b></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #666633; font-family: Verdana; font-size: 14.0pt;">Al comenzar la década del 60, ya se han registrado cambios sustanciales. En primer término, los elencos estables y las orquestas exclusivas de las emisoras son absorbidos por la televisión, que además ha ganado la batalla por la ficción folletinesca. Los programas en vivo tienden a menguar; la información y la música se convierten en protagonistas del discurso radiofónico. El medio se posiciona cómodamente en el horario matutino, franja a la que recurre una audiencia ávida de obtener noticias recientes de primera mano.<br />
En cuanto a la estética, se impone un código más informal y cómplice, en el que destacan <i>Fontana Show</i>, <st1:personname productid="La Gallina Verde" w:st="on"><i>La Gallina Verde</i></st1:personname>, <i>El Diablo Cabo</i> y a partir de 1967<i>Rapidísimo</i> de Héctor Larrea, un clásico de largo aliento. También en el espectro informativo cabe citar el alto impacto de Ariel Delgado desde Radio Colonia en Uruguay. Su clásica frase: "Hay más informaciones para este boletín" puso en vilo en más de una ocasión a la audiencia argentina, que se las ingeniaba para sortear la censura militar impuesta por la dictadura de Onganía.<br />
En el género musical triunfaron propuestas como <st1:personname productid="La Cabalgata Musical" w:st="on"><i>La Cabalgata Musical</i></st1:personname><i> Gillette</i> que puso al aire por primera vez una canción de los <i>Beatles</i>, por entonces denominados "Los escarabajos". El sector juvenil se inclinó también por propuestas como <i>Música en el Aire</i> o <i>Escalera a la fama</i>, en tanto que el repertorio folklórico encontró en<i>Argentinísima</i> de Julio Márbiz o <i>El mundo de la guitarra</i> de Antonio Carrizo vehículos notables para su propia difusión.<br />
La información deportiva ganó con nuevas voces y figuras, entre las que cabe mencionar a Andrés Rouco y Lisandro González Longhi con <i>Carburando</i>, Carlos Legnani con <i>Campeones en el camino</i> y la dupla Oscar Gañete Blasco – Pérez Trigas con <i>Emoción en las rutas</i>.<br />
La gran innovación de los años 70 es la aparición de las emisoras de frecuencia modulada, más conocidas como FM. Su irrupción divide el espectro radiofónico, estableciendo la dicotomía: AM–información/ FM– música, antítesis que irá desapareciendo con el paso del tiempo.<br />
En <st1:metricconverter productid="1972, a" w:st="on">1972, a</st1:metricconverter> partir de la promulgación de <st1:personname productid="la Ley Nacional" w:st="on">la Ley Nacional</st1:personname> de Telecomunicaciones, se crea el Comité Federal de Radiodifusión (COMFER), que pasa a depender al año siguiente de <st1:personname productid="la Secretaría" w:st="on">la Secretaría</st1:personname> de Prensa de <st1:personname productid="la Presidencia." w:st="on">la Presidencia.</st1:personname><br />
Un sensible cambio de estilo se produce en las figuras de locución: los tonos bajos, sugerentes y casi susurrantes cautivan la escucha nocturna que <st1:personname productid="la FM" w:st="on">la FM</st1:personname> recupera para la radio, disputándole público joven a la televisión. Es la consagración de Nora Perlé, Betty Elizalde, Nucha Amengual y Graciela Mancuso, figuras femeninas a las que se suma el estilo pausado de Omar Cerasuolo o de Juan Alberto Badía.<br />
La noche gana con programas como <i>Modart en la noche</i>, <i>Imagínate</i>, <i>Las 7 lunas</i><br />
o <i>La noche con amigos</i>.<br />
Desde la perspectiva informativa general a los nombres de Cacho Fontana y Antonio Carrizo se suman los de Víctor Sueiro, Julio Lagos, Mario Mactas y el más innovador de la década: Hugo Guerrero Martinheitz, (a) <i>El Peruano Parlanchín</i>, con su original<i>El show del minuto</i>.<br />
La dictadura militar a partir de 1976 impuso su control sobre los medios de comunicación y la censura se instauró también en la radio. Listas negras, nombres prohibidos, asuntos eludidos y músicos cuya obra no podía ser difundida, se convirtieron en prácticas habituales. Nuevamente Ariel Delgado desde el vecino Uruguay les permitió a los argentinos saber qué estaba ocurriendo en su propio país. En medio de tanto silencio, una figura como la de José María Muñoz, (a) <i>El relator de América</i>, que había cambiado en las décadas anteriores el estilo de las transmisiones deportivas con un sello profesional y único, borraba con el codo lo escrito con la mano. En el marco del Mundial de Fútbol 78, durante la visita al país de <st1:personname productid="la Comisión Interamericana" w:st="on">la Comisión Interamericana</st1:personname> de Derechos Humanos, asumió una actitud harto complaciente con la dictadura, postura que reafirmaría en el mundial juvenil 79.<br />
En 1980 se aprobó el Decreto/Ley 22.285 sobre radiodifusión, que –entre otras cosas– extendía las licencias a quince años con prórroga de diez más, convertía al COMFER en un ente autárquico e integraba al mismo tres miembros de las Fuerzas Armadas y dos representantes de las empresas privadas.</span><span style="color: #666633; font-family: Arial; font-size: 14.0pt;"><o:p></o:p></span></div><div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="color: #666633; font-family: Verdana; font-size: x-large;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 19px;"><br />
</span></span></div><div class="MsoNormal"><b><span style="color: #666633; font-family: Verdana; font-size: 14.0pt;"><br />
</span></b></div><div class="MsoNormal"><a href="" name="12aba92ecbf65336_ZXQXMVNNKL"></a><b><span style="color: #666633; font-family: Verdana; font-size: 14.0pt;">Los Últimos Años</span></b><b><span style="color: #666633; font-family: Arial; font-size: 14.0pt;"><o:p></o:p></span></b></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #666633; font-family: Verdana; font-size: 14.0pt;">El retorno a la democracia trajo nuevos aires a la radio, que adoptó un carácter más frontal, con información al instante y un amplio lugar para la opinión y el debate. En este espacio se convirtieron en clásicos: Magdalena Ruiz Guiñazú, Santo Biasatti, Román Lejtman, Nelson Castro, Alfredo Leuco, Diego Bonadeo y Néstor Ibarra.<br />
Algunos programas de entonces se convertirían en emblemáticos de esa época, por el alto nivel de ideas, de producción o de creatividad: "Sin Anestesia" de Eduardo Aliverti, "Sueños de una noche de Belgrano" con Jorge Dorio y Martín Caparrós, "Ciudadanas" de Ana María Muchnik o "Historias en estudio" de José M. Pasquini Durán señalan algunos de los hitos más altos alcanzados por la radio entre 1984 y 1985.<br />
También el humor volvió a ocupar un lugar destacado en el aire. A partir de 1987 Alejandro Dolina convocó a una audiencia creciente con "Demasiado tarde para lágrimas", combinando risa y desenfado con la profunda reflexión humanista.<br />
En el deporte el brillo recayó sobre Víctor Hugo Morales, quien primero en Radio Mitre y luego en Continental, marcaría un estilo de relato signado por la mixtura de la cultura clásica con el periodismo deportivo.<br />
Los 90 se vieron en la encrucijada de un doble movimiento, signado por las direcciones encontradas entre la mega concentración de las empresas periodísticas con la administración de varios medios a su cargo, y la proliferación de los micro–medios: radios de baja potencia de alcance local y comunitario. En esa tensión proliferarían también las FM que renovaron la estética radial, destacándose, entre otras: Rock and Pop, FM 100, Horizonte, Feeling y Aspen. Crecieron asimismo las denominadas "radios de segmento", es decir, aquellas con un público muy sectorizado, como por ejemplo: FM Tango o FM Clásica. Nuevas voces: Lalo Mir, Elizabeth Vernacci, Mario Pergolini, Boby Flores, Marcela Feudale, Ari Paluch, se ganaron su lugar a fuerza de personalidad, carácter e innovación.<br />
Hoy la radio ocupa un espacio por derecho propio. Ya no se plantea competir con la televisión porque supo conquistar un sitio imprescindible en la vida cotidiana: ritmo informativo, "walkman" o escucha en el auto, acompañamiento, diversión, actualidad. Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación han abierto también otros canales a través de Internet y hacen posible que un programa emitido en una localidad de nuestro país pueda ser escuchado con calidad y alta fidelidad en otros lugares del mundo.</span><span style="color: #666633; font-family: Arial; font-size: 14.0pt;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div>Andrés Aldaohttp://www.blogger.com/profile/13501215594400255974noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5585898414183619824.post-79500135417582004942010-08-23T02:17:00.000-07:002010-08-23T02:17:41.340-07:00<div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">LOS PODESTA. BREVE HISTORIA DEL CIRCO CRIOLLO<o:p></o:p></span></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;"> <o:p></o:p></span></span></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBlKnNeu7IbsapZOE8OkDM4JUO8-F0H0zEpa9BlY3fHm6rfStCU9tTL6nDpig0aYDhFZAsAQ0Y0ONRmovizyOTKdAX9BHvh34cmG-vLTJa4bEw4KYZX3fMV9M2gdvdkEqynR-OqjjDYx9Z/s1600/pepino88.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBlKnNeu7IbsapZOE8OkDM4JUO8-F0H0zEpa9BlY3fHm6rfStCU9tTL6nDpig0aYDhFZAsAQ0Y0ONRmovizyOTKdAX9BHvh34cmG-vLTJa4bEw4KYZX3fMV9M2gdvdkEqynR-OqjjDYx9Z/s400/pepino88.jpg" width="283" /></a></div><div class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: Georgia;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;"><i><b>el payaso Pepino</b></i></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b><span style="font-family: Georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">El circo en Buenos Aires</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;"><o:p></o:p></span></span></b></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">El primer circo que funcionó en Buenos Aires fue gracias a la iniciativa del Inglés Santiago Spencer Wilde. Wilde instaló entre las calles Florida y Córdoba el "Parque Argentino" donde se presentaron los primeros espectáculos circenses con artistas nativos y los circos extranjeros que llegaban al país.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">Para algunos, el primer circo netamente argentino es el "Flor América" creado por Sebastián Suárez en 1860. De niño, Suárez conoció al Circo Olímpico de Juan Lippolis Ese encuentro lo introduce en el mundo del circo y en cada presentación circense de la zona Sebastián Suárez aprende trucos y técnicas, se pinta la cara, se pone ropas estrafalarias y se convierte en "Tony". <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">Otros historiadores opinan que el verdadero circo criollo nace cuando los hermanos José Antonio (Pepe) y Gerónimo Podestá estrenan la versión pantomímica de la obra de Eduardo Gutiérrez "Juan Moreira", poniendo en juego algo de la identidad Argentina y Sudamericana, por haber sido el primero que dejó de imitar las artes provenientes de Europa. Es así que, en </span><st1:personname productid="la Argentina" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">la Argentina</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">, el 6 de octubre se celebra el Día del Circo en homenaje a Pepe Podestá, que nació ese día de 1858 en Montevideo y desarrolló aquí una labor pionera.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">El circo fue el espectáculo más popular en estas tierras, durante los tiempos de la colonia y los de la vida republicana independiente.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">Se dice que el primer payaso que se presentó en el Río de </span><st1:personname productid="la Plata" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">la Plata</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;"> fue el italiano Pedro Sotora "el hombre incombustible", quien en 1834 comía estopa ardiendo y realizaba saltos mortales ante el público de Buenos Aires y Montevideo.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">Durante el período rosista, el teatro y las formas del espectáculo en general, tuvieron un fuerte impulso y apoyo oficial, incluso se conformó una escuela de actores criollos. Los federalistas veían con gozo, al final de cada función, la quema de un desleal con el nombre de algún unitario refugiado en Montevideo.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">El picadero cobra protagonismo en la escena rioplatense en forma paralela al teatro tradicional, con compañías europeas y con gran asistencia de las burguesías locales.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">En 1869 llega a Buenos Aires el circo italiano Chiarini, con los números hípicos de Giusseppe Charini y la compañia conformada por su núcleo familiar. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">Ese mismo año comienza a actuar en Montevideo y luego en Buenos Aires, el payaso genovés, acróbata y luchador Pablo Raffetto.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">Raffetto monta una pequeña empresa y muestra su número del "disparo del cañón" en Buenos Aires y Montevideo. La lucha se transforma en una importante fuente de trabajo para el genovés y los espectadores lo desafían a pelear en las funciones. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">En 1877 se encuentra con los hermanos Podestá. Raffetto contrata a los jóvenes hermanos uruguayos durante seis meses para realizar una gira por el sur de la provincia de Buenos Aires. No sólo compartían un contrato laboral sino además la sangre genovesa. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;"><o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">Además de Raffetto, dos fueron los payasos que conquistaron al público de fin de siglo: Pepino 88 y Frank Brown. Este último, a quien Rubén Darío elogiara en su "Autobiografía", llega a estas tierras en 1884 con un estilo distinto al del clown criollo. El inglés nacido en Brighton en 1858 aparece en las carteleras como "El rey de los clowns". Conoce el español y los niños los aclaman cuando lanza golosinas de una cesta a las tribunas. Prepara un espectáculo en clave de sátira, en el que se propone como candidato al Congreso en plena campaña electoral de legisladores en Buenos Aires (1884)<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">En 1893, cuando Marcelo Torcuato De Alvear participaba del levantamiento revolucionario, Brown acudió al campamento de Temperley donde estaban los rebeldes, e improvisó un espectáculo con reparto de cigarrillos para los alzados en armas.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">Durante algún tiempo Brown trabajó en sociedad con los hermanos Podestá. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">Pepino 88, creado por Pepe Podestá, además de sus habilidades de músico y cantante, desarrollaba una suerte de espectáculo interactivo con el público con quien dialogaba y a quien involucraba en su propuesta de humor.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">Pepino el 88 fue un payaso y modelo del cómico rioplatense. El famoso personaje nació en 1881 cuando a Pepe, que era acróbata en la compañía ecuestre de Félix Hénault, le tocó reemplazar a un payaso enfermo. Se hizo llamar Pepino, y la gente le agregó el 88 porque la cifra parecía dibujada por los parches en la chaqueta de su padre con que fabricó su improvisado traje. Sus sátiras políticas o sus imitaciones del "niño bien" o el "compadrito" influyeron en generaciones de cómicos y monologuistas, desde Florencio Parravicini hasta Enrique Pinti. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">La tradición que ellos instalaron a fines del siglo pasado fue retomada luego por otros tantos pilares del humor popular argentino, que supieron trasladar el clima de la carpa a la pantalla de TV, como Pepe Biondi, "Pepitito" Marrone, Carlitos Balá o Alberto Olmedo. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">En 1884 </span><st1:personname productid="la Compañía" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">la Compañía</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;"> de los hermanos Carlo había tenido una excelente temporada circense. Los empresarios deseaban responder a la buena acogida del público con un número nuevo, original y de destaque en las carteleras.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">Surge así la idea de representar un drama gauchesco en el picadero, y se invita a Eduardo Gutiérrez, autor de novelas de folletín, verdaderos best sellers de la época, a preparar un guión para la pantomima "Juan Moreira" basada en su novela homónima.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">Contrataron a Pepe Podestá para el espectáculo que hasta 1886 se presentó solo con la gestualidad de los actores y sin el apoyo la palabra hablada. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">Pocos años después, independizados los Podestá, José escribe un libreto en base a los diálogos de la novela y se representa el "Juan Moreira" parlante.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">Los Podestá<o:p></o:p></span></span></b></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">El matrimonio compuesto por el genovés Pedro Podestá y la genovesa María Teresa Torterolo, pensaba que en Buenos Aires existían mejores perspectivas para prosperar que en Montevideo.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">Ya en Buenos Aires, nacen sus primeros dos hijos. Tienen un almacén en el barrio de San Telmo y no les va mal pero ante el rumor que hacen correr los rosistas de que si el general Urquiza llegara a entrar a Buenos Aires lo primero que haría es degollar a todos los gringos, retornan a Montevideo. Allí nacen siete hijos más. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">Uno de ellos, José (Pepe) es el primero que siente la atracción de los circos extranjeros que pasan por Montevideo y empuja a sus hermanos hasta la playa cercana para repetir con ellos las pruebas. Los Podestá, liderados por Pepe, forman su propio circo de barrio en un galpón ubicado en las calles Isla de Flores y Convención de Montevideo y en esta aventura son seguidos por su madre que se ocupa ahora del mantenimiento de las ropas y en los días de lluvia hace tortas fritas con mate para olvidar así la frustrada función. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">Después de mucho transitar los caminos de tierra con sus carretones, ofreciendo su arte de trapecistas, malabaristas, forzudos y payasos, por las poblaciones del interior de Argentina y Uruguay, los Podestá actúan en el Circo Humberto Primo de Buenos Aires (situado en la esquina de las calles Moreno y Ceballos, en parte del predio que hoy ocupa el Departamento de Policía). Pepe con dos de sus hermanos compone un terceto audaz que figura en los programas como "Los cóndores del trapecio" y además se convierte en el popular Pepino 88.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">Los Podestá atraían público en Buenos Aires y Montevideo. Llegaron a recibir un premio en el teatro Colón, en un espectáculo a beneficio de los huérfanos de los batallones de Mitre. Allí fueron aplaudidos por la poderosa burguesía rioplatense y por los representantes del poder político. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">Con los Podestá se difundió el Pericón en reemplazo del folklórico Gato. Se divulgaron gran cantidad de danzas y el tema gauchesco. Ellos lograron hacer conocer ritmos musicales tradicionales a lo largo y ancho del territorio argentino rescatando a muchos de ellos del olvido.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">El Circo Criollo<o:p></o:p></span></span></b></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">Simplificando, se puede decir que el circo criollo es aquel que tiene pista y escenario o primera y segunda parte. La primera parte es aquella que se desarrolla en el picadero, que en "El circo Criollo"no se cubre de arena, sino de dorado aserrín y donde se despliegan las habilidades, los números de trapecio, contorsiones y la infaltable pareja cómica "tony y payaso o clown". La segunda parte es la de actuación (el drama criollo) <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">Los Podestá fueron los pioneros del circo criollo. Ellos crearon la "segunda parte" con pantomima gauchesca. El primer y más famoso drama es el titulado "Juan Moreira", que representa la historia del gaucho perseguido por la ley, tema que retomará José Hernández en el Martín Fierro.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">LOS PREMIOS PODESTA<o:p></o:p></span></span></b></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;"> <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">Los Premios Podestá se entregan en honor de la familia que fue génesis del arte escénico argentino. Son los mismos actores que entregan el premio a sus pares en reconocimiento a sus trayectorias. Este año fueron entregados a Enrique Pinti, Alejandro Urdapilleta, Osvaldo Santoro, Martín Adjemian, Manuel Callau, Maximino Moyano, Sara Bianchi, María Fiorentino, Adela Gleijer, Ingrid Pelicori y a una amiga y colaboradora de </span><st1:personname productid="la Luciérnaga" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">la Luciérnaga</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">: Laura Bove<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">Entrevista con Laura Bove</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;"><o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">¿Cómo fue tu primer contacto con el teatro ?<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">Mi primer contacto con el teatro fue a los cuatro años trabajando en Varieté junto a Oscar Aleman, Marrone y Azucena Maizani. Luego, Cuando era obligatorio la presentación de números vivos en el cine (1953) trabaje junto a Don Pelele , Fidel Pintos, Alfredo Barbieri y en televisión debuté con Olmedo y Tincho Zabala en “</span><st1:personname productid="la Troupe" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">la Troupe</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;"> de TV”<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">¿ Cual fue tu formación?<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">Me forme con Hedy Crilla a los 6 y a los 25 años y Carlos Gandolfo a los 16 y </span><st1:metricconverter productid="35. Mi" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">35. Mi</span></st1:metricconverter><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;"> ultimo maestro fue Juan Carlos Gene con quien tome clases de Clown.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">¿Qué le aconsejarías a alguien que quiere iniciarse en la actuación?<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">Fundamentalmente leer y ver mucho teatro y que sepa que es una profesión que requiere de mucha paciencia. Lo importante es poder gozar y disfrutar del camino de aprendizaje y de las distintas experiencias que se va teniendo. Muchas veces por cumplir determinado objetivo “trabajar en el teatro San Martín” o “trabajar con Suar” se genera mucha frustración y se pierde la posibilidad de disfrutar cada momento del camino.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">¿Qué significa recibir el premio Podestá?<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">Mucha alegría por que dan los pares. Un premio siempre es un mimo al alma. Un estímulo para seguir luchando. Profesión viene de profesar. Profesar la fe. Renovar los votos en lo que se está haciendo.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">¿Y cuales son tus proyectos ?<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Georgia; font-size: 14.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">En octubre voy a trabajar en “Jardín de Otoño” de Diana Raznovich con dirección de Norberto Gonzalo en el Teatro de </span><st1:personname productid="la Máscara" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;">la Máscara</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #783f04;"> y muy pronto espero estrenar dos piezas de mi autoría “Las capas de la cebolla” y “Lo que duele es la anestesia”</span><o:p></o:p></span></div>Andrés Aldaohttp://www.blogger.com/profile/13501215594400255974noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5585898414183619824.post-9673660011490030222010-08-23T01:55:00.000-07:002010-08-23T02:00:35.170-07:00<span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial; font-size: small;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 13px;"></span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial; font-size: small;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 13px;"><h1 style="margin-bottom: 0.0001pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: center;"><span style="color: #666699; font-family: 'Broadway BT';"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">LO CELESTE<o:p></o:p></span></span></h1><div class="fuente" style="margin-bottom: 0.0001pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: center;"><br />
<img height="251" src="http://t1.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcRNQBq9wOHo-cYuTXUg2pUyRBY-qhK5hLAtNYSUXJLQ-tuCufQ&t=1&usg=__ntNr_U5TW4WtaxEPe57Ba4WH9ao=" width="400" /></div><div class="fuente" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span style="color: #666699; font-family: Arial; font-size: 14pt;"><br />
</span></b></div><div class="fuente" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span style="color: #666699; font-family: Arial; font-size: 14pt;">Por ELEUTERIO FERNANDEZ HUIDOBRO |*|<o:p></o:p></span></b></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><br />
</div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span style="color: #666699; font-family: Arial; font-size: 14pt;"><o:p> </o:p></span><span class="Apple-style-span" style="color: #666699; font-size: 19px;">Ya tomada alguna distancia de las muy fuertes emociones vividas en oportunidad del Mundial, se puede intentar ver el fenómeno social ocasionado por el deporte. Much@s lo están haciendo y vamos a tratar de aportar un poquito.</span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span style="color: #666699; font-family: Arial; font-size: 14pt;">No se puede eludir un dato básico: sea por la causa que sea, la población de nuestro país trae, tal vez de épocas remotas, una señalada vocación deportiva y, más en general (para cuando el deporte casi no existía), lúdica.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span style="color: #666699; font-family: Arial; font-size: 14pt;">Así lo señalaron, y no sin curiosidad, lejanos cronistas e historiadores tanto nacionales como extranjeros, respecto por ejemplo al gaucho, la timba, la guitarra y el caballo. Aunque también, y desgraciadamente, respecto a las interminables guerras civiles del siglo XIX.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span style="color: #666699; font-family: Arial; font-size: 14pt;">El caballo, que fuera centro de una cultura y hasta de una civilización, tuvo a nuestro parecer mucho que ver en esa característica no muy abundante en el mundo. Porque no olvidemos que ser caballero implicaba, en otros países, ser muy rico.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span style="color: #666699; font-family: Arial; font-size: 14pt;">Mientras que en nuestras praderas fue, hasta entrado el siglo XX, asunto también de pobres y de marginados. Y cosa vital.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span style="color: #666699; font-family: Arial; font-size: 14pt;">Las praderas vírgenes y sin alambrados, hospitalarias para hombres y bestias, dieron de sí, casi espontáneamente, vacas, caballos y perros cimarrones. Los dos últimos declarados, en ciertos momentos, plaga. ¡Plaga de caballadas!<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span style="color: #666699; font-family: Arial; font-size: 14pt;">Dejando estos pensamientos básicos, no cabe duda acerca del papel que el deporte (y no sólo el fútbol) cumplió y cumple en nuestra sociedad.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span style="color: #666699; font-family: Arial; font-size: 14pt;">Se ha dicho por estos días que por suerte varias generaciones nuevas han podido presenciar lo que siempre les contaron como una leyenda perdida.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span style="color: #666699; font-family: Arial; font-size: 14pt;">Pero es más: no han podido todavía vivir momentos parecidos en el ciclismo, el atletismo, el boxeo, el básquet, y otros deportes (incluidos el golf, el turf, el automovilismo, el remo, la vela, etcétera) que, para los que peinamos canas, también fueron hitos imborrables de nuestra juventud.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span style="color: #666699; font-family: Arial; font-size: 14pt;">Cuando siendo niño murió Supicci Cedes, lloré tres días... Tras todo eso, iban y también venían, los valores que nos definían.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span style="color: #666699; font-family: Arial; font-size: 14pt;">El deporte, como hecho social de carácter mundial, fue cobrando en el siglo XX y lo que va de este, importancia y envergadura cada vez mayor en materia de civilización y cultura.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span style="color: #666699; font-family: Arial; font-size: 14pt;">Se dice, y hasta con asombro, que en el extranjero a Uruguay se lo conoce mucho más por el fútbol y por sus futbolistas, que por otras cosas.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span style="color: #666699; font-family: Arial; font-size: 14pt;">Como si ello fuera "raro".<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span style="color: #666699; font-family: Arial; font-size: 14pt;">Basta ver el despliegue publicitario que se mueve en torno a TODAS las expresiones deportivas para saber que a las grandes empresas transnacionales también se las conoce, o empieza a conocer según el caso, por lo mismo. Ni qué mencionar el uso político bueno y malo que se hizo de ello. Recordar las Olimpíadas de Berlín poco antes de <st1:personname productid="la II Guerra" w:st="on">la II Guerra</st1:personname> Mundial, las de Munich, el boicot a las de Moscú ya más acá en el tiempo, etcétera.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span style="color: #666699; font-family: Arial; font-size: 14pt;">Este Mundial también lo contuvo: fue hecho ex profeso en Sudáfrica para ayudar a consolidar un proceso de integración en marcha en un lugar donde se cometió una de las más grandes atrocidades de la que se tenga memoria y que por ello fuera excluido de los más grandes certámenes mundiales hasta hace poco. No olvidemos que en ese proceso de integración y de libertad cumplió un papel el rugby.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span style="color: #666699; font-family: Arial; font-size: 14pt;">Aunque todos sabemos que Mandela, acompañado por su pueblo y por una gran campaña de solidaridad internacional, fue no sólo la figura decisiva sino algo no muy común: símbolo.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span style="color: #666699; font-family: Arial; font-size: 14pt;">¿Y cuál fue la enseñanza más grande que Mandela nos legara? A nuestro juicio saber luchar, saber perder y saber ganar. O resumiendo: saber perder y saber ganar. Fue una lección colosal además de magistral.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span style="color: #666699; font-family: Arial; font-size: 14pt;">Creemos entonces que, casi providencialmente en cuanto a las coincidencias, nuestros deportistas le dieron al mundo pero muy especialmente al Uruguay y en aquel lugar, otra lección a su alcance y a escala deportiva mundial de lo mismo: saber perder y saber ganar.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span style="color: #666699; font-family: Arial; font-size: 14pt;">Pero, agregado a las consideraciones anteriores (algunas vienen desde el fondo de <st1:personname productid="la Historia" w:st="on">la Historia</st1:personname>), el acontecimiento golpeó hondo en la población de Uruguay pero muy especialmente en la juventud y en la niñez.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span style="color: #666699; font-family: Arial; font-size: 14pt;">Ello se debe a que nuestro país vivió y no sólo en el deporte sino en cosas vitales, duras experiencias referidas al no saber ganar y al no saber perder.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span style="color: #666699; font-family: Arial; font-size: 14pt;">Muy amargas y duras. En el plano político, en el social, y en el económico.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span style="color: #666699; font-family: Arial; font-size: 14pt;">Primero fue <st1:personname productid="la Dictadura" w:st="on">la Dictadura</st1:personname> y luego, cabalgando sobre la desesperación fomentada, el "hacé la tuya" como expresión aberrante de no sólo ganar sino de "saber" ganar. No queremos entrar al entorno de las monstruosas "enseñanzas" que se impartieron en torno a qué hacer cuando se pierde.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span style="color: #666699; font-family: Arial; font-size: 14pt;">Así se rompieron códigos sagrados que venían de lejos e identificaban. Y cuando esa columna vertebral intangible se rompe, hay siempre malas consecuencias.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span style="color: #666699; font-family: Arial; font-size: 14pt;">Una de ellas, que la sociedad así agredida y aún aceptando en parte las malas "novedades", queda con su conciencia rota.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span style="color: #666699; font-family: Arial; font-size: 14pt;">La anomia que en Uruguay, según muchos analistas, se iba transformando en imperante socialmente, no es precisamente un lugar cómodo en el que poder vivir.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span style="color: #666699; font-family: Arial; font-size: 14pt;">Para colmo, en el 2004 se produjo una gran "ruptura" (en el buen<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span style="color: #666699; font-family: Arial; font-size: 14pt;">sentido) política. Ahí, hora crucial, se volvió y no sin trabajo, a saber ganar y a saber perder. "Agravada" en el 2009 por otra que llevó al Gobierno a un caracterizado y conspicuo "perdedor" quien, por lo que se va viendo, parece ser, contra todo lo profetizado malignamente, también un buen ganador. Dos furibundos golpes contra pérfidos esquemas.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span style="color: #666699; font-family: Arial; font-size: 14pt;">Algunos dicen que Pepe imita a Mandela y otros, que están presos, alegan que no lo bastante.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span style="color: #666699; font-family: Arial; font-size: 14pt;">Tanto los futbolistas como el equipo técnico, demostraron a su escala (que fue mundial) saber ganar mientras ganaron y saber perder cuando les tocó.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span style="color: #666699; font-family: Arial; font-size: 14pt;">Le mostraron al mundo la existencia de un país y las características que tiene (a pesar de que las fueron degradando con avieso trabajo de zapa).<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span style="color: #666699; font-family: Arial; font-size: 14pt;">Fueron decisivos en la pesada tarea de marcar el rumbo con hechos concretos entre la frívola hojarasca que persiste: humildad (en el sentido de "no a la soberbia"), entrega, planificación, excelencia, bonhomía y trabajo en equipo.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span style="color: #666699; font-family: Arial; font-size: 14pt;">Esa recuperación tangible y profunda de lo añorado por perdido o extirpado, que por lo dicho va mucho más allá del deporte, explica el impacto social tan perceptible. ¡Gracias!<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span style="color: #666699; font-family: Arial; font-size: 14pt;">Gracias pero en horas de Presupuesto no debemos volver a olvidar al deporte. Sería ceguera.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span style="color: #666699; font-family: Arial; font-size: 14pt;">Por lo antedicho y por muchas cosas más (entre ellas la salud pública en todas las edades, la integración social, el combate a la variada gama de tóxicos tangibles e intangibles que nos invade, la promoción del país, y la defensa de sus valores... En fin, el idilio fecundo de lo celeste basado en la celeste.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><br />
</div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><i><span style="color: #666699; font-family: Arial; font-size: 14pt;">|*| Escritor, senador de <st1:personname productid="la Repblica." w:st="on">la República<span style="font-style: normal; font-weight: normal;">.</span></st1:personname></span></i></b><span style="color: #666699; font-family: Arial; font-size: 14pt;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div></span></span>Andrés Aldaohttp://www.blogger.com/profile/13501215594400255974noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5585898414183619824.post-47712178698242188642010-08-15T02:43:00.000-07:002010-08-15T02:43:45.463-07:00<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; mso-outline-level: 3; text-align: center;"><b><span style="color: #993300; font-family: "Broadway BT"; font-size: 14.0pt;">JUAN TAJES<o:p></o:p></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; mso-outline-level: 3; text-align: center;"><b><span style="color: #993300; font-family: Arial;"><a href="http://hablemos-de-literatura.blogspot.com/2010/08/tantango.html" target="_blank"><span style="color: #993300; text-decoration: none; text-underline: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">Tantango</span></span></a><o:p></o:p></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300; font-family: Arial; font-size: 12.0pt;"><o:p><br />
</o:p></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300; font-family: Arial; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></b><img height="298" src="http://t3.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcRuWNYqw5IyKPT-pU2P-ffGG2MUjCYg1m6hJWUwtMo1Ew-j5wc&t=1&usg=__zAJhR_pKpErk9YMYrIFHND1KYF8=" width="400" /></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">Del coito celestial de dos ciudades,</span><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;"><o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">acrisoladas márgenes del Plata,<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">vio la luz este hijo, que es el hijo<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">del Río como Mar. Y en la barata<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">promiscuidad del noble conventillo,<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">antro heroico del piojo y de la rata,<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">gimió el Tango el vagido inconfundible,<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">orillero, asocial y de alpargata.<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">Dos ciudades preñadas de poesía,<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">patria del Tango para siempre mía.<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">De pronto fue la antigua melodía,<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">alguien le marcó el ritmo, un tercero<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">le hizo el contrapunto y por entonces<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">llegó el canto. Siguieron con esmero<br />
arpegios y glisandos, el acorde,<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">la síncopa endiablada y el austero<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">vibrar del bandoneón grave y solemne;<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">voz antigua de canto marinero.<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">Llegaban cada uno de su tierra.<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">Coincidieron aquí. La suerte es perra.<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">Se encontraron al Sur del hemisferio,<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">el temor tiene algo de hermosura,<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">se retan dos pasiones frente a frente<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">al borde de la misma sepultura<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">y en el sordo latido del silencio<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">dejan de respirar; toman altura,<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">dan juntos a la vez el primer paso<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">-el paso inaugural- y la aventura<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">esta danza nació así, de repente,<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">como suele ocurrir entre la gente.<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">Arrastrados, al fin, por la corriente<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">sentimental de aquel malabarismo,<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">refugio de la fe, para ser uno<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">con su pirueta al borde de un abismo,<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">en señal de respeto se miraron<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">ojo en ojo y el Otro es uno mismo.<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">Dicen que están bailando todavía,<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">lo demás es, tal vez, un espejismo.<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">Si quien comparte el pan es compañero<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">el que comparte el Tango es cotanguero.<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">¿Qué se iban a decir, en que dialecto,<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">jerga o idioma para su alegría,<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">verso de amor o amargo desengaño<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">cultivando el dolor de cada día?.<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">¿Cómo expresar con las mismas palabras<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">de otro modo la suma y la manía<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">de esgrimir en defensa de la imagen<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">el baluarte de la mitología?.<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">Sopló el Ángel del Tango en su trompeta,<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">cada Evangelio tuvo su poeta.<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">La emoción en suspenso, el alma quieta,<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">ausente del amor y de sus males,<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">evoca los fantasmas de aquel tiempo<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">que nunca fue. Acaso los anales<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">de la invención crearon este sueño<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">donde se citan turbios arrabales,<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">donde se mezclan héroes y traidores<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">que luchan en combates desiguales.<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">La leyenda se forja paso a paso,<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">todas las cartas son del mismo mazo.<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;"><br />
</span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;"><img height="222" src="http://t2.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcSDoM65mu4qkszqtEbMzSNiyJm0onv1KeQfqtaHNfVvUSJZfbQ&t=1&usg=__db3VLhWNGr_7EqymVvi9acNXARc=" width="320" /></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;"><br />
</span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">Va subiendo la cuesta y su silueta</span><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;"><o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">de duende bailarín caracolea<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">vertiginosos cortes y quebradas<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">y lo embriaga el olor de sangre fresca,<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">sangre que evoca hímenes ingenuos,<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">mitológicas vírgenes porteñas<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">y se pierde en tugurios-laberintos,<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">Minotauro del verso y de la idea.<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">Como Fausto, celebra su pecado<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">de lírico alquimista enamorado.<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">Bate metal de sueños el herrero<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">sobre la fragua eterna del poeta<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">y en el yunque del verso va forjando<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">la perfecta unidad de su cuarteta.<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">Este herrero es Ferrer, veo en su rostro<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">las huellas de la mágica careta<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">y al caer el telón tras el aplauso<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">descansa el corazón en su maleta.<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">Académico, mago, abracadabra,<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">trashumante del gesto y la palabra.<o:p></o:p></span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2xGLEvtJCf-SPDqXjo_5lSwH7L7E20qqybQAqp8AoYCqjyaNo2MpyggeDKSUJGcI8b0YNNgV8245zLO9d4gEV6_1W2oAAI4tUhN5GoMEEwj4ZUGblKjSkOzANsuYckZ24gIE7jH4fV1wT/s1600/JUAN+TAJES.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2xGLEvtJCf-SPDqXjo_5lSwH7L7E20qqybQAqp8AoYCqjyaNo2MpyggeDKSUJGcI8b0YNNgV8245zLO9d4gEV6_1W2oAAI4tUhN5GoMEEwj4ZUGblKjSkOzANsuYckZ24gIE7jH4fV1wT/s320/JUAN+TAJES.jpg" width="254" /></a></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #993300;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">Juan Tajes</span></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><i><span style="color: #993300; font-size: 12.0pt;"><b>Nació en Montevideo, Uruguay en 1946 Literatura:1962-2009</b></span></i><span style="color: #993300; font-family: Arial; font-size: 12.0pt;"><b><br />
</b> </span><i><span style="color: #993300; font-size: 12.0pt;"><b>A partir de 1962: Charlas en diferentes círculos literarios en Montevideo y en el interior del pais. Participa en la fundación del Grupo Intelectual Vanguardia que auna a los poetas de la generación del 62. Gira poética por diferentes ciudades del litoral Uruguayo</b></span></i><span style="color: #993300; font-family: Arial; font-size: 12.0pt;"><b><br />
</b> </span><i><span style="color: #993300; font-size: 12.0pt;"><b>Salón del Poema Ilustrado en </b><st1:personname productid="la Feria" w:st="on"><b>la Feria</b></st1:personname><b> del Libro y el Grabado 1962 – 1963 – 1964 - Obra editada</b></span></i><span style="color: #993300; font-family: Arial; font-size: 12.0pt;"><b><br />
</b> </span><i><span style="color: #993300; font-size: 12.0pt;"><b>1963- Canto Al Hombre – poesía- Montevideo- Uruguay</b></span></i><span style="color: #993300; font-family: Arial; font-size: 12.0pt;"><b><br />
</b> </span><i><span style="color: #993300; font-size: 12.0pt;"><b>1964- Cristos de arcilla- poesía- Montevideo-Uruguay</b></span></i><span style="color: #993300; font-family: Arial; font-size: 12.0pt;"><b><br />
</b> </span><i><span style="color: #993300; font-size: 12.0pt;"><b>1965- Esquina Cero –antología poética- La Plata- Argentina</b></span></i><span style="color: #993300; font-family: Arial; font-size: 12.0pt;"><b><br />
</b> </span><i><span style="color: #993300; font-size: 12.0pt;"><b>1971- </b><st1:personname productid="La Otra Guerra" w:st="on"><b>La Otra Guerra</b></st1:personname><b> - cuento – Mención Especial concurso El Popular – Montevideo – Uruguay</b></span></i><span style="color: #993300; font-family: Arial; font-size: 12.0pt;"><b><br />
</b> </span><i><span style="color: #993300; font-size: 12.0pt;"><b>1996 – Tantango- Poesía- Amsterdam – Holanda </b></span></i><span style="color: #993300; font-family: Arial; font-size: 12.0pt;"><b><br />
</b> </span><i><span style="color: #993300; font-size: 12.0pt;"><b>1997 – Tantango – Poesía- Revista-Libro de </b><st1:personname productid="la Academia Nacional" w:st="on"><b>la Academia Nacional</b></st1:personname><b> del Tango -Buenos Aires- Argentina</b></span></i><span style="color: #993300; font-family: Arial; font-size: 12.0pt;"><b><br />
</b> </span><i><span style="color: #993300; font-size: 12.0pt;"><b>2009 - Mama ik wil een vriendje - poesía - ( edición colectiva en “Het beste van Poëzie in het Park” - Amsterdam</b></span></i><span style="color: #993300; font-family: Arial; font-size: 12.0pt;"><b><br />
</b> </span><span style="color: #993300; font-size: 12.0pt;"><b><br />
</b> </span><span style="color: #993300; font-family: "Century Gothic"; font-size: 14.0pt;"><b>Enviado por Romi, editora del blog Hablemos de Literatura.</b></span><span style="color: #993300; font-family: Arial; font-size: 12.0pt;"><b><br />
</b> <b><o:p></o:p></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><i><span style="color: #993300; font-size: 12.0pt;"><b>Obra traducida al Holandés:</b></span></i><span style="color: #993300; font-family: Arial; font-size: 12.0pt;"><b><br />
</b> </span><span style="color: #993300; font-size: 12.0pt;"><b><br />
</b> <i><b>1983- Amicitia 83 – Teatro- Editorial De Woelrat- Amsterdam-Holanda</b></i></span><span style="color: #993300; font-family: Arial; font-size: 12.0pt;"><b><br />
</b> </span><i><span style="color: #993300; font-size: 12.0pt;"><b>1995- Soneto a tu ciudad – Poesía- Revista Amsterdam Sur- Amsterdam - Holanda</b></span></i><span style="color: #993300; font-family: Arial; font-size: 12.0pt;"><b><br />
</b> </span><i><span style="color: #993300; font-size: 12.0pt;"><b>1996-Tantango-Poesía-Amsterdam - Holanda</b></span></i><span style="color: #993300; font-family: Arial; font-size: 12.0pt;"><b><br />
</b> </span><i><span style="color: #993300; font-size: 12.0pt;"><b>1997- </b><st1:personname productid="La Otra Guerra-" w:st="on"><b>La Otra Guerra-</b></st1:personname><b> cuento - Revista Amsterdam Sur – Amsterdam – Holanda </b></span></i><span style="color: #993300; font-family: Arial; font-size: 12.0pt;"><b><br />
</b> </span><i><span style="color: #993300; font-size: 12.0pt;"><b>1998- Tres Sonetos - poesía-Revista De Tweede Ronde – Amsterdam – Holanda </b></span></i><span style="color: #993300; font-family: Arial; font-size: 12.0pt;"><b><br />
</b> </span><i><span style="color: #993300; font-size: 12.0pt;"><b>2008- Poesía </b></span></i><span style="color: #993300; font-family: Arial; font-size: 12.0pt;"><b><br />
</b> </span><i><span style="color: #993300; font-size: 12.0pt;"><b>2009- El crímen – cuento </b></span></i><span style="color: #993300; font-family: Arial; font-size: 12.0pt;"><b><br />
</b> </span><span style="color: #993300; font-size: 12.0pt;"><b><br />
</b> <i><b>Lectura de Poesía:</b></i></span><span style="color: #993300; font-family: Arial; font-size: 12.0pt;"><b><br />
</b> </span><span style="color: #993300; font-size: 12.0pt;"><b><br />
</b> <i><b>2001 –Foire de </b><st1:personname productid="la Poesie" w:st="on"><b>la Poesie</b></st1:personname><b> – Paris – France</b></i></span><span style="color: #993300; font-family: Arial; font-size: 12.0pt;"><b><br />
</b> </span><i><span style="color: #993300; font-size: 12.0pt;"><b>2002 - Poëzie en Tango – Dordrecht-Holanda </b></span></i><span style="color: #993300; font-family: Arial; font-size: 12.0pt;"><b><br />
</b> </span><i><span style="color: #993300; font-size: 12.0pt;"><b>2008 – Poëzie in het park – Amsterdam</b></span></i><span style="color: #993300; font-family: Arial; font-size: 12.0pt;"><b><br />
</b> </span><i><span style="color: #993300; font-size: 12.0pt;"><b>2009 – Poëzie in het park – Amsterdam </b></span></i><span style="color: #993300; font-family: Arial; font-size: 12.0pt;"><b><br />
</b> </span><i><span style="color: #993300; font-size: 12.0pt;"><b>Recitales y conferencias en español:</b></span></i><span style="color: #993300; font-family: Arial; font-size: 12.0pt;"><b><br />
</b> </span><i><span style="color: #993300; font-size: 12.0pt;"><b>Guillén y otros Afroamericanos (recital)</b></span></i><span style="color: #993300; font-family: Arial; font-size: 12.0pt;"><b><br />
</b> </span><i><span style="color: #993300; font-size: 12.0pt;"><b>Amor Sagrado y Profano ( recital)</b></span></i><span style="color: #993300; font-family: Arial; font-size: 12.0pt;"><b><br />
</b> </span><i><span style="color: #993300; font-size: 12.0pt;"><b>Elogio de la lengua Espanyola (recital)</b></span></i><span style="color: #993300; font-family: Arial; font-size: 12.0pt;"><b><br />
</b> </span><i><span style="color: #993300; font-size: 12.0pt;"><b>El tango en la literatura (recital)</b></span></i><span style="color: #993300; font-family: Arial; font-size: 12.0pt;"><b><br />
</b> </span><i><span style="color: #993300; font-size: 12.0pt;"><b>Borges y el Tango (recital)</b></span></i><span style="color: #993300; font-family: Arial; font-size: 12.0pt;"><b><br />
</b> </span><i><span style="color: #993300; font-size: 12.0pt;"><b>La máscara en </b><st1:personname productid="la Commedia" w:st="on"><b>la Commedia</b></st1:personname><b> dell’Arte (conferencia)</b></span></i><span style="color: #993300; font-family: Arial; font-size: 12.0pt;"><b><br />
</b> </span><i><span style="color: #993300; font-size: 12.0pt;"><b>El Actor detrás de la máscara (conferencia)</b></span></i><span style="color: #993300; font-family: Arial; font-size: 12.0pt;"><b><br />
</b> </span><i><span style="color: #993300; font-size: 12.0pt;"><b>El Tango en el teatro Rioplatense (conferencia)</b></span></i><span style="color: #993300; font-family: Arial; font-size: 12.0pt;"><b><br />
</b> </span><i><span style="color: #993300; font-size: 12.0pt;"><b>Mitificación de la ciudad en la poesía y las letras de tango (conferencia)</b></span></i><span style="color: #993300; font-family: Arial; font-size: 12.0pt;"><b><br />
</b> </span><i><span style="color: #993300; font-size: 12.0pt;"><b>Jorge Enrique Adoum o el teatro de la subversión -2008</b></span></i><span style="color: #993300; font-family: Arial; font-size: 12.0pt;"><b><o:p></o:p></b></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div>Andrés Aldaohttp://www.blogger.com/profile/13501215594400255974noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5585898414183619824.post-87609391440351114272010-07-26T12:17:00.000-07:002010-07-26T12:17:51.429-07:00<div class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: xx-large;"><a href="" name="7085123233120023000"></a></span></span><b><span style="font-family: Arial;"><a href="http://nestorscalone.blogspot.com/2010/03/corrientes-y-parana.html"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: xx-large;">"CORRIENTES y PARANÁ"</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> <o:p></o:p></span></span></b></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 12.0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 12pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"><br />
</span></span></div><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiq6rohBLlb8dJMVxbGVLbxl1vQxyE2VGCGfLY29iO2OaXBCH7Hg2yoEP7IK09kCO8q50BqdjijFy3yD2e9OJv-qh188Rl42W7-vn5g5AuaK0yAkEfzTctrHilmjHdFEm2OUxtuo89YM0_g/s1600/tranway.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiq6rohBLlb8dJMVxbGVLbxl1vQxyE2VGCGfLY29iO2OaXBCH7Hg2yoEP7IK09kCO8q50BqdjijFy3yD2e9OJv-qh188Rl42W7-vn5g5AuaK0yAkEfzTctrHilmjHdFEm2OUxtuo89YM0_g/s640/tranway.jpg" width="483" /></a></div><div style="text-align: center;"><br />
</div></span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 12.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000; font-family: Arial; font-size: 16px;">Sin pretender realizar un estudio exhaustivo sobre la esquina tomada como entidad, o acaso para incluir a todas, donde históricamente se leyeron los bandos y proclamas que informaban de los acontecimientos destacados, pasados y futuros, en los siglos primeros de nuestra ciudad. Casi tomando un protagonismo dentro del ejido similar a las plazas, como rémora de la vieja aldea.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 12.0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 12pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> Posteriormente estos vértices urbanos, inspiraron poemas y canciones, como el vals: “Esquinas Porteñas” estrenado por la década del ‘30, obra de Sebastián Piana y Homero Manzi. Incluido en los repertorios de voces y conjuntos, que también grabaron.<br />
Pero </span><b><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Nuestra Esquina,</span></b><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> se omite en ese magnífico cuasi Atlas Porteño con ritmo de tango compuesto en 1966, por Florencio Escardó y Héctor Stamponi, titulado ¿En qué esquina te encuentro, Buenos Aires?”. Donde el múltiple “Piolín de Macramé”, cita ochavas existentes (Suárez y Necochea o San Juan y Boedo) e imaginó otras (como Borges y Carriego o Sábato y Pichuco). En ambas instancias no reparó en </span><b><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Corrientes y Paraná</span></b><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"><br />
Encuentro la milonga de Baliotti y Adamini “Señores yo soy del centro”, estrenada por los finales de la década del ‘30, grabada por las orquestas de Carlos Di Sarli cantando Roberto Rufino, Lucio Demare cantando Horacio Quintana y Ángel D’Agostino con la voz de Ángel Vargas, donde expresamente se menciona: Corrientes casi esquina Paraná. La más aludida por nuestros creadores, es sin duda Corrientes y Esmeralda.<br />
Revisando los hechos transcurridos en estas ochavas y su periferia, tenemos el origen y nacimiento, más el posterior desarrollo del espectáculo nacional, en sus variadas disciplinas. Encontramos en la esquina S.E. al Teatro Politeama, Corrientes 1498.<br />
Resultó el segundo teatro instalado en la calle Corrientes, en terrenos de familia la “Quinta de los Zamudio” que incluía la manzana de Uruguay, Sarmiento (ex Cuyo), Paraná y Corrientes, esquina que su dueño don Francisco Zamudio de Balbín, cede a un sereno para levantar su rancho.<br />
Su propietario se aseguraba cediendo vivienda al sereno, que pusiera fin al constante robo de fruta de los árboles, que realizaban los paseantes o merodeadores.<br />
El mismo por 1873 alquila una parte del predio a cirqueros liderados por Pablo Cafeto (a) “</span><st1:metricconverter productid="40 onzas" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">40 onzas</span></st1:metricconverter><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">” y su esposa, de gran éxito como ecuyer. Eran sus líderes los hermanos Carlo, con el domador Guillalme y dos años más tarde se incorporó la celebrada equilibrista denominada “</span><st1:personname productid="La Reina" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">La Reina</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> del Niágara”, luego los hermanos citados se fueron y lo transfieren a César Ciacchi, que funda el Circo Arena inaugurado en 1875, con su frente de ladrillo. Su interior era un inmenso “Barracón de madera”, de gran novedad que, a la vez preocupaba al Jefe de Bomberos el Coronel José María Calaza, en caso de alguna emergencia no deseada.<br />
El empresario César Ciacchi ya en 1878 y presenta los planos correspondientes, pensando en futuro y reemplazó el circo, por un teatro que denominó Politeama Argentino, en Corrientes 1498.<br />
Como antecedente ciudadano se puede citar que por 1882 José J. Podestá inaugura el Politeama Humberto I, construido por Pablo Rafetto en lugar donde funciona el actual Departamento Central de </span><st1:personname productid="la Policía Federal." w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">la Policía Federal.</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> (1)<br />
Al comenzar sobrevino una crisis, pero igual siguieron la obra, utilizaron millares de ladrillos rojos importados de Italia, que en principio estaban destinados para el futuro edificio de Aguas Corrientes.<br />
En sus elencos desfilaron los cirqueros Chiarini, Spelterini y Cotrelli, actuaciones aplaudidas por los doctores Carlos Pellegrini, Ignacio Pirovano, Aristóbulo del Valle y los generales Bartolomé Mitre y Manuel Campos. (2)<br />
El teatro comienza por enero 1879 con un baile de máscaras y el 16 de julio actúa la compañía del Teatro Colón, cantan “Les Hugonotes” (Jacobo Meyerbeer). Posteriormente se realizó un agasajo al Gral. Julio Roca, con 2.000 invitados.<br />
Siendo la inauguración oficial el 6 de setiembre, con Otelo (Shakespeare) interpretada por el italiano Ernesto Rossi. Siguieron actuando las compañías líricas y dramáticas de Elenora Duse, Francisco Stagno, Griselda Morosini, Leopoldo Frégoli, María Barrientos, todos de variados géneros.<br />
Reaparece el Circo de los Podestá con Juan Moreira (pantomima) en 1886, fue su estreno céntrico, dado que lo representaba por los barrios porteños y la entonces campaña bonaerense.<br />
El 17/7/1886 debuta allí Sara Bernhardt con “Fedora” (Sardou), actuación que hizo viajar desde Tucumán a Domingo F. Sarmiento, que reiteraba sus viajes cuando cantaba la soprano ligera María Barrientos. Reaparece Ernesto Rossi y la exitosa Adelina Patti con sucesos como </span><st1:personname productid="La Traviata" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">La Traviata</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> (Verdi), El Barbero de Sevilla(Rossini) y Lucía de Lammermoor (Donizetti)<br />
Así se logró el silencio total, toda una novedad en esta sala rumorosa y bravía, que supo reunir a 38.000 espectadores. En 1890 actuó el famoso Coquelín y su compañía francesa, máximo intérprete de Moliere y por 1891, los Podestá reponen Juan Moreira con la destacada actuación de “Pepino el </span><st1:metricconverter productid="88”" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">88”</span></st1:metricconverter><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">, ahora hablado, novedad que habían estrenado en Chivilcoy.<br />
“Transformaciones en una década tumultuosa que marcaban a Buenos Aires como si fuera perdiendo en esa década tumultuosa, su viejo cuño de aldea sedentaria” (1)<br />
Nace Enrique Pedro Delfino el 15/11/1895, sus padres eran los concesionarios del buffet. El niño a los 5 años comenzará sus incipientes travesuras musicales, las que fueron de distinto calibre, como tomar la batuta y trepar al podio; o ejecutar en el piano a los 6 años la música que había interpretado la orquesta, momentos antes del descanso. Queda la secuela probatoria de su extraordinaria memoria musical. Nombrando dos de las tantas que realizó frente al público habitué de la platea. Así como después desarrolló esas condiciones naturales, que lo catapultaron para ser el gran autor de tangos y músicas incidentales para el teatro, sainete, la cinematografía tanto en primer tramo y su posterior evolución en la etapa del cine parlante. Agregando a lo detallado sus obras para el humor musical, que él mismo paseó por todos escenarios y emisoras porteñas, como también por Europa. Siendo destacable que sus creaciones eran concebidas e incluidas en forma muy detallada, para cada género.<br />
Hacia 1898 vencido los primeros 20 años de contrato entre los Ciacchi y los Zamudio, uno de éstos herederos, piensa en demolerlo y levantar una casa de renta, hasta se realizó la función de despedida. Pero la sala siguió.<br />
El 4 de enero de 1899 se realiza una función de agasajo a la soprano portuguesa Regina Pacini. Con el tiempo será esposa del Presidente de </span><st1:personname productid="la Nación" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">la Nación</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">, el Doctor Marcelo T. Alvear y compartirá, entre otros emprendimientos sociales la creación de </span><st1:personname productid="la Casa" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">la Casa</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> del Teatro, en el mismo solar que ocupa en la actualidad, la sala teatral Regina, de la avenida Santa Fe 1235, de nuestra ciudad.<br />
En épocas de 1900, se habilitaban palco-cerrados, donde sus ocupantes no eran vistos por el resto de la sala. Eran bailes de Carnavales que marcaron la mayor distinción junto con los que se realizaban en el Teatro de la Ópera.<br />
Siempre por el Carnaval de 1900, actuó la orquesta dirigida por el Maestro Santo Discépolo, diplomado en el Real Conservatorio de Nápoles; en nuestra ciudad fundó y dirigía las bandas de </span><st1:personname productid="la Policía" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">la Policía</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> y la de Bomberos. Además compuso los tangos “Payaso” dedicado a Franck Brown y “No Empujes Caramba”<br />
Luego en la misma sala por décadas posteriores, su hijo menor el notable actor/autor Enrique Santos, representó Wunder Bar y Blum.<br />
Estos bailes fueron de la mayor distinción y competían con el Teatro de la Ópera e introdujeron el Tango en el centro, con la muchachada brava de taco militar y pantalón bombilla, que no terminaban siempre de la mejor manera.<br />
Es para aclarar que las trifulcas eran tan bravas, que llegaban a correr sangre, con intervención policial, siempre se registraban en Carnaval, porque el resto de las funciones se representaban óperas y/o música clásicas y se desarrollaban normalmente. Los mismos fueron tratados en la pluma de Julio César Viale, en “Estampas de mi Tiempo” (3) donde marca la diferencia entre ambas salas. Anticipadamente había grescas con puñales y sangre.<br />
En setiembre de 1902 los Podestá, estrenan la comedia de Nicolás Granada “Al Campo” pieza fundacional de nuestra dramaturgia.<br />
El autor que trabajó como ayudante de Bartolomé Mitre, a fines del siglo 19, le cedió un original que leyó y elogió y a la vez preguntó, a que elenco iba a confiar la representación. Contestando Granada que había apalabrado a unos artistas españoles y “Don Bartolo” rápidamente expresó: “No empiece con zonzeras” , llévela a los Podestá (4)<br />
Los bailes de Carnaval siguieron con tangos desde 1913/15 con las orquestas de Albérico Spátola y Augusto Pedro Berto.<br />
El 21 de setiembre del 1914 se realiza el 1er. Baile del Internado, con la orquesta de Francisco Canaro, quien estrena su tema Matasanos, evento que contó con la activa programación y realización de los – por entonces estudiantes- José Arce, Pedro Chutro y Ricardo Finochieto. Luego sus magníficas carreras honraron a </span><st1:personname productid="la Cirugía Nacional" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">la Cirugía Nacional</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> y a todos los argentinos en general.<br />
También 1915 en los carnavales Augusto Berto formó dos orquestas, actuaban una en nuestro teatro y la otra en El Nacional; siendo por 1922 Roberto Casaux con “El Vasco de Olavarría” de Alberto Novión, logrando gran suceso de público y crítica, al imponer sus notables aptitudes y dará a conocer un nuevo autor.<br />
El folclore desconocido por los porteños, hasta entrada la 2ª. Década, llega con la compañía encabezada por Andrés Chazarreta.<br />
Debutan el miércoles 16/3/1925, en función especial para periodistas y autoridades, con gran repercusión, reflejada en el diario “La Época”, que expresó: “ una franca salva de aplausos sorprendió a los propios músicos de tierra adentro” (sic.). Sumaron 40 días a sala llena, donde sobresalía la soprano Patrocinio Díaz, que cantó 4 vidalas, más zambas, chacareras y vidalitas. Luego la cantante grabó con la agrupación orquestal de Juan de Dios Filiberto.<br />
Por 1931 actuó el sexteto de Pugliese-Vardaro, muy festejado por la concurrencia, razones varias como la llegada del cine sonoro, no perduró en el tiempo.<br />
En 1937 se representó “MAL DE AMORES” una revista musical de Francisco Canaro como director y autor junto a Ivo Pelay.<br />
El elenco lo integraban Paquita Garzón, Agustín Irusta, Roberto Fugazot y un juvenil Angel Magaña, pero la misma se calificó como un cuasi fracaso, dado que no alcanzo la repercusión alcanzada por las revistas anteriores, que enfocaban a las canciones estrenadas en el escenario, como gran suceso.<br />
Luego al correr de los almanaques, siguieron éxitos notables: en 1947 presentaron a </span><st1:personname productid="La Diosa" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">La Diosa</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> de Ébano Josephine Baker, en la casi última etapa de su carrera mundial. Alternando con producciones teatrales representadas por Luisa Vehil, Ana María Campoy, José Cibrián, Esteban Serrador ya por 1948/50. Citando algunas figuras de prestigio, que pisaron las tablas del Politeama y siempre elogiaron su acústica, como una de las mejores del mundo.<br />
Llegado 1958 los propietarios del inmueble ya reducido, resolvieron demolerlo para levantar un rascacielo y una amplia galería, que resultó un cuento más o acaso, toda una gran estafa, sin duda. Esto motivó que el Fondo Nacional de las Artes, resolviera que por cada sala teatral que se cerrara, se construyesen dos en su reemplazo. La aplicación de la misma fue de una repercusión relativa.<br />
Desde 1990 esta esquina fue denominada Esquina Aníbal Troilo y existe actualmente el Café Politeama.<br />
En la misma manzana del Politeama, en Paraná 345 estaba EL PASATIEMPO, fundado por Monsieur Luis Forlet por 1884, montado al estilo parisien. Era un típico café-concert, con la platea abierta en un lateral, junto a un jardín con mesas. Fue uno de los escenarios por 1885, dedicados a las representaciones tipo Moulín Rouge, más las piezas criollas de sátira política.<br />
Lo transitaban las “indiadas” (5) bravas, siendo Monsieur quien ponía la cara a vasos, sillas, botellas, aplausos, alguna prenda femenina íntima y flores... todo. Pero en l887 a $ 0,50 la entrada reunió a 50.000 espectadores, casi una curiosidad para analizar en términos económicos. Entre las bromas mas pesadas fue dejar sin luz el local, con gran asombro y alboroto, pero conocedor del ambiente saltó al escenario Nemesio Trejo... con su guitarra cantó y paró a la indiada.(*)<br />
Nemesio Trejo fue un personaje bien porteño y dueño de una gran personalidad e inventiva, que cumplía además con importantes cargos, como Procurador del Bco Nación. Su notable currículum mereció trabajos especializados y evocativos de Julio César Viale Paz, Enrique Puccia, entre otros. .(6)<br />
El mismo protagoniza y escribe “</span><st1:personname productid="La Fiesta" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">La Fiesta</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> de Don Marcos”, será la primer sátira política nacional, estrenando el 2/5/1890 la primer revista porteña; era un brulote para Juárez Celman y aludía además a Lucio V. Mansilla. El elenco lo completaban Rogelio Juárez, la belleza madrileña Elisa Pocoví y Amadeo Lastra. Nemesio Trejo fue autor, payador, polifacético dueño de una gran personalidad siempre de gran repercusión entre sus seguidores.<br />
En 1892 debuta en la orquesta de la casa, el joven Alfredo Bevilacqua, como pianista a los 18 años, y por el Carnaval de 1895, será su director y estrenará sus tangos: Apolo y Venus.<br />
Esq. SO..?? Confitería Premier.<br />
Por Corrientes en el N° 1524: acera sur/oeste estaba el Picadilly, que actualmente reflotó el cantautor Chico Novarro como teatro/auditorium, respetando su antigua denominación, fue por el ‘40 local bailable, donde actuaron las orquestas de Osvaldo Pugliese y sus cantores Roberto Chanel y Alberto Morán, de gran éxito; alternando con la del cantor Ángel Vargas, dirigida por el bandoneonista/director Eduardo del Piano y en 1945, debuta la agrupación de Enrique Mario Francini-Armando Pontier y su cantor Alberto Podestá. Citando las orquestas mas destacadas y de mayor éxito que pasaron por este local.<br />
Teatro General San Martín, en Corrientes 1530.<br />
Ocupa el solar del ex Teatro Nuevo, antes llamado Corrientes, Municipal de Comedias y del Pueblo. El 26 de agosto 1916 debuta el flamante binomio Muiño-Alippi y su compañía en “Guerra en Tiempo de Paz”, en la última función como fin de fiesta, cantó el flamante dúo de Gardel-Razzano.<br />
Sus antecedentes institucionales parten de 1937 cuando el gobierno municipal le cede a Leónidas Barletta, las instalaciones para el Teatro del Pueblo.<br />
Pero en 1943 otro Intendente lo recupera y crea el Teatro Municipal de </span><st1:personname productid="la Ciudad." w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">la Ciudad.</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> de Bs. Aires, que en 1950 será denominado: General San Martín, siendo uno de los más entusiasta para dotarlo de las flamantes técnicas, el Maestro y formador de toda una pléyade actoral notable: don Antonio Cunill Cabanellas.<br />
Comenzaron la obra en 1953 y se suspende en 1955 con </span><st1:personname productid="la Revolución Libertadora" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">la Revolución Libertadora</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">, en 1960 prosiguen por la gestión del Intendente Hernán Giralt, que las inaugura ante el Presidente Dr. Arturo Frondizi 25/5/1960 - provisionalmente - en adhesión a los festejos del Sesquicentenario de </span><st1:personname productid="la Revolución" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">la Revolución</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> de Mayo de 1910 La inauguración oficial fue 23/11/61.<br />
Como buenos porteños si cruzamos desde el San Martín, a la acera impar, funcionó el Bar Iglesias, donde Roberto Firpo fue gran suceso, por ser la primera gran orquesta típica. Establecimiento que compartía la medianera con el Café Dominguez, evocado por Ángel D’Agostino y Julián Centeya, en un tango escrito por ambos creadores, en décadas posteriores. El mismo fue sede de las actuaciones, del Cuarteto de Graciano De Leone entre </span><st1:metricconverter productid="1914 a" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">1914 a</span></st1:metricconverter><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> 1925, casi incorporado al inventario de la casa.<br />
Hubo varios conjuntos y en 1921, el público desbordó el local cortando el tránsito. Fue el debut de la orquesta de Paquita Bernardo, primera directora/bandoneonista que contaba con dos músicos de 15 años, Osvaldo Pugliese y Elvino Vardaro.<br />
En la ochava N.O, bautizada actualmente: Susana Rinaldi estaba en Paraná 420 el Bar Pacho, propiedad del director Juan Maglio, que luego fue Ambos Mundos y por los fines del 20 en adelante fue Café </span><st1:personname productid="La Terraza" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">La Terraza</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">, donde se filmaron decenas de películas mudas y sonoras, siendo los directores que habitualmente utilizaron las instalaciones: El Negro Ferreira, Leopoldo Torre Río, Manuel Romero, etc.<br />
En la misma acera se levantaba el Teatro de Revistas Comedia, conducido por el juvenil Carlos A. Petit, era la competencia del Maipo, donde actuaban las grandes figuras del género que tenían alguna diferencia con la empresa y/o con su titular Luis C. Amadori.<br />
Allí actuaron Severo Fernández, Mario Fortuna, Alberto Anchart, Pedro Quartucci, Tito Lusiardo y la vedette cubana Blanquita Amaro, etc. Donde por 1951 admiré a Juan Verdaguer que procedía de Las Vegas EE.UU como malabarista musical, según referencias previas del público lo señalaban chileno y/o uruguayo. Tal lo desconocido de su procedencia.<br />
Protagonizaba un show inédito y personal, consistía en tomar una escalera de una hoja, de más de treinta peldaños, más un violín. Haciendo equilibrio alcanzaba el último escalón y allí ejecutaba una pieza clásica. Luego será notable actor que descolló en teatros, películas, emisoras radiales y televisivas, de nuestro país, los limítrofes y algunos europeos.<br />
Medianera por medio, avanzando hacia Lavalle estaba el Cabaret Chantecler, en Paraná 440. Diseñado y construido a la moda del Moulin Rouge parisino, donde se ofrecían shows diversos, con la novedad de realizarlos incluyendo escenas que se desarrollaban números acuáticos. Gran novedad en Buenos Aires, que se inauguró </span><st1:personname productid="la Nochebuena" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">la Nochebuena</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> de 1924, con la gran orquesta de Julio De Caro, siguieron otros directores como Carlos Marcucci, Juan D’Arienzo, por más de una década y en 1950 Héctor Varela. Luego retorna El Rey del Compás, que se alterna con su colega Joaquín Do Reyes. Contó con la conducción del Príncipe Cubano (Ángel Sánchez Carreño), local que alternaron varias generaciones de porteños la belle epoque. Demolido en 1960, don Enrique Cadícamo lo evocará con su tango “Adiós Chantecler”.<br />
Llegamos a la esquina N.Este, encontramos el Cabaret Monmartre, de Corrientes 1431/5, inaugurado por Augusto P. Berto y su sexteto, siguió un trío de notables: como Juan Carlos Cobián, Tito Roccatagliata y Eduardo Arolas; en los intervalos cantaba la mitológica y pre-tanguera: Pepita Avellaneda.<br />
El calificativo de pre-tanguera que señalo y aclaro, dado que la creación de </span><st1:personname productid="la Cantante Feménina" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">la Cantante Feménina</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> del Tango, recién llegó de la inspiración de los autores Alberto Vaccarezza y Enrique Delfino, con el tango “Padre Nuestro” cantado por Azucena Maizani durante el desarrollo del sainete “A mi no me Hablen de Penas”, el 23/6/1924 en el Teatro El Nacional.<br />
En las cuatro ochavas de PARANÁ Y CORRIENTES, se generaron sucesos notables y variados del Espectáculo Argentino, que hoy recorrimos; como el circo, el nacimiento del teatro porteño, los grandes divos/as del drama y la lírica mundial. Además de brillantes actores nacionales y extranjeros, el café-concert, las revistas y el consabido condimento de “</span><st1:personname productid="La Música" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">La Música</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> popular más bella del mundo”: EL TANGO.<br />
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Bibliografía:<br />
(1) GALLO Blas Raúl “Historia del sainete nacional”. Buenos Aires. Editorial Buenos Aires Leyendo. 1970. 2ª. edición<br />
(2) PUCCIA Enrique Horacio. “Intimidades de Buenos Aires”. Buenos Aires, Ediciones Corregidor. 1990<br />
(3) VIALE Julio César. “Estampa de mi tiempo”. Buenos Aires. Editorial Julio Suárez. 1942<br />
(4) ORDAZ Luis. “Historia del Teatro Argentino”. Buenos Aires. Academia Porteña del Lunfardo. 1989.<br />
(5)(6) PUCCIA Enrique Horacio “Nemesio Trejo. Pionero del Sainete Nacional”. Buenos Aires. Academia Porteña del Lunfardo. 1993.<br />
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Glosario<br />
(*)INDIADA: Patota. Barra ruidosa y provocadora, actuaban en espectáculos y/o reuniones políticas.</span> <span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"><o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><o:p><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"><span class="Apple-style-span" style="color: black;"><span style="font-family: Arial;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">por </span></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="color: black;"><span style="font-family: Arial;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">Nestor Scalone</span></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;"> </span></span></o:p></div>Andrés Aldaohttp://www.blogger.com/profile/13501215594400255974noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5585898414183619824.post-2530392341840187522010-06-24T13:40:00.000-07:002010-06-24T13:40:00.672-07:00<div class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: xx-large;">Poemas y pentagramas</span><o:p></o:p></span></b></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"></div><div style="text-align: center;"><b><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">La música popular uruguaya</span></b></div><b><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><b><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">como vehículo difusor de la poesía</span></b></span></div></b><br />
<div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><a href="http://www.letralia.com/firmas/difilippoaldoroque.htm"><span style="color: #b86912; text-decoration: none; text-underline: none;"> Aldo Roque Difilippo</span></a><o:p></o:p></span></b></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><a href="http://www.letralia.com/firmas/difilippoaldoroque.htm"></a></span><span style="color: windowtext; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Verdana;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">La poesía, en su forma ortodoxa de llegar al público, parecería, según algunas expresiones, viene cayendo en desuso. Además de los problemas económicos de las editoriales, esa expresión es más que relativa, a la luz del sinnúmero de publicaciones en formato de revistas, desplegables o plaquetas literarias, que difunden la creación de los nuevos poetas, o aquellos que no ingresan al círculo, siempre reducido, de las editoriales.</span><span style="color: windowtext; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Verdana;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">En Uruguay, desde su génesis como nación, la poesía ocupó su papel difusor de los devenires del hombre y su tiempo. Trovadores a la vieja usanza de los medievales, recorrían la campaña, guitarra en mano, entonando los primeros poemas que pretendían exaltar el ser nacional, y tener al tanto al incipiente público de los avatares políticos o revolucionarios.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Bartolomé Hidalgo (1788-1823), padre de los poetas tradicionalistas orientales, sobresale con sus cielitos, alentando al gauchaje en la lucha independentista. Esa impronta dejada por Hidalgo superó los parámetros de la lucha revolucionaria, llegando incluso a nuestros días, y limando esa frontera entre los “poetas mayores” y los populares. Los ejemplos sobran a este respecto, ya que el mismo Hidalgo fue recreado por Alfredo Zitarrosa, un poeta con la capacidad de convertirse en “mayor” y que prefirió musicalizar sus textos para llegar al público. A su vez, otros poetas que no transitan el nativismo, en cierta medida se denuncian sucesores de Hidalgo al optar por diferentes caminos además del libro para “conquistar” nuevos públicos. Serafín J. García, y Fernán Silva Valdés, por referirnos a poetas de neto corte gauchesco, hasta Líber Falco, Idea Vilariño, Mario Benedetti o Mauricio Rosencof, han sido, y siguen siendo llevados al pentagrama.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Es decir, el “consumo” de poesía mediante su musicalización no es novedoso en Uruguay.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Dos motivaciones fundamentales inspiran este trabajo: la estrecha relación entre la poesía y la música; y las vías alternativas por la que el público accede a ella.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Lejos queda la afirmación que sentencia la muerte de la poesía. Muy por el contrario, el público contemporáneo “consume”, en una medida significativamente mayor sonetos, rimas y cuartetas, de poetas populares de los cuales la crítica literaria debería ocuparse en profundidad.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Evidentemente que la relación entre poesía y su musicalización radica en la sonoridad implícita del texto, más allá de la ajustada rima a la que pudiera haberla ceñido el poeta, está también en esas palabras, que a decir de Julio Cortázar tienen cierto color, y una sonoridad especial, que las hace atractivas.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Por otro lado, en este tiempo donde predominan los medios masivos de comunicación, y donde indefectiblemente todo lo relativo a las expresiones artísticas pasa por ellos, el público accede a la poesía por diferentes vías.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Popularmente se divide a los poetas en “mayores” y “menores”, de acuerdo a su opción por la palabra escrita, o por los que las musicalizan. Mundialmente conocida es la conjunción entre un “poeta mayor” como Antonio Machado y uno “menor” como Joan Manuel Serrat, o la dupla que realizaran Jaime Roos al musicalizar los poemas de Mauricio Rosencof en el disco <st1:personname productid="La Margarita." w:st="on"><i>La Margarita.</i></st1:personname> La pregunta sería: ¿cuál es la diferencia entre un poeta “mayor”, y poetas como Silvio Rodríguez, Alberto Cortés, o Alfredo Zitarrosa..?<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Los poetas cantores<o:p></o:p></span></b></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Poemas para ser leídos, o para ser cantados, que en algunos casos fueron ajustados al tiempo musical por parte del propio autor, como en <i>El Sur también existe</i> (de Mario Benedetti y el catalán Joan Manuel Serrat), o la musicalización posterior que el dúo <i>Los Olimareños</i> realizó de <i>Hombrada</i>de Serafín J. García; entre otros.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Esa impronta dejada por Bartolomé Hidalgo pautó la posterior creación y la difusión de poetas, tales como Fernán Silva Valdés, Serafín J. García, Víctor Lima, Rubén Lena, entre otros.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Bartolomé Hidalgo con sus gestas patrióticas, Serafín J. García inmerso en la poesía gauchesca de corte social, Mario Benedetti y sus temáticas sociales y con aristas de crítica política, entre otros; todos apuntando a llegar al mayor número posible de lectores, o de oídos donde dejar el mensaje de sus versos.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Poetas musicales<o:p></o:p></span></b></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Dentro del folklore uruguayo, que a partir de la década del ‘60 se autodefinió como “canto popular”, la poesía giró en torno a los temas más cercanos al hombre. Historias como la de <i>Pueblito Zequeira,</i>de Tabaré Etcheverry. Letras que podrían catalogarse en un juicio apresurado como sencillas, reflejando las vicisitudes de sus habitantes.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Figuras, a estas alturas míticas, se erigieron en esa década: Víctor Lima, Aníbal Sampayo, Tabaré Etcheverry, Alfredo Zitarrosa, Rubén Lena, Osiris Rodríguez Castillo, entre otros, surgieron al espectro musical y poético reflejando el sentir de la sociedad uruguaya.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Con la reincorporación democrática del país, el retorno de estos tótemes significó una muestra palpable de la idolatría profesada por el público a sus poetas. <i>Los Olimareños,</i> a su regreso al país en 1985, cantaron ante 50.000 personas en el Estadio Centenario de Montevideo, en una lluviosa noche. Algo que en principio podría catalogarse como la necesidad de expresión ante tantos años de libertades censuradas, pero que ante el coro del público con el nítido recuerdo de las letras de las canciones, es una pauta más que fehaciente de la necesidad de una poética propia que establece un diálogo entre el autor, el intérprete, y el público.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Zitarrosa, canto mayor<o:p></o:p></span></b></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Alfredo Zitarrosa (1936-1989), es el cantor más importante que ha dado el folklore uruguayo, admirado y discutido como todos los personajes que sobresalen del común. “Nací el 10 de marzo del ‘36”, dijo alguna vez, “fecha de la cual no tengo recuerdos, al contrario de lo que decía Vallejo en algún verso sobre su muerte física”.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Reflejando su casi irónico modo de ver las situaciones que conforman el vivir, y que reflejó en una estructura poético-musical particularísima, y monolítica desde sus primeros discos.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">“Zitarrosa siempre fue, para mí, un ser hamletiano”, afirma Washington Benavides, opinión que compartimos ante las declaraciones del cantor: “No me tolero el goce a menos que lo sienta legítimo, a menos que sea bajo el sol y a la luz de la verdad”.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Crítico despiadado de su obra y de su tiempo: <i>“si alguien conoce el secreto / supongo que me dirá / por qué donde falta el pan / siempre sobran los decretos”</i> (<i>“Milonga más triste”</i>).<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Creando su poética sobre esas bases, evidenciándose la dureza de la autocrítica que lo convirtió en un cantor exigente con su trabajo, y un fino poeta donde muchas veces la rima está en la entonación más que en la métrica de los versos.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Todas estas características influyeron, e influyen aún hoy en cantores y autores, que encuentran en él la fuente de inspiración, el mojón casi obligado. Incluso El <i>Cuarteto de Nos</i> (grupo musical que cultiva el rock, que nada tiene que ver con el folklore uruguayo), en su disco <i>Otra Navidad en las trincheras</i> dedica su trabajo a Alfredo Zitarrosa, e incluye un tema: “Zitarrosa en el cielo”.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Resulta un lugar común decir que las milongas ocuparon un espacio importantísimo en la discografía y la creación de Zitarrosa. Así como también los temas relacionados con los amores contrariados, los desencuentros, y las pasiones imposibles. Temáticas cuasi obsesivas del poeta y del cantor, ya desde su primer disco <i>Canta Zitarrosa</i> (1966), evidenciando esa veta que explorará a lo largo de toda su carrera discográfica, hasta su último trabajo, compartido con Héctor Numa Moraes <i>(Sobre pájaros y almas).</i> Al igual que el amor.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Zitarrosa aborda el amor desde la veta más íntima del ser, abandonando ese carácter casi telúrico y cursi que otros poetas han adoptado, o harto repetido como el de los malos boleros, donde la pasión amorosa se impregna de la sangre en una copa rota, o las traiciones rubricadas con la muerte. El amor es más intimista, más humano.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Desprovisto de toda esa tragedia melodramática que atraviesa casi todas las expresiones musicales, con sus idas y venidas, con sus consabidas ausencias y nostalgias. <i>“Si te vas, / quiero verte partir, / saber que te has ido; / sin adioses el amar y el morir / nunca son olvido”</i> (“Si te vas”).<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">“Stefanie”, una de sus composiciones más conocidas y celebradas, “es una canción de amor”, expresa Zitarrosa, “pero alude al hecho mismo de que la prostitución, en el mundo capitalista es, en todo caso, nada menos que el resultado de la explotación del hombre por el hombre, no obstante es una canción de amor, al ser humano, no a la prostituta, a aquella mujer con la que uno pudo o no tener una relación sexual, pero sí una relación de afecto, nacida a partir del reconocimiento de que se trata de un ser humano que también es capaz de amor”.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Los pájaros, una temática casi inusual para un cantor popular, son una recurrencia desde las primeras composiciones de Zitarrosa, hasta ese último trabajo que resultó de edición póstuma, marcando desde la carátula misma esa temática alada que persiguió al autor por toda su creación. Más propio para un autor musical de raíz folclórica hubiera sido hablar de caballos, las desgastadas imágenes de taperas semiderruidas, o los duelos criollos cuasi borgeanos que pretenden limpiar el honor del personaje y que reflejan una realidad prehistórica. Aunque tampoco esquivó las temáticas tradicionalistas, o de corte histórico, Zitarrosa opta por otro camino. “La próxima canción la cantará el pueblo”, expresó alguna vez, “si cree que está bien. Nosotros los cantores tenemos que cantar lo que el pueblo siente”.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Sus pájaros están presentes quizá por ese espíritu libertario (como era común decir en la época pre y pos dictadura), por ese amor hacia el pensamiento sin rejas, que lo llevó a un exilio que lo desgarró. Otro elemento extraño, si se quiere, y que se le sumó al ya muy personal atuendo del cantor (riguroso traje negro, corbata, y cabellos engominados precediendo a los guitarristas en una actitud gardeliana), es su composición “Milonga por Beethoven”. Sin dudas un caso extraño en el cancionero nacional, y posiblemente la única composición con base netamente popular, donde se le rinde tributo a un compositor de la denominada “música culta”:<i> “poco supo del buen amor / buscó compañera y halló / sólo alguna flor, / rococó. / Tuvo la bandera y honor / sólo su sordera lo amó”.</i><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Música y texto compuesto a la par, consiguiendo, según Washington Benavides “insólitas rimas” con irregularidades en la métrica del texto que se acopla con los tonos que la música le va dando. “En este grupo se inscriben la mayoría de las zambas iniciales que compuso Zitarrosa”, agrega Benavides. “Pero en este mismo grupo aparecen obras definitivas, como ‘El violín de Becho’, donde el poeta recurre a los pareados para componer un inolvidable retrato poético del músico amigo, con imágenes que estarán entre los mejores logros de la canción y la poesía uruguaya”.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">“Nosotros los cantores tenemos que cantar lo que el pueblo siente y nos equivocamos muy a menudo, especialmente cuando nos sentimos la vanguardia”, expresó Zitarrosa refiriéndose al canto como intérprete de la realidad, “la vanguardia es la clase obrera. No somos creadores, somos recreadores de lo que la gente siente y piensa, prendiendo el fuego, arreglando un zapato o creyendo en Dios sin razones suficientes, pero hasta por necesidad de sentirse un hombre entre los hombres”. Y ese pueblo, el 17 de enero de 1989, cuando el poeta y el cantor pasaba a ser recuerdo, “llevaban tu muerte allá adelante” parafraseando a José “Pepe” Guerra, “sin más señas que el dolor que los unía. Cosa seria”.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">En las paredes se leyó “El violín de Becho está llorando y nosotros también”, por esas manos anónimas hacia quien iba destinada la poesía y la pasión de Zitarrosa. “No llores, canta”, fue otra de las frases repetidas en los muros montevideanos, o un sugestivo “hasta luego Alfredo”, entre flores y guitarras.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Viglietti, un cantor para leer<o:p></o:p></span></b></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Daniel Viglietti (Montevideo, 1939) se nutre del folklore tradicional, asumiendo una propuesta académica, como pocos, pero no exento de la sensibilidad popular. Algo que lo convierte en una extraña y atractiva mezcla de poeta depurado y cantor popular. Algo que incluso ha llevado a algunos críticos a comparar su propuesta musical y poética con la impuesta al tango por Astor Piazzolla, o como lo afirma Elbio Rodríguez Barilari: “Después de Gardel (Viglietti), sigue siendo el músico uruguayo más conocido por el mundo”. Con una marcada posición política de izquierda, reflejada en sus textos. Si bien la ideología política de Viglietti puede o no ser compartida, la estructura de sus textos lleva al reconocimiento, ante la belleza poética-musical. Inclusive las composiciones “panfletarias” como “El Chueco Maciel” o “A desalambrar”, tienen la belleza rotunda de texto y música que aplasta cualquier argumento de sus detractores. <i>“Te contaré una historia / amarga o más. / Te la canto por eso / y que caray. / Era Van-Dig la aldea / allá en Vietnam. / Era, digo, una escuela, / no digo más. / Vinieron por el aire, / vuelo mortal. / Quedó sólo un cuaderno, / no digo más” </i>(“Dinh-Hung, Juglar”).<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Contemporáneo al nacimiento del “canto popular” y sus cultores más destacados, a diferencia de ellos, Viglietti fue tomando diferentes elementos hasta conformar un estilo para nada convencional para los cánones folclóricos en su sentido más ortodoxo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">“A fines del ‘60 es todo un guitarrista”, agrega Rodríguez Barilari. “Lo recuerdo siendo todavía un niño, en un concierto del Centro de Protección de Chóferes haciendo Milán, Sor, Bach, Villa Lobos...”.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">En su última visita a Mercedes, en una rueda informal entre amigos, tras su concierto, nos contó de sus primeros años de guitarrista junto a su padre, haciendo tangos en las fonoplateas radiales. Todo ello confluye en su propuesta musical y poética, convirtiéndolo en un cantor para leer.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">A diferencia de sus contemporáneos, las letras de Viglietti se develan en la intimidad de la lectura, en tanto sobre el escenario, el ritmo de música y texto permiten otra lectura a profundizar al leer el texto.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Quizá por ello su producción no es para nada profusa, aunque sus discos son vendidos por miles. “Soy lento”, nos dijo ante la casi exigencia sobre una producción discográfica mayor (el trabajo anterior a <i>Esdrújulo</i> —1993—, es <i>A dos voces,</i> junto a Mario Benedetti, grabado entre 1985 y 1987). Una lentitud influenciada quizá por la meticulosidad de sus textos.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><i><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Esdrújulo </span></i><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">es el más claro reflejo de esa conjunción entre el guitarrista y el poeta, donde confluyen la música antigua y la milonga, sus fuentes, que por evolución, o nuevas premisas, le han llevado a virar en algo la estructura de sus poemas. Nos encontramos con un Viglietti menos directo, donde la sutileza juega un papel preponderante en la seducción del público. Un trabajo rotundo en conjunto, con temas tales como “Canción para armar” de una sutileza tal que ni por asomo se acerca al golpe bajo al abordar un tema tan atroz como la tortura: <i>“...la cabeza bajo el agua / como un pez de branquia rota / te recorre hasta la infancia / te encapucha la alegría / no esperaba esto que espero / de codos bajo la noche / en el día lastimado / nadie sabe qué le espera”.</i><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Esa confluencia entre las diferentes tendencias musicales que conviven en la creación de Viglietti y los estilos más tradicionales de este suelo, se reflejan en “La llamarada”, por ejemplo, cuando el poeta canta<i> “El sueldo de un pión carrero / nunca se debe aumentar, / pa que valore el dinero / y no aprenda a malgastar. / Los piones, dijo el dotor, / no son hombres delicaos, / a ellos no le hace el dolor / porque están acostumbraos”;</i> con una base rítmica poco tradicionalista para el lenguaje utilizado.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">“La canción de Trilce” (su hija), es un exponente de la fusión de un texto, si se quiere pueril, con una musicalidad difícilmente igualable: <i>“tan chiquí / tan chiquita que es la tierra / si la mi / si la miran desde el sol / tan chiquí / tan chiquita que es la infancia / cuando vi / cuando vino se escapó”.</i><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Algo que en otros autores se trasunta en una conjunción entre un texto sencillo y una base rítmica de corte tradicional, y que en Viglietti se colma de timbres musicales emparentados con la sonoridad del idioma y su métrica.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Rubén Lena, el color oriental<o:p></o:p></span></b></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Cuando Rubén Lena (1925-1995) compuso “<st1:personname productid="La Uñera" w:st="on">La Uñera</st1:personname>” no podía imaginarse que se convertiría en el inicio del renacimiento de la música popular uruguaya. En esos años, la difusión del folklore se circunscribía a las composiciones argentinas (Atahualpa Yupanqui, Los Fronterizos, Los Chalchaleros).<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Rubén Lena, uno de los iniciadores de la música popular uruguaya en su estructura actual, conocía las composiciones del salteño Víctor Lima y “los tres o cuatro tonos que sabía de la guitarra”. Ello sumado a una especial sensibilidad poética, sirvió como activador de la creación de uno de los más prolíficos autores uruguayos, que si bien se ciñe a las estructuras del criollismo, no se ató a ella, componiendo incluso temas carnavaleros, sones y serraneras. Su viaje a Venezuela en 1959 por motivos de su profesión de maestro, fue otro detonante: “yo había llegado a Venezuela y traía la intención de hacer canciones, porque a nosotros, como país, nos faltaba una identidad en ese aspecto, que se me había revelado sintiendo cantar a los compañeros de estudios de 21 países latinoamericanos durante ese año de convivencia”.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Cuando por una radio escuchó a <i>Los Olimareños</i> cantar “<st1:personname productid="La Uñera" w:st="on">La Uñera</st1:personname>” tuvo esa convicción: “no había casi canciones y había que hacerlas, no había por lo tanto un público para eso que no había sido hecho, y había que crearlo. Los cantores estaban con sus gargantas jóvenes, vehículos de expresión de dos excelentes personas en formación. La cuestión era poner en movimiento los sueños”, explicaría dos décadas después. Posteriormente Lena sería la siquis que <i>Los Olimareños </i>plasmarían en las grabaciones, una tercera voz no audible que dio estilo y personalidad al dúo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Nacieron así temas que hoy resultan imprescindibles al realizar un racconto del canto popular, como “<st1:personname productid="La Ariscona" w:st="on">La Ariscona</st1:personname>”, “De Cojinillo”, “Noche noche”, y el que se convertiría en un himno popular: “A don José”.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">En Lena el criollismo y la tradición se redimensionan, se expanden como la simpleza del hombre de campo, no exento de sabiduría. La poética de Lena no escapa a los devenires más simples del ser humano, y las angustias más universales. “Mis canciones tienen versos de valor universal y definitivo, para siempre, pero el valor de esos versos no lo es. Son ocasionales. Claro está, tiene un valor afectivo que cuenta, y mucho para mí...”, dijo alguna vez con su particular modestia.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">La simpleza en “El niño enfermo”, acosado por la fiebre y la tos: <i>“Las pobres puertas no quieren / dejar al viento pasar... / Y en la alta noche una madre / oye al niño delirar. / —Los caballos, los caballos / me miran de la pared; / tienen los labios resecos / mamita que tienen sed...”</i>. O letras cargadas de ironía, como “Boca de Tormenta”: <i>“Cosa fiera que sería / sentir a un cantor cantar / cantar montao a caballo / rodeao de perros cantar. / Cantar con la lanza al brazo / calzoncillo y chiripá / bigote amarillo de humo / de tanto y tanto pitar, / con china en las ancas / y que supiera montar, y que terminao el canto / bajo un aplauso cerrao / se desarmara el caballo / por ser de cartón pintao”.</i>Poética que pasa por “El cuello de botella”del hombre común con sus problemas y sueños: <i>“El cuello de botella / el corredor del diablo / viene abriendo la noche / como en exhibición / el cuello de botella / en toda circunstancia / es como el fin de mes...”.</i><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Espejo de la sociedad<o:p></o:p></span></b></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">En el <i>canto popular uruguayo, </i>e implícitamente la poesía, confluyen en esa mezcla: el criollismo, la murga, las nuevas tendencias musicales y poéticas (Jaime Roos se define como un rockero que fusiona diferentes ritmos <i>“a la uruguaya”);</i> y por supuesto el tango, que es toda una mezcla en sí mismo. El reflejo socio-cultural-político confluye en esta propuesta poética, en una lista que resulta en exceso extensa, y que abarcaría a todos, o casi todos sus exponentes. Desde Alfredo Zitarrosa con su canto netamente oriental que metamorfosea el idioma, pasando por Daniel Viglietti y las metamorfosis y fusiones entre el idioma y la música, que se repite en Jaime Roos, y con un sentido “más paisano” se refleja también en Rubén Lena, Aníbal Sampayo y tantos otros.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Por otro lado, y en lo estrictamente poético, efectuar una reseña de autores resultaría por demás acotada ante la vastedad de poemas para ser cantados, lo que popularmente se denominan canciones. Estas canciones, despreciadas por parte de los críticos literarios, han sido dejadas de lado junto a esos poetas muchas veces intuitivos, y otras tantas actuando a sabiendas, buscando llegar a un público más vasto.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">En virtud de todo esto preferimos mostrar tres patas de una mesa que desde ya decimos se presentará renga ante la profusión de grabaciones y textos. Parafraseando a Rubén Lena, habrá que escribir esas críticas que valoricen a estos autores, los definan (con todo lo subjetivo que tienen las críticas), y a la vez nos identifiquen.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Evidentemente que hablar de poesía musical uruguaya y no hacer mención al tango, el candombe y la murga, es un olvido más que notorio, pero entendemos que son tendencias que no reflejan al Uruguay en su conjunto. La murga, nítida expresión cultural uruguaya, herencia española que satiriza la actualidad, nacida de los estratos sociales económicamente más humildes, en la actualidad se presenta dividida entre Montevideo y el resto del país. Notoriamente diferenciada en su propuesta escénica y de textos. En las murgas del mal llamado interior (la pregunta sería si Montevideo está en el exterior uruguayo), la calidad de sus textos difiere de las capitalinas, así como las formas de interpretación y planteamiento escénico.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">El candombe, por influencia de la raza negra es un exponente más bien de la capital, dándose sólo algunas muestras en pocos departamentos del país.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">El tango, debido a diferentes razones, tiende a convertirse en una expresión musical étnica, más que en el espejo de una cultura. Refleja una sociedad anterior, dibuja una realidad, que si bien en algunos textos denota actualidad, en nada expresa los devenires del ser humano de las ciudades uruguayas, y sus personajes son más bien un híbrido porteño-montevideano. Además, fueron escasos, y hasta tímidos los intentos del canto popular de sumar al tango a los ritmos interpretativos.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Aplacadas las pasiones políticas, tras que el país se reincorporó a la vida democrática, el canto popular fue dejando de lado ese perfil de protesta y ganó en diversidad temática y musical.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Esa ruptura llevó a las nuevas generaciones a abordar diferentes temas de corte social, algo que hasta entonces estaba reservado al criollismo, irrumpiendo Jaime Roos con “Los Olímpicos” planteando la problemática de aquellos que partieron en busca de otros horizontes económicos.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: #6b422a; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">El poeta norteamericano Ezra Pound decía que la poesía estaba más cerca de la música que de la literatura, por las correspondencias de sonoridad entre ambas. Trabajo más que arduo será pues, decodificar a estos autores que, por pequeñeces o mezquindades, a lo largo de la historia han sido relegados y menospreciados, cuando son ellos los que verdaderamente llevan la belleza de la poesía a todos los seres sin distingos. </span><span style="color: #6b422a; font-family: Arial; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: JA;">■</span><span style="color: #6b422a; font-family: Arial; font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: JA;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div>Andrés Aldaohttp://www.blogger.com/profile/13501215594400255974noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5585898414183619824.post-86511205395525365342010-06-12T14:05:00.000-07:002010-06-12T14:11:37.344-07:00<table border="0" cellpadding="0" cellspacing="2" height="113" style="-webkit-border-horizontal-spacing: 2px; -webkit-border-vertical-spacing: 2px;"><tbody>
<tr><td><b><span style="color: black; font-family: 'Times New Roman';"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><i><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Considerado por algunos "El día del escritor" (13 de junio) y tomado como referencia Leopoldo Lugones, diría que éste sería el último nombre que tuviese tan importante reconocimiento. Si es para la Argentina el nombre de Roberto Arlt tendría prioridad absoluta. y si fuera para el Río de la Plata, sin dudar caería del estanto el nombre de Juan Carlos Onetti. Para aprovechar la ocasión de que en Artesanías hemos publicado un cuento épico e histórico sobre Evita (ELLA), inédito durante cuatro décadas</span></i><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">.</span><b><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Andrés Aldao</span></b></span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"><br />
</span><br />
</span></b><span style="color: red; font-family: 'Times New Roman';"><span class="Apple-style-span" style="font-size: xx-large;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Juan Carlos Onetti: sabemos lo que cuesta ser feliz</span></span><br />
</span><i><span style="font-family: 'Times New Roman';"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;"><br />
<a href="http://www.henciclopedia.org.uy/autores/Delatorre/curriculum.htm"></a></span></span></i><br />
<i><span style="font-family: 'Times New Roman';"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;"><a href="http://www.henciclopedia.org.uy/autores/Delatorre/curriculum.htm">Iván de la Torre</a></span></span></i></td><td valign="TOP" width="25%"><span style="color: red; font-family: Arial;"><br />
<br />
<br />
El cuento sobre Evita, "Ella" (1953), apareció recién cuatro décadas después. Allí Onetti teñía el cadáver de verde y lo hacia desaparecer en un fulgor siniestro. "A<i>hora esperaban que la pudrición creciera, que alguna mosca verde, a pesar de la estación, bajara para descansar en los labios abiertos</i>"</span></td></tr>
<tr><td><span style="font-family: Arial;"><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> A mi padre, que también lo supo y nunca dejó de ocultarlo.<br />
</span> </span><a href="http://www.henciclopedia.org.uy/autores/Hamed/Onetti.htm"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
<span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> Juan Carlos Onetti</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> nació el 1 de julio de 1909 en Montevideo, Uruguay. "</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Yo fui un niño conversador, lector y organizador de guerrillas a pedradas entre mi barrio y otros. Recuerdo que mis padres estaban enamorados. Él era un caballero y ella una dama esclavista del sur de Brasil</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">".</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Su relación con la literatura se iniciaría tempranamente: "</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Yo me hacía la rabona... y me encerraba en el museo Pedagógico que tenia una iluminación pésima. Y me tragué todas las obras de Julio Verne... Claro, mi familia creía que yo estaba en la escuela o en Liceo.</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">" No tardó en intentar él mismo escribir: "</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Por lo que recuerdo fue a los trece o catorce años, a raíz de un ataque de Knut Hamsun que me dio</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">". A los 19 años funda una revista, </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">La tijera de Colón</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">, en Villa Colón, ciudad cercana a Montevideo. La revista, que editaba en colaboración con dos amigos, tuvo siete números, desde marzo de 1928 hasta febrero de 1929, y contó con cinco narraciones "reconocidas" por el mismo Onetti como propias: "La derrota de don Juan", "Crónica de unos amores románticos", "David el platónico", "Una tragedia de amor" y "El hombre del tren".<br />
<br />
Ese mismo año (1929), desiste de viajar a la Unión Soviética para atestiguar cómo se construía el socialismo. La razón: su primera y única entrevista con el embajador de dicho país.</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> </span><br />
<b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Buenos Aires-Montevideo: es tiempo de abrazar</span></span></b><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">En 1930 contrae matrimonio con una prima hermana, María Amelia Onetti, y decide probar suerte en Buenos Aires. En ésa, su primera etapa bonaerense, intenta </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">(con nulo éxito)</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> vender máquinas de escribir Víctor. Lo ayuda entonces Conrado Nalé Roxlo ofreciéndole trabajo como cronista cinematográfico de</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Crítica</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">.<br />
<br />
En 1931 nace su primer hijo, Jorge. Al año siguiente comenzó la génesis de su primer y ya reconocida novela. "</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">En aquel tiempo fue cuando comencé a escribir. Trabajaba en una oficina ubicada en un sótano. [...] La verdad es que el tabaco fue la causa de todo. Habían prohibido la venta de cigarrillos los sábados y domingos. Todo el mundo hacia su acopio los viernes. Un viernes me olvidé. Entonces la desesperación de no tener tabaco se tradujo en un cuento de 32 páginas, que escribí ante la maquina de un tirón. Fue la primera versión de</span></span></i><a href="http://www.henciclopedia.org.uy/autores/Espinosa/Abolicionverano.htm"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">El pozo</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">".<br />
<br />
En 1932 participa del concurso de relatos organizado por </span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">La Prens</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">a con "Avenida-de-Mayo-Diagonal-Avenida-de-Mayo", que será seleccionado como uno de los diez mejores presentados al certamen. Onetti diría refiriéndose a él: "</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">James Joyce a pesar de que todavía no habia descubierto el monologo interior</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">".<br />
<br />
En 1934 se produce su encuentro con </span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> </span><a href="http://www.henciclopedia.org.uy/autores/Espinosa/Inquilino.htm"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Roberto Arlt</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">, narrado años después por el propio Onetti en su prólogo a una edición italiana de </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Los Siete Locos</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">: "E</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">n aquel tiempo, yo padecía en Montevideo una soltería o viudez en parte involuntaria. Habia vuelto de mi primera excursión a Buenos Aires fracasado y pobre. Pero esto no importaba en exceso porque yo tenia 25 años, era austero y casto por amor, y sobre todo, porque estaba escribiendo una novela "genial" que bauticé </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Tiempo de Abrazar</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> y que nunca llegó a publicarse, tal vez por mala, acaso, simplemente, porque la perdí en alguna mudanza. [...] Harto de castidad, nostalgia y planes para asesinar a un dictador, busqué refugio por tres días de Semana Santa en casa de Italo Kostia. Me quede tres años [...] </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">"<br />
<br />
La entrevista con Arlt fue inolvidable: "</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Me estuvo mirando, quieto, hasta colocarme en alguno de sus caprichosos casilleros personales. Comprendí que resultaría inútil, molesto, posiblemente ofensivo hablar de admiraciones y respetos a un hombre que siempre estaría en otra cosa [...] Arlt abrió el manuscrito con pereza y leyó fragmentos de páginas, salteando cinco, salteando diez. De esa manera la lectura fue muy rápida. Yo pensaba: demoré un año en escribirla. Sólo sentía asombro, la sensación absurda de que la escena hubiera sido planeada. [...] Finalmente Arlt dejó el manuscrito: [...] si estás seguro de que no publiqué ningún libro este año, lo que acabo de leer es la mejor novela que se escribió en Buenos Aires este año.</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">"<br />
<br />
Sin embargo la novela nunca llegó a publicarse íntegramente; sólo apareció un fragmento llamado </span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">La total liberación</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> en el diario </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Crítica</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">. Ese mismo año, Onetti contrae matrimonio con María Julia Onetti, hermana de su ex-esposa.<br />
<br />
Poco tiempo después logró publicar un cuento en la prestigiosa sección literaria del diario </span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">La Nación</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">, dirigida por Eduardo Mallea: "El obstáculo" </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">(6 de octubre de 1935)</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">. Al año siguiente publica en el mismo diario "El posible Baldi" </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">(20 de septiembre de 1936)</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> y escribe un extenso relato, proyecto de novela que nunca publicará: "Los niños del bosque".<br />
<br />
En estos primeros tres cuentos de madurez </span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> </span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">("Avenida de mayo"/"El obstáculo"/"El posible Baldi")</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">, ya están los registros de toda la ulterior obra onettiana, cada vez mas compleja en su composición, pero siempre fiel a la persona que los va realizando.<br />
<br />
</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> </span><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Marcha: ¿hay una literatura uruguaya?</span></span></b><br />
<div align="RIGHT"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">"¿De Marcha que querés que te cuente ahora? Que para sacar el primer número me pase 48 horas parado en el taller [...] Quijano va a pensar que digo esto quejándome."</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">J. C. Onetti</span></span></i></div><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">En 1939 se funda en Montevideo el semanario </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Marcha</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> y Onetti es invitado por su director, Carlos Quijano, a ocupar la secretaría de redacción; puesto que luego fue ampliado gracias a la iniciativa del propio Quijano: </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">"a quien se le ocurrió, haciendo numeritos, que yo destinara el tiempo de holganza a pergeñar una columna de alacraneo literario, nacionalista y antiimperialista claro. Recuerdo haberle dicho, como tímida excusa, desconocer la existencia de una literatura nacional [...]".</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> Así nació Periquito, el Aguador </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">[seudónimo utilizado por Onetti en sus criticas]</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">"<br />
<br />
Desde su columna, proclamó la necesidad de renovación de la cultura uruguaya en general y de la literatura en particular, a través del lenguaje y de la búsqueda de nuevos temas. "</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Hay un solo camino. El que hubo siempre. Que el creador de verdad tenga la fuerza de vivir solitario y mire dentro suyo. Que comprenda que no tenemos huellas para seguir, que el camino habrá que hacérselo cada uno, tenaz y alegremente [...] en definitiva, lo que necesita la cultura rioplatense. Una voz que diga simplemente quiénes y qué somos.</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">"<br />
<br />
Paralelamente a su tarea critica, deberá realizar esfuerzos extraordinarios para completar los números semanales y así cumplir con los lectores: "</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Yo era secretario de redacción. No tenía mas remedio que terminar tal día. Los jueves malditos tenía que estar </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Marcha</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> lista. Entonces lo que no habia yo lo ponía, a veces con discrepancias de Quijano que me decía <</span></span><pero, es="" esto?!="" esto?,="" ¡¿que="" ¿y=""><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">>, son fragmentos de la novela tal de Johny Dolter, o cosas así. Qué iba a decir. Cayó en mis manos, lo leí, me gustó mucho. No le iba a decir a Quijano que lo había inventado yo.</span></span></pero,></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">"<br />
<br />
A pesar de todo su trabajo, ese año apareció su primera novela,</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">El Pozo</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">(diciembre 1939)</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">, nacida del relato de 1933 y publicada por Editorial Signo, propiedad de dos de sus amigos. La edición de 500 ejemplares tardó 20 años en agotarse, pero significó para Onetti el primer reconocimiento literario, por sus innovaciones formales, dentro del círculo cultural rioplatense.<br />
<br />
La novela tiene como protagonista a uno de los clásicos</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> </span><a href="http://www.henciclopedia.org.uy/autores/RSantullo/BienMalcomics.htm"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">antihéroes</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> onettianos quien, "</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">agotado por la toma de conciencia del envilecimiento de la existencia humana y la futilidad de toda tentativa de comunicación</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">", es conducido a desplazarse "</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">desde la realidad a la ficción</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">"; así Eladio Linacero</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">(el protagonista) </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">realiza un </span></span><a href="http://www.henciclopedia.org.uy/autores/Mazzucchelli/Peregrinatio.htm"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">viaje</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> iniciático hacia el interior de sí mismo a través del </span></span><a href="http://www.henciclopedia.org.uy/autores/Hamed/Escribir1.htm"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">acto de escritura</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">: "</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">hacer algo distinto. Algo mejor que las cosas que me sucedieron. Me gustaría escribir la historia de una alma, ella sola, sin los sucesos en los que tuvo que mezclarse.</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">" En este intento de </span></span><a href="http://www.henciclopedia.org.uy/autores/Gomezchans/liberacionperpetua.htm"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">liberación</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> escribe un sueño </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">("el sueño de la cabaña de troncos")</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">, situado en Canadá y compuesto de fragmentos literarios y estereotipos, donde intenta fundar otra realidad que le permita escapar del tedio.<br />
<br />
Los niveles de </span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> </span><a href="http://www.henciclopedia.org.uy/autores/Nunez/Lectura.htm"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">lectura</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> son varios y se entrecruzan: en un plano superficial es la breve historia de un hombre frustrado en todos los órdenes de la vida; en un segundo plano entran en juego los personajes y sus relaciones, el medio ambiente y el porqué de las acciones; en el ultimo plano podemos ver una serie de reacciones psicoanalíticas: evasión, justificación, masoquismo.<br />
<br />
Esta obra se encuentra muy ligada a lo escrito anteriormente por Onetti: así los protagonistas de "Avenida-de-Mayo", "El obstáculo" y "El posible Baldi" son soñadores que también van a encontrar, al final de su sueño, la frustración en un mundo absurdo. Lo mismo que ocurre con Julio Jasón, protagonista de</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Tiempo de Abrazar</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> y obvia referencia al mito de los argonautas y su viaje iniciático.</span></span><br />
<b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"><br />
Buenos Aires, hora cero: 1941-1955</span></span></b><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">En 1941 realiza su segundo viaje a Buenos Aires, donde permanecerá un largo período, colaborando en los suplementos literarios de </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">La Nación</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">, </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Vea y lea</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> y otros medios. Así </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">La Nació</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">n publicará su famoso cuento "Un sueño realizado", sobre el que Onetti opinaría: "Un sueño realizado </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">nació de un sueño: vi a la mujer en la vereda, esperando el paso de un coche, supe que también ella estaba soñando</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">".<br />
<br />
Sin embargo lo más importante de ese año fue quedar finalista del premio Rinehart and Farrar para la mejor novela inédita de Hispanoamérica con </span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Tiempo de abrazar</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> que, aunque no pudo participar </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">(debía elegirse una novela por país y quedó seleccionada </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Yvaris</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">de Diego Nollare)</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">, logró una importante acogida en el jurado. Tanto que uno ellos, Mario Magallanes, declaró: "</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Creo que</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Tiempo de abrazar</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> será un gran éxito el día que se publique y dará lugar a juicios apasionados</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">".<br />
<br />
Lamentablemente, </span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Marcha</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> sólo llegaría a publicar algunos fragmentos de la novela, antes de su pérdida y posterior recuperación casi veinte años después, cuando se publicara incompleta como parte de una recopilación de cuentos.<br />
Ese mismo año aparecería su segunda novela. "</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">En medio de la barahúnda que era el diario en ese entonces, robé el tiempo para escribir una novela, </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Tierra de nadie</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> (1941) [...] como de costumbre me dieron el segundo premio. Lo cual no me dolió porque yo ya estaba acostumbrado a no ser nunca el primero</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">".<br />
<br />
El propio </span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> </span><a href="http://www.henciclopedia.org.uy/autores/Foucault/Autor.html"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">autor</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> pondría una advertencia a la novela, hablando de los personajes y sus motivaciones: "</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">un grupo de gentes, que aunque puedan parecer exóticas en Buenos Aires son, en realidad, representativas de una generación: una generación que, a mi juicio, reproduce, veinte años después, la Europa de la post-guerra. Los viejos valores morales fueron abandonados por ella y todavía no han aparecidos otros que puedan sustituirlos</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">".<br />
<br />
Como John Dos Passos y su </span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Manhattan Transfer</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">, Onetti quiso capturar el pulso multiforme y variado de Buenos Aires, basándose en las divagaciones de un grupo de marginados cuyo único deseo es huir de esa ciudad gastada y sucia que ya no los atrae. Su única posibilidad de escape es una isla polinesia, Faruru, producto de un confuso litigio, porque se trata del "</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">único sitio en que se puede no hacer nada sin hacerle mal a nadie y sin que nadie se interese</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">". Lamentablemente, la realidad termina imponiéndose a los sueños </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">(como en otras narraciones onettianas) </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">y uno de los personajes, Aranzuru, reconocerá que "</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">ya no había isla para dormir en toda la vieja tierra</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">".<br />
<br />
Su tercera novela, </span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Para esta noche</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> (1942), narra la persecución de un hombre y una niña en una ciudad ambigua y tenebrosa; está basada en un hecho real, narrado a Onetti por dos anarquistas que habían logrado escapar a duras penas de la España franquista. "</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Había empezado a escribir la novela como una cosas fantástica en la que no habia ni principio ni fin deliberados. Las diversas entrevistas me hicieron cambiar totalmente mi intención inicial. Llegué a ver realmente personajes y situaciones. Me vi a mí mismo intentando huir de una ciudad bombardeada...</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">". Como en </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Tierra de Nadie</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">, años después, Onetti agregaría una nota aclarando: "</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Este libro se escribió por necesidad de participar en dolores, angustias y</span></span></i><i><a href="http://www.henciclopedia.org.uy/autores/Butazzoni/heroes.htm"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">heroísmos</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> ajenos</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">".<br />
<br />
De 1944 a 1950 la ficción onettiana se volcaría al cuento, formato en el cual lograría alguno de sus mejores textos: "Bienvenido, Bob" </span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> </span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">(La Nación, 1944)</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">, "9 de Julio"</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> (Marcha, 1945)</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">, "Esbjerg, en la costa"</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> (La Nación, 1946)</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> y "La casa en la arena"</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">(La Nación, 1949)</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">.<br />
<br />
En esos mismos años, entre tantas otras tareas, Onetti había entrevistado al joven General Perón (1944) y se había casado por tercera vez, en esta oportunidad con Elizabeth Pekelharing. Sin embargo, ya estaba en otra cosa, más allá de la orilla, al otro lado, lejos, en una ciudad que comenzaba a crecer y atraerlo, sobre el río barrroso que su mente intuía: se acercaba la ya mítica Santa María.</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> </span><br />
<b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">25% Buenos Aires, 75% Montevideo= Santa María</span></span></b><br />
<div align="RIGHT"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">"Mucho más que Buenos Aires está presente </span></span><a href="http://www.henciclopedia.org.uy/autores/Remedi/sinmemoria1.htm"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Montevideo</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">. Por eso fabriqué a Santa María: fruto de la nostalgia de mi ciudad."<br />
J. C. Onetti</span></span></i></div><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">En 1950 funda con su novela </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">La vida breve</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> la ficticia ciudad de Santa María, donde transcurrirán algunas de sus mejores obras. El protagonista principal de la novela es Juan María Brausen, quien, descontento con su realidad, crea otra, </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">(en el inicio un escenario donde ubicar un argumento de cine que debe escribir)</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> y termina metiéndose en ella como un dios. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">(En la novela ya aparece uno de los personajes emblemáticos de la saga, Díaz Grey, que tendrá una participación preponderante en las siguientes novelas).</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> "</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">En primer lugar, en todo el comienzo de la novela, Brausen hace algo muy corriente: se imagina en otra vida. [...] Brausen simplemente se imagina a Santa María, cuando descubre que es un mundo posible, ya puede entrar [...] Eso le pasa a un hombre desgraciado como Brausen, hasta que descubre su poder y lo usa para él mismo en su mundo imaginario".</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"><br />
La novela fue muy bien recibida y Onetti la señalaba como su mejor título, aunque tiempo después agregaría algunas razones extras sobre la creación de Santa María, mas allá de lo estrictamente literario: </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">"podría intentar explicar, sin estar seguro de decir la verdad, que surgió justamente cuando por el gobierno peronista yo no podía venir a Montevideo</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">". Un cuento de esa época muestra su conflictiva relación con el régimen gobernante, cuya máxima figura, Eva Perón (muerta en 1951), seria atacada por otros escritores de prestigio como </span></span><a href="http://www.henciclopedia.org.uy/autores/Hamed/Borges.htm"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">J. L. Borges</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">, </span></span><a href="http://www.henciclopedia.org.uy/autores/Bary/RayuelaJazz.htm"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Julio Cortázar</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> o Ezequiel Martínez Estrada.<br />
<br />
El relato sobre Evita, "Ella" (1953), apareció recién cuatro décadas más tarde. Allí Onetti teñía el cadáver de verde y lo hacia desaparecer en un fulgor siniestro. "</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Ahora esperaban que la pudrición creciera, que alguna mosca verde, a pesar de la estación, bajara para descansar en los labios abiertos</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">".<br />
<br />
En 1951 nace su hija Isabel María y aparece su primera recopilación de relatos prologada por </span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> </span><a href="http://www.henciclopedia.org.uy/autores/Mazzucchelli/Benedetti.htm"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Mario Benedetti</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">.<br />
Por esos años se relacionaría con la revista </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Sur</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">, dirigida por Victoria Ocampo. Algo extraño si tenemos en cuenta la devoción del </span></span><a href="http://www.henciclopedia.org.uy/autores/Levrero/Escritorespro0.htm"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">escritor</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> por Roberto Arlt, personaje marginado de un grupo que prefería en líneas generales una estética más cercana a lo aristocrático y gustos por literaturas de vanguardias europeas. A pesar de ello, Onetti publicaría en </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Sur</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> su cuento "El álbum" (1953) y bajo la editorial del mismo nombre aparecería ese mismo año su novela corta </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Los adioses</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">. Muchos años antes había descubierto en un número de la revista al escritor que definiría como Padre y Maestro mágico, </span></span><a href="http://www.henciclopedia.org.uy/autores/Levrero/Onetti.htm"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">William Faulkner</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> "</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Una tarde, al salir de la oficina donde trabajaba pasé por una librería y compré el último número de Sur [...] Recuerdo que abrí el ejemplar en la calle, encontré por primera vez en mi vida el nombre de William Faulkner [...] Comencé a leerlo y seguí caminando, fuera del mundo de peatones y automóviles, hasta que decidí meterme en un café para terminar el cuento, felizmente olvidado de quienes me estaban esperando [...] Lo que más me deslumbró y me unió en aquel primer encuentro con su genio fue aquella manera de largarse [...] él solo, seguro de que nadie podía acompañarlo o que no tenían lo necesario para enfrentar un fracaso idiomático</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">".</span></span><br />
<b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Escribir en Montevideo: historia de un amor imposible</span></span></b><br />
<div align="RIGHT"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">"Cambiaba de editorial en cada obra para repartir mejor las pérdidas."<br />
J. C. Onetti</span></span></i></div><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">En 1955 regresa a Montevideo, donde comienza a colaborar con el diario </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Acción</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">. En noviembre de ese año se casa por cuarta vez, en esta ocasión con Dorotea Mur. En 1957 publica su famoso relato "El infierno tan temido". "'</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">El infierno2 tan temido ocurrió, realmente, en Montevideo. La anécdota me fue contada por Luis Batlle Berres, a quien continué queriendo y admirando</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">"<br />
<br />
En la editorial de </span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Marcha</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> publica </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Una tumba sin nombre</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">(1959), novela luego rebautizada por Onetti como </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Para una tumba sin nombre</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> (1967). Al año siguiente aparece </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">La cara de la desgracia</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">. También en 1960 participa del concurso organizado por la revista Life en español con "Jacob y el otro", que recibiría una mención y sería publicado en la colección recopilatoria encabezada por la obra ganadora: </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Ceremonia Secreta </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">de Marco Denevi.<br />
<br />
Sobre su participación en tantos concursos donde generalmente sólo lograba menciones o segundos puestos debido a su temática y estilo alejados de modas, Onetti comentaría su necesidad de un desahogo económico que ningún premio latinoamericano daba: "</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Al hablar de éxitos literarios me atrevo a decir que los mayores en España son los premiados con más dinero... En Francia se disputa generalmente el premio fundado por los hermanos Goncourt [...] este premio consagra a su autor como un nuevo rico</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">".<br />
<br />
Durante esa etapa en Montevideo, Onetti era un </span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> </span><a href="http://www.henciclopedia.org.uy/autores/Levrero/Escritorespro1.htm"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">escritor</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">reconocido pero no popular, a cuyas obras les costaba encontrar una editorial que se arriesgara a publicarlo... sin embargo su momento se acercaba: se estaba gestando el boom que lo alzaría mas allá de sus sueños mas osados de reconocimiento.</span></span><br />
<b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Un hombre fuera de foco encuentra su luz</span></span></b><br />
<div align="RIGHT"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">"Ya ningún crítico cuestiona el hecho de que usted es uno de los tres o cuatro novelistas mayores de América Latina.<br />
-Siempre dije que los críticos son la muerte: a veces demoran, pero siempre llegan."<br />
Onetti en el tiempo del cometa.</span></span></i></div><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Durante los años 60 se produjo el redescubrimiento y lanzamiento de la literatura latinoamericana mediante un fenómeno denominado "Boom" que tuvo en primera plana a Julio Cortázar (con </span></span><a href="http://www.henciclopedia.org.uy/autores/Bary/RayuelaJazzII.htm"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Rayuela</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">), </span></span><a href="http://www.henciclopedia.org.uy/autores/Hamed/VargasLlosa.htm"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Mario Vargas Llosa</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> (</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">La ciudad y los perros</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">, </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">La casa verde</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">, </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Conversación en la Catedral</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">), Ernesto Sábato (Sobre héroes y tumbas) y </span></span><a href="http://www.henciclopedia.org.uy/autores/Hamed/Patito.htm"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Gabriel García Márquez</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> (</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Cien años de soledad</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">). Este movimiento, acusado de comercial y </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">(supuestamente)</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> fomentado por la editorial Seix Barral, puso al alcance del gran público a un importante número de autores que permanecían en el destierro literario y con ventas muy cercanas a cero en sus países, entre ellos Juan Carlos Onetti quien, nombrado una y otra vez por los principales autores del Boom, fue de pronto cegado por el brillo de las cámaras y los reconocimientos.<br />
<br />
Pero no todo se debía a las declaraciones entusiastas de sus admiradores, durante esos años Onetti habia publicado dos de sus mejores novelas, medulares en el universo de Santa María.<br />
<br />
Estas dos novelas eran </span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">El Astillero </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">(1961) </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">y </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Juntacadáveres</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">(1964)</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">. Publicadas en un orden cronológico inverso al pensado, describen a su personaje mas carismático (y querido): el macró Larsen. "</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Yo estaba escribiendo </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Juntacadáveres </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">y la llevaba más o menos mediada, cuando de pronto, por una de ésas, hice una visita a un astillero que existía en Buenos Aires. En realidad eran dos: uno está en el Dock Sur, y el otro está en la ciudad de Rosario.[...] La empresa estaba en quiebra. [...] Estaba pudriéndose, se estaba agujereando, deshaciendo. A mí lo que me importaba era la nueva visión. La nueva derrota. Por eso aparece Larsen.</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">"<br />
<br />
Así </span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">El Astillero</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> narrará hechos cronológicamente posteriores a los de </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Juntacadáveres</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">: la vuelta de Larsen a Santa María, y su nuevo trabajo como gerente de un astillero arruinado, con dos compañeros casi fantasmales guiándolo por ese paisaje de pesadilla, mientras esperan una reactivación que nunca llegará y que los condena, como en juego </span></span><a href="http://www.henciclopedia.org.uy/autores/Hamed/Kafka.htm"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">kafkiano</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">, a realizar tareas inútiles hasta la total desaparición del lugar; en un segundo plano se muestra su relación conflictiva con la ciudad y con la perturbada hija de Petrus, dueño del astillero. "</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Lamentablemente, nada de eso es una creación. Todo estaba allí</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">", diría Onetti.<br />
<br />
Juntacadáveres es la aventura anterior de Larsen en Santa María y cuenta su intento, tan inútil como desesperado, de instalar un prostíbulo en la ciudad. El nombre de la novela es una alusión a su protagonista, un vividor en desgracia, basado en varios personajes de la vida real: "</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Larsen es varios tipos. Es el resumen de varios tipos que he conocido. El último Larsen que yo conocí estaba en la zona de Montevideo [...] Un día estaba yo en la mesa de uno de esos boliches, y un tipo abre la puerta y le pregunta al patrón: "che, ¿vino Junta?" El mozo dice no. Entonces yo le dije al mozo: "</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">¿Quien es Junta?</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">" "</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">No</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">" -me dijo- "</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">le llaman Junta porque le dicen Juntacadáveres, el hombre esta en decadencia y solo consigue monstruos: mujeres pasadas de edad, o muy gordas, o muy flacas".<br />
<br />
Tal vez el mejor episodio de la novela sea la evocación de la muerte de otro macró, a quien Larsen admiraba, también basado en un hecho real narrado a un joven Onetti de 21 años por alguien que tenía a dos mujeres trabajando en un prostíbulo pero debía ocultarlo debido a cierta ley de deportación de proxenetas: "</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Me acuerdo fundamentalmente de que un día al salir del trabajo, en el boliche de la esquina me encuentro a este hombre llorando. [...] Lo que pasaba era que al Bebe lo habían asesinado frente a uno de los prostíbulos. Y el Bebe era la gran esperanza blanca prostíbularia frente a los marselleses.</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">"<br />
</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Juntacadáveres</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> fue finalista del premio Rómulo Gallegos 1967, pero perdió frente a </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">La casa verde</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> de Vargas Llosa, quien en su discurso de aceptación reconoció: "</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">otros escritores latinoamericanos, con mas obras y méritos que yo, debieran ocupar mi lugar; pienso en el gran Onetti a quien América Latina no ha dado el reconocimiento que merece</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">".<br />
<br />
Asimismo, </span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">El Astillero</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> había sido reconocida en 1963 por la Fundación William Faulkner como una de las novelas mas notables no traducidas todavía al inglés. Ese mismo año aparece su novela corta </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Tan triste como ella</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">.<br />
<br />
A fines de 1971, cuando ya su obra comenzaba a ser traducida y difundida mundialmente </span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> </span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">(entre otros idiomas, al francés, inglés, polaco e italiano)</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> es candidato al Gran Premio de Literatura de Uruguay, pero pierde frente a </span></span><a href="http://www.henciclopedia.org.uy/autores/Hamed/Orientales6.htm"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Fernán Silva Valdés</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">.<br />
<br />
Dos años después aparecerá una novela breve situada de nuevo en Santa María: </span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">La muerte y la niña</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> (1973). En esa época la posición de Onetti en Uruguay se hace peligrosa: en febrero de 1974 es detenido e internado durante tres meses en un psiquiátrico junto a sus compañeros del jurado del premio anual de </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Marcha</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">, publicación que será clausurada por el régimen militar.</span></span><br />
<b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"><br />
Nostalgias de las cosas que han pasado, arena que la vida se llevó</span></span></b><br />
<div align="RIGHT"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">"En los últimos tiempos sueño mucho, y casi exclusivamente con Montevideo y con personajes montevideanos, gentes y lugares: bares donde tenía reuniones con damas, calles. Y tengo la ventaja de que a los pocos segundos de despertarme, el sueño se borra aunque me quede el recuerdo de que sí, soñé."<br />
J. C. Onetti</span></span></i></div><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">En 1975, Onetti se traslada a Madrid, donde vivirá desde entonces, obligado por la situación política rioplatense. Los primeros tiempos en España son difíciles para él: "</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">[...] durante dos años no pude escribir nada. Ni siquiera una línea. No sé lo que me pasaba. El desarraigo, quizá los amigos, el café, Montevideo...</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">" Finalmente recuperado publica su "novelón" tantas veces postergado, </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Dejemos hablar al viento </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">(1979), que recibe el premio de la crítica española como mejor novela de ese año.<br />
<br />
La obra según el propio autor: "</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Tiene una primera parte en Montevideo. La segunda, que es la que ahora me agarró, sucede en Santa María. Por benevolencia de Brausen que me permite volver. Yo no sé si te acordás de aquel tipo, jefe del destacamento policial [...] Ese tipo dispara de Santa María y se pone a buscar en Montevideo a gente que este en iguales condiciones que él. Es decir, que haya disparado de Santa María sin permiso del autor o de Dios que es Brausen. [...] En Santa María quedaría una pareja. Ese pedazo, no porque lo haya escrito yo, es maravilloso.</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">"<br />
<br />
La novela en sí, </span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> </span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">(o el novelón, como le gustaba llamarla a su autor)</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">, habia nacido de la broma de un amigo que, basándose en el personaje de un viejo cuento </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">("La casa en la arena")</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> le dijo: "</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Mirá si un día reaparece el Colorado y te incendia toda Santa María y te quedas sin tema</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">". Onetti: "e</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">ntonces se me ocurrió que de veras podría: liquidaba Santa María y evitaba todo compromiso literario y se acabó, chau</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">".<br />
<br />
En 1981 recibe el </span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> </span><a href="http://www.henciclopedia.org.uy/autores/Hamed/Serbantes.htm"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">premio Miguel de Cervantes</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">, considerado el Nobel de las letras hispanas, evitando hacer declaraciones sobre Uruguay, </span></span><a href="http://www.henciclopedia.org.uy/autores/Hamed/Orientales3.htm"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">lugar al que piensa ya no podrá volver</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">.<br />
<br />
En 1987 aparecerá su novela corta </span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Cuando entonces</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;"> y en 1993</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">Cuando ya no importe</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #990000;">. En 1994 moría, tal vez para irse a vivir a ese minimundo que habia delineado con maestría absoluta durante décadas. Allí donde un tal Brausen era dios absoluto... y él y su amigo Larsen los demonios oficiales, reconocidos, indispensables, de esa máquina feroz a la que habían alimentado con sueños y pesadillas durante décadas, anhelando, tal vez, otra ciudad, más soñada que real, a través del tiempo y la nostalgia: Santa María, que tan profundo dueles...</span></span></td></tr>
</tbody></table>Andrés Aldaohttp://www.blogger.com/profile/13501215594400255974noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5585898414183619824.post-59461527056880796832010-06-08T00:07:00.000-07:002010-06-08T00:07:44.111-07:00<div class="MsoNormal" style="mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"></div><div style="text-align: center;"><i><span style="color: navy; font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">HORACIO FERRER</span></span></i></div><span style="color: navy; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"> <br style="mso-special-character: line-break;" /> <o:p></o:p></span><br />
<div class="MsoNormal" style="mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><i><span style="color: navy; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><b>Poeta, letrista, músico, recitador, difusor</b></span></i><span style="color: navy; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><b><br />
</b> </span><span style="color: navy; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt;"><b>(2 de junio de 1933) </b></span><span style="color: navy; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br style="mso-special-character: line-break;" /> <br style="mso-special-character: line-break;" /> <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: navy; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">por Julio Nudler<br />
<br />
</span><span style="color: navy; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt;">Letras<br />
Poemas lunfardos </span><span style="color: navy; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></div><table align="right" border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" class="MsoNormalTable" style="border-collapse: collapse; mso-padding-alt: 0cm 0cm 0cm 0cm; mso-table-anchor-horizontal: column; mso-table-anchor-vertical: paragraph; mso-table-left: right; mso-table-lspace: 1.8pt; mso-table-rspace: 1.8pt; mso-table-top: middle; width: 18.0%;"><tbody>
<tr style="mso-yfti-firstrow: yes; mso-yfti-irow: 0; mso-yfti-lastrow: yes;"> <td style="padding: 0cm 0cm 0cm 0cm; width: 84.0%;" width="84%"> <table border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" class="MsoNormalTable" style="border-collapse: collapse; width: 16px;"><tbody>
<tr style="mso-yfti-firstrow: yes; mso-yfti-irow: 0; mso-yfti-lastrow: yes;"> <td style="padding: 0cm 0cm 0cm 0cm;"> <div class="MsoNormal" style="mso-element-anchor-horizontal: column; mso-element-anchor-vertical: paragraph; mso-element-frame-hspace: 1.8pt; mso-element-left: right; mso-element-top: middle; mso-element-wrap: around; mso-element: frame; mso-height-rule: exactly;"><br />
</div></td> </tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal" style="mso-element-anchor-horizontal: column; mso-element-anchor-vertical: paragraph; mso-element-frame-hspace: 1.8pt; mso-element-left: right; mso-element-top: middle; mso-element-wrap: around; mso-element: frame; mso-height-rule: exactly; mso-line-height-alt: 0pt;"><span style="color: navy; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Verdana;"><o:p></o:p></span></div></td> <td style="padding: 0cm 0cm 0cm 0cm; width: 16.0%;" width="16%"> <div class="MsoNormal" style="mso-element-anchor-horizontal: column; mso-element-anchor-vertical: paragraph; mso-element-frame-hspace: 1.8pt; mso-element-left: right; mso-element-top: middle; mso-element-wrap: around; mso-element: frame; mso-height-rule: exactly; mso-line-height-alt: 0pt;"><br />
</div></td> </tr>
</tbody></table><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPqs6-VeHt-OBbCFmXFO09LzDzn7qxS2NSZs2gfLkSKtLa6W6J9-1eyBtl4FChcvflmT1OvW9q5S0KDmTALMN0NCS5Lv5a4jCcIq7iFSHIg1FLaobSvngq0yLaYLCemwjteeSgP4acvaby/s1600/ferrer.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPqs6-VeHt-OBbCFmXFO09LzDzn7qxS2NSZs2gfLkSKtLa6W6J9-1eyBtl4FChcvflmT1OvW9q5S0KDmTALMN0NCS5Lv5a4jCcIq7iFSHIg1FLaobSvngq0yLaYLCemwjteeSgP4acvaby/s320/ferrer.jpg" /></a></div><div class="MsoNormal" style="mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: navy; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt;">Legó al tango con sus letras locas cuando éste ya no podía darle la fama y la devoción popular que había derramado sobre otros creadores, que para entonces estaban muertos o se resignaban al ocaso. Pero se abrió paso de todas formas, y hasta logró ser el letrista adoptado por Astor Piazzolla, único vanguardista que no desdeñó el tango canción. Por momentos consiguió conectar con esas grandes masas ya alejadas del género, y le regaló a Piazzolla la multitudinaria repercusión popular que le había faltado. De todas formas, nunca incurrió en una lírica directa y plana, empecinamiento por el que todo artista paga un precio. Creador de una obra incesante, aplaudida o rechazada, ha sido y es el letrista más resuelto a escribir versos nuevos cuando ya todos los versos del tango parecían haber sido escritos.</span><span style="color: navy; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: navy; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt;">Horacio Ferrer vio la luz en un hogar montevideano impregnado de arte. De muy niño escribía ya versos, obras para títeres y, algo después, milongas que cantaba, acompañándose en guitarra, para sus amigos del barrio en el sótano de un almacén. Quien le enseñó a sacar tangos de oído en la guitarra fue un tío materno que vivía en Buenos Aires, en la margen occidental del Río de <st1:personname productid="la Plata" w:st="on">la Plata</st1:personname>, adonde viajaba con sus padres frecuentemente. Fue ese mismo tío quien le haría conocer la noche porteña, con toda su galería de personajes bohemios.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: navy; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt;">Sus primeros tangos surgieron a comienzos de los '50, apareciendo en ellos la temática y el estilo por momentos surreal de sus obras posteriores. Con amigos de la carrera de arquitectura y el coleccionista Víctor Nario inició en Uruguay un programa radial semanal: "Selección de Tangos", desde el cual se propuso defender a las resistidas tendencias vanguardistas. De esa audición insurgente nacerá en 1954 "El Club de <st1:personname productid="la Guardia Nueva" w:st="on">la Guardia Nueva</st1:personname>", que organizaba conciertos con Aníbal Troilo, Horacio Salgán y el revolucionario Octeto Buenos Aires de Astor Piazzolla. A éste lo conoció en 1955, al regresar Astor de Francia. Ese encuentro alcanzaría gran trascendencia.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: navy; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt;">Ferrer redacta, ilustra y dirige durante siete años la revista "Tangueando", mientras sus versos y sus tangos permanecen inéditos. En esa misma época, entre 1956 y 1959, estudia bandoneón y comparte una pequeña orquesta. Durante este último año publica su primer libro, El Tango. Su historia y evolución, editado por la casa Peña Lillo. Por las dos ondas del Sodre, la radio oficial uruguaya, pone en el aire hasta 1967 ciclos orgánicos sobre la evolución del tango. En lo sucesivo conduciría numerosos programas radiales y televisivos en las dos orillas del Plata.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: navy; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt;">Tras abandonar sus estudios de arquitectura ingresó como redactor a los suplementos del matutino montevideano "El Día", y por pedido de Troilo escribió "La última grela", tango con el que iniciara su trayectoria de letrista consagrado. Los años que siguieron abundaron en hechos significativos, y entre éstos la celebración del Primer Festival Universitario de Tango, con la participación de Piazzolla, Julio De Caro, César Zagnoli, Prudencio Aragón y otros.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: navy; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt;">En 1967 graba los poemas de su "Romancero canyengue" para el sello argentino independiente Trova, acompañado por la guitarra de Agustín Carlevaro. El disco provoca que Piazzolla lo invite a escribir juntos, lo que harán intensamente hasta 1973. Así surge, como primer gran fruto, la operita "María de Buenos Aires", que en 1968 estrenan, en la sala Planeta, de Buenos Aires, Piazzolla con su orquesta de diez músicos, las voces de Héctor de Rosas y Amelita Baltar, y el propio Ferrer como recitante en el papel de El Duende. Trova la edita en dos LP, mientras van surgiendo los primeros tangos del binomio, como el ya clásico "Chiquilín de Bachín" y "Juanito Laguna ayuda a su madre", mostrando un claro compromiso social.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: navy; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt;">A lo largo de 1969 surge la serie de tangos llamados baladas, de los cuales "Balada para un loco" constituirá un éxito resonante, el primero auténticamente masivo que disfrutará Piazzolla. Entre varias obras en que Ferrer despliega su peculiar imaginario, con un lenguaje que lo distingue absolutamente de cualquier otro letrista ("Canción de las venusinas" y "La bicicleta blanca" son ejemplos de ello), sobresale "Fábula para Gardel", una emocionada introducción al arte del genial cantor, con la poética excusa de un padre que le habla de él a su pequeño. En su estreno, el poema fue recitado insuperablemente por el propio Ferrer en el Luna Park de Buenos Aires, acompañado por ocho bandoneones y una gran orquesta bajo la batuta de Piazzolla, en una noche apoteótica. Aquellas producciones quedaron plasmadas en el disco "Astor Piazzolla y Horacio Ferrer en persona".<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: navy; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt;">Entre un extenso número de obras, presentaciones y premios en varios países, Ferrer colaboró con importantes artistas del género, como Roberto Grela, Leopoldo Federico, Raúl Garello y Horacio Salgán, con quien en 1975 compuso el Oratorio Carlos Gardel. Al año siguiente escribió con figuras ya míticas del tango, como Julio De Caro ("Loquita mía"), Pedro Laurenz (poniendo versos a "Esquinero"), Armando Pontier ("El hombre que fue ciudad"), Osvaldo Pugliese ("Yo payador me confieso") y Aníbal Troilo ("Tu penúltimo tango").<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt;">Además de prolífico letrista ("Balada para mi muerte", "El Gordo triste" y "El hombrecito blanco" son ejemplos de su poder creador), Ferrer es autor, entre otras obras, de "El Libro del Tango, Arte Popular de Buenos Aires", cuya primera edición data de 1970. Sobre todo en su edición de 1980 en tres tomos (Antonio Tersol Editor), con más de dos mil páginas, es la referencia obligada de cualquier estudioso.</span><span style="color: navy; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"> </span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: navy; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><span style="color: navy; mso-bidi-font-family: Arial;"><a href="http://www.todotango.com/spanish/Creadores/hferrer.html" target="_blank">http://www.todotango.com/spanish/Creadores/hferrer.html</a></span></span><span style="color: navy; font-family: Verdana; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></div>Andrés Aldaohttp://www.blogger.com/profile/13501215594400255974noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5585898414183619824.post-8637628225180155142010-06-07T23:55:00.000-07:002010-06-08T00:10:59.177-07:00<div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: xx-large;">"Anacronismo de Onetti"</span></div><b><span style="color: maroon;"> </span></b><span class="azul"><span style="color: maroon;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></span></span><br />
<span class="azul"><span style="color: maroon;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b>por Rodríguez Monegal</b></span></span></span><br />
<span class="azul"><span style="color: maroon;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></span></span><br />
<span class="azul"><span style="color: maroon;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">En</span></span></span><span class="apple-converted-space"><span style="color: maroon;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span></span><span class="azul"><i><span style="color: maroon;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Temas</span></span></i></span><span class="azul"><span style="color: maroon;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">, nº 15, enero-marzo 1968</span></span></span><span style="color: maroon;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span> <span class="azul"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">p. 18-22</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
<div align="right" class="introd" style="mso-line-height-alt: 9.0pt; text-align: right;"><span style="color: maroon;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">La fama, ese malentendido.</span></i></span><br />
<span style="color: maroon;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Times New Roman'; font-style: normal;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"> </span></i></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Times New Roman'; font-style: normal;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><div style="display: inline !important; text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Times New Roman'; font-style: normal;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Times New Roman'; font-style: normal;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><div style="display: inline !important; text-align: left;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Times New Roman'; font-style: normal;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><div style="display: inline !important; text-align: left;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Times New Roman'; font-style: normal;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">RILKE</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">.</span></span></div></span></i></span></div></span></i></span></span></i></span></div></span></i></span></div><div style="text-align: left;"><br />
</div><div style="text-align: left;"><br />
</div><div style="text-align: left;"><br />
</div></span></i><o:p></o:p></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwRz7clhIhFoeSnIexCNf-9ftc1XhJn89QH0uQi2ACtNKCW1ezkARorP-1YnQEBpNzPS0wugPUAt3DYB3IftDdQZeruvvBZxbdxYL89OEKSbXhtCjtQfUhDsIkqnZLl_iPvLmOy5F_S_aQ/s1600/onetti+500+x+400.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwRz7clhIhFoeSnIexCNf-9ftc1XhJn89QH0uQi2ACtNKCW1ezkARorP-1YnQEBpNzPS0wugPUAt3DYB3IftDdQZeruvvBZxbdxYL89OEKSbXhtCjtQfUhDsIkqnZLl_iPvLmOy5F_S_aQ/s320/onetti+500+x+400.jpg" /></a></div><span style="color: maroon;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">"Sólo muy lentamente, como sin prisa y con desgano, la fama de Onetti ha empezado a traspasar estos últimos años las pequeñas fronteras del Uruguay, y sin embargo, en apariencia, se dieron desde 1940 todas las condiciones objetivas para que este gran novelista uruguayo fuese más conocido fuera de su patria: durante un par de décadas vive en Buenos Aires, publica en editoriales argentinas de gran circulación como Losada y Sudamericana, gana algunos premios en concursos internacionales. Pero la reputación de Onetti sigue siendo, a pesar de todo, local, y se reduce a cierta zona de la literatura uruguaya, hasta bien entrada la década del Sesenta. Son muchos los factores que explican esta aparente paradoja y, sin ánimo de agotarlos, quisiera repasar ahora algunos.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="color: maroon;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pero antes quiero contar qué significaba Onetti para un grupo de escritores uruguayos que teníamos entre 15 y 25 años en 1939. La fecha no es arbitraria. En junio de ese año se funda el semanario</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Marcha</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">que entonces (recién nacido) es sólo un órgano pequeño de una fracción disidente de una fracción mayor de uno de los dos partidos tradicionales del Uruguay: el Partido Blanco, el más conservador, el de los terratenientes. Con el tiempo, ya se sabe,</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Marcha</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">llegará a ser una cosa muy distinta y alcanzará fama en toda América. Pero en 1939 es sólo un tabloide que se parece mucho a los franceses de aquel entonces. El director pagaba así su tributo cultural a París, donde había estudiado. El semanario se ocupa principalmente de política, nacional e internacional, de economía (sobre todo nacional) y dedica muchas páginas a asuntos de arte, de música, de literatura. El secretario de redacción es un joven moreno, de 30 años más o menos exactos, alto y sombrío, con una cara que él mismo describiría más tarde como de caballo. Este joven escribe y publica en</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Marcha</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">curiosos relatos y notas críticas. Algunos textos que elige son seudónimos, otros vienen de las letras europeas y sobre todo de las norteamericanas. Pero tienen como autores a nombres que no se esperaban entonces en el Río de </span><st1:personname productid="la Plata." w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">la Plata.</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
<span style="color: maroon;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Este joven se llama Juan Carlos Onetti y ya ha descubierto a Louis Ferdinand Céline y a William Faulkner. El mismo año habrá de publicar su primera novela,</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">El pozo</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">, breve e intenso relato que él mismo editará con ayuda de algunos amigos y con un falso dibujo de Picasso en la portada (se asegura que él también lo dibujó y la cara que muestra se le parece un poco). La edición, pequeña, tardará sus buenas décadas en agotarse.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="color: maroon;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Sin embargo, ya circulaban por Montevideo algunos muchachos que habían descubierto a Onetti. Como esos jóvenes secretos que estaban dispuestos a hacerse matar por un verso de Mallarmé (según le decía al maestro francés su discípulo Paúl Valéry), estos primeros descubridores de la enorme térra incógnita que era y sigue siendo Onetti andaban por la principal avenida, entraban en los cafés de estudiantes e intelectuales, se paseaban por los claustros de la sección Preparatorios o por </span><st1:personname productid="la Facultad" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">la Facultad</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> de Derecho con</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">El pozo</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">bajo el brazo. Se llamaban sin duda Carlos Maggi, Mario Arregui, Carlos Martínez Moreno, Homero Alsina Thevenet, Roberto Ares Pons, Manuel Flores Mora y también tenían otros nombres que no he registrado. Con el tiempo llegarían a ser diputados y ministros, abogados e historiadores, narradores y dramaturgos, hasta críticos. Pero entonces sólo eran adolescentes y hablaban sin cesar de Onetti. Llegué hasta ese vasto continente semisumergido a través de ellos. Uno me prestó un ejemplar de</span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Santuario</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">, de William Faulkner, en la edición española de Espasa Calpe y propiedad de </span><st1:personname productid="la Biblioteca" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">la Biblioteca</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> del Centro de Protección de Choferes, institución donde lo había detectado Onetti para provecho de todos. Otro me acercó el</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Voyage au bout de la nuit</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">, donde leí las escalofriantes escenas soñadas por Céline y que luego encontraría metamorfoseadas por Onetti en sus libros. Un tercero me regaló</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">El pozo</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">, que no se encontraba casi en las librerías. Maggi y Flores Mora me contaron cosas de Onetti a quien (oh maravilla) ellos habían visto y hasta tuteado.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="color: maroon;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">No conocí entonces a Onetti sino muy de lejos y a través de una leyenda que se iba coagulando lenta pero insistentemente a su alrededor: la leyenda de su humor sombrío y de su acento un poco arrabalero; la leyenda de sus grandes ojos tristes de enormes lentes, la mirada de animal acosado, la boca sensual y vulnerable; la leyenda de sus mujeres y sus múltiples casamientos; la leyenda de sus infinitas copas y de sus lúcidos discursos en las altas horas de la noche. Yo devoraba todo lo que caía en mis manos pero no me atrevía a acercarme un sólo milímetro a Onetti. Entonces no se me pasaba siquiera por la cabeza que iba a ser crítico y que debía empezar a hacer mis palotes sin perder más tiempo. Onetti era un nombre que sonaba cerca mío, que andaba por los rumbos en que yo andaba, que encontraba en la boca de tantos. Pero nunca soñé en ir a buscarlo para convertir ese nombre en persona real.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="color: maroon;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Un día supe que se había ido de Buenos Aires. Otro día me enteré que una novela suya, de la que conocía algún fragmento, había sido elegida por el jurado uruguayo para competir en un concurso internacional que al fin ganó</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">El mundo es ancho y ajeno</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">, de Ciro Alegría. Como Onetti no publicó nunca esa novela, se hace difícil opinar sobre el acierto del jurado. Pero se puede decir, que aquí comienza la historia de sus malentendidos con jurados más o menos internacionales. Un segundo concurso, organizado esta vez en Buenos Aires por Losada, concede el segundo premio a</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Tierra de nadie</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">(1941), prefiriendo para el primer puesto una novela de Bernardo Verbitsky que nadie ahora lee. Onetti estaba ya instalado en la capital porteña, trabajaba en agencias de publicidad, mantenía algún contacto con los fieles que lo iban a visitar o que incluso (como Alsina Thevenet) hasta se iban a instalar a vivir en su casa. Pero seguía siendo el maestro de unos pocos jóvenes secretos. Era en vano que</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Cine Radio Actualidad</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">, publicación uruguaya entonces muy leída, dedicase un apasionado comentario de Alsina Thevenet a</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Tierra de Nadie</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">: los discípulos tal vez aumentaban pero las letras uruguayas seguían sin enterarse del todo.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="color: maroon;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">En </span><st1:personname productid="la Argentina" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">la Argentina</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> era peor. Onetti vivió en Buenos Aires casi dos décadas, como vivió William Blake en el Londres dieciochesco. Era el hombre invisible. Siguió publicando allí sus novelas (</span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Para esta noche</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">, 1943,</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">La vida breve</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">, 1950,</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Los adioses</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">, 1954); llegó a conocer a algunos escritores y críticos importantes (Mallea, Borges, Girondo, Julio E. Payró) pero no fue reconocido allí. Hace pocas semanas un semanario argentino de gran circulación subrayó el escándalo de que a la aparición de</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">La vida breve</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">, su primera novela y la que funda el mundo mitológico de Santa María, sucesor del</span><span class="apple-converted-space"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></i></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Yoknapatawpha</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">de Faulkner, antecedente del Macondo de García Márquez, no se escribiese nada serio sobre Onetti en el Río de </span><st1:personname productid="la Plata. El" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">la Plata. El</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> crítico argentino debió haber mirado sólo la orilla occidental del río porque en la oriental, el culto de Onetti continuaba creciendo lento pero firmemente.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="color: maroon;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Ya a la aparición de</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Tierra de nadie</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">, Carlos Martínez Moreno había escrito una penetrante nota en</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">El País</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">; yo escribí en</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Marcha</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">con fervor e invocando los manes de Faulkner, al aparecer</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Para esta noche</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">; la publicación de</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">La vida breve</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">suscitó también en</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Marcha</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">dos páginas de disimulada valoración autobiográfica a cargo de Alsina Thevenet y un largo estudio, el más largo que se le ha dedicado hasta la fecha, que yo escribí para</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Número</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">, de Montevideo, y en que no sólo se analizaba con pausa a la novela sino que se trataba de situar a Onetti en el contexto de la novela rioplatense contemporánea. (Ahora está en el libro que se titula,</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Literatura uruguaya del medio siglo</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">, 1966). La leyenda de Onetti crecía, aumentada por el aura de autor maldito a quien editores y críticos del oficialismo argentino ignoraban olímpicamente. Pero en Montevideo los fieles también crecían y desde 1950 en adelante Onetti era ya un autor respetado por todos los escritores jóvenes y militantes del Uruguay. Como prueba de ese respeto se podría citar el título que da Carlos Maggi a su primera colección de prosas. Es</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Polvo enamorado</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">que viene del famoso soneto de Quevedo que concluye:<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="color: maroon;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Polvo serán mas polvo enamorado le fue acercado por Onetti. En 1951,</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Número</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">recoge algunos de sus cuentos con el título de uno de ellos,</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Un sueño realizado</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">; el prólogo es de Mario Benedetti, la selección mía. El entronque de parte de la generación del 45 con Onetti quedó firmemente establecido.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="color: maroon;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por esos años se sitúa un encuentro en el Buenos Aires peronista entre Borges y Onetti al que me tocó asistir como moderador. Aunque siempre denunció ciertas exquisiteces borgianas, Onetti es uno de los primeros conocedores uruguayos del narrador argentino. En uno de mis viajes a Buenos Aires me pidió que le presentase a Borges, a quien yo conocía a través de una larga admiración. En una cervecería de la calle Corrientes que en los altos albergaba una de las más siniestras organizaciones peronistas (fue demolida a cañonazos por los tanques de </span><st1:personname productid="la Revolución Libertadora" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">la Revolución Libertadora</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> de 1955), llevé a Borges a conocer a Onetti. No sé si la natural timidez de Onetti o la larga espera, provocaron el aire fúnebre, claramente modificado por la cerveza, con que nos recibió. Estaba hosco, como retraído en sí mismo, y a la defensiva. Sólo salía de su isla para atacar con una virulencia que no le conocía. Era obvio que él había leído a Borges y que Borges no lo había leído ni tal vez lo leería nunca. La conversación saltaba sin progresar hasta que de golpe Onetti embistió con una frase que se dejaba silabear como un verso de tango:<o:p></o:p></span></span><br />
<div class="notas"><span style="color: maroon;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">-Y ahora que están juntos, díganme, explíquenme, ¿qué le ven al coso ese, a Henry James?<o:p></o:p></span></span></div><span style="color: maroon;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Inútil aclarar que Onetti había leído a James y que era tan capaz como cualquiera de valorar sus méritos. Pero la frase quería decirnos otra cosa. Infortunadamente, tanto Borges como yo nos pusimos a explicar laboriosamente, y con gran entusiasmo genuino la obra de James, lo que le veíamos. Hasta desarrollamos pedagógicamente una comparación entre el mundo aparentemente realista pero en realidad abstracto de James y el fantástico pero tan concreto de Kafka. Citamos libros y cuentos, críticas y opiniones. Yo estaba en la gloria. Me sentía como el bueno de Boswell al asistir a un encuentro entre el Dr. Johnson y Reynolds o Garrick. Pero todo era una ilusión óptica: no había ni podía haber contacto entre Onetti y Borges, o sólo lo había en mi imaginación. Cuando nos íbamos (acompañé a Borges a su casa de Maipú, a pocas cuadras de la cervecería), le pregunté un poco inquieto qué le había parecido Onetti. Me contestó con gran cortesía que le había gustado, pero agregó:<o:p></o:p></span></span><br />
<div class="notas"><span style="color: maroon;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">-¿Por qué habla como un compadrito italiano?<o:p></o:p></span></span></div><span style="color: maroon;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Toda la noche, y sin que mi oído lo hubiera registrado, Onetti estuvo censurando a Borges al arrastrar las sílabas más que de costumbre, deliberadamente, como un acto fonéticamente agresivo y suicida. Comprendí que de alguna manera esa noche Onetti había sido Roberto Arlt: ese genial y loco narrador, contemporáneo de Borges, y que Borges también había ignorado; ese Roberto Arlt que, antes que Onetti, que Marechal, que Sábato, que Cortázar, colonizó algunas zonas profundas de la triste Buenos Aires. Ahora comprendo que debimos haber hablado de Arlt y no de Henry James, pero de todos modos Onetti se las ingenió para que Arlt estuviera de algún modo presente.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="color: maroon;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">El encuentro es ejemplar de esos malentendidos que persiguen a Onetti, o que él tal vez secretamente inspira. Borges representaba en esa fecha la mejor literatura argentina oficial. Aunque poco después</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Sur</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">publicaría</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Los adioses</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">y hasta saldría algún comentario en revistas argentinas, Onetti seguía siendo el hombre invisible en Buenos Aires. En Montevideo, ya saludaría</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Los adioses</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">con un larguísimo artículo de</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Marcha</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">. Pero la orilla oriental del Plata ya estaba conquistada y cada día serían más los jóvenes que descubrirían a Onetti o los no tan jóvenes que se pondrían rápidamente al día. La nueva literatura empieza a existir entonces bajo el signo de Onetti. Los mejores lo siguen o lo glosan o escriben a contrapelo de él. Pero está indiscutiblemente ahí, instalado como el maestro. Es imposible no haber pasado alguna vez por su Santa María.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="color: maroon;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">En Buenos Aires siguen los malentendidos. En un concurso de </span><st1:personname productid="la Editorial Fabril" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">la Editorial Fabril</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> su obra maestra,</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">El astillero</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">, sólo obtiene una mención frente a libros que ahora ni es prudente recordar. Cuando por suerte la novela se publica en 1961 hay ya una generación de críticos y escritores argentinos que también lo reconocen como maestro. Pero ya entonces Argentina ha producido a Marechal, a Sábato y a Cortázar y es natural que Onetti quede desenfocado ligeramente, que haya que repasar la cronología para advertir que si, es claro,</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Adán Buenos-ayres</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">se publica varios años después de los tres primeros títulos de Onetti; que</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">El túnel</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">es posterior a</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Para esta noche</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">; que todo Cortázar es también posterior. Pero estas precisiones las recuerdan por lo general sólo los eruditos o los fanáticos. Onetti ya está situado anacrónicamente y ese anacronismo se advierte también claramente en dos concursos internacionales más: el de</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Life</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">en español (Nueva York 1960) y el Premio Rómulo Gallegos (Caracas 1967). Me tocó asistir como jurado al primero en que fue premiado un cuento largo de Marco Denevi, argentino y autor de</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Rosaura a las diez</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">. El cuento, que se titula</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Ceremonia secreta</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">no es malo pero es prescindible, para emplear uno de esos adjetivos que Borges puso en circulación hace ya tantos años. El cuento de Onetti,</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Jacob y el otro</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">, es una pequeña obra maestra. Pero como es un cuento duro y amargo (es la historia de un forzudo de circo que se enfrenta con un forzudo local, historia vista desde varios ángulos, a cual más sórdido y/o patético), como es un cuento intransigente, como es un cuento en que la visión negra de Onetti cala hasta el hueso, el jurado lo relegó.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="color: maroon;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Algo semejante debe haber pasado en Venezuela. No negaré el mérito extraordinario de</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">La casa verde</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">, de Mario Vargas Llosa, libro que he sido de los primeros en analizar críticamente, (v.</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Mundo Nuevo</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">, núm. 3, setiembre 1966). Junto a esta gran obra de la actual novela latinoamericana, enorme fresco que maneja con increíble maestría varios mundos a lo largo de cuarenta años de narración, impecable de técnica y profundamente humana,</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Juntacadáveres</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">(1964) debe haber parecido un libro menor. Y en muchos sentidos lo es. Esa historia de malevos y prostitutas en un pueblito perdido de la cuenca del Plata, </span><st1:personname productid="la Santa María" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">la Santa María</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> de</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">La vida breve</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">y</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">El astillero</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">parece un melancólico ejercicio en el humor más negro posible: la historia de una ilusión crapulosa, de un paradiso corrompido, de la debilidad de la carne y la leprosa inocencia de ciertos seres. El protagonista, Junta Larsen o Juntacadáveres, es un héroe muy poco épico. Aunque su profesión no dista mucho de la de Fushia, en</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">La casa verde</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">, y aunque su burdel puede tener sus puntos de contacto con el de Vargas Llosa, la visión del joven peruano de 30 años y del maduro uruguayo que se acerca a los 60 no puede ser más distinta. Es comprensible que el jurado haya elegido a Vargas Llosa, como es comprensible que se elija entre Céline y Roger Martín du Gard al segundo; entre Durrell y Beckett al primero.</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">La casa verde</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">, además, está en la tradición de don Rómulo Gallegos la de los grandes mundos vegetales, como ha dicho Carlos Fuentes.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="color: maroon;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Comparar es odioso, por eso no quisiera poner en esta comparación otra cosa que la posibilidad de considerar el premio desde varios puntos de vista. Tal vez yo hubiera votado también a Vargas Llosa y si hubiera preferido a Onetti me habría descubierto votando en un sentido muy limitado aunque muy preciso: votando por una visión descarnada e irremediable de la vida, por una obra literaria entera y ya completa, por un autor que me ha fascinado desde que empecé a descubrir lo que era la literatura. Votando por Vargas Llosa habría votado por su entusiasmo, por una amplitud de visión, por un panorama abierto hacia la esperanza. Pero basta. No se trata ahora de votar sino de entender. Y lo que hay que entender es que el premio a Vargas Llosa es no sólo justo sino inobjetable. Y que el propio Onetti lo ha reconocido así.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="color: maroon;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Porque hay una perfecta coherencia en que una vez más, Onetti haya perdido un premio. Ya le pasó con Ciro Alegría (que es su estricto coetáneo), y le volvió a pasar con Verbitsky en Losada (otro coetáneo) y con Masciángoli en Fabril (mucho más joven) y le pasa ahora con Vargas Llosa, que es un delfín. Así como hay una vocación para el éxito hay una para el fracaso. El fracaso de Onetti, aquí está la última paradoja, no es el fracaso de la calidad sino el fracaso de la oportunidad. En 1941 Onetti llega demasiado pronto para arrebatar el premio a Ciro Alegría. Pero en 1967 llega demasiado tarde, para poder disputar seriamente el premio a Vargas Llosa. Anacrónico siempre, descolocado, desplazadísimo, Onetti no está nunca en el escalafón literario. Está sí en la literatura y su puesto, al margen de éxitos o fracasos, de fluctuaciones de lectores y críticos) ha sido ya asegurado por sus grandes novelas y sus sombríos cuentos. Ahora que la suma de malentendidos y postergaciones está dando un total de fama, ahora que en todos los extremos del continente latinoamericano los jóvenes secretos se multiplican y salen a proclamarlo ahora que </span><st1:personname productid="la Editorial Alfa" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">la Editorial Alfa</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">, de Montevideo, prepara la colección ordenada de sus obras (dispersas suicidamente en tantas editoriales de América del Sur), ahora que </span><st1:personname productid="la CEAL" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">la CEAL</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> de Buenos Aires se precipita a recoger sus</span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Cuentos completos</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">, la fama de Onetti es un hecho incontrovertible. Tal vez en Montevideo, Onetti se esté preguntando, el cigarrillo colgando precariamente de un labio, los ojos más tristes que nunca, la boca modulando cada sílaba como si le costara dejarla caer:<o:p></o:p></span></span><br />
<div class="notas"><span style="color: maroon;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">-Pero ustedes ¿qué le ven al coso ese, a Onetti?<o:p></o:p></span></span></div><span style="color: maroon;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Cada día son más lo que 'ven' ".<o:p></o:p></span></span><br />
<div class="MsoNormal"><br />
</div>Andrés Aldaohttp://www.blogger.com/profile/13501215594400255974noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5585898414183619824.post-7384014249467435882010-06-02T12:22:00.000-07:002010-06-02T12:22:50.890-07:00<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: center;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">El lunfardo Rioplatense </span></span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"><o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"><br />
</span></span></b></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhXlTD-mamW2H-QCzr5-dNTUHMt-lZryEZ_WX8r0kbfRNmis1woa9pykTEWZqS308FRQ0SOjcki6wLRVC_5e1u1DH9XQ97lcmvmtvtR8YMmHFr7FPQJDTzHY3mDQeaOhHB4SNouQkDyaFdc/s1600/bailarina+1.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhXlTD-mamW2H-QCzr5-dNTUHMt-lZryEZ_WX8r0kbfRNmis1woa9pykTEWZqS308FRQ0SOjcki6wLRVC_5e1u1DH9XQ97lcmvmtvtR8YMmHFr7FPQJDTzHY3mDQeaOhHB4SNouQkDyaFdc/s640/bailarina+1.jpg" width="196" /></a></div><div class="MsoNormal"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Autor:</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> Jorge B.Rivera del libro "500 Años de </span></span><st1:personname productid="la Lengua" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">la Lengua</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> en Tierra Argentina"<br />
<br />
Entre marzo y abril de 1879 un ex empleado policial, Benigno B. Lugones, publicó en el diario </span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span><st1:personname productid="La Nacin" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">La Nación</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> de Buenos Aires dos trabajos curiosamente titulados "Los beduinos urbanos" y "Los caballeros de la industria", en los que recogía parte de su experiencia profesional con el mundo del hampa. Con el tiempo, ambos textos se convirtieron en precursores de los estudios o relevamientos de una jerga que se estaba construyendo por entonces en ambas orillas del Río de </span></span><st1:personname productid="la Plata" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">la Plata</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">, y a la que se conocería con el nombre de lunfardo, o léxico aparentemente circunscripto, por aquellos años, al ambiente del delito.<br />
La curiosidad por el lunfardo sería testimoniada poco más tarde por Antonio Dellepiane en El idioma del delito (1894), y por José S. Alvarez -el popular "Fray Mocho"- en sus Memorias de un vigilante (1897), mientras que la misma especie comenzaría a extenderse por la sociedad, enriquecida por renovadas creaciones y aportes lingüísticos, hasta convertirse en una suerte de lengua "vulgar", gradualmente alejada de sus primitivos orígenes hamponescos y marginales, y en el vocabulario por excelencia de saineteros, poetas populares y autores de letras de tango, empeñados en recrear ciertos ambientes y clichés lexicales vinculados con los mundos del arrabal y el conventillo.<br />
Mezcla compleja de viejos modismos técnicos del hampa, de voces de la germanía y el caló, de vocablos dialectales de origen itálico, de arcaísmos y de creaciones propias de la dinámica del, castellano rioplatense, además de contribuciones de muy distinta procedencia (porteñismos, argentinismos, americanismos, brasileñismos, etc.), el lunfardo aparece identificado con esta denominación ya a comienzos de los años 1880, como vehículo lexical vigorosamente expansivo, y no sólo como coloratura verbal de minúsculos bolsones sociales.<br />
Por esa razón se lo percibe y evalúa con creciente alarma hacia el '900, especialmente en la crítica erudita de intelectuales como Ernesto Quesada -el de El criollismo en la literatura argentina (1902)- y Miguel Cané -uno de los fundadores y decanos de la novedosa Facultad de Filosofía y Letras de </span></span><st1:personname productid="la Universidad" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">la Universidad</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> de Buenos Aires-, quienes señalan sin complacencias su peligroso advenimiento y desarrollo entre nosotros, aunque ambos se refieren no sólo al lunfardo específico, sino (y tal vez con mayores prevenciones) a la expansión complementaria de una especie más general como la jerga "criollo-compadrito-orillera", que se habla en los suburbios (localización un tanto imprecisa, pero que responde a los patrones sociológicos de la época) y comienza a ganar terreno inclusive entre los sectores más cultivados e insospechables de contaminación.<br />
En los cuarenta años que van de </span></span><st1:metricconverter productid="1890 a" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">1890 a</span></span></st1:metricconverter><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span><st1:metricconverter productid="1930, a" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">1930, a</span></span></st1:metricconverter><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> pesar de estos reparos y cautelas, el vocabulario o las marcas del lunfardo aparecen de manera adventicia en muchos autores de época, como Juan A. Piaggio, José S. Alvarez, Antonio B. Masiotti, Nemesio Trejo, Carlos Mauricio Pacheco, Santiago Dallegri, Félix Lima, Evaristo Carriego, etc., y se convierten en veta especializada y constante en poetas o cronistas "lunfardescos" de los años 10 y 20 como Bartolomé Aprile, Angel G. Villoldo, "Yacaré" (Felipe H. Femández), "Carlos de </span></span><st1:personname productid="1930, a" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">la Púa</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">" (Carlos R. Muñoz), Celedonio E. Flores, Pascual Contursi, "Dante A. Linyera" (Francisco B. Rimoli), Alberto Vacarezza, "Iván Diez" (Augusto A Martini), "Last Reason" (Máximo Teodoro Sáenz), etc.<br />
Una mención sumaria de la poesía "lunfardesca" no puede prescindir de auténticos clásicos del género como Versos rantifusos de "Yacaré", La crencha engrasada (1928), de "Carlos de </span></span><st1:personname productid="1890 a" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">la Púa</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">", Chapaleando barro (1929), de Celedonio E. Flores, Arrabal salvaje (1938), de Bartolomé R. Aprile, Sangre del suburbio (s/f), de "Iván Diez", y Semos hermanos, de "Dante Linyera".<br />
En un texto paradigmático de la literatura "lunfardesca" -"Musa rea"- Celedonio Esteban Flores fundamentaba de este modo la peculiar estética de su poesía:<br />
<br />
No tengo el berretín de ser un bardo<br />
chamuyador letrao ni de spamento;<br />
yo escribo humildemente lo que siento<br />
y pa escribir mejor lo hago en lunfardo.<br />
<br />
Yo no le canto al perfumado nardo<br />
ni al constelao azul del firmamento,<br />
yo no busco en el suburbio sentimiento<br />
¡Pa cantarle a una flor, le canto al cardo!<br />
<br />
Y porque embroco la emoción que emana<br />
del suburbio tristón, de la bacana,<br />
del tango candombero y cadencioso.<br />
<br />
Surge a torrentes mi mistonga musa:<br />
¡Es que yo tengo un alma rantifusa<br />
bajo esta pinta de bacán lustroso!<br />
<br />
En otro texto no menos clásico -el diálogo entre Don Antonio y el criollo Aberastury en Tu cuna fue un conventillo (1920)- Alberto Vacarezza apunta con humor las siguientes observaciones del sorprendido inmigrante italiano frente a la demoledora versatilidad del lunfardo (algo que los lingüistas expresan de otro modo al hablar de la velocidad con que se deterioran y renuevan las "insinuaciones semánticas" de los slangs):<br />
<br />
Aberastury: ...pare la oreja<br />
y siga el procedimiento<br />
sin alterar la receta...<br />
Usté catura al mosaico<br />
Don Antonio: ¿El qué?...<br />
Aberastury: El mosaico, la percha,<br />
el rombo, la nami, el dulce,<br />
la percanta, la bandeja...¿Manya? ...<br />
Don Antonio: ¡Ah!...Sí...sí. Ya te comprendo...<br />
Qué abondante e la lengua<br />
castellana...Lo mosaico,<br />
lo zaguane, la escopeta,<br />
con cualquier cosa se dice<br />
la mojiere...<br />
Aberastury: La cata a ella...<br />
no bien la vea pasar<br />
le bate de esta manera...<br />
¡Che, fulana, parate ahí!...<br />
Y en cuanto ella se detenga,<br />
usté se le acerca y le hace<br />
este chamuyo a la oreja...<br />
Papirusa, yo te roequi...<br />
Don Antonio: ¿Yo te qué?..<br />
Aberastury: ¡No sea palmera!<br />
Yo te roequi es yo te quiero<br />
al revés...<br />
Don Antonio: ¡Ah! Qué riqueza<br />
de idioma... Cuando no alcanza<br />
hasta te la danno vuelta...<br />
¡Assasino de Quevedo<br />
e Cervantes de Saavedra!...<br />
<br />
Más que la folletería "lunfardesca" (e inclusive el sainete), fueron las letras de tango, a partir de las primitivas letrillas de Angel G. Villoldo, pero especialmente desde la letrística iniciada por Pascual Contursi en 1917 con "Mi noche triste", las que cumplieron un persistente papel legitimador y difusorio en relación con la lexicología "arrabalera ". Autores como Contursi, Celedonio E. Flores, Mario Battistella, Enrique Cadícamo, Armando Tagini, Enrique Santos Discépolo, etc., contribuyeron entre 1917 y </span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span><st1:metricconverter productid="1928 a" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">1928 a</span></span></st1:metricconverter><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> ese proceso, con letras de clara tonalidad lexical como "Flor de fango", "Margot", "El motivo", "Mano a mano", "Pinta brava", "Gloria", "Muñeca brava", "Esta noche me emborracho", "Chorra", etc.<br />
Desde los primeros acercamientos testimoniales o críticos, como hemos visto, se insistió en vincular a esta especie lingüística con los territorios de la marginalidad y el delito. Para muchos autores, sin embargo, el lunfardo no es en puridad jerga hamponesca, sino un argot nacido en el Río de </span></span><st1:personname productid="la Plata" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">la Plata</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> por razones que pertenecen más al campo de la lingüística propiamente dicha que al del prejuicio o del reduccionismo sociologista, que presidió invariablemente las primeras evaluaciones del fenómeno. Un argot nacido a mediados del siglo pasado, que se fue renovando y ampliando según leyes de constitución y desarrollo propias de las hablas urbanas, y que a lo largo de su vida histórica -no registrada en los diccionarios usuales- extendió su influencia a la vida cotidiana, los usos literarios, el trato familiar, etc., hasta el punto de constituir una peculiaridad profundamente arraigada en muchas esferas.<br />
El interés de investigadores y estudiosos en relación con el lunfardo ha sido fecundo y continuado. Especialistas como Luis Soler Cañas, Enrique Ricardo Del Valle,]osé Gobello, Mario E. Teruggi, ]osé Barcia, Luciano Payet, Fernando H. Casullo, León Benarós, Juan Carlos Guarnieri, Luis C. Villamayor, Amaro Villanueva y Fernán Silva Valdés, entre muchos otros, le han dedicado ensayos, vocabularios e inclusive libros orgánicos y bien informados. Un signo de esta sistemática preocupación lo constituye, a fines de diciembre de 1962, la fundación de </span></span><st1:personname productid="la Academia Portea" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">la Academia Porteña</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> del Lunfardo, nacida (bajo el lema "El pueblo agranda el idioma") con la finalidad de propender al estudio del lenguaje y la literatura populares porteños.<br />
En una declaración fechada a un año de su creación, </span></span><st1:personname productid="la Academia" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">la Academia</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> sostenía que "El idioma nacional no se corrompe; por el contrario, se enriquece con el aporte de argentinismos y regionalismos, entre los que contamos los porteñismos y lunfardismos. </span></span><st1:personname productid="La Real Academia" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">La Real Academia</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> de </span></span><st1:personname productid="la Lengua" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">la Lengua</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> va recogiendo, en su léxico oficial, muchas voces populares, sin considerar suficiente motivo para impedirlo el origen germanesco o gitano de aquéllas. </span></span><st1:personname productid="la Academia Portea" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">La Academia Porteña</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> del Lunfardo considera que ha de procederse en forma semejante con gran número de argentinismos, regionalismos y porteñismos de uso popular y literario. Pero sostiene, asimismo, que debe preservarse intacta la sintaxis española, columna vertebral del idioma nacional, y proscribirse la caprichosa deformación de vocablos a que se consagra cierta publicidad tan escasa de imaginación como de buen gusto". Desde su creación </span></span><st1:personname productid="la Academia" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">la Academia</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> editó boletines lexicográficos, organizó una biblioteca de la especialidad, compiló bibliografías, exhumó la producción o la figura de autores olvidados, expidió acuerdos, produjo comunicaciones sobre aspectos relacionados con el lenguaje popular, realizó numerosas actividades de carácter cultural y artístico relacionadas con el tema y se propone editar un diccionario de lunfardismos y porteñismos.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><b><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">El amor y la sexualidad en el lunfardo</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">–</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> <o:p></o:p></span></span></span></i></b><br />
<b><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Virginia Martínez Verdier</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span></i></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"><br />
</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">INTRODUCCION:</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"><br />
<br />
Una de las fuentes del</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">erotismo</span></span></span></a><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">es el estímulo auditivo. Existen -para cada individuo- palabras, frases, tonos, inflexiones de la voz, melodías, sonidos, etc. que pueden estimular o deprimir su deseo sexual.<br />
Los términos vulgares, acorde a la situación en que se apliquen pueden resultar excitantes o francamente violentos y agresivos.<br />
Nuestro "idioma" porteño se encuentra integrado por gran número de voces lunfardas, que, habituados a ellas, solemos dar por sobrentendidas. ¿Cómo se originaron? ¿Cómo susbsistieron? Fundamentalmente: ¿Cómo se expresan en el lunfardo el amor y la sexualidad?<br />
Este trabajo introductorio intenta recorrer nuestra historia lingüística porteña, y detenerse en el erotismo de las voces lunfardas; para sonreirnos, para conmovernos, para sorprendernos y continuar creciendo desde nuestras raíces.<br />
<br />
</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">HISTORIA Y DESARROLLO DEL LUNFARDO:</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"><br />
<br />
El</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">lunfardo</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">, según </span></span><st1:personname productid="La Real Academia" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">la Real Academia</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> Española, es la jerga propia de la gente de mal vivir (ratero, caco, chulo o rufián). Específicamente, la palabra lunfardo significa ladrón.<br />
La palabra lunfardo actualmente se utiliza para designar tres fenómenos: el habla popular, el vocabulario de la inmigración (preferentemente la italiana) y el idioma del delito. Aunque algunos autores consideran que el verdadero lunfardo es el dialecto de los ladrones, a lo largo del tiempo se lo consideró, en sentido extenso como el habla popular de los sectores marginales.<br />
Los primeros registros de palabras lunfardas se remontan a la última‚ poca del gobierno de Rosas, mezcladas con el español arcaico y el gauchesco. El 6 de julio de l878 el diario </span></span><st1:personname productid="la Plata" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">La Prensa</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> publica el artículo "El dialecto de los ladrones", que oficiaba de diccionario rudimentario.<br />
En otros países, el código del mal vivir equivalente a nuestro lunfardo, se denomina germanía en español, narquois en francés, gergo en italiano, rotwelsh en alemán, slang en inglés, giria en portugués, etc. Estas son lenguas utilizadas en fraternidades para que sólo sus miembros las entiendan.<br />
Estos códigos, con el pasar del tiempo y al ser utilizados en expresiones artísticas populares comenzaron a ser conocidos y utilizados por los pueblos locales en general. Es así que en nuestro país y en el Uruguay, el lunfardo creció en las zonas portuarias del Río de </span></span><st1:personname productid="la Plata" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">la Plata</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">, matizado por voces de diferentes idiomas que traían consigo los inmigrantes (español, gitano español. italiano, genovés, francés, portugués, fundamentalmente).<br />
<br />
Como marco histórico, recordemos que Bs.As. aumentó su población de 286 mil habitantes en l880 a 649 mil en l895 y a l.500.000 en l9l4. En l895, en Bs.As. el 60% eran inmigrantes y en l9l4, lo eran el 50% de la población de la ciudad. En este acelerado y confuso cambio social, se constituyeron sectores sociales bien diferenciados: la burguesía tradicional, los sectores medios de inmigrantes con intenciones de ascenso, y grupos marginales en las orillas de la ciudad -los Corrales, Barracas, </span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span><st1:personname productid="la Boca" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">la Boca</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">, Palermo, Nueva Chicago y Nueva Pompeya-. En distintos sectores de la ciudad se alojaron sociedades distintas, netamente diferenciadas, con sus propias culturas enfrentadas a las otras. La ciudad adquirió una fisonomía particular.<br />
En los sectores marginales se entrecruzaron troperos criollos que llevaban el ganado a los mataderos, peones de las barracas laneras y los frigoríficos, marineros, carreros y cuarteadores. Alrededor de este heterogéneo mundo de hombres solos -sin familia, sin mujer, sin arraigo- surgieron los prostíbulos, los cafés, las pulperías, los salones de baile. Los inmigrantes marginales fueron integrándose muy lentamente a los grupos criollos tradicionales en los barrios populares o en los suburbios orilleros. Esta sociedad marginal elaboró sus propias reglas, ideales y formas de convivencia. De acuerdo con esos ideales se delinearon ciertos tipos sociales: el</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">malevo</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">, el</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">guapo</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">, el</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">compadrito</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">, el</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">canfinflero</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">, la</span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">percanta</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">, la</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">yira</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">, la</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">milonguita</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">, el</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">ciruja</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">, que se sumaban a los</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">cuenteros</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">, las adivinas, los</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">punguistas</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">; todos ellos compartiendo el</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">conventillo</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">, con promiscuas y deficientes condiciones de habitabilidad.<br />
Esta convivencia creó un habla -el lunfardo-, un baile y una canción -el tango- y una expresión teatral -el sainete- Es así que el desarrollo del lunfardo fue de la mano del desarrollo del tango; ambos, nacidos en los</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">burdeles</span></span></span></a><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">y</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">peringundines</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">, se relacionaron estrechamente con la sexualidad, con lo prohibido, lo indecente, en cuna de</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">guapos</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">,</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">cafishios</span></span></span></a><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">y</span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">milongueras</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">. Con historias de varones traicionados, de</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">cafishios</span></span></span></a><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">y malevos, de amores imposibles, mujeres buenas y "de las otras", de prostíbulos, de "vicios", de madrecitas santas, el tango fue pintando una acuarela de la primera mitad del siglo; y, con sus letras, fue manteniendo vivo al lunfardo, que fue dejando de ser un código lingüístico cerrado para formar parte del porteñismo de diversos sectores sociales.<br />
<br />
La evolución de las letras del tango registran tres etapas bien definidas: La primera, desde l880 a l895, ofrece como única expresión la copla prostibularia, su poesía era grosera, obscena, con una fuerte carga sexual, reflejando patéticamente la vida de las orillas (la mujer como objeto de posesión y mercancía de canje, la prisión, la pelea, el delito). Estas primeras coplas, transmitidas oralmente, prácticamente no llegaron a nuestros días.<br />
<br />
"</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Canfinfle</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">, dejá esa</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">mina</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">!<br />
¿Y por qué la voy a dejar?<br />
Si ella me calza y me viste.<br />
Y me da para</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">morfar</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">..."<br />
<br />
"Cuando el</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">bacán</span></span></span></a><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">está en</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">cana</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">,<br />
la</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">mina</span></span></span></a><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">se peina rizos.<br />
No hay</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">mina</span></span></span></a><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">que no se</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">espiante</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"><br />
cuando el</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">bacán</span></span></span></a><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">anda</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">misho</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">."<br />
<br />
En el segundo período, el tango fue avanzando progresivamente hacia otros barrios y gentes de la ciudad; por lo que hacia l895 comenzaron a omitirse las coplas prostibularias con cierto disimulo, pero sobrevivieron durante años en la clandestinidad:<br />
<br />
"Quisiera ser</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">canfinflero</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"><br />
Para tener una</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">mina</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">.</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Llenarla bien de bencina</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"><br />
y hacerle un hijo chofer".<br />
<br />
"Que vida más arrastrada<br />
es la de el</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">canfinflero</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">!<br />
El lunes cobra las</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">latas</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"><br />
y el martes anda</span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span class="apple-converted-space"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span></span><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">fulero</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">."<br />
<br />
La calle Corrientes fue terreno neutral entre la cultura marginal y la de la burguesía tradicional; este contacto comenzó a tejer sutiles hilos entre ambas (la</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">milonguita</span></span></span></a><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">en el cabaret, el político que contrataba guardaespaldas, el</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">cafishio</span></span></span></a><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">que proveía de</span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span class="apple-converted-space"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span></span><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">programas</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">al caballero distinguido).<br />
En este mundo del Centro, los "niños bien", asiduos concurrentes a los cabarets y a los prostíbulos elegantes también comenzaron a crear versos "non santos":<br />
<br />
"De L'Abbaye la</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">piantaron</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"><br />
y la razón no le dieron.<br />
Pero después le dijeron<br />
Que fue por falta de higiene.<br />
Pues la pobrecita tiene<br />
una costumbre asquerosa,<br />
que no se lava la cosa<br />
por no gastar en jabón.</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Rajá</span></span></span></a><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">de aquí,<br />
andáte a</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">pastorear</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">.</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Piantá</span></span></span></a><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">de acá<br />
que no te doy</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">tecor</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">.<br />
Y si querés volver a figurar<br />
Laváte bien pa' no pasar calor."<br />
<br />
La necesidad de disimular estas letras, y el proceso creativo del tango como danza, originó que en esos tiempos no se cantara el tango en los cafés ni en los salones.<br />
<br />
El tercer período en la historia del tango comienza con la creación de Pascual Contursi, "Mi noche triste", en l9l7. El tema del abandono en las letras de tango es mucho más antiguo que el citado tango de Contursi. Podemos observarlo en estas coplas prostibularias:<br />
<br />
"Cacé un</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">estrilo</span></span></span></a><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">a la</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">gurda</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"><br />
Hace cosa de unos días<br />
porque algunos me</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">batían</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"><br />
que la</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">mina</span></span></span></a><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">se iba a alzar..."<br />
<br />
Contursi elevó el eterno lamento masculino a categoría poética:<br />
<br />
"</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Percanta</span></span></span></a><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">que me</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">amuraste</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"><br />
en lo mejor de mi vida...<br />
Cuando voy pa' mi</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">cotorro</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"><br />
lo veo desarreglado...<br />
Y si vieras la</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">catrera</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"><br />
cómo se pone</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">cabrera</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"><br />
cuando no nos ve a los dos..."<br />
<br />
En "Viejo rincón" (l925) con letra de Roberto Cayol podemos oir la misma queja en voces lunfardas:<br />
<br />
"Oh! callejón de turbios</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">caferatas</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"><br />
que fueron taitas del</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">mandolión</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">!<br />
¿Dónde estará mi</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">garsonier</span></span></span></a><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">de lata,<br />
testigo de mi amor y su traición?<br />
<br />
Lo mismo podemos encontrar en "El</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Ciruja</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">" (l926) con letra de Francisco Marino:<br />
<br />
<br />
"Era un</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">mosaico</span></span></span></a><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">diquero</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"><br />
que</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">yugaba</span></span></span></a><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">de</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">quemera</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">,<br />
hija de una curandera,</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">mechera</span></span></span></a><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">de profesión;<br />
pero vivía</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">engrupida</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"><br />
de un</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">cafiolo</span></span></span></a><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">vidalita</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"><br />
y le pasaba la</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">guita</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"><br />
que le</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">shacaba</span></span></span></a><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">al</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">matón</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">..."<br />
<br />
En "</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Araca</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">, corazón!" (l927) con letra de Alberto Vacarezza, podemos escuchar:<br />
<br />
"</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Araca</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">, corazón, calláte un poco!<br />
y escuchá, por favor, este</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">chamuyo</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">.<br />
Si sabés que su amor nunca fue tuyo<br />
y no hay motivos para hacerse el loco..."<br />
<br />
En "Pompas de jabón" de Enrique Cadícamo oímos decir:<br />
<br />
"</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Pebeta</span></span></span></a><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">de mi barrio,</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">papa</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">,</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">papusa</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">,<br />
Que andás paseando en auto con un</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">bacán</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">,<br />
...Que en los</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">peringundines</span></span></span></a><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">de frac y fuelle<br />
Bailás luciendo cortes de cotillón.<br />
Y que a las</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">milongueras</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">, por darles dique<br />
Al irte con tu</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">camba</span></span></span></a><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">batís</span></span></span></a><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">allón..."<br />
<br />
Una estrofa del tango "Margot", con letra de Celedonio Flores, escrito en l9l9, nos permite observar la crítica hecha a las mujeres y las voces lunfardas poéticamente enlazadas:<br />
<br />
"Son</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">macanas</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">...no fue un</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">guapo</span></span></span></a><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">haragán y prepotente<br />
ni un</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">cafishio</span></span></span></a><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">de avería el que al vicio te largó.<br />
Vos rodaste por tu culpa, y no fue inocentemente.</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Berretines</span></span></span></a><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">de</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">bacana</span></span></span></a><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">que tenías en la mente<br />
desde el día en que un magnate</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">cajetilla</span></span></span></a><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">te</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">afiló</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">!"<br />
<br />
Lentamente, el tango, al avanzar sobre las clases medias, y al comercializarse, a través de la grabación de discos y la filmación de películas, se fue convirtiendo en tango de salón, refinado y con escasas voces lunfardas.<br />
<br />
León Mirás en su cuento "El</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">chamuyo</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">" nos ubica en una típica charla de café entre varones:<br />
<br />
"-La</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">mina</span></span></span></a><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">es regia, ustedes la conocen, vale la pena- dijo. La estoy</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">chamuyando</span></span></span></a><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">a fondo...¿Saben? Mi</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">chamuyo</span></span></span></a><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">no falla en las mujeres. A </span></span><st1:personname productid="la Rosa" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">la Rosa</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> le estoy haciendo un trabajo fino. Finísimo. Quince días, veinte a lo sumo y encamamos. No lo duden. Me corro una fija."<br />
<br />
Roberto Arlt, en el artículo "El idioma de los argentinos", de sus "Aguafuertes porteñas", hace una crítica a Monner Sanz quien había opinado que "En mi patria se nota una curiosa evolución. Allí hoy nadie defiende a </span></span><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span><st1:personname productid="la Academia" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">la Academia</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> ni a su gramática. El idioma, en </span></span><st1:personname productid="la Argentina" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">la Argentina</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> atraviesa por momentos críticos...La moda del gauchesco pasó; pero ahora se cierne otra amenaza, está en formación el lunfardo, léxico de origen espurio, que se ha introducido en muchas capas sociales, pero que sólo ha encontrado cultivadores en los barrios excéntricos de la capital argentina. Felizmente, se realiza una eficaz obra depuradora, en la que se hallan empeñados altos valores intelectuales argentinos."<o:p></o:p></span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Arlt le "</span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">retruca</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">" considerando que los pueblos, como el nuestro, que están en continua evolución inventan palabras para expresar ideas nuevas y cambiantes:<o:p></o:p></span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">"Cuando un malandrín que le va a dar una puñalada en el pecho a un consocio, le dice: te voy a dar un puntazo en la persiana, es mucho más elocuente que si dijera: voy a ubicar mi daga en su esternón."<o:p></o:p></span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Actualmente, muchos términos lunfardos continúan formando parte de nuestro idioma cotidiano, pero, algunos de ellos nos resultan desconocidos aún y nos provocan una sonrisa cómplice cuando traducimos su significado.<o:p></o:p></span></span><br />
<br />
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">EL LUNFARDO Y </span></span><st1:personname productid="LA SEXOLOGIA" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">LA SEXOLOGIA</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">:</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"><o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">En un intento de entrecruzar ambos códigos linguísticos, realizaré una somera clasificación de términos lunfardos dentro de la terminología sexológica üctual.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><br />
</div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Identidad de género:</span></span></span></a></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"><o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Femenino:</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"><o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Bramaje:</span></span></b><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">conjunto de mujeres (hembraje)<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Catriela. Garaba. Grela. Mina. Minusa. Mueble. Naifa. Taquera</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">.</span></span><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Yenusa:</span></span></b><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">mujer.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Budín. Chuchi. Formayo. Leona. Papusa</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: mujer hermosa, atractiva.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Bagayo</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: Mujer fea y gastada por la vida galante.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Rea</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: Mujer de baja condición, abandonada, sucia.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Escracho. Lorenzo</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: mujer fea.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Paica</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: mujer en sentido despectivo.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Bacana</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: mujer mantenida con lujos.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Beguén</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: mujer mantenida.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Mosaico. Piba. Pebeta</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: muchacha.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><br />
</div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Masculino:</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"><o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Catriel. Garabo</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: Hombre.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Gavión</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: hombre conquistador.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Cajetilla</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: hombre que cuida exageradamente de su vestimenta y</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">presencia.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Bacán</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: hombre aficionado a las mujeres, a las que mantiene. Dueño de</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">una mujer.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Bufarrón</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: sodomita, Pederasta activo.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Chancleta. Chuchi. Mariposón</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: individuo afeminado.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Mino. Pulastro</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: homosexual activo.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Mishé</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: hombre que paga generosamente los favores de las mujeres.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><br />
</div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Cortejo:</span></span></span></a></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"><o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Apilar</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: emplear todas las artimañas para conquistar a una mujer.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Apuntar</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: enamorar.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Atracar</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: aproximarse con fines amatorios; arrimarse para entablar</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">conversación.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Chamuyo</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: acción de hablar, especialmente con lances amatorios.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Levantar</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: dar conversación a una mujer para tarla.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Mariposón</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: individuo que asedia a una mujer tratando de</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">conquistarla.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Programa</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: cita amorosa.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Pastorear</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: cortejar, galantear,<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><br />
</div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Amor:</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"><o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Berretín</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: afición desmedida hacia determinadas cosas, también al</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">amor.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Camote</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: enamoramiento intenso, por el que se pierde la razón.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Embalar</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: entusiasmarse, entregarse eufóricamente a un sentimiento.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Fato</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: amor clandestino.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Metedura. Metejón</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: enamoramiento, apasionamiento.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Reviro</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: pasión, entusiasmo.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Rebusque</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: amor pasajero, efímero.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Lora</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: mujer querida.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Beguén</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: capricho amoroso, antojo, gran entusiasmo.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><br />
</div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Convivencia:</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"><o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Arrimar</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: unirse en concubinato.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Enchufar. Filote</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: cohabitar.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><br />
</div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Zonas erógenas:</span></span></span></a></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"><o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Belín. Choto. Ganso. Guasca. Piola. Tripa</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: pene<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Quimbos</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: testículos.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Cotorra</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: genitales femeninos externos.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Mellizos</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: pechos femeninos.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Orto. Upite</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: ano.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><br />
</div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Relaciones sexuales:</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"><o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Acamalar</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: acariciar.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Encamada</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: estar en la cama en pareja para el acto sexual.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Enchufar</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: poner, colocar.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Franela. Fratachar</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: excitarse violentamente con un compañero sexual,</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">sin llegar al coito.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Flecha</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: apetito sexual.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Pajero</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: el que se masturba.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Pirobar</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: fornicar.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Pirobo</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: coito.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Joder</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: practicar el coito. Diversión.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Tragar</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: cuando la mujer es penetrada.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Trincada</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: acto sexual.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Trincar</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: poseer a una mujer que no es la propia.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><br />
</div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Prostitución:</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"><o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Atorranta. Carro. Loca. Pulastra. Terraja. Trotadora. Yiro</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">:</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">prostituta.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Copera</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: mujer de cabaret que recibe comisión por cada copa que hace</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">pagar.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Caferata. Cafiolo. Cafishio. Canfinflero. Canfunfa. Caralisa. Macró.</span></span></b><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Proxeneta</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: Hombre que vive explotando a las mujeres.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Tirar del carro</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: explotar a una mujer.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Madama</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: regente de un prostíbulo.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Garrón</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: disfrute gratuito de una prostituta.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Yirar</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: andar en busca de hombres.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Pesebrero</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: sirviente o cuidador de un prostíbulo.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Firulo. Queco. Quilombo. Tambo</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: prostíbulo.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Lata</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: Ficha metálica que se usaba en los prostíbulos a modo de</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">moneda. La prostituta se la canjeaba a la madama por el dinero</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">cobrado a clientes. Era un sistema de control del trabajo realmente</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">realizado.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Peringundín</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: sitios de diversión de moral confusa.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><br />
</div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Embarazo:</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"><o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Bombo</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: vientre de embarazada.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Llenar</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: embarazar.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><br />
</div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Enfermedades transmisibles sexualmente:</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"><o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Chincho</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: enfermedad venérea.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Chinchudo</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: sifilítico.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><br />
</div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Vocablos generales:</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"><o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Bulín</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: Aposento que no es lugar habitual de residencia, usado sólo</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">para las prácticas amorosas.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Biaba</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: Abuso en el uso de cosméticos.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Amurar</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: abandonar, dejar, desairar.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Garsonié</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: lugar reservado para la cita de parejas.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Chipolo</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: bello, lindo, hermoso.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Catrera</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: cama.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Cotorro</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">: habitación, aposento.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><br />
</div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">A MODO DE CONCLUSION:</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"><o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><br />
</div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Muchos de estos términos vulgares habitualmente se utilizan en la intimidad de los amigos, de la pareja o de la familia. Algunas voces más suaves pueden oírse hoy en los medios de comunicación, en un intento de desacartonamiento de su parte; estas inclusiones de lo vulgar en lo formal hubieran sido impensadas décadas atrás.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Las diferentes generaciones juveniles fueron creando nuevos códigos lingüísticos, inicialmente sólo comprendidos por ellos. "</span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Franelear</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">", "</span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">chapar</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">", "</span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">rascar</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">", "</span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">transar</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">", son equivalentes en su significado y corresponden a diferentes épocas porteñas.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Es así como los idiomas se mantienen vivos. La mezcla de sus diversos códigos actualiza el pasado y engendra una lengua presente dinámica, siempre igual y siempre distinta.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">También los códigos y las costumbres sexuales son cambiantes, evolucionan acorde a los nuevos tiempos; sin embargo, realizando un viaje a través de la historia podríamos también pensar "Nada nuevo bajo el sol".<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">Así, Adolfo Dallolio, nos recuerda en su Libro Evocativo de las primeras décadas del siglo:<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">"...Había casas de citas que no eran hoteles,<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">y amuebladas que servían de pasatiempo a<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">parejas, y la única propaganda efectiva la<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">daban al taxista que concurría con la pareja<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">por un peso con cincuenta centavos..."<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">"De madrugada, los</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">calaveras</span></span></span></a><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">hacían unas</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">garufas</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"><o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">completas con sólo cinco pesos per cápita... Se<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">dirigían a San Fernando gozando de la fresca<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">viruta, donde estaban los</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">quilombos</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">, prostíbulos<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">o</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"> </span></span></span><a href="http://www.sexuar.com.ar/diccionario/diccionario.htm" target="mainFrame"><span style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">quecos</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">, por $ 3, 2 y l. El de tres pesos era el<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">famoso Chantecler con un elemento de francesas a<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">cual mejor, todas muy limpias, perfumadas; y una<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">vez hechas las necesidades del momento, se salía<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">y en los alrededores estaba lleno de parrilladas<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">con guitarristas y cantores..."<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">"Los tipos de guita hacían cerrar por una noche<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">la casa de cita o el quilombo, donde se dedicaban<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">a hacer grandes orgías con sus amigos hasta la<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">madrugada..."<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">"En la calle 25 de Mayo estaban los teatros<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">pornográficos como el Bataclán y Cosmopolita,<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">que comparados con los actuales eran puritanos,<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">puesto que hacían las delicias del público concurrente<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">sin caer en lo obsceno y asqueroso como hoy..."<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><br />
</div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">BIBLIOGRAFIA:</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;"><o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">* Arlt, Roberto. Aguafuertes Porteñas. Biblioteca Página/l2. Bs.As. l993.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">* Casullo, Fernando. Diccionario de Voces lunfardas y vulgares. Ed.Freeland. Bs.As. l972.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">* Dallolio, Adolfo. Te acordás hermano. Libro evocativo de antaño. Bs.As. 1980.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">* Ferraretto, Sonia Sexualidad y erotismo en el tango argentino. Rev. Argentina de Sexualidad humana Nro. l, Año 7. l993.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">* Gobello, José y Stilman, Eduardo. Las letras del tango de Villoldo a Borges. Ed.Brújula. Bs.As. l966.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">* Gottlin, Jorge. La realidad y la magia del tango. Artículo en el Suplemento Especial Del Diario Clar¡n. "Bs.As. Una aventura de cuatro siglos". Bs.As. ll de junio de l980.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">* Mirlas, León Timba. Cuentos de la picarezca porteña. Cía. Gral. Fabril Editora. Bs.As. l97l.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">* Romero, Jos‚ L. Bs.As.: una historia. En Polémica. Primera Historia Argentina Integral. Nro.64. Centro Editor de América. Latina. Bs.As. l97l.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">* Roulet, Elba Conventillos y villas miserias. En Polémica. Primera Historia Argentina Integral. Nro.62. Centro Editor de América Latina. Bs.As. l97l.<o:p></o:p></span></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #351c75;">* Soler Cañas, Luis. La lengua que habla la ciudad. Artículo en el Suplemento Especial del Diario Clarín "Bs.As. una aventura de cuatro siglos." Bs.As. ll de junio de l980<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div>Andrés Aldaohttp://www.blogger.com/profile/13501215594400255974noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5585898414183619824.post-42397006252130832422010-06-02T12:17:00.000-07:002010-06-02T12:17:46.062-07:00<h1 style="line-height: 18.0pt; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: top;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">FERRER Y EL TANGO EN EL SIGLO XXI</span><o:p></o:p></span></span></h1><h1 style="line-height: 18.0pt; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: top;"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;"> </span></span></span></o:p></h1><h1 style="line-height: 18.0pt; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; vertical-align: top;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13; font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br />
</span></span></h1><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhHG0ZllhXCpYUHrgfmv2F7x-DxpvoBWbwsbFizw4xH11M5AqcsA3FeVHIAOXjW7HQtIM25JIYbWL6lhXHMvAw85U2fng5b4gceJJpYhBJCgEh3YJlgot_AMEXR9Ej0vfKSoRhKjMSKLbj/s1600/astor.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhHG0ZllhXCpYUHrgfmv2F7x-DxpvoBWbwsbFizw4xH11M5AqcsA3FeVHIAOXjW7HQtIM25JIYbWL6lhXHMvAw85U2fng5b4gceJJpYhBJCgEh3YJlgot_AMEXR9Ej0vfKSoRhKjMSKLbj/s320/astor.jpg" /></a></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-line-height-alt: 10.8pt;"><br />
</div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-line-height-alt: 10.8pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;">Porteños y uruguayos quieren que el tango sea de la humanidad Piden que se lo declare patrimonio cultural Buenos Aires y Montevideo decidieron tender un puente sobre el Río de </span></span><st1:personname productid="la Plata" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;">la Plata</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;"> y unieron fuerzas y estrategias para solicitar a </span></span><st1:personname productid="la Unesco" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;">la Unesco</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;"> que el tango sea declarado patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. De acuerdo con </span></span><st1:personname productid="la Convención" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;">la Convención</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;"> para </span></span><st1:personname productid="la Salvaguardia" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;">la Salvaguardia</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;"> del Patrimonio Cultural Inmaterial, que entró en vigor hace dos años, el tango encuentra un contexto adecuado para que, dentro de la diversidad cultural y la creatividad humana que es necesario preservar, se lo proclame como una de las obras maestras del patrimonio oral e inmaterial de la humanidad. En tres proclamaciones sucesivas ?2001, 2003 y 2005?, el organismo que dirige Koichiro Matsuura distinguió 90 formas de expresión y espacios culturales en 70 países. Entre la lista, no exhaustiva, de ámbitos y expresiones que quedan bajo el paraguas de la norma mencionada, se encuentran las tradiciones y expresiones orales, incluido el idioma como vehículo del patrimonio cultural inmaterial, las artes del espectáculo; los usos sociales, los rituales y actos festivos, las técnicas artesanales tradicionales. Con el acuerdo alcanzado por el gobierno de Buenos Aires y la alcaldía de Montevideo, el ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi, y su par uruguayo, el escritor Mauricio Rosencof, pusieron manos a la obra en la presentación titulada: “Tango, un arte musical, coreográfico, poético y corporal sustentable. Un siglo de una forma de expresión artística inalterable, auténtica y profunda del Río de </span></span><st1:personname productid="la Plata" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;">la Plata</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;">”. Se podría decir, con palabras de la compositora Eladia Blázquez en su “Candombe de dos orillas”, que Buenos Aires y Montevideo proclaman: “No nos separa el río [...]/ somos dos orillas en el Plata, pero un solo corazón”. Arte en dos orillas En diálogo con </span></span><st1:personname productid="LA NACION" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;">LA NACION</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;">, el ministro Lombardi subrayó que la tarea de presentar el tango como Patrimonio de </span></span><st1:personname productid="la Humanidad" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;">la Humanidad</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;"> comenzó en diciembre de 2007, apenas asumió Mauricio Macri como jefe de gobierno : “Nos interesaba mostrar el tango como un producto de la identidad rioplatense. El proceso para la proclamación requiere un plan de manejo y distintas acciones”. Colombia, por caso, ya obtuvo dos proclamaciones de </span></span><st1:personname productid="la Unesco" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;">la Unesco</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;">: el Carnaval de Barranquilla y el Espacio Cultural de Palenque de San Basilio. Desde Montevideo, el director de Promoción Cultural, Eduardo León Duter, subrayó: “El tango tiene características típicas que justifican su preservación como patrimonio cultural inmaterial. La música, la poesía, la danza tienden a difuminarse en su evolución. No es igual el tango que se baila en Finlandia o en Japón, que el que se baila en una milonga de Montevideo o de Buenos Aires”. Duter ponderó el hecho inédito de que dos ciudades de dos países que llegaron a un pico de máxima tensión hace dos años se unan en esta iniciativa. ¿Qué es lo preservable del tango? Lombardi respondió: “La música, la poesía, la coreografía, los valores que tienen continuidad en los vecindarios suburbanos. Hay tango de salón, tango milonguero, tango caquero . Y la preservación de las letras de tango ayudan a la protección del lunfardo como una expresión de la lengua rioplatense no académica”. El ministro porteño dijo que la presentación fue comunicada a los gobiernos de ambos países. Allí está también el bandoneón, el corazón del tango. En la propuesta ante </span></span><st1:personname productid="la Unesco" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;">la Unesco</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;"> se destaca la necesidad de poner en marcha un programa para entrenar a jóvenes luthiers en la reparación y el mantenimiento de este instrumento esencial para la vitalidad tanguera. Entre las medidas propuestas para asegurar la salvaguarda del tango, ambas ciudades destacan la creación de un Centro Documental del Tango, la creación de </span></span><st1:personname productid="la Orquesta" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;">la Orquesta</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;"> de Tango del Río de </span></span><st1:personname productid="la Plata" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;">la Plata</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;">, la creación de un sello discográfico y de una editorial para publicar nuevos métodos del bandoneón y partituras, y el desarrollo del programa “Alma de fueye”, para incluir a los jóvenes más desfavorecidos en nuevos proyectos tangueros. Las iniciativas estarán a cargo del Comité para </span></span><st1:personname productid="la Preservación" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;">la Preservación</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;"> del Patrimonio Musical Rioplatense, cuyo funcionamiento demandará una inversión de 350.000 dólares. En noviembre, ambas ciudades harán una ampliación de la propuesta efectuada en París, ante </span></span><st1:personname productid="la Unesco. Montevideo" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;">la Unesco. Montevideo</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;"> y Buenos Aires tienen por delante un plan por desarrollar: digitalizar partituras, investigar testimonios y desarrollar nuevas referencias para fortalecer la proclamación buscada. Cifras que crecen El tango es la segunda expresión cultural más demandada por los turistas extranjeros en Buenos Aires, con un 16,6% de preferencias. La primera es la visita a museos, con el 18,2 por ciento. El fenómeno del tango comenzó a posicionarse en los albores del siglo XXI, con un significativo aumento de los festivales dedicados al dos por cuatro. En 2006, se registraron 127 festivales de tango en todo el mundo. Y en 2007, 150 eventos tangueros. Sólo en los EE.UU. hay más de 13 festivales que van desde Salt Lake City hasta Seattle. Le sigue Italia, con 12 eventos musicales de tango en escenarios, como Pescara, Capri y Roma. Y detrás, se alinea Alemania, con diez festivales en nueve ciudades. Entre otras, Berlín, Hamburgo y Düsseldorf. En octubre y en noviembre, el tango lucirá en París. Este panorama internacional tan auspicioso se completa con la creación de </span></span><st1:personname productid="la Cátedra Abierta" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;">la Cátedra Abierta</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;"> de Tango, en </span></span><st1:personname productid="la Universidad" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;">la Universidad</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;"> de Pekín, inaugurada durante la visita de Macri en junio último. Consultado sobre la dimensión de la iniciativa rioplatense, el maestro Atilio Stampone dijo a </span></span><st1:personname productid="LA NACION" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;">LA NACION</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;">: “No hay una expresión cultural, en los géneros populares del mundo, donde tanto la danza como la música y la poesía son de un nivel tan impresionante. El tango, como elemento cultural, identifica a una comunidad”. Recordó que en el nacimiento del tango, como patrimonio rioplatense, intervino la inmigración, desde fines del siglo XIX, “la que incorporó un contenido social y cultural tremendo”, y la conversión del bandoneón, “que nació como un instrumento de música religiosa”. Con el conocimiento de quien ostenta un lugar en el olimpo de los grandes del tango, Stampone dijo: “Haciendo abstracción de la música, el vuelo del tango de fines del siglo XIX y, sobre todo, del siglo XX, es que se toca, se escucha y se baila como si fuera un concierto. Además, tiene los mejores poetas, sobre una misma música tiene dos letras distintas. Y, además, es muy emocionante ver a una pareja bailando bien un tango”. Duter precisó que en las raíces rioplatenses del tango entran, además de la tradición italiana y española, la de origen africano. “A esa riqueza cultural, hay que agregarle la que aportaron los criollos. Esos son los valores vigentes de nuestra identidad”. Para el poeta Horacio Ferrer, la protección de </span></span><st1:personname productid="la Unesco" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;">la Unesco</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;"> servirá para hacer “renacer todo un corpus tanguero que ya nadie toca y está en peligro de extinción. No sólo hay olvido por lo pasado, sino también hay ignorancia de lo nuevo. Hay un repertorio moderno que es extraordinario. Pero, una parte se está anquilosando y eso es decisivo para pedir su protección. El tango es Río de </span></span><st1:personname productid="la Plata" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;">la Plata</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;">”. En relación con la anhelada proclamación encarada por Buenos Aires y por Montevideo, el maestro Ferrer dio un corolario de lujo. “Con la letra de un tango revolucionario de mi inolvidable amigo Astor Piazzolla le diría a </span></span><st1:personname productid="la Unesco" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;">la Unesco</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;">: “Para lucirse ustedes, ¡declaren al tango Patrimonio Cultural de </span></span><st1:personname productid="la Humanidad" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;">la Humanidad</span></span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: #274e13;">!”.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div>Andrés Aldaohttp://www.blogger.com/profile/13501215594400255974noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5585898414183619824.post-91059278047148897332010-02-26T06:45:00.000-08:002010-02-26T06:45:34.758-08:00CÉSAR TIEMPO: RESEÑA BIOGRÁFICA, BROCHAZOS Y OBRAS<span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"><br />
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<div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"><a href="" name="Pequeña_cronohistoria_de_la_generación_l"></a></span><a href="" name="Reseña_biográfica_"><b><span style="font-family: 'Century Gothic';"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">CÉSAR TIEMPO: RESEÑA BIOGRÁFICA</span></span></b></a><b><span style="font-family: 'Century Gothic';"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">, </span></span></b></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: 'Century Gothic';"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"><br />
</span></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgxwxrRo4Dy-B2yVLGM_HGcTZBvt9xPT4hFTvfKYWedQyGi2xqe_upBR4JUKIyZ3K07PoCO-vaErimrtQhLS0tD0sfsZXSvvoRZsFxYa-Fim3ZYDvVCnxQSfTYG8ICEsTcAQ-4XHPQHnnu/s1600-h/cesar+tiempo.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgxwxrRo4Dy-B2yVLGM_HGcTZBvt9xPT4hFTvfKYWedQyGi2xqe_upBR4JUKIyZ3K07PoCO-vaErimrtQhLS0tD0sfsZXSvvoRZsFxYa-Fim3ZYDvVCnxQSfTYG8ICEsTcAQ-4XHPQHnnu/s320/cesar+tiempo.JPG" /></a></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%A9sar_Tiempo" target="_blank"></a></span><span style="font-family: 'Century Gothic';"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">Israel Zeitlin -más conocido por su seudónimo, César Tiempo- nació en Ekaterinoslaw (actualmente Dniepropetrowsk), Ucrania, el 3 de marzo de 1906. En diciembre de ese mismo año, llegó junto a su familia a Buenos Aires. Su infancia transcurrió entre los barrios Villa Crespo y San Cristóbal, donde concurrió a </span><st1:personname productid="la Escuela Hebrea" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">la Escuela Hebrea</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"> I. Markman y a </span><st1:personname productid="la Escuela Nacional" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">la Escuela Nacional</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"> de Artes. Desde muy temprana edad comenzó a interesarse por el ámbito artístico; con tan sólo 15 años enviaba cuentos y poemas de temas judaicos a varios periódicos argentinos, logrando su primera publicación en el diario </span><st1:personname productid="La Nación" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">La Nación</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"> a los 20 años.<br />
<br />
En 1926 aparece su primer libro de poemas llamado Versos de una... cuya autoría esconde detrás de la personalidad literaria de Clara Beter, joven poeta y prostituta rusa. El libro fue publicado con gran repercusión por Claridad, editorial y revista del grupo literario Boedo, llevando al escritor a desenmascarar su autoría. El seudónimo César Tempo, que mantuvo luego durante toda su vida, tiene relación con los orígenes de su apellido (Zeit en alemán significa tiempo y lin es el verbo cesar).<br />
<br />
Al año siguiente, junto a Pedro Juan Vignale, Tiempo organiza y publica </span> <st1:personname productid="la Exposición" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">la Exposición</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"> de la actual poesía argentina (1922-27), exquisita antología que incluye a los principales poetas de vanguardia de la década del 20 (como Jorge Luis Borges, Oliverio Girondo, Raúl González Tuñón, González Lanuza, Norah Lange, Luis Franco, Jacobo Fijman, Leopoldo Marechal, Conrado Nalé Roxlo, entre otros).<br />
<br />
César Tiempo recorrió todos los rincones del ambiente artístico, desde sus notas periodísticas publicadas en la prensa gráfica hasta adaptar guiones teatrales o cinematográficos para la televisión, pasando también por la radio, el cine y el teatro.<br />
<br />
Mantuvo un mismo eje temático en casi todas sus obras, el judaísmo, pero mediante diferentes perspectivas, ya sea como un narrador fiel a las costumbres judías o denunciando la discriminación sufrida por los judíos en territorio argentino y en el resto del mundo, bajo un tinte humorístico muy particular. En 1935 escribió el folleto “La campaña antisemita y el Director de </span> <st1:personname productid="la Biblioteca Nacional" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">la Biblioteca Nacional</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">”, en el cual denunciaba las novelas antisemitas de Hugo Wast, seudónimo de quien en ese momento se encontraba al frente de </span><st1:personname productid="la Biblioteca" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">la Biblioteca</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">, Gustavo Martínez Zuviría. Entre las obras literarias de Tiempo se encuentran libros de poemas como Libro para la pausa del sábado (1930), Sabatión argentino (1933), Sábado y poesía (1935), Sabadomingo (1937), Sábado pleno (1955), El becerro de oro (1973) y Poesías completas (1979). <br />
<br />
También escribió libros en prosa los cuales, anteriormente, fueron publicados como artículos periodísticos en distintos medios gráficos. Por ejemplo, La vida romántica y pintoresca de Berta Singerman (1941), Yo hablé con Toscanini (1941), Máscaras y caras (1943), Cartas inéditas y evocación de Quiroga (1970), Florencio Parravicini (1971). Los libros Protagonistas (1954) y Capturas recomendadas (1978) son recopilaciones de entrevistas hechas por César Tiempo como periodista a distintas personalidades de la cultura y convertidas en biografías. Además tenía una columna en la revista Atlántida, donde se publicaban los reportajes hechos utilizando el seudónimo Full Time.</span> <span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"><o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: 'Century Gothic';"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">Tiempo escribió para los siguientes medios gráficos argentinos: </span><st1:personname productid="La Nación" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">La Nación</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">, El Hogar, Argentina Libre, </span><st1:personname productid="La Prensa" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">La Prensa</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"> y Mundo Argentino. También colaboró con periódicos de América Latina: Crítica, </span><st1:personname productid="La Vanguardia" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">La Vanguardia</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">, El Sol, El Radical, Amanecer y América Libre. A los diecisiete años dirigió la revista Sancho Panza (1923). En 1937 fundó la revista literaria Columna, desempeñándose como director durante los seis años en que se editó. La relevancia adquirida por esta publicación radica en el espacio brindado a la difusión del pensamiento de distintos hombres de la cultura allegados al escritor, como Alberto Gerchunoff, Stefan Zweig, Arturo Capdevila y Liborio Justo, entre otros. Tiempo fue cofundador de la editorial argentino-uruguaya Sociedad Amigos del Libro Rioplatense, que llegó a publicar ochenta títulos de los principales autores de los dos países. Además de dedicarse a su trabajo como escritor y a su labor como editor, Tiempo participaba activamente en distintas organizaciones culturales del país. Fue socio honorario de </span><st1:personname productid="la Sociedad Hebraica" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">la Sociedad Hebraica</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"> Argentina y del Club Honor y Patria, fue Secretario de </span><st1:personname productid="la Sociedad Argentina" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">la Sociedad Argentina</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"> de Escritores (SADE), miembro del Círculo de </span><st1:personname productid="La Prensa" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">la Prensa</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">, de </span><st1:personname productid="la Sociedad General" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">la Sociedad General</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"> de Autores de </span><st1:personname productid="la Argentina" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">la Argentina</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"> (ARGENTORES) y de </span><st1:personname productid="la Sociedad" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">la Sociedad</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"> de Autores y Compositores de Música.</span></span><span style="font-family: 'Century Gothic';"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"><o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: 'Century Gothic';"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">En la década del 30 comenzó a escribir sus primeros guiones teatrales: “El teatro soy yo” (1933) estrenada por Mario Sofici en el Teatro Smart, “Alfarda” (1935) en el Teatro Argentino y “Pan criollo” (1938) representada en el Nacional. Estas obras tuvieron el mismo éxito que sus primeros libros de poemas, logrando el interés de distintas productoras en asociarse con él para nuevos proyectos. Uno de estos casos es el de “Pan Criollo”, obra que se produjo en asociación con </span><st1:personname productid="la Compañía Muiño-Alippi." w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">la Compañía Muiño-Alippi.</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"> Otros libretos teatrales fueron: “Quiero vivir” (1941) estrenado por Camila Quiroga en el Teatro Argentino, “Zazá porteña” (1945) en el Teatro Casino, “La dama de las comedias” (1951) por Iris Marga en el Teatro San Martín, “El lustrador de manzanas” (1957) por Luis Arata e “Irigoyen” (1973).<br />
<br />
Luego de haberse consolidado como escritor, Tiempo decidió tomar nuevos horizontes, como la radio y la cinematografía. Durante la década del `50 escribió para las radios Belgrano, Prieto y Provincia de Buenos Aires audiciones y radionovelas, sólo o en coautoría con Arturo Cerretani. Sus actividades relacionadas a la cinematografía abarcaron desde la escritura de guiones propios hasta la adaptación y traducción de obras de diversos autores nacionales y extranjeros. Se desempeñó como guionista en 25 películas, de las cuales 11 fueron para el director de cine Carlos Hugo Christensen, como “Safo, historia de una pasión” (1943), “La pequeña Señora de Pérez” (1944), “Las seis suegras del Barba Azul” (1945), “</span> <st1:personname productid="La Señora" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">La Señora</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"> de Pérez se divorcia” (1945), “El canto del cisne” (1945), “Adán y la serpiente” (1946), “El ángel desnudo” (1946), “Los verdes paraísos” (1947), “Con el diablo en el cuerpo” (1947), “La muerte camina en la lluvia” (1948) y “Los Pulpos” (1948). <br />
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También realizó otros guiones como “Se rematan ilusiones” (1944), para el director Mario Lugones, “El hombre que amé” (1947) para Alberto de Zavalía, “Al marido hay que seguirlo” (1948) para Augusto César Vatteone, “Pasaporte a Río” (1948) para Daniel Tinayre, “Otra cosa es con guitarra” (1949) para Antonio Ber Ciani, “El muerto es un vivo” (1953) para Yago Blass, “Paraíso robado” (1952) para José Arturo Pimentel y “Donde comienzan los pantanos” (1952) para Antonio Ber Ciani.<br />
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César Tiempo tuvo un receso en sus escritos cinematográficos debido a la gran crisis en la que se encontraba el cine argentino en la década del 50, uno de cuyos motivos era la imposibilidad de conseguir celuloide para filmar. Retoma en 1961 con el guión “Amorina” –escrito junto a Hugo del Carril- para el director Eduardo Borrás. <br />
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Por los mismos años realizó una pequeña actuación en “Esta tierra es mía”, película de Hugo del Carril. En esa época se radica en Bruselas, Bélgica, donde vive hasta 1966. Una vez de regreso en </span> <st1:personname productid="la Argentina" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">la Argentina</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"> escribió el guión cinematográfico “Deliciosamente Amoral” (1969) para su primo y amigo Julio Porter. En 1975 junto con Ulises Petit de Murat realizó la adaptación del libro Las procesadas y también escribió el guión “No hay que aflojarle a la vida”, ambas películas dirigidas por Enrique Carreras. Tiempo falleció en Buenos Aires el 24 de octubre de 1980.</span></span><span style="font-family: 'Century Gothic';"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"><o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b><span style="font-family: 'Century Gothic';"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">Pequeña cronohistoria de la generación literaria de Boedo</span></span></b><b><span style="font-family: 'Century Gothic';"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"><br />
</span> </span></b><span style="font-family: 'Century Gothic';"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"><br />
</span> <b><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">Por César Tiempo</span></b><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"><br />
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Hubo una época en que el meridiano de la literatura nacional pasó por Boedo. Boedo es una calle y un barrio. Una calle que nace en Almagro y termina en el Parque de los Patricios y un barrio que crece hacia arriba y no se detiene jamás. De pronto, mediante no sabemos qué misteriosos ardides, aparece en Avellaneda, en Lanús, en Lomas de Zamora, después de haber cruzado por el convés de hierro y cal hidráulica del Puente Valentín Alsina que permite a la provincia codearse con la ciudad. Pero además de ser una calle y un barrio, Boedo fue una divisa.<br />
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Toda capital – dijo alguna vez Balzac – tiene su poema, en que se expresa, en que se resume, en que es más particularmente ella misma. Boedo fue ese poema. Conflagrado de clamores e impaciencias, impetuoso, tumultuoso, ardido, rebelde, pero encendido de humana y celosa poesía. De haberse comprendido mejor a sí mismo, de haber prolongado y renovado las inquietudes y los deseos de superación de un cuarto de siglo atrás, de no haber ahuyentado a sus soñadores, Boedo habría sido a Buenos Aires lo que Saint – Germain des-Prés a París.<br />
</span> <b><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">Como Saint-Germain-des-Prés</span></b><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"> <br />
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Es evidente que nuestro barrio no puede estar colmado de recuerdos revolucionarios y artísticos del quartier parisiense en el que vivió y murió asesinado Marat, en el que escribiera sus brulotes Camilio Desmoulins, en el que tuvieron sus ateliers los pintores Courbet y Delacroix, su refugio el comediante Mounnet-Sully, su imprenta Honorato de Balzac y en una de cuyas calles – la de Beaux-Arts, N° 13 – se extinguió la existencia latitudinaria de Oscar Wilde, y en el que podemos encontrar hoy la sede del Sindicato de Libreros, los despachos de los anticuarios más importantes de Francia y el café Deux-Magots, cuartel general de la nueva literatura. Boedo también tuvo lo suyo. Por allí pasó Darwin, el famoso naturalista, rumbo a los mataderos de Nueva Pompeya, por aquí anduvieron prohombres y ex hombres de la política local e internacional, ases del futbol, glorias del teatro, cancionistas y estrellas que conocieron en su hora el trueno de la notoriedad. Pero nosotros queremos hablar de los escritores llamados de Boedo.<br />
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<b> Personajes de Boedo </b><br />
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¿Porqué precisamente de Boedo?. Ninguno de sus integrantes vivía en el barrio, el director de la revista que daría nacimiento a la empresa editorial llamada a difundir la labor de sus conmilitones, se domiciliaba en Wilde, un pueblito de línea del sur. Elías Castelnuovo era inquilino de un zaquizami enclavado a cinco pisos sobre el nivel de la calle Sadi Carnot. Álvaro Yunque compartía con su madre y sus hermanos una antigua casa porteña de la calle Estados Unidos 1824, en cuya cuadra tenía de vecinos a tres notabilidades a las que hay que referirse con la melancolía del aoristo: Juan B. Justo, Jaime Yankelevich y Ernesto Morales. Gustavo Riccio vivía en la calle Rivadavia 2014, Roberto Mariani en </span> <st1:personname productid="la Boca" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">la Boca</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">, cerca de la casa de Pedro Juan Vignale, que no tardaría en trasladarse de la calle Lamadrid a Villa Ballester y de Villa Ballester a Río de Janeiro, Luis Emilio Soto en las inmediaciones de 15 de Noviembre y Solís, Leónidas Barletta en Nazarre y Bolivia, Roberto Arlt en Flores, Lorenzo Stanchina en Villa Devoto, Nicolás Olivari en Villa Crespo, Enrique Amorín en su Salto natal, con recaladas en Montevideo y Buenos Aires. José Salas Subirat en el taller de afilación de Garay y Solís, Aristóbulo Echegaray en Monroe, un pueblo de la línea del ferrocarril Pacífico. Abel Rodriguez en Rosario, Juan I. Cendoya en </span><st1:personname productid="La Plata. Antonio" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">La Plata. Antonio</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"> Alejandro Gil en la calle Santiago del Estero y Pedro Echague. José Sebastián Tallón en un caserón de la calle Brasil 1388, y Clara Beter en las nubes. Hablo de los boedistas de la primera época, de las etapas fundamentales. Y no solo no eran vecinos de Boedo, sino que ni siquiera se reunían en algunos de los innumerables cafés de la calle epónima.<br />
</span> <b><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">"Claridad" y "Los Pensadores"</span></b><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"> <br />
<br />
Por otra parte conviene recordar que la editorial que luego los prohijaría no nació en Boedo, sino en un tabuco de la calle Entre Ríos 126. Más tarde Lorenzo Rañó les concedió un espacio en su imprenta de la calle Independencia 3531, y cuando la revista cambió el nombre fachendoso de "Los Pensadores" por el de "Claridad", el grupo constituyó su sede definitiva en la calle San José </span> <st1:metricconverter productid="1641, a" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">1641, a</span></st1:metricconverter><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"> pocas cuadras de la plaza Constitución. En Boedo 837 tuvo asiento nominal la redacción de "Los Pensadores" en sus salidas iniciales cuando era una publicación destinada exclusivamente a difundir las grandes obras de la literatura clásica y moderna, mucho antes de convertirse en el órgano de combate de aquellos jóvenes de la generación del </span><st1:metricconverter productid="22 a" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">22 a</span></st1:metricconverter><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"> quienes el éxtasis y los sentimientos ciegos del arte por el arte fueron siempre extraños.<br />
<br />
¿A qué venía, pues, la etiqueta de marras? La intención del bautista – en quien algunos creyeron reconocer a Enrique Gonzalez Tuñón , cuya dicacidad era inagotable como su talento – fue evidentemente burlona, despectiva. Al subrayar la procedencia de los integrantes del grupo quiso decir que venían de extramuros, de la suburra, que pertenecían al populacho. Lo notable del caso era que el único habitante auténtico de Boedo era Gonzalez Tuñón, que vivía en la calle Yapeyú, a dos cuadras de la popular arteria de cuyos cafés era además uno de los más empedernidos habitués. Por su parte los de Boedo trataban no menos peyorativamente a sus impugnadores, los escritores agrupados alrededor del periódico "Martín Fierro" llamándolos "los de Florida", transfiriendo al plano literario, quizá sin proponérselo, el duelo histórico de la antigua Roma entre patricios y plebeyos.</span> <b><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"><br />
Feria y Torre de Marfil </span> </b><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"><br />
Mientras Florida implicaba el centro con todas sus ventajas: comodidad, lujo, refinamiento, señoritismo, etcétera, etcétera, Boedo venía a representar – para los de Florida – la periferia, el arrabal con todas sus consecuencias: vulgaridad, sordidez, grosería, limitaciones, etcétera. Florida, la obra; Boedo, la mano de obra. Para sus detractores, por otra parte, la literatura de Boedo era ancillar, estercórea, verrionda, palurda, subalterna, inflicionada de compromisos políticos; y la de Florida: paramental, agenésica, decorativa, delicuescente, anfibológica e inútil. Excesos verbales estos que correspondían a las naturalezas ricas en fosfatos de los jóvenes beligerantes que se resistían a reconocer afinidades y simpatías, pero cuyo encono no hizo llegar nunca la sangre al río. (El enconamiento se debe siempre a la falta de asepsia). Con el andar del tiempo, Enrique González Tuñón y su hermano Raúl impregnarían su obra de un noble y solevantado acento social, exaltarían el suburbio, pondrían su obra bajo la advocación de Carriego, y ante la iniquidad desatada por el nazifascismo se alinearían valientemente en las filas de los escritores de Boedo, claramente definidos frente a las tiranías como fraguas de servidumbre y barbarie que era necesario apagar y aplastar. Y como dato curioso para los historiadores de mañana, conviene anotar que, Evar Méndez, el fundador de "Martín Fierro" pronunciaría una conferencia en nuestra Facultad de Filosofía y Letras celebrando, entre otras cosas, la jerarquización operada en las masas obreras y campesinas por obra de la estructura social vigente, en tanto Elías Castelnuovo, uno de los hermes de Boedo, hablaría en 1952 en un salón de la calle Florida, frente a un público de profesores eméritos y señoritas beneméritas, presentado por un ex redactor de revistas ultramontanas ad usum Delphini, con palabras en las que cabrilleaba la felicidad sibilina de poder exhibir al gran novelista que ayer nomás contrariaba a los concilios empeñado, a pesar suyo, en conciliar los contrarios...<br />
<br />
Pero si hubo contusos, desertores e hijos pródigos en ambos bandos, es indiscutible que fue esa generación polarizada por Boedo y Florida la que anticipó el renacimiento argentino sacudiendo de su marasmo la vida intelectual del país. Pero vayamos por partes.<br />
</span> <b><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">Se anticipan a Florida</span></b><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"> <br />
<br />
Cronológicamente, el grupo literario de Boedo apareció antes que el de Florida. El primer número de "Martín Fierro" sale a la calle en febrero de 1924; el primero de "Los Pensadores", en febrero de 1922. Conviene aclarar antes de seguir adelante que el nombre de la revista no implicaba un rasgo de petulante autosobrevaloración de sus colaboradores. Se llamó así porque se limitaba, como ya los señalamos, a publicar en cada número una obra maestra de la literatura universal poniéndola al alcance de los lectores más modestos. El ejemplar se vendía a veinte centavos.<br />
<br />
Los pensadores no eran, pues, los muchachos de Boedo sino los maestros del pensamiento nacional e internacional popularizados por la revista. El primer número incluía un relato de Anatole France, "Crainquebille", que ya había sido teatralizado por Samuel Eichelbaum y llevado a un escenario criollo por Elías Alippi.<br />
<br />
Los fundadores de la publicación fueron Antonio Zamora, un joven español que cumplía su aprendizaje de andinista en la falda de "</span> <st1:personname productid="La Montaña" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">La Montaña</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">", y llegó a ocupar más tarde una banca en el Senado de la provincia de Buenos Aires y a controlar un frigorífico en la provincia de Córdoba, y Daniel C. de Rosa, encargado a la sazón de la reventa de "Crítica". Un año después de Rosa se separaba de la empresa y Zamora se convertía en deus ex machina de la misma asesorado por el poeta Gustavo Riccio.<br />
<br />
Riccio era un muchacho poseedor de una notable cultura general, un poeta inclinado a la caricatura sin deformaciones ni crueldad, dueño de una simpatía afectuosa que sabía dar a los transportes de la poesía y aún de la amistad una cadencia entre nostálgica y desilusionada. Melómano fervoroso, lector de varios idiomas vivos, se defendía económicamente ayudando a su padre en la relojería de la calle Rivadavia o llevando los libros de contabilidad de </span> <st1:personname productid="la Confitería" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">la Confitería</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"> del Molino. Fue Riccio quien recomendó la mayor parte de los títulos lanzados por "Claridad" hasta 1925 y fueron de su pluma los prólogos y las presentaciones de los autores. También se debió a él la iniciativa de la colección "Los Poetas" y la publicación del primer libro de Álvaro Yunque, ese generoso y genesíaco "Versos de la calle" que su autor había presentado con anterioridad a un concurso de </span><st1:personname productid="la Editorial Babel" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">la Editorial Babel</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"> y cuyo jurado, compuesto por Leopoldo Lugones, Rafael Alberto Arrieta y Arturo Capdevila, desestimó inclinando sus preferencias por "El Grillo" de Conrado Nalé Roxlo. Riccio, empero, no llegó a integrar prácticamente el grupo de Boedo y ni siquiera fue "Claridad" sino "Campana de Palo" quien publicó su primer libro. Minado por un mal incurable, el autor de "Un poeta en la ciudad" realizó en 1925 un viaje al Paraguay, de donde trajo los originales de otra colección de poemas "Gringo Puraghei", la salud más socavada y un deseo de soledad que se proponía dedicar a la ordenación de sus papeles y sus sueños, melancólicamente persuadido de que debía partir en plena juventud. Así fue. La vida de Riccio se extinguió en la puerta misma de su casa el 6 de enero de 1927. Tenía apenas 26 años. Una calle de Flores recuerda hoy su nombre. En ella vive el actor Roberto Escalada.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: 'Century Gothic';"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"><br />
</span> <b><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">Premios literarios </span> </b><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"><br />
A fines de 1924 "Claridad" incorporó a sus colecciones una más: la biblioteca "Los Nuevos". El primer título lo constituyó una re edición de "Tinieblas", el vigoroso libro de cuentos de Elías Castelnuovo, que había merecido el espaldarazo de Roberto J. Payró y un premio municipal, cuando los premios municipales de literatura significaban un galardón y no un escarnio. (El camarada Juan Unamuno debe recordar que fuimos él y yo, cuando integramos los jurados, quienes concedimos las codiciadas distinciones de entonces a poetas de la envergadura de José Portogalo y a los prosistas de la intensidad de Fernando Gilardi, amén de otras personalidades, a la sazón en barbecho, confiadas en la humana sinceridad de su mensaje, temeridad que no volvió a repetirse, pues últimamente el concurso se había convertido en una repartija de cheques entre compañeros de pic nic o de sacristía ...)<br />
<br />
Castelnuovo no tardaría en ponerse a la cabeza del grupo que se fue formando aluvionalmente como una provincia holandesa. ¿De dónde había salido el autor de "Tinieblas" promovido de un modo fulminante a la notoriedad apenas publicado su primer libro? Por de pronto, se sabía que era uruguayo, como Lucio V. López, como Horacio Quiroga, como no pocos escritores argentinos representativos. Hijo de padre danés y madre italiana, corre por sus venas sangre de ahasvero, el judío errante. También él se sintió impelido desde muchacho a la existencia errante y difícil, a esos viajes a pie que recomendaba Fernando González, el gran colombiano, a los escritores que algún día utilizarían la pluma para contar lo que vieron con sus propios ojos y no a transcribir experiencias ajenas. A los catorce años tenía recorrido el Uruguay de extremo a extremo, a los veinte </span> <st1:personname productid="la Argentina" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">la Argentina</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">, a los veinticinco el Brasil. Conoció los oficios más inverosímiles , durmió en el tálamo de la miseria sin redención en la selva, en la pampa, en la soledad más espantosa, allí donde la muerte es una cosa blanca y sin color. Y pudo, como pocos, levantar el acta de acusación a la sociedad, obstinada en aniquilar a los mejores. Antes de ponerse a escribir se había llenado el alma de hechos, de imágenes y de llagas. A los doce años vendía huevos por las calles de Montevideo. Luego fue linyera, peón de albañil, mozo de cuadra, peón de saladero, aprendiz de constructor, tipógrafo, linotipista. Este hermoso ejemplar humano, a quien la vida no logró doblegar ni envilecer, se convierte, por propia gravitación, en líder del movimiento de Boedo.<br />
</span> <b><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">La influencia rusa </span> </b><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"><br />
En las colecciones de "Los Pensadores" y "Claridad" pueden rastrearse las centenares de páginas que escribió para ubicar su verdad, que era la verdad de quien quería para sus semejantes, ante todo y sobre todo, un mundo mejor. "El pueblo, la carne viva del pueblo, solo figura en las estadísticas y en las crónicas policiales, escribirá en un suelto anónimo que serviría de declaración de propósitos de </span><st1:personname productid="la Biblioteca" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">la Biblioteca</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"> "Los Nuevos". Salvo las excepciones que apuntamos – Mariani, Yunque, Barletta, Amorim, Abel Rodríguez - , nuestra literatura va de la calle Florida al Royal Keller, pasa por el rosedal de Palermo y se acuesta en el Plaza Hotel. Con ventilador en verano; en invierno con estufa. Es una elucubración de frigorífico, producto de la poltronería chorotega. Nuestra literatura no camina de a pie como la de Máximo Gorki; va en automóvil. Ella no va: la llevan como a un paralítico. Es una literatura sin sangre. Por ningún lado se le ven callos o deformidades propias del esfuerzo y la contracción. Jamás se metió en las minas del interior o se ensució de grasa en los ingenios o se desgarró la piel en las cosechas. Jamás entró en un sindicato o en una fábrica. Jamás estuvo encarcelada por revolucionaria. Tras de ser pomposa y vacía, fue siempre parcial y conservadora. Nuestra literatura no vio jamás la tierra donde pisa. Si hay quienes ignoran la vida nuestra, son, precisamente, aquellos que escriben la historia de nuestra vida".<br />
<br />
A Castelnuovo y a su grupo se les acusó de estar influidos por la literatura rusa. Es curioso señalar que Raúl Scalabrini Ortiz, que estaba entonces en la vereda de enfrente y fue uno de los corifeos del nacionalismo " a rebrouse-poil", escribió en una autobiografía que reputó una de las páginas más lúcidas de su tiempo, estas afirmaciones que no pueden considerarse como ejercicios sobre el alambre, sino arraigadas convicciones de un hombre de pensamiento: " Yo creo que Buenos Aires tiene algo de ruso, en resultados, con causas distintas, muy distintas. "Yama", por ejemplo, es una novela argentina y lo son, asimismo, algunos pasajes de "Humillados y ofendidos". Esa similitud es en dirección de susceptibilidades, en recelo. Aunque no me gustan los cientificismos, diría que el alma argentina es un producto químico no físico de sus componentes. No ha conservado ninguna de las características de sus progenitores".<br />
<br />
[Del mensuario Argentina de hoy, Buenos Aires, noviembre de 1953]</span> <span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"><o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><b><span style="font-family: 'Century Gothic';"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">De Clara Beter: Versos de una...</span></span></span></b><span style="font-family: 'Century Gothic';"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;"><br />
</span><br />
<b> QUICIO</b><br />
Me entrego a todos, mas no soy de nadie;<br />
para ganarme el pan vendo mi cuerpo.<br />
¿Qué he de vender para guardar intactos<br />
mi corazón, mis penas y mis sueños?<br />
<br />
</span> <b><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">VERSOS A TATIANA PAVLOVA</span> </b><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"><br />
¿Te acordarás de Katiuchka, tu amiga de la infancia,<br />
esa rubia pecosa, nieta del molinero,<br />
la del número 8 de Poltávaia Úlitcha<br />
con quien ibas al Dnieper a correr sobre el hielo?<br />
<br />
¿Te acordarás de aquellas temerarias huidas<br />
para oír la charanga de </span> <st1:personname productid="la Plaza Voiena" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">la Plaza Voiena</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">;<br />
de los kopeks gastados en la Dom Bogdanovsky<br />
en verano en sorbetes y en invierno en almendras?<br />
<br />
¿Te acordarás de Pétinka, tu novio del Gimnasio,<br />
de quien yo te traía las cartas y los versos;<br />
de las fiestas aquellas cuando vino el Zarevitch<br />
y sus fieros cosacos a visitar el pueblo?<br />
<br />
¡Oh, los días felices de la infancia lejana<br />
en el rincón humilde de </span> <st1:personname productid="la Ucrania" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">la Ucrania</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"> natal:<br />
la vida era un alegre sonajero de plata<br />
y toda nuestra ciencia: cantar, reír y amar!<br />
<br />
Mas, pasaron los años y nos llevó la vida<br />
por distintos senderos: tú eres grande ¿y feliz?<br />
y yo... Tatiana, buena Tatiana, si te digo<br />
que soy una cualquiera, ¿no te reirás de mí?<br />
<br />
¿Comprenderás el torpe fracaso de mis sueños, <br />
verás el patio oscuro donde mi juventud<br />
busca en vano la estrella que solícita enjugue<br />
mi angustia con su claro pañuelito de luz?<br />
<br />
¡Mas no quiero amargarte con mi vaso de acíbar,<br />
tú también tus dolores y tus penas tendrás;<br />
cerremos un instante los ojos y evoquemos<br />
los días venturosos de la aldea natal!<br />
<br />
<br />
<b> AMORÍO CIUDADANO</b><br />
Saloncito reservado<br />
de lechería de barrio.<br />
Este pobre muchacho<br />
pálido<br />
me cree una novia ingenua<br />
que va a brindarle sus encantos<br />
-un anticipo del estío<br />
para la primavera de sus años-<br />
y unta de miel sus palabras,<br />
viste de seda sus manos,<br />
me quema la boca impura<br />
con el lacre de sus labios<br />
(máscara de castidad:<br />
mis labios no están pintados)<br />
y perfumándome de promesas<br />
-con salacidad de fauno-<br />
ante mi leve abandono<br />
y mi fingido recato<br />
comienza a desabrocharme<br />
la bata con torpes manos.<br />
<br />
Acariciándome el pecho<br />
refulgen sus ojos claros<br />
y me prodiga adjetivos<br />
dulzones de enamorado.<br />
<br />
Fiesta de los sentidos<br />
impúdicos y castos:<br />
mutuamente<br />
nos hemos engañado.<br />
<br />
</span> <b><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">PRESENTIMIENTO</span></b><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"><br />
<br />
La luz de este prostíbulo apuñala<br />
las sombras de la calle.<br />
<br />
Paso delante suyo y se me enciende<br />
un pensamiento cruel en la cabeza:<br />
¿Terminaré mi vida en un prostíbulo?<br />
<br />
</span> <b><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">VISIÓN</span></b><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"><br />
<br />
Cae sobre la ciudad<br />
la ceniza minúscula y tenue de la lluvia.<br />
¡Qué grato es en un día como éste acariciar<br />
un inocente sueño de ventura!<br />
<br />
Mientras cae la lluvia, yo acaricio mi sueño:<br />
un día las mujeres serán todas hermanas; <br />
la ramera, la púdica,<br />
la aristócrata altiva y la humilde mucama.<br />
<br />
Irían por las calles llevando como emblema<br />
una sonrisa alegre y una mirada franca,<br />
y así, sencillamente,<br />
se ofrecerían a todos los hombres que pasaran.<br />
<br />
Ellos se tornarían<br />
tan buenos como el sol, como el pan, como el agua:<br />
su dicha cantarían todos los oprimidos<br />
suavizadas sus manos, su gesto y sus palabras.<br />
<br />
Bajo los cielos límpidos, banderas de alegría,<br />
desplegados sus paños como alas<br />
cual si quisieran cobijar a todas<br />
las mujeres que un día supieron ser humanas.<br />
<br />
(Sigue cayendo sobre la ciudad<br />
la ceniza minúscula y tenue de la lluvia.<br />
¡Qué grato es en un día como éste acariciar<br />
un inocente sueño de ventura!)<br />
</span> <b><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">A UN OBRERO</span></b><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"><br />
<br />
Toda desnuda me ofrezco a tu instinto,<br />
muerde mis pechos, estruja mi cuerpo,<br />
quiero brindarte esta fiesta de carne<br />
para que olvides tus días acerbos.<br />
<br />
Sé que padeces, tu vida es amarga<br />
vida de todos los tristes obreros,<br />
sin una luz de esperanza en su noche,<br />
sin la caricia cordial de un consuelo.<br />
<br />
¡Cómo conforta sentirse piadosa,<br />
dulce es la simple bondad de mi gesto;<br />
tú que así sufres, mereces la efímera<br />
fiesta que quiere brindarte mi cuerpo!<br />
<br />
</span> <b><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">LO IRREMEDIABLE</span> </b><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"><br />
En una misma pieza<br />
un macho y una hembra<br />
el “yo” mujer<br />
que no sabe cómo desaparecer.<br />
<br />
</span> <b><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">EN LA CALLE FLORIDA</span> </b><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"><br />
Paso azorada por Florida, el vivo<br />
escaparate de la farsa urbana:<br />
viejas extravagantes, niñas cursis<br />
y hombres-hembras desfilan en majadas.<br />
<br />
Voy a cruzar la calle cuando escucho:<br />
“Mamá, ¡qué desvergüenza, esa cocotte!”<br />
Me vuelvo, miro y quiero preguntarle<br />
quién será más ramera de las dos...<br />
<br />
</span> <b><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">COMPASIÓN</span> </b><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"><br />
En la calleja solitaria y triste<br />
de este fosco arrabal,<br />
como un ladrón acecho agazapada<br />
la ocasión de saltar sobre mi presa.<br />
<br />
Llega un hombre, se acerca, me descubre; <br />
y cuando sin recelo se aproxima,<br />
a la luz de la luna veo su rostro<br />
de adolescente, contener no puedo<br />
una sonrisa franca y, entreabriendo<br />
el ocho extravagante de mi boca<br />
doblo el cuello a la hiena de su instinto.<br />
<br />
</span> <b><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">EPISODIO</span> </b><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"><br />
Iba tan mal trajeado y fue tan honda<br />
y dolorosa su mirada, que<br />
detuve el paso y leve, dulcemente,<br />
le dije: “¡Ven!”<br />
<br />
Pero quizá sin comprenderme, irguióse<br />
con altivez, borrando su tristeza,<br />
y con tono zumbón me dijo: “¡Vete,<br />
no me acuesto con perras!”</span> <span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"><o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: 'Century Gothic';"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">‘’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><b><span style="font-family: 'Century Gothic';"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;">La verdadera historia de Clara Beter</span> </span> </span></b><span style="font-family: 'Century Gothic';"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"><br />
Revista Mercado, 7 de junio de 1979<br />
<br />
Es tres nombres al mismo tiempo: César Tiempo, Israel Zeitlin, Clara Beter. En esa trilogía esconde, o guarda su identidad, un escritor cuya trayectoria se vincula estrechamente con la ciudad de Buenos Aires, aun cuando su nacimiento data de 1906 en el pueblo de Ekaterinolav, Ucrania. César Tiempo, su seudónimo más conocido, pertenece a esa raza de hombres que participaron, desde hondas raíces inmigratorias, de todo el proceso cultural argentino que abarca desde la década del veinte hasta nuestros días. Protagonista incesante e intenso, dueño de una ironía intelectual que le permite ver a la vida con pasión y compasión a la vez, Tiempo se ha dado un lujo casi inédito en nuestra literatura: dar vida a dos personajes a la vez. Sí, porque bajo el supuesto nombre de Clara Beter escribió aquél famoso libro de poemas "Versos de una..." cuyos conmovedores versos causaron conmoción en el Buenos Aires de 1927, donde se alcanzaron a vender doscientos mil ejemplares.<br />
<br />
El teatro ("Pan criollo", "La dama de las comedias", "El teatro soy yo"); otros poemarios ("Sabatión argentino", "Sábado pleno"); guiones de cine ("Amorina", "Los verdes paraísos") y sus casi infinitas colaboraciones en periódicos y revistas de todo el mundo son fragmentos de su extensa y calificada obra. Amigo de los viajes y amigo de los amigos, cada vez que se lo requiere para el diálogo se confía sobre todo en su vasta visión de trotamundos lleno de recuerdos. "Creer, creer siempre... Simplemente para enloquecer pasado mañana", ha aconsejado a los más jóvenes. Asediado por continuos homenajes no deja de ensayar su causticidad contra sí mismo: "Asisto de cuerpo presente a cientos de homenajes póstumos. Y no deja de ser estimulante, porque de otro modo, en la posteridad, nunca sabré seguramente si alguna calle merecía llevar mi nombre..." Sonriente, aun ante una paulatina pérdida de la visión, se obstina por hábito en seguir escribiendo durante horas sus propias carillas... "Porque la máquina de escribir es como una prolongación de mis brazos..." Sobre la tibieza de un prólogo dedicado a las memorias de la actriz Milagros de </span> <st1:personname productid="la Vega" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">la Vega</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">, sobre las reverberaciones de un trabajo suyo sobre Alvaro Yunque - protagonista con él del grupo de Boedo- Israel Zeitlin se acomoda para el diálogo: "Tengo tan poco que contar que no sé si alcanzará a llenar media página...". Pero alcanzó.<br />
<br />
MERCADO -Una impostura literaria -digamos- causó sensación hace cincuenta años. Cuando aparecieron los primeros versos de Clara Beter, críticos y lectores creyeron que estaban frente a la obra de una mujer "de vida airada", como dicen los diarios. ¿Cómo sucedió ese episodio? ¿Cómo lo fabuló usted?</span> </span><span style="font-family: 'Century Gothic';"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"> <o:p></o:p></span></span></div><table align="right" border="0" cellpadding="0" cellspacing="10" class="MsoNormalTable" style="width: 450px;"><tbody>
<tr> <td style="background: #666666; padding: 6.0pt 6.0pt 6.0pt 6.0pt;"> <div class="MsoNormal"><!--[if gte vml 1]><v:shapetype
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<br />
La literatura desde un punto de vista o desde todos es siempre un fraude. Un maquinaria retórica construida para engañar; que tiene, si se quiere, como única ancla segura al autor. Nos desvelamos por conocer siempre al hacedor o hacedora del cuento o del poema. A él o a ella recurrimos para que ate los cabos que unen la realidad con la obra. Desasosiego nos provoca una obra anónima o un autor desconocido u oculto.<br />
<br />
Oculta, desconocida era Clara Beter, autora del mayor escándalo literario de los años veinte en Argentina. Gracias a los oficios de un amigo, Clara Beter, se las arregló para que su libro de poemas llegara a la editorial Claridad; centro difusor del grupo de Boedo que unía a una serie de nombres que buscaban una literatura social, comprometida con las clases populares.<br />
<br />
En el prólogo que Elías Castelnuovo compuso para la primera edición en 1926, destacaba: "Esta mujer se distingue completamente de las otras mujeres que hacen versos por su espantosa sinceridad"; señalaba además -y en esto hacía un tiro por elevación al grupo de Florida- que sus poemas eran "un paradigma digno de oponerse a los nuevos poetas fanáticos de la imagen por la imagen".<br />
<br />
Inmediatamente el libro fue publicado, con gran éxito de crítica y público, con el título por demás sugerente de "Versos de una p..." En realidad lo que verdaderamente causó conmoción fue el oficio de la autora: prostituta. Una prostituta judeo-ucraniana que fue engañada y traída a Buenos Aires por una vasta red internacional de prostitución.<br />
<br />
Como dicen ciertos amigos sicólogos, en todo hombre late un deseo secreto de redimir a la prostituta, las razones las desconozco aunque conjeturo alguna de ellas. Quizá ésta sea una explicación para analizar los "desbordes" y el pietismo de muchos varones escritores de la época; además de lectores que se enamoraron al contacto con una poesía de una sensibilidad y agudeza poco frecuentes.<br />
<br />
Así hubo una verdadera pesquisa de </span> <st1:personname productid="la Clara Beter" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">la Clara Beter</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"> de carne y hueso que se había tornado literalmente un fantasma. Fiel a sus extravagancias, Roberto Arlt, el autor de "El juguete rabioso", propuso que se le instalara un prostíbulo y que las ganancias se usaran para un premio literario. Había excursiones por diferentes barrios en busca de Clara; así una anécdota contada por un integrante de la bohemia literaria ilustra hasta qué punto habían llegado las cosas: "¡Vos sos Clara Beter! -saltó Abel Rodríguez tomando por los hombros a una mujer rubia que esperaba a sus clientes en una esquina e inmediatamente quiso besarla a los gritos de "¡Hermana! ¡Venimos a salvarte!" . Tuvo que intervenir la policía de Sunchales para calmarlo."<br />
<br />
El tiempo pasaba y Clara Beter no aparecía. La presión y el hostigamiento hacia su albacea literario fueron enormes y finalmente se supo. "Clara Beter soy yo", confesó Israel Zeitlin (César Tiempo) ante la atónita mirada de sus compañeros bodeístas. El joven escritor se ganó el respeto por sus poemas y la enemistad de muchos, entre ellos de Castelnuovo que confesó que el autor del libro "no era una prostituta sino un prostituto".</span> </span><span style="font-family: 'Century Gothic';"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"><o:p></o:p></span></span></div></td> </tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal"><span style="font-family: 'Century Gothic';"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">C. TIEMPO -Un día recibí un regalo inesperado: los Diálogos de Platón. Quedé impresionado por la sentencia atribuida a Sócrates que reza así: "Un poeta, para ser un verdadero poeta, no debe componer discursos en verso, sino inventar ficciones. Sugestionado por la sabia recomendación y, sobre todo, ganoso de dar candonga a los camaradas mayores que se resistían a creer en el talento del mequetrefe, el tal escribe una poesía dedicada a Tatiana Pavlova, la gran actriz italorrusa que por aquel entonces arrebataba al público de Buenos Aires. Yo no había cumplido aún los dieciocho años. En el poema que se dirige a Tatiana, le pregunto si no se acuerda de su amiga de la infancia Kátinka. Firmo los versos como Clara Beter y los deslizo ante la redacción de la revista Claridad. A los pocos días de publicado el poema el crítico uruguayo Zum Felde consagró a la nueva poetisa Clara Beter su glosa de "El Día", de Montevideo, comentando la desgarradora tragedia de la desconocida. A partir de ahí tuve que seguir inventando. Por lo pronto le asigné a la autora un domicilio legal en una pensión de la calle Estanislao Zeballos, de Rosario, donde se hospedaba un íntimo amigo mío, Manuel Kirschbaum. El improvisado corresponsal era el encargado de enviar desde Rosario los nuevos poemas a Claridad, pero cometió el error de escribir a máquina algunos textos, lo que hizo entrar en dudas a Elías Castelnuovo. Como se sabe, la autora debía ser una pobre "calienta camas", según la jerga popular. Castelnuovo obstinado en averiguar más sobre el asunto envió a dos íntimos amigos suyos a visitar la pensión con resultado negativo: en la pensión no estaba Clara Beter ni se la conocía. Desanimados, los emisarios rumbearon para los barrios bajos donde encontraron increíblemente a una de las pupilas francesas escribiendo un epitafio rimado para su hijo, que acababa de perder. Aquí ya todo empieza a tornarse folletinesco. "Vos sos Clara Beter" le gritaron emocionados los emisarios. Pero también allí se dieron cuenta del fracaso, considerándose que la poetisa quería pasar inadvertida y en el anonimato. El libro "Versos de una..." tuvo un éxito resonante. Los críticos de varios países le dedicaron elogios; la fábula y la fantasía hacían aparecer a la autora en distintos sitios de Buenos Aires con nombres supuestos y todos querían encontrarla. A esta altura, la superchería adquiría proporciones peligrosas para el verdadero autor: o sea yo. El libro apareció traducido al alemán y Rómulo Meneses escribió un largo ensayo en su libro "Nuestra Unidad'' donde caracteriza a Clara Beter: "Una mujer que el duro pleito de la vida hiciera caer hasta las bajas sentinas del vicio, redimida por sí misma, por su talento, y la propia religión de sus sentimientos, nos dice ahora en sus versos y recuerdos el dolor quemante de los lupanares... etc.". Castelnuovo, en tanto, había prologado el libro de </span><st1:personname productid="la Beter" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">la Beter</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"> y todo seguía misterioso. Hasta que un día un amigo cometió la ligereza de enviar el libro al certamen Municipal, donde debían figurar mis verdaderos datos. Esos datos aparecieron poco después en </span><st1:personname productid="La Prensa." w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">La Prensa.</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"> ¿Es necesario que le diga que prácticamente tuve que exiliarme porque el grandote Castelnuovo me andaba buscando? Ahora ha pasado tanto tiempo y ya no sé si en realidad fue una broma...<br />
<br />
MERCADO -Usted dice tanto tiempo... ¿Por qué no nos cuenta también sus comienzos periodísticos?<br />
<br />
C. TIEMPO -Yo empecé trabajando en la compañía de seguros </span> <st1:personname productid="La Continental" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">La Continental</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">; allí conocí al poeta Aristóbulo Etchegaray, hoy presidente de </span><st1:personname productid="la Sociedad Argentina" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">la Sociedad Argentina</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"> de Escritores. Por esa época también conocí a Edmundo Guilbourg. Cierta vez fuimos hasta la casa de Alvaro Yunque que era mayor que nosotros y era una especie de divinidad caldea para nuestros ojos. Fue él quien me hizo publicar por primera vez en el periódico socialista </span><st1:personname productid="La Vanguardia" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">La Vanguardia</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"> que dirigía por entonces Don Américo Ghioldi, actual embajador en Portugal. Yo sustituí después a Yunque como director de la página literaria del diario y a mi me reemplazó Enrique Anderson Imbert. Pero como periodista trabajé en </span><st1:personname productid="La Calle" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">La Calle</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">, en Crítica, en La Época. Fíjese, el periodismo me facilitó el contacto con el hecho popular. Me facilitó el apearme, el despojarme del berretín literario, semántico, alambicado. Logré fraguar un estilo, digamos, conversacional; escribo como se habla y trato, cada tanto, de intercalar alguna palabra exótica, pero correcta, para evitar seguir saqueando nuestro lenguaje. Empezamos a hablar con siete mil palabras y ahora acabamos hablando con sólo trescientas por pura haraganería. Evidentemente tiene que haber una inclinación y los caminos se van bifurcando: yo he tratado de hacer siempre periodismo, llamémosle literario. Nunca mis reportajes caen en la cursilería porque no es mi manera, no es mi estilo. Pienso que el periodismo me ha ayudado a ver: países, gente, sucesos. Me hizo ser<br />
testigo y actor, ejercitar lo que tenía de talento y lo que no tenía.<br />
<br />
MERCADO -¿Entre tantos personajes y protagonistas que conoció, cuál le merece un recuerdo especial?<br />
<br />
C. TIEMPO -Muchos. Por ejemplo Don Hipólito Yrigoyen. Para conocerlo un día que lo fui a visitar a su casa tuve que pedir audiencia a su secretario privado. ¿Sabe quién era?, el dueño de un salón de lustrar que estaba enfrente de la casa. Dejaba de atender a algún cliente, atendía el pedido del solicitante y se cruzaba a avisarle a Don Hipólito. De él se han dicho muchas cosas erróneas, entre tantas, se dice que fue inculto. Pero "el peludo" no sólo era profesor de la escuela normal y de la de comercio sino que era un gran lector. Cuando estuve frente a él, Yrigoyen me preguntó quién me parecía el hombre más importante del país y yo le contesté, impetuosamente, porque era joven para atarme: "Para mí, Juan B. Justo". A lo que Don Hipólito, medio molesto, me respondió: "Usted es muy joven, amiguito...". Otro hombre que me impresionó admirablemente es George Simenon, el autor francés de novelas policiales, nacido en Lieja. Simenon es un talento monstruoso, llegó a escribir más de 400 novelas, a razón de una por semana, dotadas de una imaginación increíble, inagotable.<br />
<br />
MERCADO - Disculpe Tiempo... ¿Pero usted no considera como arte menor a la novela policial, como suelen ubicarla en algunas críticas?</span> </span><span style="font-family: 'Century Gothic';"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"> <o:p></o:p></span></span></div><table align="right" border="0" cellpadding="0" cellspacing="10" class="MsoNormalTable" style="width: 450px;"><tbody>
<tr> <td style="background: #666666; padding: 6.0pt 6.0pt 6.0pt 6.0pt;"> <div class="MsoNormal"><b><span style="font-family: 'Century Gothic';"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">El cajetilla</span> </span></b><span style="font-family: 'Century Gothic';"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"><br />
"... El cajetilla cree que el alma es inseparable del cuerpo... el tipo sabe que ostentar es vivir, y la pilcha la flor de su figura. A cuidar de la vestimenta, pues, pero a cuidarla para algo, aunque ese algo consista casi siempre en zambullirse en la propia contemplación como el tero en el espejito de un charco...<br />
"Nuestro cajetilla tuvo la suerte de descubrir en la pantalla del cine al hermoso Brummel. Todo su edificio molecular fue sacudido por una conmoción ontológica. El podía ser aquél. Comprobó en el espejo de la peluquería que su nariz no era del más puro corte helénico pero él no había nacido en Atenas sino en Pepirí y Grito de Asencio y podía lucir, en compensación, una pelambre más negra que un río de petróleo, una cejas trazadas a compás, unos ojos hambrientos, una morfología de reloj de arena y unas maneras delicadas de acomodador de teatro... La única sociedad que conocía era la del Club Social de su barrio... Se dejó crecer la porra a lo beatle y frecuentar el café "</span><st1:personname productid="La Paz" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">La Paz</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">" de Corrientes y Montevideo, con un libro de Harold Pinter en la mano y una sonrisa sobradora flotando sobre sus anchos hombros de estibador. Conoció el programa furtivo, el brillo trémulo de las miradas ansiosas, los telefonemas infinitos, el catchas-catch zaguanero...<br />
"El tiene que brillar siempre. Luego, de la peluquería al vaivén sin cambiar de tren. El vaivén es el de calle Florida... Más tarde irá a bostezar a una conferencia porque de vez en cuando conviene hacerse ver hincándole el diente a la jalea real de la cultura. La vida también tiene sus exigencias... la vida y las viudas que pueden proporcionarle tales lugares de soñoliento esparcimiento...<br />
"La gente hace lo que hace porque es lo que es. Señalamos un fenómeno. Unamuno decía que los ateos son unos individuos que están locamente enamorados de Dios. Los cajetillas son unos desamorados locamente enamorados de sí mismos. Todo debe ser un pretexto para que la gente repare en su presencia. Aspiran a la gloria de la frivolidad. Todos o casi todos dan la impresión de tener linfa en las venas, esa especie de agua muerta que no levanta espuma...<br />
<br />
(De "El cajetilla y otros especímenes de la fauna porteña", 1974)</span> </span><span style="font-family: 'Century Gothic';"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"><o:p></o:p></span></span></div></td> </tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal"><span style="font-family: 'Century Gothic';"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">C. TIEMPO -No, de ninguna manera. Allí está el caso del norteamericano Raymond Chandler o del mismo Hammet. ¡Qué autores! Pero Simenon es el más grande novelista policial que existe desde los orígenes del género. Además de realizar una proeza de carácter físico, produce una proeza de índole espiritual. El es el creador del célebre inspector Maigret, lo recordará, sin duda. Una tarde estaba en Lieja y un amigo común nos presentó. Era un día de lluvia; después averigüé que Simenon era un adicto fervoroso a la melancolía de la lluvia y era capaz de tomarse un avión si se enteraba que estaba lloviendo en otra ciudad. Después mantuvimos varias charlas en su enorme residencia frente a la de Carlitos Chaplin. Recuerdo que una de sus facetas curiosas era su sentido de los celos. A su esposa, me contó, nunca le había permitido bailar porque decía que la danza era un acto sexual en público. Su rara personalidad me impresionó mucho y escribí una serie de notas para El Mundo y otros diarios de Caracas y México. También conocí a Somerset Maugham por esa época y a tantos otros...<br />
<br />
MERCADO -Usted, amigo de los recuerdos, me ha ido nombrando autores que conoció físicamente. ¿Pero y los otros? ¿Los que marcan su emoción literaria?</span> </span><span style="font-family: 'Century Gothic';"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"> <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: 'Century Gothic';"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">C. TIEMPO -¿Actualmente? Está el premio Nobel Singer. No por el premio, sino porque es un creador de ambientes, produce una marea de acontecimientos vitales que caen sobre el lector como un incendio. El pinta, no sólo lo que muchos creen, el ambiente polaco de los ghetos, sino también el ambiente de cualquier otra comunidad; es universal, total. En otro aspecto, más personal, porque tiene que ver conmigo literariamente, Esta Cansino Assens. Ahí lo tiene, un escritor olvidado y qué interesante. El olvido es algo inexplicable: nadie tiene la culpa, pero existe. Esta es una época que fomenta la farolería y yo sigo sosteniendo que una verdadera obra se hace en soledad y silencio. Pero claro, el escritor actual tiene que ceder a todo: a los reportajes, a las presentaciones de libros, a las conferencias. Muchas veces para sobrevivir y muy pocas para vivir, realmente. Fíjese que es sorprendente cuántas presentaciones de libros hay diariamente en Buenos Aires. En Europa pasa mucho tiempo antes de que se produzca alguna. Mientras viví en Roma en todo un año hubo sólo tres actos. Además está la guía de conferencias increíbles. Se fomenta un poco el esnobismo literario, la cursilería. Gente que nunca visita una librería pero va a esos actos a comprar el libro porque está el autor para autografiarlo. Después, ese libro no se leerá nunca pero será mostrado invariablemente a las visitas, así como al descuido. Yo le recordé el olvido de Cansino Assens. ¿Y el de Cervantes, que vivió y murió en la miseria? Escribió El Quijote en la cárcel, lo desalojaron del conventillo donde vivía en Alcalá dos veces; murió y lo sepultaron en un cementerio de Madrid en una fosa común, sin identificar sus huesos. Ahora, sobre ese lugar donde se suponen están sus cenizas, hay un monumento.<br />
<br />
MERCADO -Usted perteneció, alternativamente, a los dos famosos grupos, Boedo y Florida. Por qué no se recuerda ninguna mujer en el de Boedo, en cambio en Florida estaba Victoria Ocampo?<br />
<br />
C. TIEMPO -A Victoria la conocí muy poco y tampoco, vaya a saberse por qué, nunca fui publicado en Sur. El grupo de Boedo estaba integrado por hombres, es cierto, como si el amor por la humanidad que proclamaban con sus plumas excluyese el amor por las mujeres, como si la única compañera posible fuera </span> <st1:personname productid="la Revolución. Sin" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">la Revolución. Sin</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"> embargo, un nombre de mujer, Clara Beter, entreveraría sus sueños con los soñadores de Boedo. Fíjese, el bíblico Jacob fue el primer hombre del mundo que legalizó su seudónimo. Pactó con Dios y le pidió que le proporcionara otro nombre. "Tu nombre será Israel" le dijeron. Irónicamente, Israel es mi nombre; después de Clara Beter, después de César Tiempo. Es lo mismo.<br />
<br />
Fuente: www.magicasruinas.com.ar</span> </span><span style="font-family: 'Century Gothic';"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"> <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><a href="" name="Arenga_en_la_muerte_de_Jáim_Najman_Biáli"><b><span style="font-family: 'Century Gothic';"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">Arenga en la muerte de Jáim Najman Biálik</span></span></b></a><b><span style="font-family: 'Century Gothic';"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"><br />
</span> </span></b><span style="font-family: 'Century Gothic';"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"><br />
</span> </span><span style="font-family: 'Century Gothic';"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">¿Qué otra preocupación que la del día presente<br />
puede tener un pueblo que se arrastra<br />
en sus tinieblas y en sus abismos?<br />
<br />
<span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;"><b> Biálik</b></span><br />
<br />
El 5 de Julio </span> <st1:personname productid="la Associated Press" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">la Associated Press</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"> dio la noticia al mundo:<br />
falleció en Viena Jáim Najman Biálik.<br />
<br />
Pasaron veinte días y en la misma ciudad<br />
ultimaron a Dollfuss, el “Millermetternich”.<br />
<br />
¡Cuidado con los poetas<br />
cuyos puños golpean sobre las mesas de los verdugos!<br />
<br />
Los diarios de la colectividad<br />
pudieron publicar la noticia en “Sociales”<br />
junto a la crónica de la fiesta<br />
con que la familia Barabánchik<br />
celebra la circuncisión de su vástago.<br />
<br />
Tengo un corazón violento<br />
y una voz áspera.<br />
<br />
Cruzo la calle de la judería<br />
con mi rencor y mi dolor a cuestas.<br />
<br />
Hermanos de Buenos Aires:<br />
nuestro más alto poeta ha muerto.<br />
Como en los Salmos<br />
Dios le ciñó de fuerzas e hizo perfecto su camino.<br />
<br />
Minkowsky fue la lágrima,<br />
Biálik la imprecación.<br />
<br />
Y ambos se pudrirán bajo la tierra<br />
frente a los ojos ciegos de la noche tremenda.<br />
<br />
Un cielo en mangas de camisa corre sobre los tejados.<br />
<br />
Los buhoneros juegan en el “Pilsen” su diuturna partida de dominó.<br />
<br />
Las muchachas que quieren casarse no pasan bajo los andamios.<br />
<br />
Señores burgueses que infringís todos los Mandamientos<br />
y estáis los sábados sobre vuestros libros de tapas negras<br />
pasándoles las manos por el lomo a las cifras<br />
para que se alarguen como gatos,<br />
os he visto en los templos resplandecientes<br />
-apartados como los pur sangs en los bretes suntuosos-<br />
con los ojillos redondos y desvaídos<br />
y las altas galeras y los thaléisem de seda pura,<br />
queriendo sobornar a Dios<br />
que os conoce mejor que vuestros empleados.<br />
<br />
Jáim Najman Biálik ha muerto.<br />
<br />
Hoy en el “Internacional” hay pescado relleno<br />
y un buen stock de doctores para vuestras pobres hijas lánguidas.<br />
<br />
¿Quién se acuerda de las masacres de Ukrania,<br />
de la tempestad delirante de los pogroms,<br />
cuando los juliganes violaban a vuestras madres<br />
y estabais en los sótanos temblorosos e inútiles<br />
como la luz que lame los espejos?<br />
<br />
Biálik clamó, tronó sobre las negras aguas<br />
y su risa iracunda corrió como un viento loco sobre las aldeas.<br />
“El pueblo es una hierba marchita,<br />
se ha puesto seco como una madera.”<br />
Y hubo jóvenes que supieron sacudirse como lobeznos<br />
y sus dientes agudos despedazaron nuestra humillación.<br />
<br />
Jáim Najman Biálik ha muerto.<br />
<br />
Los chamarileros sonríen en las puertas de su pandemonio.<br />
<br />
Los Lacrozes están más verdes que nunca.<br />
<br />
Echa tu pan sobre las aguas, dice el Eclesiastés.<br />
<br />
Da gusto oír a Mischa Elman desde una muelle butaca del Colón.<br />
<br />
Gorki dijo que con Biálik el pueblo judío había dado una nuevo Homero al mundo.<br />
<br />
¿El Banco Israelita le daría un crédito a sola firma?<br />
<br />
Voces:<br />
-Esta noche cuando cierre el negocio, mientras mojo la tostada en el vaso de té, le voy a decir a mi señora que me lea El Pájaro y El Jardín, y después de comer vamos a ir al Teatro Ombú; para ser de la “Comisión” hay que estar “preparado”.<br />
<br />
Jáim Najman Biálik ha muerto.<br />
<br />
-Mamá ¿me lavo la cabeza con querosén y me pongo el vestido de raso celeste para ir a </span> <st1:personname productid="la Biblioteca" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">la Biblioteca</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">? -Bueno, querida, a ver si consigues un novio como la gente, que ya es tiempo.<br />
<br />
Jáim Najman Biálik ha muerto.<br />
<br />
En la puerta de </span> <st1:personname productid="la Cocina Popular" w:st="on"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">la Cocina Popular</span></st1:personname><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"> nuestros hermanos, los que no se atreven a morirse de hambre, esperan su ración.<br />
<br />
Jáim Najman Biálik ha muerto.<br />
<br />
Nuestras piernas se arrastran en las más profundas ciénagas de la noche y sobre nuestras cabezas brilla una luz pura.<br />
<br />
En Tel Aviv hubo un poeta.<br />
<br />
¿Y ahora?</span> </span><span style="font-family: 'Century Gothic';"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;"><o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: 'Century Gothic';"><span class="Apple-style-span" style="color: #660000;">‘’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’<o:p></o:p></span></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: center;"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div>Andrés Aldaohttp://www.blogger.com/profile/13501215594400255974noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5585898414183619824.post-10114037936215846542010-02-23T04:15:00.000-08:002010-02-23T04:19:51.186-08:00LA HISTORIA DEL BILLAR EN LA ARGENTINA .- SILVIA MARTÍNEZ<div class="MsoNormal"><div style="text-align: center;"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;"><img src="http://antidepresivo.net/wp-content/uploads/2007/06/billarlaser.JPG" /></span></div><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;"><br />
</span><br />
<span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">BOEDO, TRADICIONAL BARRIO DE BUENOS AIRES FUE, DURANTE VARIAS DÉCADAS, ESCENARIO DE UNA INTENSA ACTIVIDAD BILLARÍSTICA HECHO QUE LE POSIBILITÓ INGRESAR, A NIVEL MUNDIAL, EN <st1:personname productid="LA HISTORIA DE" w:st="on">LA HISTORIA DE</st1:personname> ESTE DEPORTE.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><st1:personname productid="LA HISTORIA DEL" w:st="on"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">LA HISTORIA DEL</span></st1:personname><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;"> BILLAR EN <st1:personname productid="LA ARGENTINA" w:st="on">LA ARGENTINA</st1:personname>, TRABAJO DE INVESTIGACIÓN DE <st1:personname productid="LA HISTORIADORA Y" w:st="on">LA HISTORIADORA Y</st1:personname> ESCRITORA SILVIA MARTÍNEZ ES UNA VALIOSA CONTRIBUCIÓN AL CONOCIMIENTO DE ESTA DISCIPLINA DEPORTIVA CUYO DESARROLLO EN ESTAS TIERRAS COMIENZÓ EN EL PERÍODO HISPÁNICO.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;"> La autora, ha extendido una autorización especial a www.nuevociclo.com.ar, para la publicación total del trabajo, haciendo la salvedad que 345años del billar en la argentina se halla debidamente registrado y todos los derechos reservados. En consecuencia, este artículo no puede reproducirse, total o parcialmente, por ningún método gráfico, electrónico, mecánico u oralmente, incluyendo los sistemas fotocopia, registro magnetofónico o de alimentación de datos, sin expreso conocimiento de <st1:personname productid="la Autora." w:st="on">la Autora.</st1:personname><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><st1:personname productid="La Direccin" w:st="on"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">La Dirección</span></st1:personname><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;"> de www.nuevociclo.com.ar, agradece profundamente la deferencia de la autora para con este medio, ya que el texto es una importante contribución al conocimiento de un deporte que, durante muchos años, fue uno de los más populares no solo en nuestro país sino en el resto del mundo..<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Buenos Aires, Enero de 2010..<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Historia del billar en la argentina<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">345 AÑOS DE BILLAR EN <st1:personname productid="LA ARGENTINA" w:st="on">LA ARGENTINA</st1:personname> <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Por Silvia Martínez<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">ORÍGENES<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">El billar no reconoce un origen claro. Se dice que existe una ordenanza de Carlos V “El Sabio” (1337-1380) rey de Francia, suscrita en 1369, que prohibía varios juegos, entre ellos el billar, pese a que él lo practicaba asiduamente en palacio, aunque a diferencia de hoy, lo jugaba sobre el suelo. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">La primera mesa de que se tiene noticia fue mandada a construir por Luís XI de Francia (1423-1483), a un ebanista llamado Oliverio Necker, quien la habría fabricado con madera de encina. Uno de sus sucesores, Luís XIII, fue quien permitió a los plebeyos practicar billar, juego hasta entonces monopolizado por las casas reales europeas. Se sabe que Luís XIV jugaba por prescripción de su médico, el Dr. Fagon, que se lo recomendaba para una buena digestión. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Hasta esa época las bolas se impulsaban con la “masse”, especie de taco curvo y ancho en su extremo inferior, muy pesado. El taco actual, mucho más largo y delgado, data de fines del siglo dieciocho.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Hay datos de que algo similar al billar se jugaba en China, mucho antes de la época de los Luises, pero se hacía sobre una mesa con troneras de bronce cincelado que semejaban una mandíbula, y aunque la superficie de la tabla estaba recubierta con un paño algo rudo, las bolas se impulsaban a mano. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Se dice que en Inglaterra se jugaba “pall mall” precursor del billar actual, para el que se utilizaba sólo un taco y una bola, por lo que hay quien afirma que el billar se inició en Inglaterra y se perfeccionó en Francia. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Otra de las cuestiones a dirimir es el origen de la palabra billar. Según <st1:personname productid="la Real Academia" w:st="on">la Real Academia</st1:personname> Española, deriva de la palabra francesa billiard, que viene de bille que en francés significa bola (sólo de billar o de rodamientos mecánicos). Hay otra teoría según la cual deriva del inglés ball-yard (pelota-patio), pues con ese nombre se conocía un juego practicado sobre tierra, con bolas y un bastón curvo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Y la última versión, aunque algo rebuscada, es la que dice que todo comenzó con un prestamista de Londres, llamado William Kew. Existían en el frente de su negocio las clásicas tres bolas que identificaban el ramo del local, las que por las noches eran retiradas por Kew como medida de seguridad. Una noche, haciendo tiempo antes de cerrar su establecimiento, Kew puso las bolas sobre una mesa, haciéndolas rodar y entrechocándolas, ayudado por su propio bastón y pronto se percató de que aquél podía ser un buen entretenimiento. Para evitar que las bolas cayeran al suelo, ideó unas bandas de madera que lo impedirían y así nació el juego.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Algunos investigadores han dicho que la palabra deriva de Bill (diminutivo de William) y de Yard porque el palo que usaba Kew para jugar, era una vara que utilizaba en su negocio para medir “yardas”. Y como si esto fuera poco, dicen que del apellido del inventor del juego, Kew , derivó la palabra cue con la que en inglés se denomina al taco de billar.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Hacia 1827, cuando las bolas aún no retrocedían, un parisiense llamado Mingaud, fue preso por razones políticas, en la convulsionada Francia de entonces. Al principio el hombre se aburría, pero descubrió que en la prisión había un billar y pronto se granjeó la benevolencia del director, hasta lograr jugar con él. A partir de entonces, terminó su aburrimiento, entregándose con frenesí al estudio del billar, y allí tuvo la brillante idea de unir un disco de la suela de su zapato al extremo delgado del taco. Esto hizo que el juego tuviese enormes progresos al lograr que la bola retrocediese. El primer jugador en emplear la suela en el taco para las grandes jugadas de efecto, fue el francés Sauret, profesor de billar del Duque de Orleáns. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Un párrafo aparte para las bolas. Hasta mediados del siglo veinte, se utilizaron en todo el mundo las bolas de marfil, pero dado el alto costo de las mismas, se comenzó a emplear la baquelita como pasta sintética y luego la moderna resina fenólica. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Las bolas de marfil se lograban cortando a elefantes de cierta edad los colmillos, y éstos, a su vez, se subdividían en pequeños trozos de <st1:metricconverter productid="70 mil■metros" w:st="on">70 milímetros</st1:metricconverter> de alto, estacionándolos hasta el momento de tornearlos y convertirlos en bolas de un diámetro máximo de <st1:metricconverter productid="66 mil■metros" w:st="on">66 milímetros</st1:metricconverter> para la especialidad de casín y de un diámetro entre 61 y 62 y medio milímetros, medida ordenada por <st1:personname productid="la Federacin Argentina" w:st="on">la Federación Argentina</st1:personname> de Billar, para los torneos oficiales. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Las tres bolas que componen un juego, ya sea de marfil o material sintético, deben tener el mismo peso e igual diámetro. Lo que no pudo ser conseguido igualar en las bolas sintéticas, es el “alma” que posee el marfil, pues no se debe olvidar que este es materia animal, que no “muere” al cortar los colmillos al animal. Por tanto, las bolas están sujetas a los cambios climáticos que accionan sobre ellas, deformándolas y amelonándolas, lo que origina “caídas”, que se producen porque la veta central del colmillo, o sea el corazón de la bola ya torneada, puede estar fuera de su perfecto centro, sin que el torno rectificador pueda hacer nada para solucionarlo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">En países de clima muy seco y frío, como Chile, no se podía usar el marfil, porque se corría el riesgo de que un cambio de ambiente brusco partiese la bola en dos como si fuese una nuez. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Volviendo a los orígenes, digamos que el billar ha sido en sus comienzos un juego de elites. Baste mencionar a Napoleón, que jugaba con su esposa Josefina; Eduardo VII de Inglaterra; Alfonso XIII, compañero de juego de su madre <st1:personname productid="la Reina Regente" w:st="on">la Reina Regente</st1:personname> María Cristina; y ya más democráticamente podemos nombrar a George Washington, que jugaba largas partidas con el Gral. <st1:personname productid="La Fayette" w:st="on">La Fayette</st1:personname> mientras éste residió en Estados Unidos. Estas partidas entre ambos, dieron motivo para que desde entonces, existiese un Salón de Billar en <st1:personname productid="la Casa Blanca." w:st="on">la Casa Blanca.</st1:personname><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">También Abraham Lincoln jugaba regularmente al billar, del que dijo: “Es un juego de inspiración, científico, que proporciona un recreo a todo espíritu fatigado”. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Cabe resaltar también que en el siglo dieciocho, la educación de los Borbones se sostenía en cinco puntos fijos: Política, historia, equitación, armas y billar.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Entre nosotros, podemos citar a los presidentes Avellaneda, Sarmiento y Mitre como grandes aficionados. Bartolomé Mitre tenía incluso una mesa de billar en su casa, donde jugaba asiduamente con su nuera, <st1:personname productid="la Sra. Astengo" w:st="on">la Sra. Astengo</st1:personname> de Mitre, una de las primeras jugadoras del bello sexo de que se tenga noticia en Argentina. También la hija del Juez Tedín, Ministro de <st1:personname productid="la Suprema Corte" w:st="on">la Suprema Corte</st1:personname>, desafiaba a los amigos de su padre que visitaban la casa, ganándoles variadas sumas de dinero gracias a su destreza con el taco. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Por último, para no hacer tan larga la lista de amantes del billar, podemos recordar a Esteban Echeverría, Federico García Lorca y más acá en el tiempo, Roberto Goyeneche, Jorge Salcedo y Adolfo Pedernera. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Obviamente, se trata de un juego ciencia semejante al ajedrez, pero con el agregado de que utiliza todo el cuerpo del jugador por su proyección geométrica, la posición del cuerpo, destreza de los brazos y precisión visual. Actualmente, en Bélgica y Holanda, es materia optativa en el colegio secundario.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">En el Buenos Aires colonial<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Para conocer los orígenes del billar en nuestro país, debemos bucear en los primitivos y escasos datos que han llegado hasta nosotros a través de viejas crónicas y testimonios de viajeros, algunos de los cuales pueden carecer de la exactitud precisa, pero es todo lo que se sabe hasta ahora. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Se dice que allá por 1610, en lo que es hoy la esquina sudeste de Alsina y Bolívar, se instaló un local, mezcla de café o pulpería, con garito, propiedad de don Simón de Valdez, que era entonces el tesorero de <st1:personname productid="la Hacienda Real." w:st="on">la Hacienda Real.</st1:personname> Según el historiador Raúl A. Molina, el tal Valdez era un pillo, contrabandista y traficante de esclavos que instaló su negocio a todo lujo y pronto contó con una selecta clientela que dejaba en las partidas de naipes, dados y hasta ajedrez, fuertes sumas de dinero.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Pero la máxima atracción del local era la mesa de “truque”. Este juego puede llamarse el antepasado más cercano del actual billar en Argentina, ya que se jugaba sobre una mesa especial, con bandas forradas con paño e intervenían dos jugadores con un taco de madera y un bolo de marfil. En la sala donde se jugaba, se contaba con “asiento de tablas, dos bufetes, tres pares de bolas, ocho tacos y seis tableros”, según nos cuenta Molina. La casa de juego estaba construida con material perpetuo, es decir, tejas y ladrillos, puertas y ventanas trabajadas en Brasil y toda ella dotada de un lujo en el que se regodeaban los oficiales reales, hidalgos, funcionarios, maestres y traficantes enriquecidos con el contrabando de esclavos y de mercaderías diversas.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">En 1615 don Valdez fue destituido de su cargo por el gobernador, don Hernando Arias de Saavedra, quien, cansado aparentemente de los fraudes que cometía el tesorero, lo envió de regreso a España para ser juzgado por su mal desempeño en la función pública. Pero antes de partir, Valdez tuvo tiempo de vender su establecimiento a un florentino llamado Bacho de Filicaya, un florentino alarife y comerciante en todos los ramos, incluso la trata de esclavos negros. El florentino instaló su garito en una casa anexa al Cabildo y alquilada a éste, según contrato celebrado en 1616 por el término de 1 año, con un alquiler de $ 65 anuales.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Para finalizar la historia de la mesa de “truques”, diremos que la misma fue más adelante confiscada por el Gobernador Jacinto de Lariz, quien era un apasionado jugador y pudo así disfrutar, en la soledad del fuerte, del aristocrático juego.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">La siguiente mención del billar aparece recién en 1764, cuando se menciona al Café de <st1:personname productid="la Son£mbula" w:st="on">la Sonámbula</st1:personname>, que dicen debía su jerarquía a su mesa de billar. El juego movía en ese tiempo tanta pasión y tanto dinero en apuestas, que el Virrey Vértiz, en 1799, se vio obligado a reglamentarlo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Llegamos así a la instalación del célebre Café de Marco. Este comercio, inaugurado en 1801, fue el primero en anunciar su apertura en el “Telégrafo Mercantil” cosa sumamente novedosa en esos años y lo hizo bajo el apelativo de: “Billar, Confitería y Botillería”.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Ubicado en la misma esquina que ocupara <st1:personname productid="la Casa" w:st="on">la Casa</st1:personname> de Truques de Simón de Valdez, contaba con dos mesas de billar, todo un adelanto si lo comparamos con los cafés de Martín, Mestre o Mendiburu, que sólo tenían una.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Frente a la iglesia de <st1:personname productid="La Merced" w:st="on">La Merced</st1:personname>, actuales Reconquista y Perón, se abrió en 1804 el Café de <st1:personname productid="la Comedia" w:st="on">la Comedia</st1:personname>, propiedad de Monsieur Raymond Aignasse, un rico comerciante francés, el cual tenía la particularidad de incluir una escuela culinaria para los esclavos de la aristocracia. Lindante con el café, Aignasse construyó, en sociedad con un famoso actor de la época, José Speciali, el Coliseo Provisional, también llamado Teatro de <st1:personname productid="la Comedia" w:st="on">la Comedia</st1:personname>, que fuera por muchos años, el único teatro de Buenos Aires.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">La sala del teatro comunicaba por una puerta con el Salón de Billares del café, donde los caballeros asistentes a la función, terminaban la velada. Como dato curioso diremos que el Café de <st1:personname productid="la Comedia" w:st="on">la Comedia</st1:personname> fue el encargado de suministrar la última cena a los condenados a muerte por el llamado “Motín de las Trenzas” (diciembre de 1811), y que consistió en gallina hervida, puchero de garbanzos, vino carlón, yerba y cigarros. El café de los desdichados fue un obsequio del Café de Marco.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Finalmente, el último de los pioneros es el Café de <st1:personname productid="la Victoria" w:st="on">la Victoria</st1:personname>, ubicado en la esquina de Hipólito Irigoyen y Bolívar, frente a <st1:personname productid="la Plaza" w:st="on">la Plaza</st1:personname>, que abrió sus puertas en 1820 y cerró en 1879.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Entre los muchos ingleses que viajaban a Buenos Aires en esa época, hubieron varios que dejaron su testimonio sobre los cafés porteños. Así, Alcides d’Orbigny decía en 1836 que “eran malos y concurridos por gente pendenciera”. Igualmente Arsenio Isabelle, en la misma época, los describía como “espaciosos, pero pasablemente malos”. En cambio Thomas George Love, también conocido como John Lacock o Míster Love, en sus memorias sobre Buenos Aires, en 1820, dice que “El Café de <st1:personname productid="la Victoria" w:st="on">la Victoria</st1:personname> es espléndido y no tenemos en Londres nada parecido. Como el Café de Marco, el de los Catalanes y el de Martín, este café tiene un amplio patio cubierto con toldos, y la mesa de billar está siempre concurrida y las mesitas rodeadas de gente”. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Y por último, otro inglés, J. A. Beaumont, anotaba en 1828: “Los cafés de Buenos Aires son muy concurridos y todas las noches se reúne en ellos gran cantidad de público a jugar a las cartas o al billar”. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Pasaron los años y las mesas de billar se multiplicaron ya no sólo en los cafés, sino también en casas de familia y clubes aristocráticos, como el Club del Progreso y el Jockey Club. Y es entonces, a fines del siglo XIX, que se inaugura un café que sería cuna de nuestro primer Campeón Mundial de Billar.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Augusto Vergez<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Nació en 1896 y a los ocho años ya empuñaba el taco. Don Silvano Vergez, su padre, era dueño entonces del Café Los Pirineos, sito en Esmeralda 492, justo donde ahora está la boca del subterráneo. Era un lugar muy concurrido por gente de la farándula, como Florencio Parravicini y Roberto Casaux, y asimismo era el café preferido por los campeones de lucha libre que actuaban en el cercano Teatro Casino, de la calle Maipú, cuyo espectáculo era muy cotizado en ese tiempo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">“Los Pirineos” poseía dos billares, y debajo de uno de ellos siempre estaba el banquito que utilizaba Augusto para jugar, especialmente cuando los luchadores Paul Pons y Constant Le Marin, figuras de relieve mundial que actuaron bastante tiempo en Buenos Aires, se disputaban el honor de jugar cada tarde con el pequeño Vergez.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">En esa temporada de 1904, Parravicini actuaba en una obra en el Teatro Verdi, sito en la calle 25 de Mayo, donde cada noche apagaba de un tiro una vela que sostenía otro actor llamado Lacomette. El acto era muy aclamado, pues a pesar de ser Parravicini un experto tirador, el riesgo era real. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Esto dio lugar a una apuesta: Jugarían una partida de billar Augusto y Le Marin, contra Pons y Casaux, bajo el arbitraje de Parravicini, y el que ganase sostendría esa noche la famosa vela en el teatro. Comenzó la partida y lo cómico fue que cuando Augusto no alcanzaba a realizar la jugada ni con la ayuda del banquito, el gigante Le Marin lo sostenía por los fundillos del pantalón con una mano, y así, en el aire, el niño ejecutaba difíciles carambolas.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">De más está decir que esa noche Augusto sostuvo la vela en el desaparecido Teatro Verdi. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Vinieron luego los años de estudio en el colegio Mariano Moreno de Rivadavia al 3500. Alrededor de 1913, cuando era un aventajado estudiante de tercer año, un compañero le dijo que le había concertado un desafío con un alumno de quinto año que tenía ínfulas de billarista. Vergez se resistía a ser mirado como bicho raro y se negó a jugar, pero su amigo había apostado unos pesos a su favor y no podía dejarlo en la estacada. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Cuando la mañana señalada llegó al café con los libro bajo el brazo, creyendo que sólo habría unos pocos compañeros, se encontró con que había tres divisiones enteras ya acomodadas alrededor de la mesa. Mientras tanto en el colegio, el rector, preocupado por la falta de tal cantidad de alumnos, se enteró por un celador de lo que ocurría.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Mediaba ya la partida que Augusto ganaba por marcada diferencia, cuando se presentó en el café el Dr. Derqui, rector del colegio. Desbande general. Sólo quedaron Vergez y su rival para dar explicaciones y el resultado fue un día de suspensión para todos y para los “héroes” diez días, con asistencia a clase. Luego intervino el profesor de Álgebra de Vergez, Sr. Zaldarriaga, quien conociendo al muchacho como excelente alumno, logró que le levantaran la suspensión.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">El joven continuó con sus estudios, practicando sólo de tiempo en tiempo, pero aún así, en 1917, jugando con un amigo, marca una serie mayor de 15 carambolas que le reporta el título de Recordman Sudamericano de serie mayor. Este record tuvo por escenario el salón “Dos Mundos” de la calle Paraná.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">En 1922 participa en un torneo de tres bandas en “Los <st1:metricconverter productid="36”" w:st="on">36”</st1:metricconverter> de la calle Corrientes (abatido más tarde para la ampliación de la avenida), y lo gana invicto. Se dedica luego a la dirección de su afamado restaurante L’Odeón, de Esmeralda casi Corrientes, que abriera su padre en 1913 y que cerró sus puertas en 1949.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Junto con Juan, su hermano menor, también billarista, adquiere en 1927 el salón “Los 50 Billares” de la calle Carlos Pellegrini, donde se jugaron memorables torneos que tuvieron como protagonistas a los dos hermanos junto a Enrique Navarra, Silvio Rebecchini y Carlos Friedenthal. Eran en verdad un quinteto temible.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Al año siguiente, Juan y Augusto diseñan e inauguran con gran éxito un nuevo salón, el “Odeón”, en Corrientes y Esmeralda, que en su piso bajo tenía una confitería de gran categoría. Allí, ambos practicaban para el primer campeonato mundial de tres bandas que organizaba la flamante Federación Argentina de Billar y que se inició el 18 de setiembre de 1938 en el entonces Teatro Maravilla, sito en Victoria (hoy Hipólito Irigoyen) y San José, que más adelante se llamó “Onrubia” y cayó al fin bajo la piqueta del progreso. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Junto a ellos jugaron Miró y Friedenthal; Zaman, campeón belga; Tiecke, alemán; Iglesias Díaz, chileno; Davin, francés; Silva Correa, uruguayo y Lagache, el campeón mundial. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Augusto Vergez ganó por 15 carambolas y se consagró como el mejor billarista del mundo en tres bandas, invicto, dándole al país el primer campeonato mundial en deporte. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Vergez era un hombre de ciudad, de la ciudad noctámbula de un Buenos Aires muy diferente al de hoy, estaba conformado en la psicología del hombre de café, pero no era un desperdiciador de tiempo, pues no lo perdía alrededor de la mesa de billar y además le sobraba para ir adquiriendo otros conocimientos, otras culturas. Sereno, correcto, sobrio en todas sus expresiones podía encarar los problemas de una jugada con la inteligencia avizora de quien sabe transformar el simple juego en una nueva concepción de belleza.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Café, Bar, Billares<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Ya en la década del treinta, todos los cafés contaban por lo menos con una mesa de billar. La gran mayoría de esas mesas fueron retiradas poco a poco por los dueños de los establecimientos en la década del sesenta, debido a las sucesivas crisis económicas que afectaron a nuestro país, ya que entonces era más redituable colocar más mesitas para consumición que “aguantar” a los grupos de aficionados que pasaban horas consumiendo sólo un café, y a veces, ni siquiera eso.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Entonces quedaron sólo los reductos tradicionales y los clubes, último refugio de los amantes del juego. Podríamos agregar que en las últimas décadas los argentinos han debido dedicar muchas más horas al trabajo que al esparcimiento, con lo que el tiempo antes dedicado a “ir al café” fue quedando relegado.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Queremos dejar constancia de algunos lugares que han cobijado alrededor de sus mesas a grandes billaristas desde sus comienzos, y que desgraciadamente ya casi ninguno existe. En el barrio de Flores, cuna de muchos grandes aficionados, estaban: Las Orquídeas en Artigas y Yerbal; el Flores, en Rivadavia y Nazca; <st1:personname productid="La Cosechera" w:st="on">La Cosechera</st1:personname>, luego Odeón; El Palacio de los Billares, en Yerbal y Artigas. Eran también muy afamados El Alba, en Pompeya; Edison, en Once; El Vasquito, en Chiclana y Virrey Liniers; Pedigree, en Pueyrredón y Santa Fe; El Central, en Venezuela y Bernardo de Irigoyen. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Y los más famosos del barrio de Boedo: El Dante, en Boedo al 700; Petit Munich; Boedo Billar Club y los 20 Billares, también en Boedo al 800.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Ya en la zona centro estaban Los 36 de Corrientes; Los 36 de Cochabamba y Entre Ríos; el Club Ebro, en Corrientes frente al teatro Astral; Richmond Florida y Richmond Buen Orden; Café <st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La Paz</st1:personname> en Corrientes y Montevideo; los 36 Billares de Avenida de Mayo; El Tortoni; el Galeón y el mítico Club Callao, de Callao 11 al que nos referiremos más adelante. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Había otro espacio aparte de los cafés, donde se practicaba el billar con mucho entusiasmo, y eran los clubes de fútbol. Racing, Gimnasia y Esgrima <st1:personname productid="La Plata" w:st="on">La Plata</st1:personname>, Boca Juniors, River Plate, Independiente y Huracán, entre otros, tenían mesas de billar que vieron nacer a varios campeones de las distintas especialidades y sus derivados: esnoquer, casin, bochetas y carolina. También el Club Español y el Club Italiano fueron refugio de los aficionados.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Sirva esta breve enumeración como agradecido recuerdo a todos esos nombres ya olvidados y sin los cuales no hubiera podido el billar argentino alcanzar los más altos puestos en el mundo. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Nace <st1:personname productid="la Federacin Argentina" w:st="on">la Federación Argentina</st1:personname> de Billar<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Don Juan Carlos Basavilbaso fue el fundador y director de la revista “Billar” cuyo primer número salió a la calle el 1º de agosto de 1925. Dedicado al billar desde 1918, llegó a ser profesor y director de la sala que había en el subsuelo de Avenida de Mayo y Carlos Pellegrini, llamada Colón. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">El tema principal de la revista era el relativo a la necesidad de la fundación de una entidad directriz del juego. Basavilbaso opinaba que era imposible el progreso de la actividad sin una dirección adecuada. Logró al fin la primera reunión de los hombres más importantes del deporte, el 21 de enero de 1926 en el salón de actos de Última Hora, en Esmeralda 173. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Allí se nombró una comisión provisoria presidida por J.C. Basavilbaso, para que convocara a Asamblea General, la que se llevó a efecto en el salón de actos de “<st1:personname productid="La Razn" w:st="on">La Razón</st1:personname>” el 8 de febrero de ese mismo año.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">De allí surgió la primera comisión Directiva de <st1:personname productid="la Federacin Argentina" w:st="on">la Federación Argentina</st1:personname> de Billar presidida por el Dr. Juan Carlos Ávila y como vicepresidente Juan Vergez, prematuramente desaparecido.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Pese a los esfuerzos de sus integrantes, hubieron grandes lagunas de inactividad, hasta que en 1937, estando en <st1:personname productid="LA ARGENTINA" w:st="on">la Argentina</st1:personname> el fuerte aficionado español Raimundo Vives, que organizara el billar en Barcelona y Madrid, Basavilbaso encontró el aliado indispensable para la definitiva consolidación de <st1:personname productid="la Federacin. As■" w:st="on">la Federación. Así</st1:personname>, el 20 de mayo de 1937, en una reunión realizada en el bar “Los <st1:metricconverter productid="36”" w:st="on">36”</st1:metricconverter> de Cochabamba y Entre Ríos, se lograba el intento que había de ser definitivo, ya que la entidad dirigió desde esa fecha los destinos del billar argentino, colocándolo al tope del concierto mundial en ese deporte.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">En 1938 el secretario de <st1:personname productid="la Federacin" w:st="on">la Federación</st1:personname>, don Pascual Germino, tuvo la brillante y audaz idea de solicitar a <st1:personname productid="la Unin Internacional" w:st="on">la Unión Internacional</st1:personname> de Amateurs de Billar, con sede en Francia, autorización para organizar un campeonato mundial de tres bandas. Germino contó desde el primer momento con el apoyo moral y material de los hermanos Vergez, y juntos hicieron realidad la temeraria empresa que culminó, como ya vimos, con la obtención del primer puesto a manos de Augusto Vergez.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Desde esa fecha hasta 1945, año en que falleció, Germino fue primero elegido Presidente de <st1:personname productid="la Federacin" w:st="on">la Federación</st1:personname> y luego reelecto en ese puesto siempre por unanimidad. Bajo su presidencia, <st1:personname productid="la Federacin" w:st="on">la Federación</st1:personname> vio aumentar el número de sus afiliados, llegando en <st1:metricconverter productid="1950 a" w:st="on">1950 a</st1:metricconverter> cuarenta y ocho entidades, entre las que se contaban las más importantes del país. Siguiendo con la relación de los logros de <st1:personname productid="la Federacin" w:st="on">la Federación</st1:personname>, digamos que el 18 de setiembre de 1941 se jugó en el club Huracán el primer Campeonato Sudamericano de cuadro 45/2. Ganó Juan Navarra, José Bonomo fue segundo y el tercer puesto lo ocupó Pedro L. Carrera. Un dato curioso en relación con ese torneo: Huracán había ofrecido su sede de la avenida Caseros al 2800 con muy buena voluntad, pero en el momento de instalar las dos mesas de billar necesarias, se dieron cuenta que no había espacio suficiente para ellas. La solución fue derribar una pared en la cancha de pelota donde se jugaría el campeonato para lograr así el lugar necesario y desde entonces la cancha tiene casi el doble del largo reglamentario. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Poco a poco la actividad fue elevando su nivel cultural, dejando atrás la cantina y el café para ubicarse más cerca de los clubes importantes y de las casas de familia, hasta que en 1942 <st1:personname productid="la Confederacin Argentina" w:st="on">la Confederación Argentina</st1:personname> de Deportes reconoció al billar como deporte y le concedió la respectiva filiación. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">A partir de entonces se organizaron junto con <st1:personname productid="la Federacin Uruguaya" w:st="on">la Federación Uruguaya</st1:personname> de Billar los Campeonatos Rioplatenses de Tres Bandas, que <st1:personname productid="LA ARGENTINA" w:st="on">la Argentina</st1:personname> ganó por tres años consecutivos adjudicándose en consecuencia la copa en disputa (1944/45/46). <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">En 1947, tras la muerte de don Pascual Germino, asumió la presidencia de <st1:personname productid="la Federacin Argentina" w:st="on">la Federación Argentina</st1:personname> de Billar don Enrique Faragasso, quien logró que se organizara un nuevo Campeonato Mundial de Tres Bandas en <st1:personname productid="LA ARGENTINA" w:st="on">la Argentina</st1:personname>, pero esta vez el cetro quedó en manos del belga René Vingerhoetd, ocupando José Bonomo y Augusto Vergez el segundo y tercer puesto, respectivamente. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Ese mismo año habían viajado a Chicago, Estados Unidos, Ezequiel y Juan Navarra, donde el primero ganó invicto el Campeonato Norteamericano, seguido por Juan, pero ambos quedaron en segundo y tercer lugar al jugar por el Campeonato Mundial y ser derrotados por el legendario Willie Hoppe. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">A raíz de esta actuación de los hermanos Navarra en el mundial de Chicago, <st1:personname productid="la Unin Internacional" w:st="on">la Unión Internacional</st1:personname> de Billar, con sede en Francia, declara a los billaristas argentinos profesionales, debiendo abstenerse en el futuro de participar en torneos amateurs. Existía ya el antecedente de 1947, cuando había tenido problemas Pedro Leopoldo Carrera por haber jugado un match en París con el brillante profesional francés Roger Conti, especialista en cuadro, de resultas de lo cual <st1:personname productid="la Unin Internacional" w:st="on">la Unión Internacional</st1:personname> lo castigó con una suspensión de un año por haberse enfrentado a un taco profesional, a lo que Carrera contestó que daba por bien perdido ese lapso, ya que la enseñanza recibida durante el match, valía mucho más. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">El gran suceso del año 1949 resultó ser el match jugado por Ezequiel Navarra y el Campeón mundial Willie Hoppe en el mes de junio, que se comenzó a jugar en el Casal de Cataluña y culminó en el Luna Park, habiendo convocado en nueve noches más de 45.000 aficionados que ovacionaron a Navarra al vencer al viejo campeón en 1500 carambolas con el excepcional promedio de 1.23.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Enrique Navarra <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Debemos aquí retroceder en el tiempo y volver por un instante al 7 de octubre de 1905, año en que nace Enrique Navarra. Pocos meses después de cumplir los diez años, sus padres lo enviaron a pasar unos días a la casa de su tío Ezequiel quien tenía una mesa de billar en su domicilio familiar. Don Ezequiel era profesor de billar y aspiraba a ganar el campeonato argentino, por lo que cuando queda libre de su trabajo como instructor del juego en el café que poseía en Entre Ríos y Alsina, en los bajos de <st1:personname productid="la Sociedad Espaola" w:st="on">la Sociedad Española</st1:personname> de Socorros Mutuos, se encerraba a entrenar en su cuarto. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Su sobrino pasa esas tardes de vacaciones sentado muy quietecito en el bar, observando el juego de los parroquianos, hasta que una tarde, al ver al sobrino prestando tanta atención, el tío le da el taco, diciéndole: “Prueba, a ver si haces una carambola”. El chico toma el taco, se inclina sobre la mesa, mira las bandas, tira y ... carambola. “Puede ser casualidad”, comenta el tío, un poco impresionado por la naturalidad y seguridad con que tiró el niño. “!Prueba otra vez!” . Lo mismo que antes: tranquilo, seguro, como si hubiera nacido con el taco en la mano, Enrique tira y ... ¡carambola! Luego otra, otra y otra más, ¡ocho carambolas seguidas! <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Para don Ezequiel es la revelación: El niño tiene condiciones innatas para el juego. A partir de entonces, lo entrena hasta ocho horas diarias, sin que Enrique pierda nunca la serenidad. Cinco meses después, es presentado en los cafés, batiendo a todos sus rivales. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">La noticia cruza el río y lo convocan para desafiar a Jacinto Vargas, veterano Campeón uruguayo. Enrique viaja con don Ezequiel, y juega encaramándose a un cajón, ganando tres de los seis matches. Al finalizar el último partido, Vargas declara al público que se apiña en el café, frente a la plaza Independencia, en Montevideo: “Amigos míos, miren bien a mi pequeño adversario, porque dentro de dos o tres años, a lo sumo, lo tendremos convertido en Campeón del Mundo¡” . El tiempo confirmó el vaticinio de Vargas, pero sólo se equivocó en un detalle: la fecha. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Después de Montevideo, Enrique participa y gana varios torneos, pero al cambiar los pantalones cortos por los largos, se produce un fenómeno inexplicable: Pierde su seguridad anterior y se convierte en un manojo de nervios. Recién a los diecinueve años, después de un tremendo desgaste físico y mental, se consagra Campeón Argentino de cuadro 45/2. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">El triunfo le destroza los nervios y lo postra en cama semanas enteras. Maldice el día que sostuvo un taco en sus manos por primera vez y renuncia al billar. Pero pasados unos años sus primos Navarra lo chucean para que vuelva a competir, y cede. Vuelve a entrenar y en 1937 es Campeón Argentino de Carambola Libre ... y otra vez en cama con el sistema nervioso hecho trizas. “¡Al que me diga que vuelva a jugar, le pego dos tiros!” , se le escucha decir, furioso.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Pero el tiempo trae el olvido y la tentación vuelve a ganar: En 1948 gana el Campeonato Argentino de Tres Bandas y en 1949 el Campeonato Sudamericano de la misma especialidad. Y otra vez cama y nervios. Ese año 1949 se entera que se seleccionará al mejor jugador para acompañar a Pedro L. Carrera en la lucha por el mundial de tres bandas que se disputará en Europa. Y esta vez él mismo resulta ser su mejor médico, al autoconvencerse de que es preferible la derrota, a quedarse inmóvil como simple espectador. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Y en menos de dos meses de entrenamiento, el milagro: ¡Enrique Navarra, Campeón del Mundo de Tres Bandas! <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Veamos un poco lo que le sucedía a Enrique y que también afectara más tarde a su primo Ezequiel: El “trac”. Es conocido el trac que afecta a los actores y cantantes, ese temor inexplicable a no poder salir a escena, y el que aterroriza a los billaristas es muy similar. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Este consiste en una inhibición que aparentemente es física, pero sólo es el resultado de reflejos nerviosos del cerebro. La palabra trac, extraída del francés, equivale a miedo, emoción, inquietud. Monsieur Barantiére, una de las glorias del billar de Francia, lo definió como “el suplicio de la silla”. Consiste en un trac pasivo, pues ataca al jugador mientras espera que su rival termine la serie, y el que lo sufre pasa instantes cerebrales caóticos que en la mayoría de los casos se traduce en espasmos que atacan al brazo derecho y no lo dejan actuar libremente. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">El padre de Navarra había comprado en 1922 el salón 20 Billares, de Boedo 787 y allí el joven Enrique fue maestro de casi toda la muchachada del barrio, entre ellos alguien que también llegaría lejos en la actividad: José Bonomo, que perdió el primer puesto en el Mundial de Tres Bandas de 1948 por una carambola, frente a René Vingerhoetd y fuera más tarde director de billares del Boedo Billar Club y del café Dante, ambos en el barrio de Boedo, y además inauguró con Enrique el mítico Club Callao. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">En 1926 comenzó a concurrir al Club del Progreso, donde su tío Ezequiel era profesor de la sala de billar y pronto se convirtió en el niño mimado de los aficionados que frecuentaban el distinguido club, con los que jugaba memorables partidas. Una de ellas fue con el Cónsul argentino don Miguel A. Molina, a quien le dio una ventaja de 500 en 1000 en cuatro series de 250 carambolas. El match se jugó en una mesa histórica: la preferida de Bartolomé Mitre, Nicolás Avellaneda y Domingo F. Sarmiento. Por supuesto, ganó Enrique, y el Cónsul dijo: “Es más grato perder ante Navarra que ganarle a cualquier otro.” <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Enrique Navarra cumplió en 1943 su serie mayor al Cuadro 45/2 durante un entrenamiento en la famosa mesa 4 del Club Callao. Jugó una hora y veinte minutos hasta llegar a las 726 carambolas, errando la siguiente más por cansancio que por otra cosa, ofreciendo a los presentes una verdadera cátedra de billar.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">El Club Callao había sido arrendado por Enrique y su hermano Atilano al no poder reflotar comercialmente los 20 Billares de Boedo. Se trataba de un local muy grande que había estado desalquilado durante mucho tiempo en Callao 15.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Eran años de crisis e incertidumbre económica, pero cuando en marzo de 1936 abrió sus puertas, el éxito se vio asegurado desde el primer día, por lo que de inmediato se configuró un club de billar que se denominó Callao. Este, junto con otros tres clubes, fueron los miembros fundadores de <st1:personname productid="la Federacin Argentina" w:st="on">la Federación Argentina</st1:personname> de Billar que hasta hoy rige el deporte en nuestro país. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Navarra presidió el Callao durante muchos años, a partir de 1941, siendo su secretario el dirigente y periodista Silvio E. Martínez, gran amigo suyo y responsable, según Lita Navarra, de que Enrique continuara jugando. Lita se desesperaba ante las crisis de nervios de su esposo, pero era su infatigable admiradora, y su presencia era infaltable en los torneos que jugaba Enrique. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">La carrera de Navarra se vio coronada en 1953, al ganar el Campeonato Mundial de Tres Bandas, pero también cuentan en su haber tres títulos Sudamericanos, tres Premios República Argentina en Tres Bandas de 1949/53/55 y un Premio República Argentina de Carambola Libre en 1956, e incontables torneos menores. Vale la pena mencionar que Lita atesoraba en su casa 40 medallas de oro, 15 de plata, 15 trofeos, 20 pergaminos y más de 10 plaquetas que daban fe del billarista excepcional que era Enrique Navarra.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Los hermanos Navarra<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Don Ezequiel Navarra nació en 1883 en Santa Lucía, viejo barrio de Montevideo. Se radicó en Buenos Aires a fines del siglo XIX y con el correr de los años se estableció con un Bar y Billares en Canning (Scalabrini Ortiz) y Ribera. Allí, sus pequeños hijos tuvieron amplio campo para sus incursiones billarísticas, pero don Ezequiel, que había sido profesor de billar del Ambos Mundos y del Oriente, no se acostumbraba a la rutinaria tarea del bar, por lo que pronto dejó el comercio y volvió a dedicarse a enseñar y a la compraventa de billares y accesorios, a la vez que cuidaba de cerca la formación de su sobrino Enrique, de su primogénito Juan, de 12 años y de Ezequiel, de 9. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">El mayor de los hermanos ganó ese año su primer Campeonato en Villa Crespo, ante el asombro de los rivales por la seguridad del niño. Pero la pasión de Juancito era el fútbol. Jugó en la 4º división de Boca Juniors e integró el cuadro de Floresta Juniors con el que fue Campeón de Liga Independiente en 1930. Pero el golpe descalificador de un adversario le ocasionó la rotura de un tobillo, lo que unido a la prédica de don Ezequiel, acabó por enfriar su entusiasmo y volver al billar.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Ambos hermanos, dirigidos por su padre, ofrecieron exhibiciones en cafés y clubes, asombrando a los billaristas porteños y fueron creciendo al mismo tiempo que <st1:personname productid="la Federacin Argentina" w:st="on">la Federación Argentina</st1:personname> de Billar, que también comenzaba por esos años a regir los destinos del deporte. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Los Navarra actuaron en torneos oficiales a partir de 1940, Juan en Tres Bandas, Cuadro y Libre, y Ezequiel sólo en Tres Bandas. Juan ganó en 1941 el Campeonato Sudamericano de Libre jugado en Huracán, del que ya hemos hablado y poco después igualó la marca continental de 552 carambolas al Cuadro 45/2 que poseía su primo Enrique.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Ezequiel era un fenómeno, pero con poca suerte para lograr los primeros puestos, hasta que en 1945 logró vencer a Pedro L. Carrera en un match amistoso que tuvo su revancha recién 10 años más tarde, como veremos más adelante. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">La noche del 18 de setiembre de 1941, cuando Juan ganó el Sudamericano, Ezequiel tomó el taco, mientras su hermano recibía las felicitaciones de los amigos, y enhebró dos series de 300 carambolas, que por una errada, no fue un nuevo record. Si hubiese practicado el Cuadro con igual dedicación que las Tres Bandas, hubiese llegado a ser otro Roger Conti. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">En 1945 surgió a las lides el hermano menor, Enrique C., “Quito” para la familia, quien un año más tarde ya jugaba en 1ª y fue Subcampeón Argentino en Tres Bandas y Subcampeón Sudamericano en Chile, en el campeonato ganado por su primo Enrique. Pero a pesar de su formidable pegada ambidextra y su amor por las Tres Bandas, Enrique C. ha encontrado en <st1:personname productid="la Fantas■a" w:st="on">la Fantasía</st1:personname> su verdadero campo. Su extraordinaria habilidad para las “cosas raras” que se pueden hacer con un taco y tres, cuatro, cinco o 10 bolas, unida a su destreza manual y su gran simpatía, provoca risa y asombro por igual en sus sorprendentes exhibiciones.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">La temporada de 1947 fue la última en que actuaron Juan y Ezequiel en el país, ocupando los primeros lugares del Campeonato de ese año. A fines de ese año viajaron a Estados Unidos y allí, en febrero de 1948, Ezequiel se consagró Campeón Nacional de ese país, con Juan en el segundo puesto y Willie Hoppe en el tercero. Disputado luego el Mundial, también en Chicago, vuelve a coronarse campeón el veterano Willie Hoppe, siendo Ezequiel el subcampeón, seguido por Juan. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">A raíz de esta actuación, <st1:personname productid="la Unin Internacional" w:st="on">la Unión Internacional</st1:personname> de Billar los declaró jugadores profesionales, como ya hemos visto. Ezequiel fue un gran billarista que ya a los nueve años, ante un desafío de su padre tomó el taco y realizó 200 carambolas sin interrupción, por lo que don Ezequiel resignó sus ambiciones personales y se dedicó exclusivamente a entrenar a su familia. También posee Ezequiel un record de velocidad: 500 carambolas en 17 minutos ante el campeón español Raimundo Vives. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Algo más que atañe a los hermanos Navarra. El 17 de octubre de 1951 se iniciaron en Argentina las emisiones de televisión, maravilla que los porteños sólo podían ver a través de las vidrieras de los comercios que vendían artículos para el hogar y que exhibían los flamantes televisores encendidos, para atraer la atención de los posibles compradores. La programación de las primeras semanas de transmisión consistió casi exclusivamente en la proyección de películas y algún que otro programa en vivo, los que tenían una duración de pocos minutos. Uno de esos programas, emitido el 2 de noviembre de 1951, consistió en la transmisión de una exhibición de billar que estuvo a cargo de los hermanos Navarra, siendo árbitro de la misma el dirigente de <st1:personname productid="la Federacin Argentina" w:st="on">la Federación Argentina</st1:personname> de Billar, Silvio Eduardo Martínez. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Nace <st1:personname productid="la Asociacin Mundial" w:st="on">la Asociación Mundial</st1:personname> de Billar para Profesionales <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Un grupo de aficionados - algunos de ellos ex dirigentes del billar amateur argentino -, resolvieron en 1954 crear una entidad para encauzar y regir la rama profesional del deporte. El primer esfuerzo de <st1:personname productid="la Asociacin" w:st="on">la Asociación</st1:personname> fue la concreción del Campeonato Mundial de Profesionales de Tres Bandas, que se jugó en Buenos Aires en octubre de 1954, con la participación de los estadounidenses Harold Worst, Ray Kilgore, Welker Cochran y Ray Miller; el mejicano Joe Chamaco y la japonesa Masako Katsura.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Los argentinos Juan y Ezequiel Navarra, favoritos del público, resultaron segundo y tercero, respectivamente, ocupando la japonesita el cuarto lugar. El torneo fue ganado por Harold Worst, de 27 años, a quien se conocía en su Chicago natal como “el niño maravilla”, veterano de la guerra de Corea pese a su juventud. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Este brillante campeonato se desarrolló en el estadio Luna Park, con gran concurrencia de público, el que alentó no sólo a los billaristas locales, sino también a la encantadora Masako, que atrapó tanto las miradas masculinas por su brillante actuación, como la de las numerosas damas presentes por sus elegantes vestidos. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Ezequiel Navarra dio la revancha a Pedro L. Carrera por aquel único match jugado por ambos en el Casal de Cataluña en abril de 1945, del que resultara ganador Ezequiel, recién 10 años más tarde. Pudieron volver a cruzar tacos en 1956, porque después de muchos años de amateurismo, Pedro había decidido pasar al profesionalismo para ampliar su campo de juego. Hablaremos ahora de él<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Pedro Leopoldo Carrera <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Alrededor de 1932, Pedro Leopoldo Carrera era uno de los buenos aficionados que hacía sus prácticas en el viejo 36 Billares de la calle Corrientes y a pesar de su dedicación, no podía pasar de un promedio de ocho o nueve, es decir, de un jugador de segunda categoría. Estaba por “colgar el taco” cuando don Antonio Pisto, veterano profesor, le propuso practicar con él para que aprendiera lo que más le gustara de su juego. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Al poco tiempo, Pedro hacía promedios de 20, es decir, había duplicado su capacidad como jugador. La confianza ganada, unida a sus naturales aptitudes, hicieron que aflorara en él ese billarista exquisito que logró, a lo largo de su carrera, récords absolutos, como el del año 1942, cuando hizo una serie de 1000 carambolas en cincuenta minutos, en la sede del Racing Club, institución a la que representó por muchos años. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Muchacho del interior, había llegado desde su Tres Arroyos natal a los 15 años, enviado por su familia para estudiar. El compás de espera entre clase y clase, lo llevó un día a entrar en un café cercano y ahí, frente a un paño verde y a ese andar de las bolas, que parecen tener vida propia cuando el taco las impulsa, allí, nació el campeón. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Ya en 1939 gana el Campeonato Argentino de Libre y en 1944 logra el Campeonato Argentino, en <st1:personname productid="la Federacin" w:st="on">la Federación</st1:personname> de Box de la calle Castro Barros, nada menos que sobre Augusto Vergez, quien fue a partir de entonces, su padrino. Muchos lo hemos escuchado a Vergez decir que Pedrito representaba para él, el hijo que nunca tuvo. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">En 1946 gana el Tercer Campeonato Rioplatense disputado en Uruguay, y en 1947 y 1949 se corona campeón Argentino de Carambola Libre. Llega 1950 y el 8 de junio se adjudica en Madrid, el 14º Campeonato Mundial de Libre y en diciembre del mismo año gana el Campeonato Sudamericano de Carambola Libre que se jugó en el Casal de Cataluña.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Vuelve a ganar el Campeonato Argentino de Cuadro 47/2 en agosto de 1951 y en noviembre de ese año se adjudica el Campeonato Mundial de Cuadro 47/2 disputado en los salones de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires. Revalida en 1952 el título de Campeón Argentino de Cuadro 47/2 en el salón <st1:personname productid="LA ARGENTINA" w:st="on">La Argentina</st1:personname>, y el de Campeón Argentino de Tres Bandas, en el Casal de Cataluña.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">La novedad técnica de ese último campeonato fue que en las mesas de juego se colocó un sistema de calefacción por el método de rayos ultravioleta, que mantenía la pizarra y las bandas a una temperatura uniforme de 30 grados, lo que hacía que éstas resultaran más “blandas y elásticas”, con beneficio para el ángulo y la velocidad, sin perjudicar el mueble ni el caucho, ya que no era una calefacción directa ni con resistencias eléctricas, como antiguamente se había ensayado en Francia.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Y llegó octubre de 1952, en que frente a un Luna Park colmado de aficionados (12.000 personas, record en ese deporte), Pedro Leopoldo Carrera se coronó Campeón Mundial de Tres Bandas.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Jugó mejor que nunca, marcando un promedio general de 1.070 y volvió a lucir con prestancia el blanco clavel en la solapa de su smoking. También en ese torneo fue un factor importante la temperatura uniforme de las mesas, sin esa terrible humedad que perjudicaba tanto a los jugadores. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Para no perder la costumbre, marca un nuevo record en la provincia de Tucumán, donde se entrena para el Campeonato Argentino de Libre, haciendo 1.453 carambolas en dos horas de juego. Reconquista también ese título nacional con una marca general de 147,66, otro record para su carrera. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Viaja en junio de <st1:metricconverter productid="1953 a" w:st="on">1953 a</st1:metricconverter> España, y allí, en la ciudad de Vigo, conquista el Campeonato Mundial de Carambola Libre que ya obtuviera en 1950, y como decía un versito de esos días: “Llevó el título a exhibir, entre campeones ilustres, y con él supo venir, después de sacarle lustre”. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">En mayo de 1954 gana el Campeonato Sudamericano de Libre, disputado en el Salón Príncipe George, en Buenos Aires. El piso de la sala carecía de la firmeza necesaria para nivelar correctamente las mesas, pero igualmente Carrera impuso su maestría y ganó. Un mes más tarde recupera el Campeonato Argentino de Libre que se juega en el Casal de Cataluña y que había perdido a manos de Enrique Navarra, quien resulta en esta ocasión, subcampeón. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Un nuevo Sudamericano de Cuadro se juega esta vez en Brasil, en agosto, y otra vez Pedro Carrera se queda con el título. Un detalle de este torneo de San Pablo, es que jugaron con bolas de material sintético, a las que no estaban acostumbrados nuestros billaristas, que preferían las de marfil, pero igualmente su depurada técnica se impuso frente a sus rivales. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">El Campeonato Mundial de Billar Completo (Nuevo Pentatlón) se juega en noviembre de 1954 en el Salón Príncipe, de Sarmiento 1230. Las cinco especialidades eran: Libre, Cuadro 47/2, Cuadro 71/2, Una Banda y Tres Bandas. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Nuevamente Carrera resultó vencedor, ubicándose Enrique Navarra en el segundo lugar. Pocos meses después de este triunfo único en la historia del billar, Pedro decidió ingresar a las exiguas filas del billarismo rentado. Y decimos exiguas porque en ese entonces sólo dos figuras argentinas actuaban en ese lote: Ezequiel y Juan Navarra.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Carrera argumentó que al haberse clasificado Campeón Mundial en Libre, Cuadro, Tres Bandas y Pentatlón, ya no lo quedaba nada por lograr en el amateurismo, y que además era el único camino para enfrentarse en un match con Ezequiel, único billarista en ese momento, capaz de igualar sus hazañas.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Para cerrar este capítulo dedicado a nuestra máxima figura, digamos que ganó el título en 31 oportunidades, entre ellas 5 Campeonatos Mundiales, 3 Campeonatos Sudamericanos y 23 Campeonatos Argentinos y había en su historial 81 récords en promedios particulares, generales y de serie mayor.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Lo que se dice, un gran campeón.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><st1:personname productid="La Mujer" w:st="on"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">La Mujer</span></st1:personname><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;"> y el Billar <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Hace muchos años, existió en Buenos Aires el Club Argentino de Mujeres, que contaba en sus salones con una mesa de billar donde practicaban muchas de sus asociadas, pero ninguna de ellas se atrevió a romper las barreras sociales de entonces y enfrentarse con un oponente masculino. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Es sabido que muchas damas de la sociedad argentina eran amantes del billar, pero jugaban sólo en la intimidad de sus hogares, muchos de los cuales contaban con una sala de billar perfectamente equipada. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">No sucedió lo mismo en otros países. En Francia, Inglaterra y España se han jugado matches internacionales y Holanda tuvo durante años <st1:personname productid="la Campeona Mundial" w:st="on">la Campeona Mundial</st1:personname> de Carambola Libre, con un promedio envidiado por muchos varones. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">La más famosa ha sido casi con seguridad la japonesa Masako Katsura. Esta delicada criatura que nos visitó en ocasión del Campeonato Mundial de Tres Bandas realizado en el Luna Park en 1954, comenzó a jugar a los catorce años por consejo médico. Ganó numerosos torneos en Estados Unidos, donde se radicó al contraer matrimonio con un militar norteamericano. Alguien que la vio jugar en ese Mundial de Argentina, asegura que ella concentraba todas las miradas, al moverse como una exótica flor oriental, trasplantada al duro asfalto de la avenida Corrientes. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Lo cierto es que su cuarto puesto, detrás de Harold Worst y los hermanos Navarra, habla por sí sólo de la estupenda jugadora que había detrás de la frágil Mujercita. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Pero no sólo las mujeres billaristas merecen que se las nombre y recuerde. En nuestro país, cuna de jugadores brillantes, hubieron siempre mujeres que acompañaron a sus maridos en las interminables noches de torneos, devoradas por los nervios, en silencio, pudiendo dar escape a sus emociones sólo en el aplauso que premiaba una tacada especial o el éxito de una carambola difícil. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Todas ellas, sentadas en un palco del Casal o en los salones de Gimnasia y Esgrima, el club Español, el Italiano y tantos otros lugares, la mayoría de los cuales ya no existen, merecen que se las nombre, aunque sea por única vez y en homenaje al apoyo que siempre brindaron a sus hombres: Lita Navarra, You-You Vergez, las esposas de los tres hermanos Navarra, la esposa de Carrera, que por vivir en Azul con sus pequeños hijos, no le era fácil acompañar siempre a Pedro; y también las esposas de algunos dirigentes de <st1:personname productid="la Federacin Argentina" w:st="on">la Federación Argentina</st1:personname> de Billar, como Taca, Maruja, Magdalena, Cachi, Matilde, Delia y tantas otras que se alegraban o entristecían, según el derrotero seguido por el caprichoso marfil sobre el paño verde.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Conclusión <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Habría mucho más por decir acerca del billar, pero hasta aquí llegamos, habiendo abarcado 345 años de la actividad en nuestro país. Nos hemos referido principalmente a la llamada Epoca de Oro: 1935 – 1955, tratando de dejar constancia de los principales hitos que lograron nuestros más afamados jugadores.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Sería injusto no nombrar, aún sin dar detalles, a algunos de los que también hicieron la historia del billar en <st1:personname productid="LA ARGENTINA" w:st="on">la Argentina</st1:personname>, a pesar de no haber alcanzado el máximo nivel. Recordamos y agradecemos entonces a: F. Canitrot, C. Friedenthal, J. Bonomo, E. Miró, A. Piscitello, R. Accatti, O. Berardi, O. Lauletta, M. López, E. Débole, N. Esper, y E. Belmaña, entre muchos otros.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">El billar fue símbolo de una época, aquella en la que Buenos Aires contaba con un café cada pocas cuadras y la muchachada de entonces hacía de ellos su parada habitual para terminar la noche, y también antes de salir para la milonga sabatina.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">Quizá por eso cuando vemos alguna vidriera de bar donde aún se lee “Café, Bar, Billares”, se nos enciende la melancolía, y la nostalgia nos hace escuchar, a pesar del silencio, el fantasmal entrechocar de las bolas de marfil sobre un desaparecido paño verde. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">SILVIA NORA MARTINEZ<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;"><b>Bibliografía y Fuentes</b><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">CORDERO, Héctor: El Primitivo Buenos Aires. Editorial Plus Ultra, Buenos Aires, 1986<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">GESUALDO, Vicente: “De Fondas, Cafés, Restaurantes y Hoteles en el Antiguo Buenos Aires”. Todo es Historia No. 220, p. 10. 1995<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">GOMIS, Pedro: Historia del Billar. Barcelona, España. Editorial Juventud. 1952<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">GRANDES PROTAGONISTAS DE <st1:personname productid="LA HISTORIA" w:st="on">LA HISTORIA</st1:personname>: Hernandarias de Saavedra, 1999, Editorial Planeta<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 13px;">LOMUTO, Jorge: Los Secretos de un juego de Ciencia y Exigencia”, Revista El Arca No. 58/59, Año 15, Buenos Aires, Mayo 2006</span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">MARTINEZ, Silvio Eduardo: ABC del Billar, Mundo Deportivo No. 31, Editorial Haynes, 1949<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">MARTINEZ, Silvio Eduardo: Archivo Personal<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">MOLINA, Raúl A. : Hernandarias, el Hijo de <st1:personname productid="la Tierra" w:st="on">la Tierra</st1:personname>, Buenos Aires, 1948, Editorial Lancestremire<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">ROCCA, Edgardo: Cafés de <st1:personname productid="la Ribera" w:st="on">la Ribera</st1:personname>, Entorno e Influencia, en Buenos Aires, los cafés, 1999, Librerías Turísticas<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><span style="color: maroon; font-family: 'Century Gothic'; font-size: 10pt;">SCENNA, Miguel Angel: Los Cafés, una Institución, Todo es Historia No. 21, 1977 <o:p></o:p></span></div>Andrés Aldaohttp://www.blogger.com/profile/13501215594400255974noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5585898414183619824.post-62180299627982917672010-02-04T13:04:00.000-08:002010-02-04T13:08:32.949-08:00MUNDOTANGO: FLOREAL RUIZ "EL TATA"<div class="MsoNormal" dir="LTR"><b><span style="color: olive; font-family: Georgia;"> FLOREAL RUIZ "EL TATA"</span></b><span style="color: olive; font-family: Georgia;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><br />
</div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><i><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Decidimos publicar esta nota sobre una de las figuras más significativas del tango: el vocalista Floreal Ruiz. De entre sus numerosas interpretaciones vocales, sobresalen, para mi gusto personal, Naranjo en flor, una de las versionas más bellas del tango cuya letra pertenece a Homero Expósito y la música a Virgilio Expósito. Lo grabó la orquesta de Pichuco el 11/44.A.A.<o:p></o:p></span></i></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhM_ZO2a8HsE23zaGhI5UJI3Gb2wtw43CL1dfmb5I5_QyMqg1puXSMW48kbQlEdYC0UrgEbtS6mn7L3veUMQuO4_f0CkQkETr5E2M3v7JUUpT95NESjhGW6kI2waCknxDYVMyeUGRfqklf0/s1600-h/floreal_ruiz+GRANDE.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhM_ZO2a8HsE23zaGhI5UJI3Gb2wtw43CL1dfmb5I5_QyMqg1puXSMW48kbQlEdYC0UrgEbtS6mn7L3veUMQuO4_f0CkQkETr5E2M3v7JUUpT95NESjhGW6kI2waCknxDYVMyeUGRfqklf0/s320/floreal_ruiz+GRANDE.jpg" /></a></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Floreal Ruiz nació en el porteño barrio de Flores, el 29 de Marzo de 1916. Su papá se llamaba José, su madre, Rosa Rimundo.El matrimonio tenía tres hijos, y dado que papá era de ideas anarquistas, era coherente que a su primera hija le pusiera de nombre Fraternidad, a su segundo hijoFloreal, y al tercero, Libertario. De pibe en su casa al chiquilín Floreal, lo apodaban Piruco. El padre era tapicero y le enseñó a su hijo el oficio, después fue repartidor de pan, y lechero a domicilio. En Flores para esa época había muchos potreros donde se practicaba fútbol, y Piruco como todo pibe, sentía pasión por jugar a la pelota. Se hizo hincha de Independiente, porque le gustaba el color rojo. En la década del veinte, siendo un pibe aun, escuchaba en radios y victrolas a Gardel, Corsini y Magaldi, cantar tangos , eso y el contar con un lindo color de voz ; fueron la influencia para que soñara con ser cantor. Eran épocas donde las serenatas, eran el vehículo mas directo para que los novios hicieran saber a sus pretendidas, sus aspiraciones amatorias. La barra de Flores tenían resuelto el problema, contaban con dos amigos con buena voz para expresar a sus noviecitas todo su cariño , quienes a su vez, estos noveles cantores, elegían un repertorio que aplicara para lograr el objetivo. Las responsabilidades caían justamente en Piruco , y otro pibe que no era otro que, Piero Fontana, ( con los años adoptaría el nombre artístico de (Hugo del Carril), quienes con sus virtudes canoras hacían el deleite de las pibas. El viejo de Floreal, que era muy realista, dado las épocas difíciles por la que había que transitar, y conociendo las aspiraciones de su hijo, se oponía a que Floreal cantara, porque opinaba que los que cantaban le esquivaban el bulto al laburo, y la vida para el si no se trabajaba no se comía, así de simple. Floreal , no era de contradecir a su padre, por lo tanto, trabajaba y colaboraba económicamente con el hogar, pero su vocación por el canto era muy fuerte, y en cada concurso que había de selección de cantores allí iba y se anotaba, por supuesto con nombre falso, eligiendo una vez el nombre de Fabian Conde y otra vez el de Carlos Martel. Los concursos generalmente los hacían en la radio , para ese entonces Fénix y Prieto.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><br />
</div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;"><b>Premio a </b><st1:personname productid="la Perseverancia" w:st="on"><b>la Perseverancia</b></st1:personname></span><span style="color: olive; font-family: Georgia;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Año 1936 - Después de tanto batallar, gana uno concurso, y José Otero que tenía un conjunto, que actuaba en Radio Prieto y Radio Belgrano, lo invita a integrarse con ellos.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">También actúa fugazmente en <st1:personname productid="la Orquesta Armenonville" w:st="on">la Orquesta Armenonville</st1:personname> que dirigía Alberto Mancione.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><br />
</div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><b><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Los comienzos de su vida profesional</span></b><span style="color: olive; font-family: Georgia;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">La época de Oro para el Tango había comenzado, las agrupaciones Orquestales pulían sus estilos para captar al gran público, y los cantores eran pieza fundamental en este juego de seducción para lograr consenso entre los porteños.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Año 1941 – En ese año Alfredo De Angelis estaba buscando un cantor que hiciera pareja con Héctor Morea, el Colorado de Banfield, sabedor que su colega director , Otero, tenía un joven cantor que pintaba bien, hace los arreglos para que esta promesa se incorpore a su Orquesta, y previa prueba, lo invita a integrarse con el, y el joven Floreal con tan solo 26 años entra por la puerta Grande al Tango.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Inmediatamente, Morea se retira de <st1:personname productid="la Orquesta" w:st="on">la Orquesta</st1:personname>, se incorpora en su reemplazo Julio Martel, y forman un dúo que ensamblan armoniosamente con <st1:personname productid="la Orquesta" w:st="on">la Orquesta</st1:personname> , lo que provoca que actúen en uno de los reductos mas codiciados en los comienzos de la etapa de Oro del Tango, El Marzotto, y además se suman actuaciones en Radio El Mundo que no era poco, para las aspiraciones de esta incipiente agrupación orquestal.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Las orquestas para ese entonces tenían glosadores, que hacían la introducción ya sea al conjunto como también al tema que interpretarían, Nestor Rodi tenía esta responsabilidad, con De Angelis.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">El joven Ruiz, con su cálida voz, y ese medio tono, cautivó inmediatamente a los porteños que compraban hasta agotar, los discos que grababa con <st1:personname productid="la Orquesta" w:st="on">la Orquesta</st1:personname>, Marioneta, Déjame así, Como se muere de amor, Bajo el cono azul, Cero al As, Mi novia de Ayer, Madre y Guitarrera, fueron sus éxitos.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Pero como nada es para siempre en la vida, y el tema pasaba por la parte económica; había otras Orquestas que cobraban otros cachets mas elevados, por actuar, y esa situación les permitía a los directores buscar a los mejores profesionales (músicos o cantores), para incorporarlos, y de ese modo seguir en el pelotón de los conjuntos líderes.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><br />
</div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><b><span style="color: olive; font-family: Georgia;">El Cielo en las manos</span></b><span style="color: olive; font-family: Georgia;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Comentamos esto porque en una de esas orquestas preferidas, era justamente la de Anibal Troilo y en su mejor momento, Fiorentino abandona la misma.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Pichuco, que creía que esto jamás pasaría, se aboca inmediatamente a la tarea de encontrar un reemplazante, y era conciente que no sería fácil.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Alberto Marino, su otro cantor , sabedor de esto, le comenta “...yo soy amigo de Floreal, si usted lo seduce con un sueldo mayor creo que puedo hacer que cante con usted...” <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Al Gordo , siempre le gustó Ruiz por su color de voz y su forma de cantar, acepta la propuesta, y le dice, “Alberto interéselo y si se decide favorablemente, dígale que le doblo el sueldo...”<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Año 1943 -Así lo hace Marino, y Floreal sin dudarlo pasa con la orquesta de Pichuco, causando mucho malestar en De Angelis, pero se resigna al saber que la oferta económica era muy tentadora para despreciarla, (motivo muy justificado por otra parte) y el que era muy buen tipo, no era persona de cortarle el futuro a nadie, le deseó la mejor de las suertes, y lo dejó partir.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">“No hay mal que por bien no venga”, reza un viejo refrán, en su reemplazo ingresa Carlitos Dante que con el tiempo sería uno de los íconos mas relevantes del conjunto, del maestro Alfredo De Angelis.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><br />
</div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><b><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Su momento de Gloria</span></b><span style="color: olive; font-family: Georgia;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Año 1944 – En el mes de septiembre, Floreal Ruiz graba su primer tema con Troilo, el tango, "Marioneta".<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Si bien Marino era la primera voz, la extraordinaria afinación de Floreal hizo que el Gordo le haga grabar, La noche que te Fuiste y Confesión, Flor de Lino y Romance de Barrio.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">El dúo Marino-Floreal, uno de los mas destacados en esos tiempos, duró hasta el año 1947, en que el Tano Marino se aleja e ingresa Edmundo Rivero. reforzando a cabalidad la ausencia del barítono cantor , dado que Lionel Erdmundo, era un excelente profesional en toda la expresión de la palabra.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">El época de Oro de nuestro Tango había abundancia de trabajo, los orquestas eran requeridas, de radios, clubes, Cabarets, etc...<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Pichuco era en su estilo, rey y señor en el Marabú, Ocean Dancing, y El Tibidabo, además de las actuaciones permanentes en Radio Belgrano y El Mundo .<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Músicos de la talla de Hugo Baralis, Reinaldo Nichele, Jose Basso , le daban el marco inconfundible al bandoneón cadenero de Pichuco.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Año 1947 – Jose Basso emigra del conjunto y es remplazado por Carlos Figari.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Para ese entonces había una orquesta que sin ser descollante, se jactaba de tener cantores selectos, tentaba a los interpretes con sumas de dinero que no ganaban en ninguna otra orquesta, era la de Francisco Rotundo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Año 1949 – Rotundo le ofrece ganar por mes ; lo que Troilo le pagaba por año, y Floreal no lo piensa dos veces , acepta , y el querido Gordo experimentaba en carne propia el dolor de ver partir a un cantor inconfundible (como a el le gustaba recordarlo), sintió el mismo desencanto que sufriera De Angelis. cuando el se lo llevó con el, a Floreal.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><st1:personname productid="la Orquesta" w:st="on"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">La Orquesta</span></st1:personname><span style="color: olive; font-family: Georgia;"> de Francisco Rotundo se apoyaba en esa piedra angular que eran sus cantores, para mantenerse en la competencia, dado que no tenía un estilo propio que encendiera las pasiones tangueras, entre los porteños.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Por Rotundo pasaron todo el abanico de la primera línea de interpretes, de la época.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Los éxitos de Floreal con Rotundo fueron; Aquel Tapado de Armiño, Esclavas Blancas, Sobre el Pucho.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">La opulencia económica de la que hacía derroche su Director , hacía que tanto músicos como cantores quisieran sumarse a esa Agrupación Orquestal.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Ruiz llega a Rotundo y los cantores eran Enrique Campos y Carlos Roldán, quiere decir que en un periodo corto tenía algo poco común en los conjuntos, tres intérpretes.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Al poco tiempo se retira Roldan y el hace dúo con Campos, de esa etapa hay una joya grabada, “El viejo Vals”.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Año 1952 – A fines de este año Enrique Campos se despide de <st1:personname productid="la Orquesta" w:st="on">la Orquesta</st1:personname>, para hacer una experiencia como solista, y Rotundo sabiendo del poder del dinero para seducir, interesa a otro primerísimo cantor, que cantaba con Franchini-Pontier, Julio Sosa , para que acompañe a la estrella de su Orquesta, que era, Floreal Ruiz.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Floreal pasa a ser primer cantor, y graba temas como; Las vueltas de <st1:personname productid="la Vida" w:st="on">la Vida</st1:personname>, Y no tenés perdón, y otros...<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">La orquesta de Rotundo estaba íntimamente ligada a la política, dado que su esposa, era la senadora, Juanita Larrauri, y el 1956 cuando se produce <st1:personname productid="la Revolucin Libertadora" w:st="on">la Revolución Libertadora</st1:personname> que derroca a Perón, Rotundo coincide en disolver la orquesta.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Músicos y cantores de la mismas, quedan en la calle, Floreal se toma unas vacaciones para meditar y ver donde se incorpora, el sabía que no tenía que ofrecerse que era una figura bastamente conocida en el ambiente.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Contribuía mucho además, positivamente, su personalidad, su forma de ser, amigo de todos, su bajo perfil, no tenía odios ni rencores por nada ni por nadie, su carácter jovial hacía que todos los colegas lo respetaran y valoraran sus condiciones profesionales.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><br />
</div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><b><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Su madurez vocal</span></b><span style="color: olive; font-family: Georgia;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Año 1956 – Jose Basso quien ya conocía a Ruiz dado que habían sido compañeros cuando actuaban con Troilo (todavía no lo habían bautizado TATA), lo interesa para incorporarse en reemplazo de Rodolfo Galé, quien hasta esos momentos, hacía pareja con Oscar Ferrari , y se incorporaba a la orquesta de Carlos Di Sarli para hacer dúo con Argentino Ledesma.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Año 1957 – Se retira también Ferrari y Ruiz graba 13 temas estando solo en la agrupación.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Los entendidos dicen que el binomio – Director–Cantor – era un ensamble tan armonioso, donde Basso por su definido estilo dando preeminencia a las cuerdas y bandoneónenos y su estilo tan personal para marcar el ritmo desde el piano, acompañaba , a Floreal, en esta, su nueva etapa, que ya contaba con una voz mas madura, dado que el tango no se cantaba sino mas bien se decía.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">El primer maestro del fraseo, fue, Roberto Rufino, y Floreal inteligentemente comenzó el también a DECIR el tango, y esta nueva modalidad fue ganando adeptos entre otros grandes, como Goyeneche, Morán, Mauré, Sosa, Podestá, y otros...<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Fueron 40 los temas que grabó Floreal con Basso.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Ocho años duró la brillante sociedad musical entre Basso y Floreal, con creaciones a dúo con colegas de la talla de Alfredo Belusi y Jorge Durán.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Sus compañeros en ese tiempo por orden cronológico fueron, Oscar Ferrari, (1956), Alfredo Belusi (1957/60), Alfredo Del Rio (1961), Roberto Florio, Jorge Durán 1962/63.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">En 1964 - el Tango entra en, vía muerta, decreciendo vertiginosamente el interés en el gusto popular.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Que estaba sucediendo ?<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Nos invadía la música foránea, y las autoridades de turno por su pasividad, abonaban el terreno que deberían haber preservado, por ser el Tango conjuntamente con el folklore nuestra máxima expresión cultural musical. Había una nueva generación de jóvenes muy influenciada por el sistema de vida Norteamericano, y trataban de copiar todo, desde como vestirse, que comer, hasta que bailar. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Además las empresas grabadoras que manejaban el mercado eran Americanas, como R.C.A. Victor, que contrataban a los cantantes americanos para actuar en el país en televisión y distintos show.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Eso dio origen al Club del Clan, armado justamente por esta empresa, donde se mostraba tibiamente (para atenuar el malestar), el Tango a través de jóvenes cantores como Raul Lavié y Enrique Dumas.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;"> Elvis Presley, Billy Haley, Neil Sedaca, y otros, eran los espejos donde se miraran los jóvenes imitadores argentinos, y así el Rock and Roll comienza a remplazar a nuestro tango...<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><br />
</div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><b><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Los nuevos rumbos</span></b><span style="color: olive; font-family: Georgia;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Las orquestas para sobrevivir, no tenían mas remedio que achicarse, cuartetos, sextetos, dúos, eran la opción, los cantores se convirtieron en solistas para no relegar posiciones, un caso fue el de Julio Sosa que elige a Leopoldo Federico, (para que lo acompañe en sus actuaciones) , que hasta allí era el Director Musical de Radio Belgrano.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Este cantor fue , fue uno de los que marcó la nueva senda.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Floreal no era la excepción , con el gran maestro compositor y arreglador, Osvaldo Requena continuó actuando y grabó para el sello Microfón y actuó con mucho éxito en los Canal 9 y 11.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><br />
</div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><b><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Nace el apodo El Tata</span></b><span style="color: olive; font-family: Georgia;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Empiezan a venir ofertas de Colombia, Venezuela, México y otros países de América, donde el público sentía mucho respeto por el Tango y querían ver actuando en sus ciudades a esos solistas que otrora, produjeron grandes éxitos.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Fue justamente en uno de esos viajes que Floreal encabezando un grupo de interpretes, y lógicamente por ser el , el de mas edad en el grupo y además el mas serio, se encarga de cobrar el cachet y repartir el dinero que le correspondía a cada uno.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Sabedor de muchos años que la plata del cantor dura poco en los bolsillos, el propone hacerse cargo, y distribuir a cada cual lo suyo; cuando retornaran a Buenos Aires, postura que aceptada en forma unánime.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Allí nació en apodo de Tata, dado que todos sabían que la guita estaba bien segura porque la tenía el Viejo, y por mas que le pidieran a cuenta el no aflojaba, el quería que cada uno retornara con dinero para su familia. Cariñosamente lo bautizaron Tata, y el que era un ser bonachón aceptó el apodo, dado que por experiencia y por edad, era un poco el padre de ellos. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Cuando un infarto lo postró allá por l977 y estuvo internado en el Hospital Durand, todos sus colegas , músicos e interpretes, lo visitaron para desearle pronta mejoría.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><span style="color: olive; font-family: Georgia;">El 17 de Abril de 1978 , siendo joven aun con 61 años, su corazón dijo basta, y fallecía este ser querible, uno de los interpretes mas relevantes y queridos que quedarán en la memoria de todos lo que aman la mejor música del mundo, El Tango. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><br />
</div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><b><span style="color: olive; font-family: Georgia;">Oscar Mármol<o:p></o:p></span></b></div><div class="MsoNormal" dir="LTR"><br />
</div>Andrés Aldaohttp://www.blogger.com/profile/13501215594400255974noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5585898414183619824.post-69016407555956991502010-01-22T07:19:00.000-08:002010-01-22T07:19:01.446-08:00ANDRÉS CARRETERO: BREVE HISTORIA DEL TANGO<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><b><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 17pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">ANDRÉS CARRETERO</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><b><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 22pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">BREVE HISTORIA</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><b><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 22pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">DEL TANGO</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 1; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><b><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 14pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">PRIMERA PARTE</span></span></b><b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Palabra Tango</span></span></b><a href="file:///D:/My%20Documents/BLOG%20LOS%20GRANDES/historia%20del%20tango%20ANDR%C3%89S%20CARRETERO.doc#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><sup><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10pt;"><sup><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">[1]</span></span></sup></span></sup></a><sup><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">[1]</span></span></sup><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Las acepciones de la palabra tango son muy variadas y una síntesis de ellas es lo siguiente:</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">1)Corral donde se ordeñan las vacas,</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">2)Lugar donde se vende leche,</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">3)Lugar donde bailaban los negros,</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">4)En las misiones jesuíticas, lugar para pernoctar y descansar los viajeros y visitas,</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">5)Voz de origen quichua, que significa campamento,</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">6)Palabra de origen africano, en idioma kimbundu, que significa lugar cerrado, círculo, coto, (</span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">mtango)</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">,</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">7)Lugar de concentración de los negros capturados antes de embarcarlos para llevarlos a los puertos de destino, y ser vendidos como esclavos,</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">8)Nombre que daban los portugueses a los africanos que les servían de intermediarios para conseguir negros,</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">9)Lugar donde se ofrecían los negros en pública subasta,</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">10)Nombre que se daba a las sociedades de los negros hasta 1813 y de libertos, mulatos y mestizos, con posterioridad esa fecha,</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">11)Instrumento de percusión (tambor) y por extensión nombre que se daba al baile practicado al ritmo de su sonido,</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">12)Corrupción de la palabras </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Shangó</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, dios del trueno y de las tormentas en la mitología yoruba, de Nigeria,</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">13)Baile de gitanos,</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">14)Baile de negros,</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">15)Reunión de negros, para bailar al son de sus tambores,</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">16)Lugar donde bailan los negros,</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">17)Derivación del vocablo </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">tanger</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, que significa ejecución de un instrumento musical,</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">18)Danza de la isla de Hierro,</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">19)Lugar de baile, en general,</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">20)Baile andaluz de origen africano,</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">21)Baile de origen afrocubano,</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">22)Baile de gente del pueblo,</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">23)Baile de ínfima categoría social,</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">24)Bailar,</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">25)Reunión de negros bozales para bailar al son de sus tambores y otros instrumentos,</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">26)Cierta danza popular de Normandía, Francia.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">De ellas se derivan tres constantes: 1) Lugar cerrado, pero no hermético, 2) Lugar de baile o el baile en sí; 3) Presencia o influencia directa del negro o de su música.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Por ello, es posible que entre las acepciones dadas por el blanco y los fenómenos sociales designados con la palabra </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">tango</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, en distintas épocas y circunstancias, pueden haber discordancias, pero en la actualidad, sí a lo que pretendieron designar o/y significar.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Como consecuencia, la trayectoria del tango, desde sus remotos orígenes, debió superar limitaciones éticas formales o fundamentales. Las mismas se han de proyectar por casi medio siglo más, o sea, hasta bien entrado el siglo pasado.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Origen Musical</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Sobre la base de las músicas existentes en Buenos Aires para la década de 1870, (música de origen africano, folclórica, campesina, canto por cifra, payada y también la europea), el gusto popular se fue inclinando de manera progresiva sobre aquellos ritmos, sonidos y composiciones que le resultaban más gratos, más afines con su propio sentir y por ello hay que anotar la preeminencia de la música derivada de ritmos negros, a la que se superpusieron hasta fusionarse en un nuevo ritmo, el candombe</span></span><a href="file:///D:/My%20Documents/BLOG%20LOS%20GRANDES/historia%20del%20tango%20ANDR%C3%89S%20CARRETERO.doc#_ftn2" name="_ftnref2" title=""><sup><span lang="ES-TRAD"><sup><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">[2]</span></span></sup></span></sup></a><sup><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">[2]</span></span></sup><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, ya muy desdibujado y sin la preponderancia de años anteriores, la guajira flamenca y la cubana, habanera, fandango, fandanguillo, tango andaluz y tango flamenco. El resultado, en la etapa de formación de un nuevo ritmo fue la aparición del tango congo, tango negro, tango argentino, etcétera</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Se produjo otra vez el fenómeno de transculturación al producirse una fusión del ritmo lento y acompasado en otro más vivo, más rápido, más cortado, que es el característico de la milonga. Este ritmo se adaptaba más a la modalidad de los payadores que la aceptaron de inmediato, produciéndose entonces la aparición del contrapunto milongueado.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La música de payada que tiene tiempos rápidos, para llenar los intervalos vocales y los lentos o menos rápidos, para acompañar las voces payadoras, versificadas o no.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Los guitarreros criollos, aportaron al incorporarse a la música, que se hacía cada día más urbana: </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">1) La condición de ser músicos y cantores intuitivos; creadores desde la nada; </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">2) No se ajustaban a ningún patrón musical conocido y </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">3) Crearon sus propios patrones musicales, para luego también recrearlos con total libertad.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Con ello lograron llegar a la milonga y finalmente al tango.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">En ese proceso de la transculturación musical rompieron, con la música europea, herencia blanca; con el llamado candombe, con los otros ritmos ya mencionados, herencia indirecta africana, para componer con los trozos seleccionados, unidos en la creación o recreación anónima, fresca y repentista, su propia música.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Lamentablemente, por ser analfabetos musicales no han dejado en ningún pentagrama las etapas de las ruptura ni de la creación que le siguió.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">El negro aportó junto con la música, sus instrumentos musicales, la mayoría de los cuales eran tambores y el mestizo criollo la guitarra y la flauta. Luego se agregaron en los primeros tiempos el violín, la corneta y otros instrumentos de viento.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Ese aporte musical con su proceso de transculturación, también coincidió con el aporte de la inmigración y de la emigración campesina. La pampa iba perdiendo su horizonte infinito, la usarse los campos con sembrados de cereales y la formación de estancias, en un proceso bastante acelerado de modernización capitalista, ligado al comercio internacional que se puede fijar con fecha bastante cierta en el viaje del transporte </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Le Frigotifique</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, (1876),que llevaba en sus bodegas carne enfriada, abriendo las posibilidades del consumo de nuestras carnes en todos los países el mundo.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><b><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Organitos y trompetas</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Para fines del siglo XIX los organitos o pianos mecánicos como también se los llamó, estaban bastante difundidos en Buenos Aires, pese a que su precio no eran barato, pues costaban entre 400 y 600 pesos a los que había que agregar los derechos de importación, pues eran importados de Europa. Su número relativamente alto dio lugar a que existieran para el mismo tiempo casas dedicadas a brindarle </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">service</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> y reparaciones, pues el uso lo desafinaba o rompía, interna o externamente. Cada afinación se cobraba $ 3. y cada cilindro giratorio en promedio se cotizaba $ 70. Eran de madera esos cilindros, dependiendo de la calidad de la misma la duración de cada uno, pero una duración estimada era de algo más de un año y medio.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Las músicas brindadas por los organitos eran muy variadas, pues abarcaban desde zarzuelas hasta cuecas, zambas, incluyendo los llamados </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">tangos</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, todavía no terminados de estructurar como tales. También incluían trozos muy bien seleccionados de la llamada música clásica, muy grata a los oídos europeos, especialmente a los italianos</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Los hubo de distintos tamaños, pues había para ser llevados colgados del cuello, insertos en carritos con ruedas, empujados por los organilleros, o montados en carros tirados con caballos. Cualquiera de ellos tenía como escenario principal las calles de la ciudad de donde eran convocados a tocar en conventillos, peringundines, prostíbulos, plazas o casas de familia. Entraron en declinación a medida que los discos de pasta y los aparatos reproductores, se fueron propagando desde el centro a los barrios</span><b><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></b></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Fueron los propaladores de la música que más gustaba a la gente, no sólo del tango, pero a medida que éste ganaba sectores de la clase media el repertorio de sus cilindros fue desplazando a los que tenían otras músicas.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Otro elemento propagador de sonidos tangueros fueron los cornetas de los tranvías, que anunciaban su paso con breves trozos de los tangos más populares. Eran unas pocas notas, pero suficientes para que fueran reconocidas por los transeúntes, como pertenecientes a los tangos que estaban más en boga. En esos anuncios no se incluyeron notas de otro tipo de música, posiblemente por la dinámica que el desarrollo del tango tuvo.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Primeros nombres de tangos</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Posiblemente el primer nombre que se divulgó casi sin límites, fue el llamado </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Queco</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, o </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">El Queco</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, que según estudiosos y críticos era el adecentamiento del nombre dado al prostíbulo. A este nombre se lo deriva de un tango andaluz llamado </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Quico</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, diminutivo afectivo que se daba a los llamados Francisco, adaptado a la idiosincrasia porteña.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">A ese tango, le siguieron o coincidieron Señora Casera, Al Salir los Nazarenos, Andate a </span><st1:personname productid="la Re" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Re</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">coleta, Dame </span><st1:personname productid="la La" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la La</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">ta, Bartolo, Señor Comisario, El Palmar, y muchos otros cuyo nombre original se perdieron o fueron adecentados como Sacudime </span><st1:personname productid="la Per" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Per</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">siana, Cobrate y Dame el Vuelto, </span><st1:personname productid="La Cara" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Cara</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> de </span><st1:personname productid="la Lu" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Lu</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">na, El Choclo, Cara Sucia, Tierrita, </span><st1:personname productid="La Cha" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Cha</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">carera y muchos más.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Todas esas designaciones corresponden al período en que el tango encontró en los inquilinatos, prostíbulos y ambientes del pobrerío trabajador, su refugio y su ambiente temporal. A ello se agregó el argot o lunfardo carcelario, pues muchos de los concurrentes a esos ambientes, pasaban temporadas encarcelados.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Pero lo atrapante de la melodía musical le permitió incursionar progresivamente en otros ambientes más elevados en la escala social, coincidiendo con la aparición de la pequeña y baja clase media, por lo que fueron apareciendo otras composiciones con títulos alejados de esos ambientes que eran rechazados, ahora referidos a cuestiones políticas el momento, como Unión Cívica, personajes destacados como Don Juan, Don Esteban o temas patrióticos como Sargento Cabral, Independencia, 9 de Julio, nombres de studs, de caballos de carrera, de negocios importantes como A la ciudad de Londres, (tienda muy surtida y elegante) Gath y Chaves, (igual que la anterior) Caras y Caretas, importante publicación periódica, </span><st1:personname productid="La Na" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Na</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">ción, el diario de Mitre, Pineral una bebida y nombre de un caballo de carreras, médicos destacados u hospitales donde alguna vez debieron acudir o estar internados los autores. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">También aparecieron El Porteñito, El Mayordomo, </span><st1:personname productid="La Mo" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Mo</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">rocha, Mozos Guapos, Mi Noche Triste, Felicia, El irresistible, El Pollito, El Caburé, Una Noche de Garufa, El Cachafáz, El Flete, El Aeroplano, Vea...Vea, Champagne Tangó, </span><st1:personname productid="La Bi" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Bi</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">blioteca, Matasano, 18 kilates, El Taura, Entrada Prohibida, Hotel Victoria, etcétera. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Siguiendo los nombres de los tangos y ubicándolos cronológicamente es posible delimitar las distintas etapas o tiempos sociales, pues los autores, por su intermedio, fueron la expresión de medio sociológico que vivieron.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Editores</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Como se ha indicado antes, la difusión de los Conservatorios de Música y Academias Musicales permitió elevar el nivel cultural de los músicos y con ello mejorar la calidad de sus interpretaciones, al mismo tiempo que dejar escritas sus creaciones.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Al difundirse la música en la baja clase media apareció un mercado que pedía la música para interpretarla en sus casas o reuniones sociales, como eran los cumpleaños, bautismos, casamientos fiestas patrias, mezcladas con otros ritmos de orígenes muy diversos. Consistente en la edición de las partituras de los tangos. Como muchos de los músicos instintivos no sabía llevar al pentagrama las notas de su creación, debieron recurrir a amigos para hacerlo. Un apoyo importante en esta tarea de llevar al pentagrama las música de los tangos iniciales correspondió a los directores de las bandas musicales el ejército, policía, parroquias y agrupaciones de colectividades europeas, como fueron la española, italiana, portuguesa y francesa, quienes al mismo tiempo que graficaron las composiciones silbadas o tarareadas, corregían errores elementales, cometidos al carecer de cultura académica, los inspiradores. De todas maneras, la difusión de la música animó a algunos editores a imprimir las músicas, corriendo el albur de no venderlas. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Entre quienes iniciaron este negocio figuran los nombres de Breyer, Ortelli, Francalanci, Prelat, Juan Rivarola, Medina e Hijo, Grinberg, Perrotti, Luis Rivarola, Casa De Paula, Riccordi, Vivona. Julio Korn, Pirovano, David y Alberto Poggi, Ortelli Hnos., Felipetti, </span><st1:personname productid="La Salvia" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Salvia</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> y Juan Balerio. Muchos de estos nombres figuraron en las décadas de 1930 y 1940, editando partituras. El último de los nombrados fue el primero que pagó derechos de autor, pues los otros </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">pirateaban</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> las composiciones al amparo de una legislación deficiente. Cuando el tango se difundió en Europa, existieron editores de tangos en Francia, España y otras naciones.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Grabaciones en discos</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Ese remoto origen de la grabación sonora (1807), quedó como tal hasta que en 1877, en que Charles Cross (francés) y Thomas A. Edison (norteamericano) lograron cada uno por su cuenta, grabar y reproducir sonidos en placas (discos).</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">El aparato perfeccionado fue patentado por Edison en 1898 y se llamó originalmente </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">phonograf</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, de donde deriva fonógrafo. Con posterioridad se lo llamó gramófomo (voz o sonido grabado).</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">El tamaño de los discos y sus velocidades variaron, por lo que se agregó un regulador de velocidad a los aparatos reproductores para adecuarlos al gusto del oyente.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La música grabada tuvo mucha aceptación en la clase media y alta, dando lugar a un verdadero auge de casas que vendían discos y aparatos reproductores, llegando a contarse por miles, en muy pocos años. Ese fenómeno se registró también en Buenos Aires, ya sea de las fabricadas en el extranjero, como en Buenos Aires.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Alrededor del año 1895 empezaron a conocerse en nuestro país los primeros cilindros Pathé y Edison, los cuales se podía escuchar únicamente por medio de auriculares, pues era muy débil el sonido que emitían, al contactar la membrana reproductora. Los tenían como una curiosidad en algunas casas de familias pudientes y también algunos negocios del viejo Paseo de Julio, en los locales de tiro al blanco, la mujer gorda o barbuda, donde por diez centavos se ofrecía la novedad al público que hacía cola, aguardando turno para escuchar el sonido producido por el aparato, ya que era una novedad atrayente..</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Casi a fines del siglo pasado -tal vez en 1897- llegó el señor Lepage con los primeros fonógrafos a corneta, los cuales servían también para la grabación. Todavía no se había inventado un dispositivo que permitiese la producción y reproducción de cilindros y de discos en gran escala. Por eso, los artistas que tenían que grabar sus interpretaciones, se veían en la obligación de estar continuamente frente al aparato registrador, para satisfacer la demanda del público. ávido de esas novedades.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Los artistas preferidos para las citadas fechas eran Alfredo Gobbi, como ejecutante y Eugenio G. López como recitador. El mismo empresario, para 1900, importó una máquina grabadora de discos, pero de una sola faz o cara utilizable. En ella, Gobbi grabó </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Gabino el</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Mayoral</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, acompañado por su esposa, pasando en muy breve tiempo a grabar tangos, siendo acompañados en esa labor por Ángel Villoldo.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Por la naturaleza de la música y las letras que incluían, las composiciones de fines del siglo pasado y primeros años del presente, los discos de tango grabados tenían un mercado todavía restringido, al no ser muy aceptado por las clase media media ni la alta. Por eso, los discos, casi siempre terminaban en peringundines, trinquetes, prostíbulos, casas de baile o cafés que utilizaban la novedad del fonógrafo para atraer clientela</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Entre los pioneros nacionales corresponde nombrar a José B. Tagini, que fuera propietario de varias productoras de discos, donde grabaron muchos artistas de nuestra música popular, tanto payadores, recitadores como tangueros, y concesionario de empresas norteamericanas.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Le sigue en esta mención Alfredo Améndola, propietario del sello Atlanta, en el que grabaron también payadores como Betiniti o tangueros como Augusto P. Berto, </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Garrote</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, para los amigos. Para aumentar la difusión de la música se formó una banda musical del mismo nombre.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><st1:personname productid="La Primera Guerra" w:st="on"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Primera Guerra</span></span></st1:personname><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> Mundial no impidió que Améndola registrara la marca Tele-Phone, en la que grabaron desde Canaro hasta Juan Maglio.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Las casas comerciales que vendían discos y aparatos reproductores se multiplicaron desde el centro a los barrios y entre ellas se encuentran la famosa tienda Gath y Chaves y Avelino Cabezas. En los medios, es posible encontrar avisos anunciando las bondades de los aparatos, precios, ventajas de tener en casa las músicas o las voces preferidas y las facilidades de pago que se otorgaban. En esos avisos es posible apreciar algunas diferencias, especialmente en las bocinas. La tienda antes mencionada, ante las posibilidades casi infinitas del mercado consumidor de discos, contrató a Alfredo Gobbi, padre, con su señora, y a Ángel Villoldo para que se instalaran en Londres y luego en París, y así grabar con buena calidad sonora, las composiciones de mayor éxito, en el mercado local.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Paralelamente ingresó al mercado la marca Victor, por intermedio de concesionarios, grabando en Buenos Aires y Montevideo.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Por su parte Carlos D. Nasca, fue el propietario del sello Era. Por su afición a las cosas gauchas, se vestía con chiripá y corralera. Esto hizo que se le llamara </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">el gaucho Relámpago</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">. En su sello han quedado grabadas composiciones de importantes músicos e interpretaciones de principios del siglo presente, a pasar de la corta duración comercial que tuvo.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Continúa en esta ennumeración el sello Pathé (francés), que anunciaba la novedad de no necesitar púas para lograr la reproducción sonora, que en realidad era una </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">viveza publicitaria</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, pues usaba púas de zafiro de muy larga duración.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La marca Odeón (U.S.A.), también se instaló en Buenos Aires por intermedio del concesionario Max Glücksman. Le corresponde a esta marca el haber grabado interpretaciones de Gardel-Razzano.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Para 1919 la industria inicia su instalación en Argentina al radicarse la marca Odeón Argentina. Esta marca y su connacional Victor, quedaron casi completamente dueñas del mercado a partir de ese año. Desde entonces se contrató a músicos y cantores para que se trasladaran a Estados Unidos a grabar con mayor aporte técnico, en sus centrales, y lograr así mejores reproducciones fonográficas.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">El sistema mecánico subsistió hasta 1926 en que se produjo la innovación técnica de grabar por el sistema eléctrico que introdujo la utilización del micrófono.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Se estima, en base a datos ciertos, que la primera grabación eléctrica realizada en Buenos Aires es del 8 de noviembre de 1926, en el sello Odeón. Desde entonces hasta ahora, se han multiplicado los sellos grabadores, con las consiguientes altas y bajas ocasionadas por los vaivenes del comercio y la industria, de la misma manera que se han multiplicado los registros de interpretaciones con la mejora en la calidad y fidelidad de las voces y las músicas, al mejorarse la tecnología usada.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Conjuntos iniciales</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La cantidad de músicos que se ganaban la vida brindando música en los lugares recién mencionados, no fueron muchos y tuvieron en común, ser guitarreros, violinistas o flautistas, que se ganaban la vida en ese oficio, o sea, eran profesionales o semi profesionales, que lograban reunir por día hasta dos pesos o algo más, tocando en varios lugares cada tarde o noche, o en ambas, dependiendo de la demanda.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Por eso, sus “repertorios” debían tener un número mínimo de veinte composiciones, para poder cobrar por pieza brindada $ 0,10, pasando el plato o el sombrero, que era la forma de recibir la retribución. No todos los bailarines y oyentes pagaban, por no tener la moneda necesaria.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Al terminar de brindar el repertorio, se dejaba el lugar a otro u otros músicos, para dirigirse a un nuevo local donde se repetían las composiciones del repertorio. Esto se repetía tres o cuatro veces por noche, logrando que al amanecer, se hubieran reunido </span><st1:metricconverter productid="2 a" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">2 a</span></st1:metricconverter><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> 5 pesos.</span><b><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></b></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Cuando en un lugar se presentaban dos o tres músicos, de un mismo instrumento o variados, se presentaba el problema de hacer coincidir los “repertorios” y repartir las funciones de primera y segunda voz. Una vez resueltos esos prolegómenos, se procedió como se ha descripto, hasta que el sol alumbraba las calles.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Poco a poco se fueron dando dos fenómenos paralelos: uno, coincidencias de composiciones, con o sin variantes y el otro, la unión de dos, tres o más músicos, de instrumentos distintos (dos guitarras, o dos violines, una flauta, por ejemplo), quienes coincidían en un número mínimo de composiciones, armando o estructurando al unirse, un repertorio aceptado y reclamado por el público ante el que actuaban. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Esta forma de presentarse y brindar música en forma individual o grupal, se fue dando entre 1870 y 1885. También en este período se fueron afirmando las bases de los pequeños conjuntos (dúos, tríos, cuartetos), que más adelante han de ser lo predominante de una nueva etapa. Esos conjuntos fueron al iniciarse, muy inestables, pues no siempre los músicos coincidían en los repertorios, las horas de reunión para brindar música, y los lugares donde hacerlo.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Es difícil hacer mención completa de los músicos iniciales.. A pesar de ello es posible rescatar los nombres de quienes se destacaron como intérpretes de algunos instrumentos. Por ello se puede indicar como guitarristas a: El Pardo Canevari, El Pardo Emiliano, El Ciego Rosetti, El Ciego Aspiazu, los hermanos Manuel y Fermín Ruiz, Gabino Navas (destacado payador), Gabino Gardiazabal, etcétera. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Como flautista es posible mencionar a Juan Firpo, Francisco Ramos, Lorenzo Capurro, El Crespo Emilio Villelcho y algunos otros menos trascendentes.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Entre los clarinetistas figuran Arturo Gandolfi y Juan Pérez. Es entre los contrabajistas los nombres de Don Vicente, cuyo apellido se ha perdido, y a Andrés Espinosa entre los que hay que mencionar.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Por su parte los pianista más destacados fueron Harold Phillips, Pancho Nicolini, Roncallo, Araujo y otros nombres perdidos e irrecuperables, como la mayoría de los músicos pioneros. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Por su parte los bandoneonistas más destacados y posibles de rescatar del olvido fueron Domingo Santa Cruz, (padre) y Domingo Santa Cruz, (hijo), Pedro Ávila, El Pardo Sebastián Ramos Mejía, Tomás Moore, El Sargento Gil, El Lombardito Máximo, “Cabo”, “Cocó”, Mazzuchelli, Chappe, Zambrano, Solari, Vázquez, Rosendo Mendizabal, El Ciego Ruperto, Ramos, etcétera. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La existencia de motes, puede ser tomado como indicio del ambiente perdulario o de músicos de origen africano, en la gestación inicial de la música y la coreografía.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Primeras Orquestas</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Ya se ha indicado con anterioridad, los músicos iniciales, carecían de estabilidad laboral y dependían de muchos factores para poder actuar en los lugares reservados para brindar música y baile.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Por tener una vida musical azarosa, debían tener otra ocupación paralela, que asegurara un ingreso mínimo para subsistir. Es por ello posible de referir como ejemplo, el caso de Villoldo que, además de músico y creador de música, fue tipógrafo.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">De todas maneras, es posible bosquejar la composición de las primeros conjuntos musicales, pues carecían de la estructura de toda verdadera orquesta, al mismo tiempo que de continuidad. Esas agrupaciones iniciales se formaban casi siempre con violín, flauta, clarinete, arpa y acordeón, pero dependían, como se ha dicho, de muchos factores. Por ello predominaron en los lugares donde brindaban música y baile, los dúos y tríos, que eran más fáciles de formar y mantener.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">En el período inicial, los músicos ejecutaban piezas de dos o tres partes, agregándoles a veces, algunas cosas que las inventaban en el momento de la ejecución.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Ello indica que en los primeros tiempos predominó la ejecución némica y la incorporación de partes creados de manera repentista, intercalándolas, mientras se ejecutaba la pieza recordada. Esto es lo que enriqueció la música y a los músicos iniciales, por la libertad creadora que tenían. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Dado el influjo de la cultura musical europea difundida por los músicos de ese origen y por el primer Conservatorio Gutiérrez que existió y sucesivos, la generación de músicos analfabetos fue sucedida por la de músicos letrados musicalmente. Con ello se logró mejorar y elevar la calidad de las composiciones, pero se perdió la creación repentista mientras se ejecutaba, quedando reservada a las composiciones llevadas al pentagrama.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">En realidad, los grupos musicales formados a fines del siglo pasado y años iniciales del presente, fueron bandas, cuyo modelo eran las bandas militares y como en ellas, predominaron los instrumentos de viento, ropas al estilo húngaro o germánico, faltaron los instrumentos de cuerdas casi por completo. Esta característica ha de cambiar al introducirse el bandoneón y el piano.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Al mismo tiempo fue posible ir formando conjuntos musicales que se acercaran progresivamente a la formación definida como orquesta</span></span><a href="file:///D:/My%20Documents/BLOG%20LOS%20GRANDES/historia%20del%20tango%20ANDR%C3%89S%20CARRETERO.doc#_ftn3" name="_ftnref3" title=""><sup><span lang="ES-TRAD"><sup><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">[3]</span></span></sup></span></sup></a><sup><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">[3]</span></span></sup><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Es por ello que se produce en los conjuntos o agrupaciones musicales el desplazamiento o reemplazo de instrumentos. Así, el arpa y el acordeón cedieron lugar a la guitarra y al bandoneón. También se dio el caso de algunos músicos, que, buscando mayor sonoridad incorporaron la guitarra de nueve cuerdas y de la que dejó buen recuerdo Aspiazu, en el tiempo de su actuación en el Hansen. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Esto no significó la desaparición de tríos o dúos, sino que los fortaleció, pues al mejorar la calidad musical de sus integrantes se pudo ofrecer al público mejor música para escuchar y para bailar. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Es en este período que se difunde la fama de Juan Maglio, Augusto P. Berto, del</span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> tano </span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Genaro R. Espósito, </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Garrote</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> Vicente Greco, Eduardo Arolas o Arturo Lavieja, pues fueron contratados asiduamente para animar la reuniones en trinquetes, academias, peringundines, prostíbulos, cafetines, bodegones y cafés barriales.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Lugares para bailar</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">En el período inicial, considerado entre 1880 y1920, el prestigio alcanzado por la casa de María </span><st1:personname productid="la Vasca" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Vasca</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, hizo que proliferan otras con el nombre de la mujer más importante, como madama o propietaria, o sea, la que dirigía el negocio. Por ello es posible de encontrar en los documentos del Archivo Municipal los nombres de María </span><st1:personname productid="la Negra" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Negra</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, María </span><st1:personname productid="la Leo" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Leo</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">na, María </span><st1:personname productid="la Mechona" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Mechona</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, María </span><st1:personname productid="la Lar" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Lar</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">ga, María </span><st1:personname productid="la Ligera" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Ligera</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, Emilia Castaña, Juana de Dios, Mariana Manfredonia, Leonora Mercocich, Consuelo Martínez, Elisa Bisa, Paula Petrovich, Laura López, María </span><st1:personname productid="la Dulce" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Dulce</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, María </span><st1:personname productid="la Flautista" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Flautista</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, o María </span><st1:personname productid="la Ju" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Ju</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">guetona, etcétera. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">También tuvieron predicamento entre el elemento masculino y tanguero el Café de Adela, el de Amalia, el de </span><st1:personname productid="la China Rosa" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la China Rosa</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, los bailes de Peracca, los realizados en los Andes, los del Olimpo, los del Elisée, al que la crónica considera como el primer cabaret que existió en Buenos Aires. Estaba situado en los altos del Bar Maipú. Seguían subsistiendo los cafés de </span><st1:personname productid="la Boca" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Boca</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, Palermo, Barracas y el Centro, lo mismo que muchos de los trinquetes, academias y peringundines.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">En todos esos lugares se lucieron los bailarines y bailarinas. Pero lo importante en este período de la historia del tango, es que se difundió de manera silenciosa pero firme hasta llegar a algunos sectores de la clase media-media y alta con núcleos o bolsones de oposición, rechazo y condena moral.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Impronta europea</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Se supone que la primera remesa de partituras tangueras, se hizo en un viaje realizado por la fragata Sarmiento alrededor del mundo, en 1905. Correspondían a la música del tango </span><st1:personname productid="La Morocha." w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Morocha.</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">En Europa en general y en Francia en particular, los años que van desde </span><st1:metricconverter productid="1890 a" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">1890 a</span></st1:metricconverter><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> 1914, marcan el auge de la llamada </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">belle époque</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La clase alta europea en general se distinguió por el alto estandar de vida y un ritmo casi desenfrenado de satisfacciones hedonistas. Esto último llevó a una relajamiento de las costumbres y límites permitidos en las vinculaciones sociales que iban desde participar en fiestas rufianescas de los </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">macrós</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, hasta el consumo de drogas</span></span><a href="file:///D:/My%20Documents/BLOG%20LOS%20GRANDES/historia%20del%20tango%20ANDR%C3%89S%20CARRETERO.doc#_ftn4" name="_ftnref4" title=""><sup><span lang="ES-TRAD"><sup><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">[4]</span></span></sup></span></sup></a><sup><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">[4]</span></span></sup><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La suma de circunstancias materiales y espirituales, hicieron de París la capital mundial por antonomasia del refinamiento social, arte, buen gusto en todas las manifestaciones cotidianas y por ello, poder realizar una visita o vivir una temporada en esa ciudad, daban una pátina de distinguida superioridad.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La clase rica argentina, se hizo la obligación de visitar o vivir en París, para alcanzar la belleza, cultura, refinamiento, y la distinción.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Pero cometió el error de confundir la posesión de riqueza material, como condición suficiente para adquirir material y espiritual el ambiente soñado y ambicionado como consagratorio en materia social</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Esos gastos dispensiosos e injustificados le valieron el sobre nombre despectivo de </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">rastacueros</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, (rastaquoure en francés), que se aplicó en general a todos los sudamericanos que llevaban un nivel de gastos dispendiosos. pero carentes de contenido cultural, educacional y relaciones sociales que eran propios de la clase que formaba la esencia de la </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">belle époque</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La sorpresa de esa clase, fue encontrar que la ciudad de París, o por lo menos el sector que tenía vida social y nocturna muy agitada en torno a manifestaciones exóticas, que iban entre lo rufianesco a lo extraño, habían aceptado al tango argentino en sus mejores salones familiares y lugares sociales de mayor respetabilidad. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Era bailado, aplaudido y festejado, cuando esa clase viajera adinerada en búsqueda de prestigio y distinción, lo despreciaba y condenaba por ser música y baile de la clase social más baja, trabajadora en actividades serviles, cuando no personificada tanto en los músicos creadores, como en los intérpretes o bailarines, por hombres y mujeres con cuentas con la justicia, que vivían en conventillos o eran prostitutas o rufianes</span></span><a href="file:///D:/My%20Documents/BLOG%20LOS%20GRANDES/historia%20del%20tango%20ANDR%C3%89S%20CARRETERO.doc#_ftn5" name="_ftnref5" title=""><sup><span lang="ES-TRAD"><sup><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">[5]</span></span></sup></span></sup></a><sup><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">[5]</span></span></sup><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">. En esos momentos había en París, 1902, muchas academias de baile para enseñar a bailar tango -unas 100- con sus respectivos bailarines que actuaban como maestros. Para los parisinos, la cadencia tanguera, tenía el encanto de lo exótico.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Al mismo tiempo en Buenos Aires las patotas, para divertirse de noche, lo fueron sacando del suburbio e introduciéndolo paulatinamente en los barrios urbanizados desde las afueras al centro.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">El año 1912 encuentra a nuestro tango dueño absoluto de París. Fue para entonces que llegaron a la ciudad gala muchos argentinos dispuestos a oficiar de maestros de baile. Entre ellos maestros se destacó Saborido, pero como antecesores estuvieron los Gobbi y Villoldo.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Esta consagración parisina del tango argentino llamó la atención a muchos de los viajeros y ya de regreso, se mostraron dispuestos a rever la condena ética hacia esa música popular.</span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></i></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Paradójicamente el triunfo popular del tango en París y subsecuentemente en la mayoría de las capitales europeas, significó un cambio en el ritmo. De ágil, rápido y vivaz, pasó a ser melancólico, lento, melodioso y acompasado, acorde con el estilo de vida ordenado y carente de sobresaltos o cambios bruscos, propios de la clase acomodada.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><b><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 16pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">SEGUNDA PARTE</span></span></b><b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Tangos aceptables</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Ya para la fecha del Centenario de Mayo es posible hablar de una segunda generación de tangos que arranca su nacimiento al borde del siglo actual y que se jalona en nombres como Venus (Bevilacqua), </span><st1:personname productid="La Morocha" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Morocha</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> (Saborido), El Otario (Metello), El Choclo (Villoldo), El Incendio (De Biasse), etcétera.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Esta generación de tangos tiene tres nuevas características distintivas como son:</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">1)sus compositores tiene la condición de ser en su mayoría músicos letrados en materia musical, por haber estudiado o aprendido de manera sistemática, música. Muchos lo hicieron con instructores poco idóneos pero suficientes para inculcar las nociones básicas y elementales. Otros concurrieron a Academias Musicales o Conservatorios. Algunos de ellos fueron directores de importantes conjuntos o directores de destacados centros de enseñanza (Cinaglia, Spátola, Hargreaves, de Alarcón, Roncallo, etcétera). </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">2)Corresponden a la etapa transacional entre las música campesina nativa (tango criollo), y la urbana, por lo que la mayoría refleja en sus títulos o en sus letras ese contenido híbrido, al no llegar a ser el reflejo de las calles, pero sí de los campos, o por lo menos del suburbio semirural. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">3)Los conjuntos musicales que los interpretan, además de contar con músicos de aceptable formación musical, tienen la característica de la estabilidad laboral, por lo que ya puede hablarse de las orquestas típicas de determinado director. Esto no implica la inmovilidad total entre los músicos.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Paralelamente, los llamados maestros clásicos de la </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">música seria</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, como fueron los integrantes de la llamada</span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> Generación del Centenario</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, cuyas fechas de nacimiento oscilan en las dos últimas décadas del siglo pasado y con producciones que se conocieron entre 1910 y 1916, no alcanzaron la difusión popular de un Villoldo ni de un Gobbi</span></span><a href="file:///D:/My%20Documents/BLOG%20LOS%20GRANDES/historia%20del%20tango%20ANDR%C3%89S%20CARRETERO.doc#_ftn6" name="_ftnref6" title=""><sup><span lang="ES-TRAD"><sup><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">[6]</span></span></sup></span></sup></a><sup><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">[6]</span></span></sup><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">. Algunos fueron creadores de tangos importantes como </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Qué Titeo, No Señora, Voy torcido o Germaine,</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> de Juan J. Castro, Pedro Sofía o López Buchardo respectivamente.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">También es de hacer notar que en esa segunda generación de tangos intervinieron inmigrantes radicados y muchos de ellos vinculados con la vida artística teatral que incorporaron el tango a las piezas del género chico español o criollo, como fueron Francisco Payá, José Carrillero, Eduardo García Lalande o Gabriel Diez.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Rechazo y aceptación del Tango</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Se argumentó en Buenos Aires que en Europa se aceptaba el tango por desconocer los ambientes sociales y los protagonistas que le habían dado origen.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">De todas maneras, esta oposición de opiniones ha de dar lugar a un replanteo por parte de la clase que se le oponía y que lo condenaba.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">El eco llegado a Buenos Aires sobre el éxito del tango en París y en las principales capitales de Europa en general, replanteó en el seno de la clase dirigente el saber dónde y porqué residía la discrepancia.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">El tango para la primera década del siglo pasado había entrado silenciosamente en muchos hogares de la llamada clase alta porteña.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Haciéndose eco de las inquietudes de un sector de la clase dirigente, el barón Antonio de Marcchi, invitó al Palais de Glace, a una reunión para conocer la opinión que merecía el tango entre los concurrentes invitados. Esa reunión se programó como concurso de tango</span></span><a href="file:///D:/My%20Documents/BLOG%20LOS%20GRANDES/historia%20del%20tango%20ANDR%C3%89S%20CARRETERO.doc#_ftn7" name="_ftnref7" title=""><sup><span lang="ES-TRAD"><sup><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">[7]</span></span></sup></span></sup></a><sup><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">[7]</span></span></sup><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Corría el año 1913, y la invitación fue cursada a los miembros más destacados de la alta sociedad, pues figuraban entre sus apellidos los Quintana, Santamarina, Riestra, Roca, Alvear, Lezica Alvear, Anchorena y otros del mismo nivel económico y social.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Los personajes de la farándula, de la música y del baile, como Saborido. José Espósito, Cesar Ratti, Olinda Bozán y Ovidio Bianquet, el Cachafáz, fueron invitados, para brindar tango como música y como baile. Se nombró un jurado que se consideró imparcial.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Interesa destacar que la clase alta porteña empezó a reconocer que la música y la danza condenada éticamente, no tenía nada de condenable, que había equivocado sus apreciaciones.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Cabarets para el tango</span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></i></span></b><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Paralelamente se habían difundido de manera acelerada los cabarets cuyos nombres más importantes, que han trascendido, fueron L´Abbage, Armenonville, Tabarís, Monmartre, Maxim´s y otros. Por ellos desfilaron Arolas, Cobián, Canaro, Firpo y otros muchos músicos que han dejado su nombre.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Entre estos se encontraban muy difundidos los cabarets, como ya se anticipó, y a los nombres antes citados hay que agregar el Chantecler que empezó a funcionar en 1924 en el local de Paraná al 400, el Florida, en plena Galería Güemes, que era un refugio de malas artes de toda laya, el Abdullah, que a pesar de su nombre con remembranzas árabes, daba cabida a De Caro, Fresedo o Cobián y a los personajes de la noche que terminaban o la iniciaban patoteado por las calles; Casanova que tenía la presencia de Canaro, El Folie Berger, con remembranzas francesas y bataclanas criollas que se movían al sonido de Ferrazzano-Pollero; Novelty, Dominó, Bambú o Empire, que tenían la característica de la frecuente renovación de sus conjuntos, como medio de atracción del público nocturno.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Bien pronto esa iniciativa de Antonio de Marchi, impulsó la realización de concursos de tangos auspiciados por varias empresas comerciales, a los que no fueron ajenos músicos y letristas de todo nivel y calidad. Ya antes de 1913 se venían realizando concursos, pero es a partir de ese año que adquirieron mayor importancia pues una importante parte de la sociedad estaba aceptando al tango como una música normal y cotidiana.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La euforia de estos concursos fue en aumento. Así en 1922 tuvo gran resonancia el concurso organizado por la marca de cigarrillos Tango, premiando a </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">El Ramito, Sobre el pucho, Mentirosa y Midinette Porteña</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, en orden decreciente. La calidad de esas composiciones quedó consagrada al grabarlas Carlos Gardel, que tenía una gran intuición para seleccionar las piezas de su repertorio. Otro concurso destacado fue el organizado por Max Glückmann en 1924, en el que triunfaron </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Sentimiento gaucho, Pa´ que te acordés, Organito de la tarde y Con toda el alma.</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Esta empresa de discos continuó con los concursos diversificando los géneros al incorporar, el foxs -troxs.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">En el mismo año, en el concurso auspiciado por </span><st1:personname productid="la Municipalidad" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Municipalidad</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> porteña, fue premiado </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Caminito</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> de Filiberto y Coria Peñaloza. El realizado por el Círculo de </span><st1:personname productid="la Pren" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Pren</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">sa, con la orquesta de Julio De Caro, premió a </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Aquel cuartito de pensión y Te fuiste</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">A su vez en el concurso organizado para composiciones musicales sin letra, triunfaron </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Páginas de amor, Llegué a ladrón por amarte, Bajo Belgrano, De buena fe y Llorá hermano</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, de las que hoy perdura Bajo Belgrano (Aieta).</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">En 1927, en concursos para composiciones musicales sin letras, triunfaron Sangre azul, Noche de Reyes. Caído del Cielo, Perfume de Mujer, Río de oro, Copetín, vos sos mi Hermano, El silencio, Queja Indiana y Yo También era Dichoso, que a pesar de pertenecer a grandes compositores, como Di Cicco, Demare, Polito o Lorenzo, han pasado sin transcendencia.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Al año siguiente resultaron premiados en los concursos </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Piedad, Te Aconsejo que me Olvides, Alma en Pena, Duelo Criollo, Fierro Chifle</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, y otros, llegando todos ellos a ser grabados en el sello Odeón.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Se destacan los concursos auspiciados por Victor, National Odeón, Glücksmann y otros. Esos concursos tuvieron su auge por algo más de un quinquenio, repartidos entre Buenos Aires y Montevideo.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Esta modalidad de fomentar y difundir el tango no terminó en 1930, pues por iniciativa de locutores con el auspicio comercial de importantes empresas, realizaron convocatorias para concursar con composiciones musicales y de letras en distintas radios. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Con la llegada de la televisión, se volvió a reeditar el procedimiento, con distintas características, pero manteniendo la estructura y logrando el mismo objetivo.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Tango Canción</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">El tango canción es la segunda generación en la producción tanguera. Es la que reemplaza a los tangos producidos en la época inicial, cuando la música popular estaba refugiada, y hasta se puede decir aislada, en los numerosos conventillos, circos, pulperías, prostíbulos, carpas y ranchos de las chinas cuarteleras, trinquetes, academias y cafetines. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Esta segunda etapa está relacionada a la que corresponde al proceso de urbanización progresiva de Buenos Aires y por ello vinculada y entrelazada a la vida semirural de los distritos circunvecinos.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Esta etapa del tango canción, algunos protagonistas o personajes de sus letras, son criollos que se van despojando de las vestimentas gauchas, para cambiar de manera lenta pero firme, del saco por la corralera y el pantalón por el chiripá o las bombachas</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">También coincide con las agrupaciones musicales -tríos o cuartetos- donde predominan el bandoneón, flauta, guitarra, violín y clarinete. Se destacaron Tito Rocatagliatta, Augusto P. Berto, Eduardo Arolas, Graciano De Leone, Genaro Espósito, Félix Camarano, Juan Maglio, Domingo Salerno y Federico Lafémina, con lugares muy típicos en los barrios o el centro como fueron el Almacén del Vasquito Cabezón, T.V.O., en Barracas, En pleno centro, Bar Iglesias, Café Garibotto, </span><st1:personname productid="La Marina" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Marina</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, Argentino, o de </span><st1:personname productid="La Turca" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Turca</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> en </span><st1:personname productid="la Boca" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Boca</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, Café de Los Loros, El Estribo, Café de Don Pepe, en San Cristóbal o en las muchas pulperías diseminadas.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Esas formaciones iniciales se han de ir puliendo y reestructurando hasta llegar a formar la base considerada fundamental -bandoneón, flauta y guitarra- de la llamada Guardia Vieja. Algunos de los nombres de los tangos, que se pueden recordar de esta etapa son: </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> A </span><st1:personname productid="la Crio" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Crio</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">lla, Bajo Belgrano, Aparcero, El Estribo, El Talar, Mate Amargo, Pinta Orillera, Gallo Ciego, </span><st1:personname productid="La Morocha" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Morocha</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, Sargento Cabral, Tierrita, El Cuatrero, Recuerdos de </span><st1:personname productid="la Pam" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Pam</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">pa, </span><st1:personname productid="la Crio" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Crio</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">lla,</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> aparecidos al mismo tiempo que composiciones con nombres eminentemente ciudadanos, compartían el variado repertorio de las orquestas de aquel entonces.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Radio y Tango</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">El paso inicial en materia de radio, quedó señalado con la experiencia de un grupo de muchachones (Telémaco Susini, Luis Romero, Cesar Guerrico y Miguel Mujica), que transmitieron desde el teatro Coliseo de Buenos Aires, en agosto de 1920, la ópera Parsifal. Un año transcurrió hasta la fundación de la primera estación de radio que se llamó Radio Club Argentina, o Radio Argentina. Le sigue una larga serie de estaciones con nombres hoy estrafalarios como Radio Brusa, Coliseo Palermo, Confederación Espiritista Argentina y otras del mismo tenor, llegando a ser poco más de treinta hasta 1929.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">A partir de entonces, por disposición del gobierno nacional se les cambió la sigla caracterizadora. El auge o boom de la radio en </span><st1:personname productid="la Ar" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Ar</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">gentina quedó manifestado con la aparición de dos revistas derivadas de las actividades radiales, como fueron Revista de Radio Cultura (1923) y Revista </span><st1:personname productid="La Can" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Can</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">ción Moderna (1929).</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Fue la época en que los nombres de Carlos Gardel, Ignacio Corsini, Sacarpino, Caldarella, Rosita Quiroga. Azucena Maizani, Francisco Canaro, Julio De Caro, Juan Polito, Ángel D´Agostino, Anselmo Aietta, Miguel Caló, Típica Los Indios, el dúo Rosita Quiroga-Agustín Magaldi o Magaldi-Noda Sebastián Piana-Elena Piana, Tania, Amanda Ledesma, Rodríguez Lesende y Marambio Catán, sonaban a diario en los receptores, compartiendo espacios con presentaciones de payadas y contrapunto.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La radio y del tango, que en la década del 20, estaban en un proceso de expansión y consolidación popular, ya que ambos estaban en pleno ascenso y consolidación social, coincidiendo con un buen nivel de vida.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La permanencia de Gardel fue constante en las radios porteñas hasta su última actuación en radios argentinas, cumplida en la emisión simultánea entre </span><st1:personname productid="la NBC" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la NBC</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> de Nueva York y LR4 Radio Splendid, de Buenos Aires.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Las emisiones radiales de esta época inicial no se restringieron al aspecto musical, pues propalaron teatro hablado, obras de radioteatro, que hicieron furor, programas dedicados al deporte, cine, modas, infancia y adolescencia, como a la política con informativos nacionales y extranjeros.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Guardia Vieja</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La formación musical, considerada clásica, duró mucho tiempo, pues los cambios o modificaciones no se daban al instante, ni duraban para siempre. Fue necesario un proceso de adaptación, como también de estabilidad laboral, para que el piano integrara el trío básico (trío de piano, bandoneón y violín), desplazando la guitarra, de la misma manera en que fue desplazada la flauta y el clarinete, pero no fue un acontecer rápido ni universal. No había suficiente cantidad de pianistas ni de bandoneonistas capacitados musicalmente, para reemplazar a los numerosos guitarreros, flautistas o clarinetistas experimentados, que conocían una apreciable cantidad de composiciones, lo mismo que lugares donde se podía tocar con comodidad, con la ventaja sobre los nuevos músicos de tener crédito musical ante los propietarios de los locales, pues eran eximios intérpretes.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Hasta 1899 no hay registro de un trío con bandoneón y fue el compuesto por Juan Maglio, Luciano Ríos (guitarra) y Julián Urdapilleta (violín), llegándose de a poco a la época en que el piano empezó a integrar los tríos o cuartetos. Locales como el Tarana, luego Hansen, El Velódromo o el Tambito, dieron estabilidad laboral y con ella, el tango fue más aceptado por los sectores bajo y medio de la clase media porteña, los cafés barriales y del centro, donde se instalaron pianos, para permitir la propalación de una música que conquistaba adeptos de manera progresiva y acelerada.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Por su parte el piano y el bandoneón, con el tiempo, han de desplazar a la guitarra y a la flauta y clarinete, no de manera rápida ni violenta, pues hasta bien entrada la década de 1930, todavía había tríos, cuartetos y orquestas que los contaban como instrumentos permanentes. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Otros locales barriales con piano fueron el Café Royal, El Argentino, Castilla, el Café de Garay y Rincón, cuyo nombre se ha olvidado, El Garibotto, y algunos más, mientras en el centro, el primero en tener piano fue el Iglesias, seguido por el Marzotto, el Nacional, el Guaraní, el Gaulois, el Parque, El Africano, el Germinal, siendo seguidos muy rápido por otros que no querían perder clientela. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">En los barrios se destacaron locales como </span><st1:personname productid="La Cueva" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Cueva</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> del Chancho, El Atlántico, El Benigno, el A.B.C., el Boedo, El Protegido o el Venturita.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Entre los salones de baile más recordados, se encuentran además de los siempre mencionados y recordados de la calle Rodríguez Peña, o los correspondientes a colectividades extranjeras, Nueva Granada, Palermo Palace, San José, Mariano Moreno, 20 de Septiembre y otros.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">De esa época los músicos que han de trascender en la historia del tango, son los de David Rocatagliata, Ángel Villoldo, Ernesto Ponzio, Juan C. Bazán, Augusto Berto, Genaro Espósito </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">el Tano</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, José Marmón Pepino y su hermano Nicolás </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">El Toyo</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, Luis Teisseire, Samuel Castriota, Ricardo González </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Mochila</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, Anselmo Aieta, Juan Maglio, Alejandro Scarpino, con gran dominio del teclado y por ello llamado </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">El Rey de las Variaciones, </span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Vicente Greco, Domingo Santa Cruz </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">el Rengo</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, Arturo Bernstein, Arturo Severino </span><st1:personname productid="La Vieja" w:st="on"><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Vieja</span></i></st1:personname><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, </span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Carlos Posadas, Alberico Spátola, Ricardo Brignolo </span><st1:personname productid="La Nena" w:st="on"><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Nena</span></i></st1:personname><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, </span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Alfredo Bevilacqua, Vicente Loduca, Eduardo Arolas </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">el Tigre del Bandoneón, </span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Manuel Campoamor, Manuel Pizarro, José M. Bianchi </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">el Ruso</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, Pedro Polito, Francisco Famiglietti, </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">el Tano</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> Juan B. Deambroglio, </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Bachicha</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, Juan B. Guido, </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">el Lecherito</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, Alfredo De Franco, El </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Chu</span><st1:personname productid="la Ga" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la </span><span style="font-style: normal;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Ga</span></span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"></span><span style="font-style: normal;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">briel Clausi, Cristóbal Ramos, Calixto Sallago, Armando Blasco, Ángel Martín, Pedro Polito, Rosendo Mendizabal José Remondini, bandoneonista no vidente y Alfredo Gobbi, padre, y su esposa Flora.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></i></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Les siguen en no menor musical Osvaldo Fresedo, Pedro Maffia, Francisco Postiglione, Luis Pérez, Francisco Canaro, quienes consolidaron la trayectoria tanguística hasta 1930 y unos años más. El aporte femenino estuvo a cargo de Paquita Bernardo, Marintany, Aída Rioch, Pepita Avellaneda, bandoneonista, guitarrista y directora, Linda Thelma, Haydée Gagliano, Nélida Federico y Dorita Miramar, todas ellas verdaderas pioneras del tango en su etapa de asentamiento en la clase media baja.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La época de </span><st1:personname productid="la Guardia Vieja" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Guardia Vieja</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> coincide también con la expansión y prestigio alcanzado por los locales de música, baile y mujeres, llamados cabarets, siguiendo la modalidad francesa. A los nombres antes indicados, se pueden agregar el Florida, Palais de Glace, El Novelty, Casanova, Empire, Bambú y algunos otros que sirvieron de recalada en la trayectoria de los noctámbulos y de las patotas.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><st1:personname productid="la Guardia Vieja" w:st="on"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Guardia Vieja</span></span></st1:personname><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, como formación orquestal termina más o menos en la década de 1930, pero no faltaron supérstites de esa época quienes continuaron con el mismo estilo. Entre ellos se pueden mencionar a Roberto Firpo (h) (piano, dos violines y bandoneón); Ciriaco Ortiz con gran éxito en sus presentaciones y las grabaciones como lo hizo Adolfo Pérez </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Pocholo</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, que grabó en Odeón, el cuarteto de Juan C. Cambón, ya avanzada la década del 40, para, en la década siguiente destacarse el cuarteto Los Muchachos de Antes, dirigido por Panchito Cao, que también se distinguió en música variada de Centroamérica y jazz comercial. Otras agrupaciones reiteraron la formación clásica del cuarteto típico, logrando popularidad y un lugar en el gusto popular, especialmente en el provinciano.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Lugares predilectos de esas formaciones tradicionales fueron: Café </span><st1:personname productid="La Buseca" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Buseca</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> de Avellaneda, Cine Real, Café 43, Café El Nacional, Café del Gallego Amor, Café Los Andes, Bar Domínguez, Wester Bar del Once, Café Paulín, Circo Fontanella, Bar y Cervecería Au Bon Jules, Montevideo, Café </span><st1:personname productid="La Cueva" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Cueva</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> del Chancho, Café </span><st1:personname productid="La Nacin" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Nación</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, Café Ferro, de Avellaneda, Glorieta El Tapón, Café El Capuchino, Cine Cóndor, Café Buen Gusto y Café El Dante.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Cine mudo y tango</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">El llamado Séptimo Arte representó para el tango dos vertientes de convergencia. Una fue la intervención en las películas filmadas sin sonido y el otro, fue intervenir en las salas de cine, para animar musicalmente las escenas que se proyectaban mudas y por ello, causaban tedio y cansancio en el espectador, por la sucesión casi siempre vertiginosa de imágenes en blanco y negro.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">En esta tarea se destacaron algunos músicos del tango que eran muy hábiles en interpretar qué música coincidía con la proyección de las escenas expuestas en la pantalla. Algunos de esos nombres fueron Rodolfo Biaggi, José Tinelli, Enrique Delfino, Juan Polito, y Elvino Bardaro. En salas muy frecuentadas y cuando se disponía de cierto capital, se contrataron conjuntos completos como fueron los de Julio De Caro (Select Lavalle, Real Cine), Anselmo Aieta (Paramount, Electric), Cayetano Puglisi, Vardaro-Pugliese (Metropol), Francisco Lomuto, Francisco Pracánico, Rafael Rossi, etcétera. De la misma manera Magaldi, Corsini o Gardel fueron convocados para que actuaran en salas de cine, pero para entretener cuando se había un descanso entre proyección y proyección.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">En las salas barriales, predominó el pianista. De todas maneras la presentación de esos músicos y cantores era un acicate para los entusiastas seguidores que casi siempre llenaban las salas, asegurando a las empresas ingresos tan o más seguros que los obtenidos por proyectar películas.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La primera filmación realizada en </span><st1:personname productid="la Ar" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Ar</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">gentina que contiene un tango, fue filmada por Eugenio Py, para </span><st1:personname productid="la Casa Lepage" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Casa Lepage</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> pionera del fonógrafo y del cine en Buenos Aires, ya que para 1897 inició las filmaciones o rodajes de películas..</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Se estima que para 1901 se filmó el primer corto cinematográfico que presentaba una pareja bailando tango, pero suelta, como era la modalidad prevalente todavía en aquel entonces. Con posterioridad, entre 1907 y 1911 se filmaron 32 películas, que eran muy cortas, pues la duración más prolongada era de cuatro minutos y algunos segundos. Contenían escenas de bailes variados, no sólo tangos.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Los protagonistas de algunos de esos </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">films</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> fueron los esposos Gobbi, Ángel Villoldo, José Petray, Rosa Bozán, Eugenio G. López, Humberto Zurlo y posiblemente algunos miembros de la extensa y farandulesca familia Podestá. Algunos títulos rescatables son: </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Gabino el Mayoral, Buenos Aires Tenebroso, El Poncho del Olvido, Justicia Criolla, Los Tocayos, Abajo </span><st1:personname productid="la Careta" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Careta</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, Dejá de jugar ché, ché, Soldado de </span><st1:personname productid="la Independencia" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Independencia</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, El Pechador, Mister Wiskey, Ya no te Acuerdas de mí, El Compadrito, El Calotero, Bohemia Criolla, El Cochero de Tranvía, Flor de Durazno, Ensalada Criolla, Galleguita, </span><st1:personname productid="La Bea" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Bea</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">ta, Pica Pica, </span><st1:personname productid="La Patria" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Patria</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> de los Gauchos, Perdón Viejita, </span><st1:personname productid="La Bo" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Bo</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">rrachera del Tango, Los Carreros, Los Scruchantes, Padre Nuestro, Santos Vega, </span><st1:personname productid="La Mu" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Mu</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">chacha del Arrabal, Mientras Buenos Aires Duerme, </span><st1:personname productid="La Costu" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Costu</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">rerita que dio el mal paso, </span><st1:personname productid="La Maleva" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Maleva</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, El Tango de </span><st1:personname productid="la Muerte" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Muerte</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, No me Vengan con Paradas, </span><st1:personname productid="La Mujer" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Mujer</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> de Medianoche, Los Políticos, Resaca, El Organito de </span><st1:personname productid="la Tarde" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Tarde</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, Mi último Tango, Federación o Muerte, </span><st1:personname productid="La Vuelta" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Vuelta</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> al Bulín, Carrero Carbonero, </span><st1:personname productid="La Tri" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Tri</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">lla y Justicia Criolla, Muchachita de Chiclana y Una Noche de Garufa, </span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">ya que en todos ellos se incorporaron uno o más tangos, como atracción, pues muchos argumentos fueron más que endebles. Muchos son de autor desconocido</span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></i></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">De 1915 es el film de largo metraje y argumento, titulado </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Nobleza Gaucha</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> de 1915, seguido de </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Una Noche</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">de Garufa</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, en el mismo año. En 1916 se filmó </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Resaca</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, donde bailó </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">El Cachafáz</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> Bianquet, seguido por </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Federación o Muerte</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> y </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Flor de Durazno</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">. En la última intervino Gardel</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">En varias películas se agregó una la banda de sonido a la cinta de imágenes, por medio de discos grabados expresamente para ella. Así son las películas llamadas </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Viejo Smoking, Mano a Mano, Tengo Miedo, Yira, Yira</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Enfundá </span><st1:personname productid="la Mandolina" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Mandolina</span></st1:personname></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, etcétera. En las Memorias de Francisco Canaro se deja constancia de los entretelones no claros que rodeaban a algunas de estas filmaciones.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Cambios en el ritmo</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">El bandoneón como instrumento eje o conductor de la música del tango, le fue quitando de manera progresiva, pero irreversible, el ritmo acelerado derivado de la milonga, según opiniones de algunos. Otros sostienen que la incorporación progresiva del cantor fue el factor que llevó a esa lentificación. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Se ha dejado de considerar la falta de ductibilidad de los bailarines inexpertos que se agregaban masivamente a diario.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Contribuyó al aumento de los bailarines el crecimiento demográfico de la ciudad, posible de comprobar por intermedio de los Censos nacionales y municipales realizados entre 1869 y 1914. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Se comprueba un sensible aumento de los sectores jóvenes, hombres y mujeres, entre los 20 y los 40 años. Ese aumento poblacional, coincide con la cantidad de solteros de ambos sexos que había en la población en general y entre los inmigrantes en especial. Esa juventud necesitaba distracción y esparcimiento accesible. Ello fue posible en las reuniones de baile, que al mismo tiempo daban oportunidad para relacionarse, vincularse y hacer vida social mínima.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">No era fácil incorporar a esa juventud como bailarines, desconociendo lo elemental de la coreografía practicada por los lugareños.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Hubo, dos maneras de facilitar esa incorporación: una consistió en hacer más lento el ritmo del tango y la otra, en simplificar la coreografía. También influyó, y en no poca medida, el tiempo necesario para que los músicos de fines del siglo pasado que eran analfabetos musicales, aprendieran de por sí, la digitación necesaria o trataran de cursar estudios en conservatorios o academias. Ese tiempo imprescindible, también influyó en relantizar el ritmo bailable y cuando se adquirió la digitación hábil y eficiente, se la utilizó en mejorar la musicalidad, y no imprimir velocidad. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Ese aprendizaje benefició a los neófitos pues les permitió poder aprender mejor los pasos elementales y así concurrir a las pistas o salones y no hacer un papel desairado.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Este es, posiblemente, el nacimiento del llamado</span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> bailar liso</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, en el tango.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">El mencionado proceso de adaptación y depuración que se registra en los grupo musicales consistió, además de eliminar o admitir instrumentos, en duplicar el número de algunos de ellos, como fueron los bandoneones o violines. Por su parte la guitarra fue relegada hasta desaparecer por completo. Con el tiempo, y de manera muy lenta, su lugar orquestal fue ocupado por el contrabajo, pero esto se dio en las agrupaciones que tenían estabilidad laboral, pues el contrabajo como el piano, no son instrumentos de fácil ni rápido traslado. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Los pasos elementales, agregados al ritmo melodioso y cadencioso, impreso por el bandoneón dio a las parejas de bailarines de tangos el aspecto de seriedad que se ha mal interpretado como tristeza. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Ya para fines de la década inicial del siglo presente estaba formado y en plena difusión el llamado </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">sexteto típico</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, constituido por dos bandoneones, dos violines, contrabajo y piano. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Su presentación y actuación, en la mayoría de los locales, se realizaba desde los balcones o tarimas elevadas, para permitir la expansión sonora hasta todos los rincones del salón.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Rocatagliatta, Delfino y Fresedo fueron contratados por la firma grabadora Victor para que en Cadmen, Estados Unidos, procedieran a grabar tangos. Esas grabaciones aparecieron bajo el nombre de </span><st1:personname productid="la Or" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Or</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">questa Típica Select, que son verdaderas joyas de colección.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Para la juventud de la clase media que ya había aceptado el tango como un baile normal y corriente, estaban las llamadas confiterías que se dividían en bailables y no bailables. Estas últimas eran para escuchar músicas muy variadas, entre la que se incluían tangos, pero espaciados por la inclusión de música europea, centroamericana o jazz. Eran los lugares preferidos para hacer sociedad entre quienes empezaban o intentaban empezar un noviazgo, los grupos familiares, o las mujeres que salían con sus amigas a charlar y ver vidrieras. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Entre las confiterías bailables es posible citar los salones del Alvear Palace, L´Aiglon, del Gas o Harrods, caracterizados por los ceremoniosos mozos que atendían la laboriosa tarea del té vespertino. Le seguían en orden decreciente en importancia social </span><st1:personname productid="La Glo" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Glo</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">rieta, Colón, Richmond de Florida y algunos otros locales.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Cine Sonoro y Tango</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La primera referencia del cine en el tango, es posiblemente, la composición que se debe a Ángel Villoldo llamada Sacame una Película, Gordito, (</span></span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 8pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">c</span></span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">.1910).</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Es a partir de la primera película sonora argentina, filmada en 1932, llamada Tango, que representó, no sólo un éxito de taquilla y el lanzamiento de algunos de sus intérpretes a la carrera de la fama, que la industria cinematográfica argentina logró la apertura del mercado hispano parlante.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Sus protagonistas femeninas fueron Tita Merello, Libertad Lamarque, Mercedes Simone, destacándose en los papeles masculinos Luis Sandrini, Pepe Arias, y Alberto Gómez</span></span><a href="file:///D:/My%20Documents/BLOG%20LOS%20GRANDES/historia%20del%20tango%20ANDR%C3%89S%20CARRETERO.doc#_ftn8" name="_ftnref8" title=""><sup><span lang="ES-TRAD"><sup><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">[8]</span></span></sup></span></sup></a><sup><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">[8]</span></span></sup><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Los tangos contenidos en ese film, fueron </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Soy así p´al amor, El Entrerriano</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> (bailado por El Cachafáz). Le suceden otras películas que dan cabida al tango y a sus principales intérpretes, llevados de la mano, muchos de ellos, por José </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">El Negro</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> Ferreyra, seguido por otros directores. que hicieron cine marcado rumbos, como fueron, </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Los Tres Berretines, Besos Brujos, Los Muchachos de Antes no Usaban Gomina, Luces de Buenos Aires, Melodía de Arrabal, El Tango en Broadway, El día que me Quieras, y Tango Bar,</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> estas últimas coincidiendo con las películas de Gardel, filmadas en Estados Unidos. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Esas películas de Gardel en Francia, como fueron </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Luces de Buenos Aires</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, además de reflejar la popularidad alcanzada por el cantor dentro del ambiente parisino, sirvieron para que su actuación estuviera rodeada de otros argentinos que ayudaron a dar un buen clima a las interpretaciones y a las escenas. La presencia de Pedro Quartucci, Sofía Bozán, Julio De Caro y otros argentinos que estaban en París, facilitaron la labor del cantor-actor</span></span><a href="file:///D:/My%20Documents/BLOG%20LOS%20GRANDES/historia%20del%20tango%20ANDR%C3%89S%20CARRETERO.doc#_ftn9" name="_ftnref9" title=""><sup><span lang="ES-TRAD"><sup><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">[9]</span></span></sup></span></sup></a><sup><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">[9]</span></span></sup><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Le siguieron </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Melodía de Arrabal, </span><st1:personname productid="La Ca" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Ca</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">sa es Seria, Espérame</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, todas en el año 1932, con lo que se cerró el ciclo inicial, para reanudarse en Estados Unidos filmando</span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> Cuesta Abajo, El Tango en Broadway, El Día que me Quieras y Tango Bar</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> entre 1934 y 1935. En todas ellas Gardel interpreta tangos y otras canciones muy variadas como son la jota los </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Ojos de Mimosa</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, correspondiente a la segunda película filmada en Estados Unidos, el fox </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Las Rubias de New York,</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> de la misma película, con los tangos </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Sus Ojos se Cerraron, Melodía de Arrabal, El día que me Quieras, Silencio, Arrabal Amargo, Cuesta Abajo, Mi Buenos Aires Querido y Por una Cabeza.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></i></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><i><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Paralelamente, en Buenos Aires se filmaban Rapsodia Gaucha, Consejo de Tango (1932); Los Tres Berretines, Dancing, </span><st1:personname productid="La Cancin" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Canción</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> de Buenos Aires, Calles de Buenos Aires, y Tango (1933). </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></i><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Otras películas de años sucesivos dieron lugar destacado a Azucena Maizani, Tita Merello, Mercedes Simone, Libertad Lamarque, Alberto Gómez, Ignacio Corsini, Ada Falcón, Dorita Davis, Libertad Lamarque y Azucena Maizani. Entre los conjuntos musicales se destacaron los de Francisco Canaro, Salvador Mérico, Sebastián Piana, Juan D´Arienzo y Enrique Delfino, Anibal Troilo, Osvaldo Fresedo, Edgardo Donato, Juan de Dios Filiberto, Enrique Delfino, Julián Plaza, Astor Piazzola, Horacio Salgán, Atilio Stampone, Mariano Mores, Francisco Canaro, Antonio Agri, Jorge Sobral, Amelita Baltar. A autores como Homero Manzi, Enrique S. Discépolo o Juan de Dios Filiberto, Hugo del Carril, quedando en niveles menores Alberto Gómez, Charlo, Alberto Vila, Alberto Castillo, Julio Sosa, y algún otro.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">El Tango en la década de 1940</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">También se la ha llamado con mucha razón la </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">época de oro o la de mayor y mejor esplendor </span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">del tango, pues en ella coincidieron y se complementaron músicos, composiciones y vocalistas.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">En esta década se manifestaron muy claramente los beneficios de los conservatorios y academias, sobre los músicos. No sólo les alfabetizaron musicalmente, sino que les brindaron múltiples recursos para producir y ejecutar las músicas impresas con un acopio de conocimientos técnicos que ninguna generación anterior tuvo. Al mismo tiempo proveyó a las nuevas camadas, salidas de sus aulas una capacidad de improvisación y de reinterpretación de las músicas ya escritas y consagradas, que abrían un panorama infinito de posibles variaciones, agregados o síntesis. La excepción en esta década fue el músico analfabeto e intuitivo, que hiciera años antes, la apertura musical por la que se fue encauzando el tango en gestación.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">El soporte de este esplendor musical estuvo dado por la acción de la radiotelefonía que de manera diaria y constante, ponía en los hogares las músicas y las voces de las principales agrupaciones musicales. A ellas le siguieron, en orden de importancia, los bailes realizados en el centro y los barrios, alcanzando en estos, renombre muchos clubes o sociedades mutuales de colectividades extranjeras. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Sin pretender exagerar es posible afirmar que en el centro de Buenos Aires no había cuadra donde no abrieran sus puertas, confiterías, cines, salones, cafés, cabarets, </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">boites</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, que no difundieran tangos, con la presentación de las agrupaciones musicales o por medio de propalaciones eléctricas. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Esta última modalidad imperó en muchos clubes deportivos de los barrios y de las ciudades del interior, pero debían competir con los que contrataban a conjuntos musicales o solistas vocales.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">El nivel de grabaciones lanzadas al mercado por las distintas casas grabadoras, supera como promedio los tres discos diarios.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">En las casas vendedoras de discos, que proliferaban por doquier, era posible que la juventud pasara dos o tres horas escuchando discos, recluidos en las cabinas preparadas al efecto. Las molestias que causaban eran parte del costo del aparato de venta y por ello aceptado y fomentado.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">En los cafés o confiterías del centro, era posible acceder a sentarse a una mesa, después de una espera en la vereda o la calle, interrumpiendo el paso de personas y vehículos. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Así el Nacional o el Café de los Angelitos, Marzotto, Ebro Bar, de la calle Corrientes, Tango Bar o Germinal, eran la cita obligada para escuchar y aplaudir a Anibal Troilo, Osmar Maderna, Osvaldo Pugliesse, Orlando Goñi, Alfredo de Ángelis, Horacio Salgán, Francini-Pontier, o José Basso con sus respectivos cantores.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Por la noche se podía acudir a los cabarets como el Chantecler, donde Juan D´Arienzo había sentado sus reales, Marabú, Maipú Pigall, Tabarís, Tibidabo y algunos otros locales, todos situados en el centro porteño.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Mientras, en los atardeceres era posible acudir las confiterías llamadas Ruca, Galeón, Novelty, Nobel, Picadilly, Sans Souci, Montecarlo, o a los tres Richmond, ubicados en Florida, Esmeralda o Suipacha, respectivamente.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Para los que gustaban de los ambientes perdularios estaban los locales habilitados en las calles 25 de Mayo, Alem y Reconquista, calificados por </span><st1:personname productid="La Mu" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Mu</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">nicipalidad como salones de baile Clase A., B., o C., que eran las categorías entre malos y peores. En esas calles se destacaban los locales llamados El Aeroplano, Ocean Dancing, Derby Dancing, intercalados con ventas de rezagos de ropa, frutos exóticos, tenderuchos u hoteles de la más ínfima condición. A pesar de la categoría de quienes los frecuentaban fueron escenarios de conjuntos musicales de muy buena calidad como los de Raúl Kaplún, Rodolfo Biaggi o Alfredo Gobbi (h). En plena zona de Retiro, abría sus puertas el famoso Parque Japonés que brindaba esparcimiento, juegos, (</span><st1:personname productid="La Vuelta" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Vuelta</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> al Mundo, los Coches Chocadores, el tiro al blanco), etcétera. Le seguía como atracción popular el Pabellón de las Flores, nombre irónico dado por el público, el Salón Lavalle y el Príncipe Jorge. Subsistían </span><st1:personname productid="La Casa Suiza" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Casa Suiza</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, el Salón </span><st1:personname productid="La Argentina" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Argentina</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> de la calle Rodriguez Peña, ampliando el panorama de posible concurrencia con el Salón Augusteo, Salón Bompland, siguiendo también la tradición los viejos y prestigiosos salones de Unione e Benevolenza, Unione e Lavoro, Editorial Haynes, editora del Diario El Mundo. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">En este diario era posible consultar los sábados, las orquestas de tango y jazz que actuaban en Buenos Aires y el Gran Buenos Aires, llegando casi siempre a 25 los lugares donde se podía elegir la orquesta preferida para bailar el fin de semana, o los salones que abrían sus puertas ofreciendo música de discos, como era </span><st1:personname productid="la Confiter■a Saln" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Confitería Salón</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> Azul o el anexo de Independiente en Flores, que tenían que competir contra el prestigio que en Caballito acaparaba el Club Ferro Carril Oeste, donde bailar cruzado era motivo de expulsión.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Esta euforia tanguera hizo que en esta década varias salas teatrales o cines habilitaran sus salas, retiraran las butacas, especialmente para la celebración de los bailes de carnaval. Quedaban los palcos, el pullman y en algunos barriales de segundo nivel un tercer lugar, llamado gallinero, que era muy apreciado por las parejas enamoradas. Los principales teatros que introdujeron esta modalidad fueron el Smart, el Politeama o cines barriales. En los diarios de época es posible encontrar comentarios sobre las cantidades de público concurrente, p. ej. al Club Comunicaciones o al Racing Club, en Avellaneda.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La sociedad de la década de 1950 no fue la misma que la de 1930 o la de 1940. En ella convergieron muchos factores ajenos al tango que redundaron sobre las orquestas, cantores, compositores, espectáculos y lugares de esparcimiento, reduciendo la cantidad de músicos por orquesta, cerrando lugares y disminuyendo la concurrencia. El proceso político- social impuso el cumplimiento de muchas leyes que estaban sancionadas pero no se cumplían, protegiendo al obrero u empleado; a ello hay que agregar el proceso de inflación desatado, al fracasar la política de estatización y el liberalismo impuesto por las autoridades militares que asumieron después de 1955.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">A esas condiciones hay que agregar la acción policial, que se dedicó a un verdadero rastreo de las </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">mariposas nocturnas</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, que animaban las noches de los cabarets y boites, poniendo en aprietos a muchos hombres que en las razzias, tenían que acompañar a las </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">chicas</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> a las comisarías, donde eran fichados. Con ello quedaban expuestos a problemas familiares que podían resultar muy graves o trascendentes. Ese accionar policial fue uno de los motivos que hizo habilitar, en la zona norte del Gran Buenos Aires, especialmente en Vicente López y San Isidro, locales nocturnos que estaban al amparo de las visitas requisitorias, por regir otra legislación.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Todo ello repercutió en las fuentes laborales que redujeron las nóminas de empleados y obreros, iniciando una etapa de despidos, trabajos mal pagos, incumplimiento de leyes sociales y laborales que a su vez, influyeron negativamente en los salarios y sueldos. Al mismo tiempo, el mercado argentino se vio invadido por músicas extranjeras (centroamericanas y de jazz) que a través de las películas fueron influyendo en el gusto del público. Paralelamente las casas grabadoras lanzaron a la plaza, las producciones de discos conteniendo esas músicas influyendo negativamente en el mercado del tango. El auge de la música folklórica, entre 1952 y 1954, hizo que las placas vendidas de esta última modalidad habían superado o igualado a las grabaciones vendidas de tango.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Todo lo anterior obligó a la mayoría de las grandes orquestas a reducir su personal, dejando a muchos músicos y cantores sin trabajo. Paralelamente, locales tradicionales (cabarets, confiterías, salones de baile, clubes de barrio, etcétera), dieran espacio para otros ritmos o eliminaron directamente al tango. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Así fue que cerraron sus puertas Ruca, Marzzoto, Richmond de Suipacha, Germinal, Nacional, Tango Bar, entre los más renombrados. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Para subsistir muchos directores de grandes orquestas se vieron obligados a dirigir pequeños conjuntos (cuartetos o quintetos), de la misma manera en que los músicos despedidos se agruparon en tríos, cuartetos o quintetos. En este proceso de readaptación a la nueva realidad imperante del mercado, no debe decirse que disminuyeron las agrupaciones musicales dedicadas al tango, pues si bien por un lado desaparecieron las grandes orquestas, de quince o más músicos, por otro, aumentaron las pequeñas. Las grandes agrupaciones subsistentes que continuaron con la misma alineación, la misma estructura de repertorio, con uno o dos cantores fueron Alfredo Gobbi, Osmar Maderna, Osvaldo Pugliese. Juan D´Arienzo, Carlos Di Sarli, Ricardo Tanturi, Mariano Mores, Osvaldo Fresedo y alguna otra, pero las dos primeras perdieron a sus conductores antes de la terminación de la década, a lo que debe agregarse el retiro del mercado de varias agrupaciones que sin ser de primerísima línea, eran sostenes constantes con largos años de trayectoria musical (Ricardo Malerba, es un buen ejemplo de esta situación). A ello se agregó la modalidad de mantener grandes orquestas, para las presentaciones públicas, pero reclutando los músicos necesitados en cada ocasión y terminado el contrato, dejarlos en libertad, con lo que desaparecía la orquesta como tal, subsistiendo el nombre.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Los grupos que podemos llamar chicos (de dúos a quintetos) por la elevación de la cultura musical ya señalada y la necesidad de buscar nuevos rumbos para permanecer en el mercado y el gusto popular, iniciaron la peligrosa aventura de innovar, recreando viejas partituras o creando otras nuevas, que poco a poco se estaban alejando de la tradición y con ello del sentir popular. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Es posible constatar por medio de las muchas grabaciones realizadas, los ponderables esfuerzos realizados, pero al mismo tiempo la distancia que separaba esas grabaciones del gusto popular imperante en el momento de ser realizadas. A ello hay que atribuir el fracaso de muchos de los intentos y no a la de cultura musical o falta de calidad musical.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Una rápida hojeada a los conjuntos </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">chicos</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, da la siguiente ennumeración: Cuarteto Los Notables del Tango, con Leopoldo Federico, Cuarteto Estrellas de Buenos Aires con nombres importantísimos como los de Hugo Baralis, Armando Cupo, Jorge Caldara y Enrique Díaz, que fueron compositores y directores de sus propias agrupaciones. </span><st1:personname productid="la Or" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Or</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">questa de las Estrellas, dirigida por Miguel Caló, fue un fracasado intento de reverdecer antiguos lauros; El Trío Yumba, </span><st1:personname productid="La Casa" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Casa</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> de Carlos Gardel, Los Tres de Buenos Aires, dirigidos desde el piano por Osvaldo Tarantino, Los Cuatro del Tango, el trío dirigido por Armando Cupo, el dúo Demare-Mori, el trío Bafa-Berlingeri-Cabargos, dando marco musical a Héctor Ortiz y a Roberto Goyeneche, Los Solistas del Tango, lo hicieron con Horacio Deval, el dúo Fernández-Pascual, el nuevo trío de Mario Demarco, Cuarteto Puro Tango, Cuarteto San Telmo, Los Solistas del Tango, el Palermo Trío, dirigido por Bartolomé Palermo. Estos y otros más, lograron actuar en locales tradicionales u otros nuevos como fueron </span><st1:personname productid="La Tanguer■a" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Tanguería</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, Palito 85, Sunset Street, Malena al Sur, El Mesón Español, Siglo XX, cantina Don Ernesto, Viejo Almacén, El Boliche de Rotundo, El Bulín Mistongo, </span><st1:personname productid="La Calle" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Calle</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, Cambalache, Caño 14, Patio de Tango, algunas radios porteñas, Municipal o El Mundo), al mismo tiempo que grababan en Victor, Polydor, auspiciados por </span><st1:personname productid="la Universidad" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Universidad</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> del Litoral, Music Hall, Orquesta Típica Víctor, Odeón, RCA Victor, Tini y TK. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">También a consecuencia de esta crisis económica, muchos vocalistas se presentaron o grabaron, acompañados por una guitarra o un dúo de ellas, reverdeciendo una modalidad de los primeros años del siglo.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Esta nueva época del tango propició el trabajo del disc-jockey, nuevo elemento que adquirió relevancia en el ambiente musical en general. Su tarea consistió en animar audiciones radiales, por intermedio de las nuevas o viejas grabaciones y ocasionalmente con presentaciones en vivo. De las radios pasaron a desempeñarse en clubes, salones, confiterías o bailes barriales. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">En realidad, el disc-jockey, fue la prolongación y la modernización de muchos locutores, que en la década del 20, 30 o 40 dirigieron audiciones radiales dedicadas al tango, cuyo paradigma es Julio Jorge Nelson. Las diferencias con los nuevos conductores de programas, es que los locutores estaban concentrados en el tango, mientras que los nuevos tenían un abanico o espectro musical mucho más amplio, ya que incursionaron en variados ritmos intercalando música centroamericana, brasileña o jazz, con el agregado de que muchos de estos disc-jokeys dependían, para mantener sus fuentes de trabajo, del favor de las firmas grabadoras, y por ello reiteraban la frecuencia de los discos propalados para influir en el gusto popular y así incidir en las ventas. Sin embargo, a pesar de la crisis económica y con ella la crisis ocupacional y la reducción en los niveles de ventas de discos de tango, perduraron orquestas y cantores.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Un ejemplo de ello son Jorge Sobral, Julio Sosa, Héctor Mauré, Raúl Berón, Edmundo Rivero, Alberto Marino, Roberto Goyeneche, Floreal Ruiz, Miguel Montero, todos ellos con una larga trayectoria como vocalistas en las mejores orquestas de todos los tiempos, o valores nuevos y renovadores como Néstor Fabián, Raúl Cobián, con el aporte femenino de Susy Leiva, Nelly Vázquez, Blanca Mooney, Nelly Omar, Amelita Baltar, Aida Denis, Alba Solís, al mismo tiempo que nuevos y consagrados poetas continuaron produciendo letras para el tango, como fueron Horacio Ferrer o Enrique Cadícamo y Cátulo Castillo.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">De los músicos que perduraron en la temática tanguera hay que diferenciar, para entender este período transicional a los tradicionales o semitradicionales, entreverados con los vanguardistas no exagerados como fueron Horacio Salgán, José Basso, Osvaldo Pugliese, Ubaldo de Lío, Enrique Francini, Anibal Troilo, Roberto Grela, Juan D´Arienzo, Héctor Varela, Florindo Sassone, para mencionar nada más que unos pocos y la ruptura musical que significó la corriente vanguardista o modernista encarbezada por Astor Piazzola.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La carga musical agregada a los arreglos practicados, durante el tiempo en que fue arreglador de Troilo ya anunciaban su trayectoria musical posterior. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Los límites entre la tradición musical tanguera modernizada, puesta al día, </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">agiornada</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, y la separación que significó Piazzola, posiblemente estén en los que puso Troilo a los arreglos de Piazzola, señalados con</span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> hasta aquí no más. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></i></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">El impacto de Piazzola, superó los límites del tango. No significa esta afirmación, su música no sea tango, sólo indico que con la coreografía del 1930, o la más avanzada de la época del tango cruzado, es imposible bailar cualquier tango de este gran compositor.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Se lo combatió, aplaudió y consagró en vida y después de muerto por lo que hay que reconocerle dos méritos importantes: hizo conocer su música, bajo el rubro de tango a nivel internacional y logró formar escuela, pues sus seguidores siguen las huellas marcadas por su paso en la música ciudadana de Buenos Aires. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Sus seguidores están entre los músicos, poetas y cantantes, de la última generación. Así es posible mencionar como poetas </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">piazoleros o apiazolados, </span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> a Horacio Ferrer, Federico Silva, Luis Alposta, Héctor Negro, Horacio Expósito, o músicos como Raúl Garello, Daniel Binelli o Rodolfo Mederos, mientras que las y los cantantes pueden quedan sintetizadas en Amelita Baltar o Rubén Juárez, a los que se pueden agregar Raúl Lavié y algún otro nombre. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Los músicos continuadores de esa corriente musical pueden sintetizarse en los nombres de Néstor Marconi, José Libertella, Osvaldo Ruggiero, Luis Stazzo, etcétera.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Paralelamente a este fenómeno </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">piazolero</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, se registró la incursión de otros valores vocales que respondían a la corriente tradicionalista del tango postgardeliano y cuyos nombres en muy breve cita son Guillermo Fernández consagrado en la televisión, Chiqui Pereyra, Luis Filipelli, Héctor Blotta, etcétera. La voces femeninas de esta generación, que es de alguna manera el retorno a las formas tradicionales, pueden sintetizarse en los nombres de Susana Rinaldi, Nelly Omar, María Graña, Nelly Vázquez, Gloria Díaz, Rosanna Falasca y Graciela Susana.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Revista Porteña y Tango</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La revista llamada criolla, hizo su aparición en los tablados de los teatros y en las pistas de los circos ente 1890 y 1900. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La primera composición teatral que se puede considerar como revista criolla es Ensalada Criolla, de Enrique De María, del año 1898, estrenada en el circo Lavalle cuando funcionaba en el predio de Tucumán y Libertad.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Esta pieza y muchas del mismo género, demuestran la herencia recibida del zarzuelismo español en la estructura general, el pintorequismo de los personajes presentados y la adaptación del leguaje original al habla regional porteña</span></span><a href="file:///D:/My%20Documents/BLOG%20LOS%20GRANDES/historia%20del%20tango%20ANDR%C3%89S%20CARRETERO.doc#_ftn10" name="_ftnref10" title=""><sup><span lang="ES-TRAD"><sup><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">[10]</span></span></sup></span></sup></a><sup><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">[10]</span></span></sup><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La revista necesita para ser tal y al mismo tiempo obtener éxito, contar con buenos números musicales, muy bailables, acompañados de gran despliegue escenográfico, sin importar la naturaleza del argumento, que en el fondo fue siempre lo secundario. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">A pesar de ser imposible incluir la lista completa de revistas con tangos bailados y cantados, se pueden mencionar en muy apretada síntesis </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Yankees y Criollos, </span><st1:personname productid="La Co" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Co</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">yunda, Milonga, Tango, Credo Rante, Narcisa Garay Mujer para Llorar, </span><st1:personname productid="La Moreira" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Moreira</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> y Corazón de Tango</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> dejando de lado más de 1700 composiciones revesteriles que pasaron por los escenarios porteños, muchas de ellas llevadas a escenarios de provincias.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">En la proyección temporal, las tonadilleras pioneras, se han prolongado al tiempo actual, con figuras de travestis, convertidos en primeras figuras del Maipo, que para muchos porteños sigue siendo la catedral de la revista.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La introducción del tango en la revista, no fue realizada de manera mecánica ni automática ya que reconoce etapas de consolidación. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La etapa inicial la bailarina y el cantante demostraban en el escenario cómo se bailaba, siempre siguiendo las pautas de la zarzuela, que significa pareja suelta. Le siguió una nueva etapa, con la presentación del tango tal como era practicado en los lugares de origen, con sus cortes y quebradas.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">En las revistas, como en el resto de las composiciones puestas en escena con sus bailes y canciones, se manifestaron muy claramente los beneficios de los conservatorios y academias. La excepción fue el músico analfabeto e intuitivo, que hiciera años antes, la apertura musical por la que se fue encauzando el tango en gestación.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">El soporte de este esplendor musical estuvo dado por la acción de la radiotelefonía que de manera diaria y constante, ponía en los hogares las músicas y las voces de las principales agrupaciones. A ellas le siguieron, en orden de importancia, los bailes realizados en el centro y los barrios, alcanzando en estos, renombre muchos clubes o sociedades mutuales de colectividades extranjeras. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">En el centro de Buenos Aires no había cuadra donde no abrieran sus puertas, confiterías, cines, salones, cafés, cabarets, </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">boites</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, que difundieran tangos, con la presentación de las agrupaciones musicales o por medio de propalaciones, primeros con discos y más tarde con otros medios. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Esta última modalidad imperó en muchos clubes deportivos de los barrios y de las ciudades del interior, pero debían competir con los que contrataban a conjuntos musicales o solistas vocales.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">El Nacional o el Café de los Angelitos, Marzotto, Ebro Bar, de la calle Corrientes, Tango Bar o Germinal, eran la cita obligada para escuchar y aplaudir a Anibal Troilo, Osmar Maderna, Osvaldo Pugliesse, Orlando Goñi, Alfredo de Ángelis, Horacio Salgán, Francini-Pontier, o José Basso con sus respectivos cantores.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Para los que gustaban de los ambientes perdularios estaban los locales habilitados en las calles 25 de Mayo, Alem y Reconquista, calificados por </span><st1:personname productid="La Mu" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Mu</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">nicipalidad como salones de baile Clase A., B., o C., que eran las categorías entre malos y peores. En esas calles se destacaron los locales llamados El Aeroplano, Ocean Dancing, Derby Dancing, intercalados con ventas de rezagos de ropa, frutos exóticos, tenderuchos u hoteles de la más ínfima condición. A pesar de la categoría de quienes los frecuentaban también fueron escenarios de conjuntos musicales de muy buena calidad como los de Raúl Kaplún, Rodolfo Biaggi o Alfredo Gobbi (h). En plena zona de Retiro, abría sus puertas el famoso Parque Japonés que brindaba esparcimiento, juegos, (</span><st1:personname productid="La Vuelta" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Vuelta</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> al Mundo, los Coches Chocadores, el Tiro al Blanco), etcétera. Le seguía como atracción popular el Pabellón de las Flores, nombre irónico dado por el público, el Salón Lavalle y el Príncipe Jorge. Subsistían </span><st1:personname productid="La Casa Sui" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Casa Sui</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">za, el Salón </span><st1:personname productid="La Argentina" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Argentina</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> de la calle Rodriguez Peña, ampliando el panorama de posible concurrencia con el Salón Augusteo, Salón Bompland, siguiendo también la tradición los viejos y prestigiosos salones de Unione e Benevolenza, Unione e Lavoro, Editorial Haynes, editora del Diario El Mundo. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">En este diario era posible consultar los sábados, las orquestas de tango y jazz que actuaban en Buenos Aires y el Gran Buenos Aires, llegando casi siempre a 25 los lugares donde se podía elegir la orquesta preferida para bailar el fin de semana, o los salones que abrían sus puertas ofreciendo música de discos, como era </span><st1:personname productid="la Confiter■a Saln" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Confitería Salón</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> Azul o el anexo de Independiente en Flores, que tenían que competir contra el prestigio que en Caballito acaparaba el Club Ferro Carril Oeste. Esta euforia tanguera hizo que varias salas teatrales o cines habilitaran sus salas, retiraran las butacas, especialmente para la celebración de los bailes de carnaval.. Los principales teatros que introdujeron esta modalidad fueron el Smart, el Politeama o cines barriales. En los diarios de época es posible encontrar comentarios sobre las cantidades de público concurrente, por ejemplo al Club Comunicaciones o al Racing Club, en Avellaneda.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La sociedad de la década de 1950 no fue la misma que la de 1930 o la de 1940. En ella convergieron muchos factores ajenos al tango que redundaron sobre las orquestas, cantores, compositores, espectáculos y lugares de esparcimiento, reduciendo la cantidad de músicos por orquesta, cerrando lugares y disminuyendo la concurrencia. El proceso político- social impuso el cumplimiento de muchas leyes que estaban sancionadas pero no se cumplían, protegiendo al obrero u empleado; a ello hay que agregar el proceso de inflación desatado, al fracasar la política de estatización antes de 1955 y el liberalismo impuesto por las autoridades militares que asumieron después de ese año.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Así fue que se fueron cerrando Ruca, Marzzoto, Richmond de Suipacha, Germinal, Nacional, Tango Bar, entre los más renombrados. Junto a ellos cerraron sus puertas la mayoría de los cabarets antes mencionados. lo mismo que confiterías y salones barriales, subsistiendo algunos pocos que correspondían a sedes sociales de colectividades extranjeras.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La crisis económica que afecto a la mayoría de las grandes orquesta, volvió a poner en vigencia a tríos, cuartetos o quintetos., tratando de compensar el menor número con mayor y mejor calidad Las grandes agrupaciones subsistentes fueron muy pocas. La mayoría de los directores convocaba cuando necesitaba presentarse para eventos muy bien acotados y con retribución segura.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Los grupos que podemos llamar chicos iniciaron aventura de innovar, recreando viejas partituras o creando otras nuevas, que poco a poco se estaban alejando de la tradición y con ello del sentir popular mayoritario. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">De esos conjuntos nuevos e innovadores, se pueden enumerar: Cuarteto Los Notables del Tango, con Leopoldo Federico, Cuarteto Estrellas de Buenos Aires con nombres importantísimos como los de Hugo Baralis, Armando Cupo, Jorge Caldara y Enrique Díaz, que fueron compositores y directores de sus propias agrupaciones. </span><st1:personname productid="la Or" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Or</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">questa de las Estrellas, dirigida por Miguel Caló, fue un frustrado intento de reverdecer antiguos lauros; El Trío Yumba, </span><st1:personname productid="La Casa" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Casa</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> de Carlos Gardel, Los Tres de Buenos Aires, dirigidos desde el piano por Osvaldo Tarantino, Los Cuatro del Tango, el trío dirigido por Armando Cupo, el dúo Demare-Mori, el trío Bafa-Berlingeri-Cabargos, dando marco musical a Héctor Ortiz y a Roberto Goyeneche, Los Solistas del Tango, lo hicieron con Horacio Deval, el dúo Fernández-Pascual, el nuevo trío de Mario Demarco, Cuarteto Puro Tango, Cuarteto San Telmo, Los Solistas del Tango, el Palermo Trío, dirigido por Bartolomé Palermo. Estos y otros más, lograron actuar en locales tradicionales u otros nuevos como fueron </span><st1:personname productid="La Tanguer■a" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Tanguería</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, Palito 85, Sunset Street, </span><st1:personname productid="La Yum" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Yum</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">ba, Malena al Sur, El Mesón Español, Siglo XX, Cantina Don Ernesto, Viejo Almacén, El Boliche de Rotundo, El Bulín Mistongo, </span><st1:personname productid="La Calle" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Calle</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, Cambalache, Caño 14, Patio de Tango, algunas radios porteñas (Municipal o El Mundo), al mismo tiempo que grababan en Victor, Polydor, auspiciados por </span><st1:personname productid="la Universidad" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Universidad</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> del Litoral, Music Hall, Orquesta Típica Víctor, Odeón, RCA Victor, Tini y TK. También a consecuencia de esta crisis económica, muchos vocalistas se presentaron o grabaron, acompañados por una guitarra o un dúo de ellas, reverdeciendo una modalidad de los primeros años del siglo.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Sin embargo, a pesar de la crisis económica y con ella la crisis ocupacional y la reducción en los niveles de ventas de discos de tango, perduraron unos pocos conjuntos y cantores.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Un ejemplo de ello son Jorge Sobral, Julio Sosa, Héctor Mauré, Raúl Berón, Edmundo Rivero, Alberto Marino, Roberto Goyeneche, Floreal Ruiz, Miguel Montero, todos ellos con una larga trayectoria como vocalistas en las mejores orquestas de todos los tiempos, o valores nuevos y renovadores como Néstor Fabián, Raúl Cobián, con el aporte femenino de Susy Leiva, Nelly Vázquez, Blanca Mooney, Nelly Omar, Amelita Baltar, Aida Denis, Alba Solís, al mismo tiempo que nuevos y consagrados poetas continuaron produciendo letras para el tango, como fueron Horacio Ferrer o Enrique Cadícamo y Cátulo Castillo.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">De los músicos que perduraron en la temática tanguera hay que diferenciar, para entender este período transicional a los tradicionales o semitradicionales, entreverados con los vanguardistas no exagerados como fueron Horacio Salgán, José Basso, Osvaldo Pugliese, Ubaldo de Lío, Enrique Francini, Anibal Troilo, Roberto Grela, Juan D´Arienzo, Héctor Varela y Florindo Sassone.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Los límites entre la tradición musical tanguera modernizada, puesta al día, </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">agiornada</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, y la separación que significó Piazzola, posiblemente estén en los que puso Troilo a los arreglos de Piazzola, señalados con</span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> hasta aquí no más,</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> por aquel.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><b><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 16pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">TERCERA PARTE</span></span></b><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.2pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.2pt;"><b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Vanguardia pre Piazzola</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.2pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.2pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Las agrupaciones musicales, llámense orquestas, tríos o cuartetos, provenientes de la modalidad de </span><st1:personname productid="la Guardia Vieja" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Guardia Vieja</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, tenían la característica de responder a la dirección y estructura musical impuesta por el director, que por regla general era el que más sabía de música o el más hábil en la ejecución del instrumento. Esto hacía que el resto de los ejecutantes siguieran sus indicaciones y sirvieran de marco. Al mismo tiempo esta modalidad hacía que los cantantes fueran un complemento, para lucimiento de los músicos. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.2pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Se ha dicho con razón, que esta modalidad musical es el resultado -como característica general- la poca cultura musical lograda, como promedio, entre los músicos de esa Guardia Vieja.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.2pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">A medida que los Conservatorios y Academias musicales fueron formando músicos con sólidas bases, las composiciones y las ejecuciones fueran adquiriendo mejor calidad musical y muy especialmente las formas o maneras de interpretar las notas escritas en los pentagramas. Ya no se limitó el músico culto, alfabeto musical, con interpretar las notas tal cual estaban escritas en el pentagrama por el autor, sino en expresarlas cómo las sentía. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.2pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Esto hizo que no podían confundirse por el sonido D´Arienzo con Maderna, Troilo con Pugliese. Cada uno interpretaba las notas escritas como la entendía o sentía, sacándolas del frío pentagrama.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.2pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">De este período se pasó a la etapa siguiente y que consistió en introducir arreglos que comprendieran a toda la orquesta. La introducción de arreglos son de vieja data y se fueron imponiendo de manera paulatina en las composiciones interpretadas por los bandoneones, habiendo algunos de sus instrumentistas como Maffia o Maglio, que impusieron sus propias variaciones, de tanta riqueza musical, que han perdurado en el tiempo, a pesar de innovaciones conseideradas como revolucionarias. Pero esos arreglos eran para un instrumento y nada más.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.2pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">En cambio, los arreglos que se impusieron con posterioridad fueron para una parte o la totalidad del grupo musical, dando entonces relieve e importancia al músico arreglador.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.2pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La personalidad de Argentino Galván, como su trayectoria musical, son un buen ejemplo de ello. Otros orquestadores o arregladores de gran relieve fueron Pascual Mamone, Astor Piazzola, antes y después de tener orquesta propia, Aníbal Troilo, Horacio Salgan, Osmar Maderna, Héctor Stamponi, José L. Bragato, Hugo Baralis, Enrique Francini, Osvaldo Tarantino, Leopoldo Federico, Leopoldo Lipesker, Osvaldo Piro, Eduardo Rovira, Rodolfo Mederos, Osvaldo Berlingieri, José Colángelo, Osvaldo Pugliese, Osvaldo Manzi, y muchos otros.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Además del avance cultural antes indicado, hay que agregar los adelantos tecnológicos logrados para una mejor propalación el sonido. Por su intermedio fue posible brindar sonidos más nítidos, transmitidos a mayor distancia, con mayor fidelidad sonora, tanto en la ejecución ante el público como en la destinada a la grabación respectiva, al mismo tiempo que reuniendo los sonidos de dos, tres o más instrumentos, dejando los restantes como fondo orquestal.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.2pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Sin embargo, es necesario anotar una características de esta vanguardia tanguera. Es que acepta la modernización o vanguardismo, pero sin olvidar ni renegar de las raíces, que es lo mismo que aceptar la carga nostálgica de la tradición formativa, tratando de mantenerla viva bajo nuevas formas,. Se trató de armonizar la esencia, sin renunciar ni rechazar los avances del modernismo,.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.2pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">En los grupos chicos del pesente, es casi imposible encontrar música tradicional del tango, pues sus integrantes, en la mayoría de los casos, son músicos de las dos últimas generaciones que tienen, por fortuna, muy buena formación académica. Sin embargo, se está notando de manera muy sutil, pero cada día con más frecuencia la incorporación y ejecución de composiciones de </span><st1:personname productid="la Guardia Vieja" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Guardia Vieja</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, donde se respetan las notas escritas, como el estilo o la manera de ejecutar que era característica distintiva de las décadas de 1920 o 1930.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Sin pretender dar una nómina completa de los conjuntos distinguidos de la corriente modernista o vanguardista es posible mencionar a las que se distinguieron entre 1956 y 1974 con los siguientes nombres: Cuarteto de Cámara del Tango, el Trío dirigido por Horacio Salgán, Quinteto Real, Los Notables del Tango, Los 4, Quinteto Nuevo Tango, el Quinteto de Osvaldo Tarantino, </span><st1:personname productid="la A" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la A</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">grupación de Tango Moderno, Tango Trío, el dúo Salgán-de Lío, Cuarteto Cedrón, El Trío del Tango Moderno, El Quinteto Tango, el dúo Francini-Stamponi, el grupo dirigido por Eduardo Rovira, dando marco musical a Susana Rinaldi, el Cuarteto Musical Buenos Aires, el Quinteto Ray Nolan, el Quinteto de Rodolfo Mederos, Agrupación de Solistas, Agrupación de Tango Moderno, el grupo musical dirigido por Nacho Manzi para secundar musicalmente a Amelita Baltar, el Trío de Mauricio Marcelli, el Vanguartrío, el Quinteto Guardia Nueva, El Noneto de Piazzola, Los Joven Tango, el Cuarteto del Tango Actual, el Quinteto Tango, el grupo de Hugo Baralis, Generación Cero, Buenos Aires Trío, dejando sin querer alguno sin mencionar.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Piazzola y sus seguidores</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Partiendo de una sólida formación académica y abrevando en los músicos clásicos de </span><st1:personname productid="la Guardia Vieja" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Guardia Vieja</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> y Nueva, Astor Piazzola fue incursionando en nuevos caminos abiertos por él mismo con producciones que no sobresalían por ser modernistas, como fueron </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Tanguando </span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">o</span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> Triunfal, </span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">para señalar ejemplos. Sin embargo, su </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Buenos Aires</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, estrenado en 1953, además de causar gran revuelo y conmoción, marcó el inicio de su camino innovador, de valiosos méritos y condiciones.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Ese camino tenía antecedentes en lo intentado años antes por Cobián, Firpo, Delfino, De Caro, Canaro, Maderna o Mores, pero era tan distinto, que se lo debe entender como totalmente nuevo. No mejor ni peor, sino nuevo y distinto. La cita anterior significa que el camino iniciado por Piazzola no reniega de la tradición tanguera heredada, sino que la cambia hasta hacerla aparecer como negada.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">De la misma manera que al tango se lo debió aceptar tal como era en las décadas de 1910 y 1920, hasta su consagración como música popular porteña, así se lo debe aceptar a Piazzaola, desde sus producciones de 1970 en adelante, pese a la resistencia de los ultra tradicionalistas.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">El tango siempre tuvo innovadores y creadores a lo largo d su historia, pero el impacto ocasionado por Piazzola, superó los límites de lo conocido. No significa ello que su música no sea tango, sólo se indica que con la coreografía del 30 o la más avanzada de la época del tango cruzado, es imposible bailar cualquier tango de este gran compositor.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Se lo combatió, aplaudió y consagró en vida y después de muerto por lo que hay que reconocerle dos méritos importantes: hizo conocer su música, bajo el rubro de tango a nivel internacional y logró formar escuela, pues sus seguidores siguen las huellas marcadas por su paso en la música ciudadana de Buenos Aires. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Sus seguidores proliferaron entre los músicos, poetas, arregladores y cantantes, de la generación que tiene presencia y vigencia. Así es posible mencionar como poetas </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">piazoleros o apiazolados,</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> a Horacio Ferrer, Federico Silva, Luis Alposta, Héctor Negro, Horacio Expósito, o músicos como Raúl Garello, Daniel Binelli o Rodolfo Mederos, mientras que las y los cantantes pueden sintetizarse en los nombres de Amelita Baltar o Rubén Juárez, a los que se pueden agregar Raúl Lavié y algún otro nombre. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.2pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Los músicos continuadores de esa corriente musical son muchos, por lo que a los nombres anterioesse deben agregarlos de Néstor Marconi, José Libertella, Osvaldo Ruggiero, Luis Stazzo, que pueden servir de ejemplo sintetizador.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.2pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Coincidentemente con este fenómeno </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">piazolero</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, se registró la incursión de otros valores vocales que respondían a la corriente tradicionalista del tango postgardeliano y cuyos nombres, en muy breve cita, son Guillermo Fernández consagrado en la televisión, Chiqui Pereyra, Luis Filipelli, Héctor Blotta, etcétera. Las voces femeninas de esta generación, que es de alguna manera el retorno a las formas tradicionales, pueden sintetizarse en los nombres de Susana Rinaldi, Nelly Omar, María Graña, Nelly Vázquez, Gloria Díaz, Rosanna Falasca y Graciela Susana.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.2pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Conjuntos modernistas</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Sin pretender dar una nómina completa de los conjuntos distinguidos de la corriente modernista o vanguardista es posible mencionar a las que se distinguieron entre 1956 y 1974 con los siguientes nombres: Cuarteto de Cámara del Tango, el Trío dirigido por Horacio Salgán, Quinteto Real, Los Notables del Tango, Los 4, Quinteto Nuevo Tango, el Quinteto de Osvaldo Tarantino, </span><st1:personname productid="la Agru" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Agru</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">pación de Tango Moderno, Tango Trío, el dúo Salgán-de Lío, Cuarteto Cedrón, El Trío del Tango Moderno, El Quinteto Tango, el dúo Francini-Stamponi, el grupo dirigido por Eduardo Rovira, dando marco musical a Susana Rinaldi, el Cuarteto Musical Buenos Aires, el Quinteto Ray Nolan, el Quinteto de Rodolfo Mederos, Agrupación de Solistas, Agrupación de Tango Moderno, el grupo musical dirigido por Nacho Manzi para secundar musicalmente a Amelita Baltar, el Trío de Mauricio Marcelli, el Vanguartrío, el Quinteto Guardia Nueva, El Noneto de Piazzola, Los Joven Tango, el Cuarteto del Tango Actual, el Quinteto Tango, el grupo de Hugo Baralis, Generación Cero, Buenos Aires Trío, dejando sin querer alguno sin mencionar.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Es interesante hacer notar que en la corriente innovadora del vanguardismo, respondiendo al ensamble de cultura musical y tecnología, permitió incursionó en la búsqueda de nuevas sendas musicales produciendo intentos de cambiar la música, intercalándole conceptos clásicos modernos o no, como son el barroco, el dodecafonismo y hasta el intento de hacer música de tango, utilizando la producción de sonido electrónico. Estos intentos, muy respetables, por la innovación y los caminos intentados, no llegaron a ser aceptados por la mayoría del público en general. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La corriente que podemos llamar clasicista, reconoce viejas raíces y tiene un claro concepto en las innovaciones impuestas por músicos de </span><st1:personname productid="la Guar" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Guar</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">dia Vieja, que se consagraron y hoy son parte integral de la corriente tradicional, pero en su momento resultaron extemporáneas, o la introducción de instrumentos propios de las orquestas sinfónicas, tratando de darle al tango una mayor y mejor musicalidad al mismo tiempo que jerarquizar la música. Esto último ha quedado como intento y en los momentos actuales la introducción de instrumentos como el cello, por ejemplo, no pasan de ser meros intentos o caprichos de algún director. Ejemplos de esos intentos fueron Julio de Caro o Mariano Mores.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Televisión y Tango</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La llegada de la televisión a </span><st1:personname productid="La Argentina" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Argentina</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> sirvió para brindar otro escenario para el acceso del tango a mayores públicos. Ello permitió que figuras de larga actuación fueran vistas y escuchadas por el público, acrecentando su popularidad o el lanzamiento a la consideración popular de nuevas figuras.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Inicialmente actuó ante las pantallas de Canal 7 Ernesto Grillo y su orquesta, y entre los programas que lograron buena audiencia, referidos al tango, estuvo Esquina de Tango, que en 1960 presentó el debut de Enrique Dumas, acompañado musicalmente por el cuarteto de Carlos Figari, quien con posterioridad se presentó acompañando otros vocalistas.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Seis años más tarde actuó en este canal Osvaldo Pugliese y su orquesta, con las voces de Maciel y Córdoba. En el programa Tango 7, actuaron Anibal Troilo con su orquesta, Nelly Omar y Guillermo Fernández que hacía su presentación en ese canal.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Años después actuó Jorge Dragone en el programa De Tango Somos. Para 1977, Héctor Larrea condujo el programa Amistangos, donde se presentaron varias figuras de la música porteña, entre las que se destacan por la importancia en el momento y la trayectoria posterior, José Basso, Florindo Sassone y Alfredo De Ángelis. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Por su parte el reconocido actor del teatro y cine, Ángel Magaña dirigió el programa Tangos a Medianoche, también acompañado con personalidades del tango. En 1978, la personalidad de la música tanguera más descollante, que actuó en ese canal, fue Ernesto Baffa conduciendo su trío, dando marco musical para una pareja de baile llamada Los Dinzel, complementados con otras figuras de menor relieve. Cierra esta breve cita la orquesta de Carlos Di Sarli, con los cantores Jorge Durán y Héctor Casares, incluidos en el programa Séptimo Piso, dirigido por Luis Medina Castro, y en el que se presentó el poeta y memorioso Héctor Ernié.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Por su parte Canal 9, en el programa de 1960, dirigido por Nicolás Mancera, </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Pipo</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, presentó el debut de </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Valeria Riz, seguida al año siguiente por Joaquín Do Reyes y su orquesta. Más adelante, 1967, se presentó la importante agrupación musical de Carlos Figari, que dio marco musical a Hugo del Carril. Al año siguiente en el programa Grandes Valores del Tango, creado y dirigido por Silvio Soldán, actuó el cuarteto de Roberto Firpo (h), con la voz de Roberto Achaval. En el mismo programa, pero un año después, se presentó Rosanna Falasca. También lo hizo Mariano Mores y su orquesta-espectáculo, Carlos Figari, con Enrique Dumas y Virginia Luque completando la mención de figuras del tango para ese año. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">El mencionado programa, por el éxito alcanzado formó una orquesta estable dirigida por Leo Lipesker, sirviendo de encuadre musical a los valores vocales que se fueron presentando a lo largo del año 1970.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Se sucedieron las presentaciones de valores como fueron Rubén Améndola (1975) en el programa Grandes Valores de Hoy y de Siempre; Floreal Ruiz (1977); Carlos Acuña y el debut televisivo de Oscar Alonso (1978). Continuó la presentación durante 1979 de grandes figuras en el mismo programa, con Alberto Castillo, Alfredo De Ángelis, Silvia del Río, Raúl Berón, Leopoldo Federico, Enrique Dumas y otros de menor jerarquía.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Por su parte Canal 11, se presentó en 1966 al Quinteto Nuevo Tango, dirigido por Astor Piazzola; al año siguiente lo hizo Osvaldo Piro, también alineado en la vanguardia tanguera, en el programa Domingos de mi Ciudad. En el año 1968 actuaron muchos valores, rescatando músicos de la corriente tradicional y al mismo tiempo presentando otros nuevos que se estaban abriendo camino, destacándose las presentaciones de las orquesta Los Grandes del Compás y Los Señores del Tango.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Canal 13 sirvió en 1958, para el debut televisivo de Silvia del Río, teniendo como contraste la voz de Jorge Vidal, ya consagrado en su paso por grandes orquestas.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">En el programa dirigido por Mareco, El Show de Pinocho actuó la orquesta dirigida por Carlos Figari (1963): en programa de Pipo Mancera Sábados Circulares actuó Osvaldo Piro y su agrupación musical (1967); En el programa </span><st1:personname productid="La Canoa" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Canoa</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> se presentó Fulvio Salamanca (1968), que era la figura más destacada entre los que surgían.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">En julio del mismo año en el programa llamado </span><st1:personname productid="La Cam" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Cam</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">pana de Cristal se presentó una orquesta integrada por los mejores directores de orquestas que en ese momento actuaban en Buenos Aires. Se logró reunir a Julio De Caro, Pedro Laurenz, Raúl Kaplún, Sebastián Piana, Alfredo De Ángelis, Rodolfo Biaggi y otros más integrantes de la corriente que podemos llamar tradicional, actuando con hombres de la corriente vanguardista atemperada como fueron José Basso, Héctor Stamponi, Armando Pontier, Osvaldo Piro, Atilio Stamponi, Carlos Figari, Ernesto Baffa y otros. Ese conjunto selecto interpretó </span><st1:personname productid="La Cum" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Cum</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">parsita.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Al año siguiente en el programa </span><st1:personname productid="La Bo" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Bo</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">tica del Ángel, se presentó el Trío Contemporáneo. En el programa Casino actuó Juan D´ Arienzo, una figura consagrada en el tango (1972). Un programa, conducido por Juan C. Thorry, hombre de la escena teatral y cinematográfica, llamado El Tango de los Campeones, logró reunir a cantantes importantes como fueron Gabrie</span><st1:personname productid="la Susana" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Susana</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, Rosanna Falasca, Roberto Goyeneche y Alberto Marino, Estos dos últimos, como expresión de la corriente tradicional y las dos primeras, de la nueva corriente tanguera. El Cuarteto del Centenario, se presentó en 1978, en el programa de Guerrero Martitinheitz, mientras que al año siguiente, en diversas presentaciones actuaron Mario Bustos, Alberto Cuello, Jorge Valdéz, Alberto Echagüe y Osvaldo Ramos.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Así la televisión ha servido para que algunos conjuntos o figuras individuales se presentaran ante el gran público buscando efectos de beneficios propios y no de aportes calificados para el tango, al mismo tiempo que la consagración de personalidades sobrias y eficaces como las de Antonio Carrizo, Héctor Larrea, o Silvio Soldán o los valores de Guillermo Fernández, que en el balance, tras el tiempo transcurrido, no son la excepción, pero sí destacables, por haber señalado caminos y un excelente oficio de comunicadores o de intérpretes.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 2; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Cine extranjero y tango</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Las más remotas raíces del tango en el cine extranjero en general, hay que buscarlas en las viejas fotografías de los conjuntos argentinos actuando en París, como en otras capitales europeas, presentándose vestidos (disfrazados habría que decir) de gauchos. Esa vestimenta (chiripá, corralera y gran pañuelo al cuello con la consiguiente rastra y botas), totalmente ajena a la vida cotidiana de los músicos, cantores y bailarines que interpretaban tangos en Europa, fue un artilugio para eludir las prohibiciones de las leyes sindicales que especificaban una protección para los artistas de los países donde se presentaban. De allí hay que pasar a la película filmada por Carlos Gardel en Joinville, Francia, en 1929.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">De las imágenes divulgadas y popularizadas por las distintas orquestas que actuaban en París hay que pasar a las imágenes del cine mudo norteamericano donde el actor italo-norteamericano Rodolfo Valentino, mostró una figura achulada del bailarín de un ritmo mezcla de tango afrancesado y yanquizado, pero que fue muy del agrado el gran público de la nación el norte. La película se llamó con un nombre deslumbrante en aquel entonces, como fue Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis (c.1922), y la compañera de baile para ese evento fue Natacha Rambova.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Esas imágenes distorsionadas, y para nosotros ridículas, del tango bailado, (con pasos alargados en demasía, poses de las manos y los brazos, giros sobre sí misma que se hacían dar a la mujer, o los pasos laterales, en una pésima imitación de las corridas), sirvieron para divulgar al tango en medios populares y muy masivos, donde no había tenido acceso, y por ello se desconocía la verdadera esencia de la música y la coreografía del tango. También servió para fijar una estilo de baile que perduró y ha hecho escuela a través de los años al ser presentado en las distintas películas en las que se han incluido músicas y bailes de tango, como fueron La Ópera de Tres Centavos, de 1928, Beso su Mano, Madame, Johnny, con Marlene Dietrich, en 1930, Bolero con George Raft, </span><st1:personname productid="la Historia" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Historia</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> de Hace de Noche, con Charles Boyer, Privilegio de Mujer, Amapo</span><st1:personname productid="la Roja" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Roja</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, Las Piernas de Dolores, Leven Anclas, con Gene Kelly; Tango-Bolero de Llosas, el documental francés Calcuta, El Último Tango en París, con Marlon Brandon, Gigoló, Lumiere, con la música de Piazzola.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span></span><b><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 16pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">CUARTA</span></span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 18pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> PARTE</span></span></b><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 4; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 4; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Personalidades definidoras</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Teniendo como fondo los nombres y las obras de todos los intérpretes musicales y vocales, compositores, arregladores, innovadores o tradicionalistas, mencionados en este texto, sin importar aquí la época ni la etapa en que actuaron o actuan, hay dos nombres y dos personalidades que definen modalidades y tiempos del tango.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">El primero corresponde a Carlos Gardel, de quien se ha escrito mucho y se seguirá escribiendo más. Su significado reside, no en haber popularizado el tango en Europa y Estados Unidos, sino en haber dado al tango la característica de ser la música más popular de Buenos Aires y por extensión, de toda </span><st1:personname productid="la Repblica Argentina." w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la República Argentina.</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> Con él se terminó con el tango que tenía reminicencias camperas, delimitando con claridad las nuevas raíces de la música urbana. Ese desprendimiento argumental se reemplazó con largueza con los motivos ciudadanos, tomado motivaciones de los barrios y de sus personajes oscuros y anónimos, destacando los perfiles más nítidos de la ciudad y de sus habitantes que estaban en un período de profunda transformación social, pues pasaban de una etapa semicapitalista a otra más definida como capitalista. Era la ciudad con los bares de estaños, donde el semillón o la caña y grapa eran las bebidas obligadas del común de los concurrentes, al haber superado la etapa de los carreritos y lecheros de puerta en puerta con la vaca al pie.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Todo esa transformación la simplificó Gardel en su repertorio, pues siempre supo incorporar composiciones propias o ajenas, que estuvieran a la vanguardia de la sensibilidad popular.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Durante si vida tuvo seguidores y panegiristas acérrimos, algunos ciegos y sordos a las comparaciones con Noda, Corsini, Magaldi, o algunos otros que fueron sus contemporáneos. De la misma manera, tuvo una corte de compositores de letras o músicas -varios obsecuentes- que necesitaron de Gardel, para llegar a la consagración instantánea, al ser cantadas y grabadas sus creaciones y con ello ingresar a la galería de la fama imperecera.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Pero todo ello sirvió para reafirmar sus condiciones de intuitivo seleccionador de valores musicales y literarios, que unidas a las de cantor incomparable le dieron el lugar que ocupó por derecho propio y no por efectos de campañas publicitarias muy bien orquestadas.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Después de su trágica desaparición, se acallaron las voces de protesta y crítica, para conformar un coro múltiple de alabanzas y elogios.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Al parecido, pero con otros perfiles, ha ocurrido con el nombre, personalidad y obras de Astor Piazzola. De intérprete y compositor de tangos, siguiendo la tradición musical imperante en las décadas de 1940 y 1950, pasó a ser arreglador y compositor de tangos más modernos que el estilo imperante entre los más progresistas del ambiente. Con ello se ganó primero la prevención y luego la crítica de quienes se autoconsideraban dueños de la </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">verdad musical</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> del tango Esa verdad estaba acotada a márgenes muy estrechos que llevaban insensiblemente a la muerte definitiva del tango al cerrarle los caminos de la renovación. Admitían los arreglos y cambios superficiales de las composiciones conocidas, pero negaban de manera muy cerrada la posibilidad de composiciones al incorporarle las nuevas corrientes que se estaban abriendo paso irresistible en la música a nivel internacional.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Piazzola avizoró los nuevos horizontes y quiso estar en sus albores. Por ello su música rompió aparentemente con los viejos cánones, considerados inconmovibles, para ir incorporando nuevas formas de interpretar musicalmente las tradicionales motivaciones de la ciudad - calles, barrios y personajes- al presentarlos bajo nuevas formas, que en realidad fueron nuevas para el tango, no para la música en sí. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Los resultados de ellos fueron dispares. Dentro del ambiente local de la música ciudadana, hubo pro y contra Piazzola. Se le negó de manera tajante la condición de compositor de tangos, o se lo exaltó como el único y mejor creador musical. No hubo no tuvo términos medios. A pesar del rechazo y vacío agresivo que encontró en algunos intérpretes consagrados, o en ambientes dedicados desde muchos años a la música popular, no cejó en sus esfuerzos y obtuvo, a fuerza de obcecación, trabajo y dedicación, primero el reconocimiento a nivel internacional y con posterioridad a nivel nacional. Ya en </span><st1:personname productid="La Argentina" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Argentina</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> se lo dejó de considerar como el anti-tango, para aceptarlo como una moda pasajera, que el tiempo abría de demoler y envolver en el polvo del olvido.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">No pasó nada de esto, pues, ocurrió todo lo contrario, muy propio de los grandes valores creadores, formó escuela de seguidores. Hoy hay en el tango argentino, toda una generación de creadores e intérpretes apiazzolados.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">A su vez Gardel y Piazzola han logrado no sólo difundir el tango fuera de nuestras fronteras, sino que lo han consolidado, desde Japón hasta Finlandia. Cada día sus nombres son más repetidos y sus músicas más escuchadas entre auditorios que carecen de nuestra cultura ciudadana, pero que se han abierto al encanto musical que emana de ellos.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-outline-level: 4; page-break-after: avoid; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Panorama actual</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Este panorama debe ser considerado dentro y fuera de nuestras fronteras. Dentro, hay que reconocer que los viejos límites de la música tanguera se han ido contrayendo en razón a varias razones muy importantes, como son la influencia de la economía personal acuciante a diario, las nuevas pautas sociológicas del diario vivir, la desaparición biológica de los compositores consagrados por tradición, basada en su obra -Cadícamo y Federico, para nombrar a los más recientes fallecidos- la importancia que tiene en los medios audiovisuales las campañas publicitarias de empresas dedicadas a la propagación y venta de músicas internacionales, como son el rock o la salsa. Paralelamente han ido desapareciendo los locales diurnos y nocturnos para escuchar y bailar tangos, siguiendo la desaparición de las grandes orquestas, como se ha dicho.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">A pesar de todas los indicios negativos, el panorama actual del tango es promisorio, pues existe un amplio sector popular que sigue gustando del tango tradicional. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La desaparición de grandes conjuntos está compensada, a veces con largueza, con la edición de CD, con reediciones de los mejores repertorios de orquestas, solistas y vocalistas, al mismo tiempo que con métodos modernos de regrabación, se han rescatado grabaciones en muy viejos discos de pasta, que pertenecen a coleccionistas muy selectos y selectivos que los salvaron de la desaparición por ruptura o desidia. Algo parecido ha ocurrido respecto a las partituras conservadas en poder de coleccionistas o integrando el acerbo de </span><st1:personname productid="la Academia Por" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Academia Por</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">teña del Lunfardo y </span><st1:personname productid="la Academia Nacional" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Academia Nacional</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> del Tango, que necesitan un registro moderno que permita conocer los nombres de las composiciones, los correspondientes a letristas y músicos, y de ser posible fechas de composición y edición, incluyendo en esta última, el nombre de sus respectivos editores.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Junto a este último aporte que podemos llamar intelectual están los viejos y nuevos conjuntos (Salgán y Mederos, para citar en forma muy breve), acompañados con otros de la nueva generación masculina y femenina que están dando los primeros pasos, intentando salvar la tradición y al mismo tiempo incursionar en un nuevo modernismo que reconoce la influencia de Piazzola, pero que se está separando, porque tiene una nueva sensibilidad, muy acorde con el mundo globalizado, también en la música, que les toca vivir.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Entre las nuevas orquestas dedicadas al tango se pueden mencionar El Arranque, De Puro Grupo, al quinteto de Pablo Mainetti y al cuarteto Almagro y al Adrián Iaies trío. Continúan los tradicionales y consagrados Atilio Stamponi, Susana Rinaldi, Amelita Baltar, el conjunto de Juanjo Domínguez, </span><st1:personname productid="la Orquesta" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Orquesta</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> del Tango de </span><st1:personname productid="la Ciudad" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Ciudad</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, los tríos de Néstor Marconi, Julio Pane, los quintetos de Argentino de Cuerdas, el de Nuevo Tango y </span><st1:personname productid="la Orquesta Filarmnica" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Orquesta Filarmónica</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> de Buenos Aires, a los que hay que agregar nuevos vocalistas y un reverdecer numerosos de letristas compositores musicales. El panorama se completa con varios conjuntos femeninos que reeditan los esfuerzos de Paquita Bernardo y de Eve Bedrune, con buen suceso musical, de crítica y público.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><b><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Temas y poesía</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Por ser una música nacida y desarrollada en ambientes populares el tango ha recogido en sus letras las más diversas motivaciones temáticas que van desde lo prostibulario en sus inicios a fines del siglo XVIII, hasta la infancia en la escuela, o la comunicación satelital en los días presentes.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">También es posible recoger en sus letras alusiones directas o referencias indirectas a lugares, pasajes, calles, bares, peringundines, malevos, matones, cuchilleros, hombres de avería o mujeres de la vida y de la noche, como también a las jóvenes que dejaron el barrio para intentar lograr en el </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">trocen</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> y la </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">vida abacanada</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, alejarse de las miserias impuestas por el taller, lavaderos, trabajos a domicilio, esperando siempre de un hombre bueno para casarse, pero que, como ellas, estaba supeditado a los magros salarios y los vaivenes de los trabajos inestables. Hay también muchos temas que se refieren a la infidelidad del hombre y la mujer, al abandono de los hijos, por ir tras el dinero, en el caso de las mujeres o de las casquivanas en el caso de los hombres. Otros temas de las letras del tango son el fracaso material, tras largos años de trabajo horado y esforzado. No han faltado letras referidas a la muerte, fiestas patrias o religiosas, las reuniones sencillas y cálidas de la juventud, a las esperanzas puestas en las patas de un noble potrillo o el triunfo del club de fútbol preferido.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Se puede decir que la vida toda, en sus más insignificantes manifestaciones, como en el altruismo o la vil bajeza, han encontrado letras y músicas para manifestarse. También las temáticas han ido desde el farol esquinero testigo de largas y esperanzadas esperas, hasta las luces deslumbrantes de Corrientes y Esmeralda.. No han escapado las nostalgias de los barrios, ya desfigurados por la urbanización acelerada y creciente, como el culto a la amistad, la rebeldía ante las injusticias de la vida y todo aquello que signifique el torcer de los claros y benéficos destinos.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">En la múltiple temática abarcada se incluyen lo social, político nacional, internacional, los instrumentos musicales considerados básicos para la ejecución tanguera como el violín, guitarra y bandoneón, el club de barrio, los cabarets, o cotorros nimbados siempre con un falso halo de bacanismo y perfumes de mujer.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">En cuanto a la poesía es posible encontrar en los tangos letras despojados de ella, pues el lenguaje es muy directo y no rimado. Son palabras que expresan el sentir sin necesidad de detenerse en formas académicas o responder a corrientes literarias consagradas por el academicismo. De allí se puede llegar a lo opuesto, o sea. letras muy bien rimadas, que respetan las reglas de la versificación clásica, pero no por ello, carecen de contenido espiritual conmovedor. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Muchas de las poesías consagradas en nuestra literatura han servido de apoyatura a letras de tango. A ello hay que agregar que no son pocas las compuestas para integrar piezas teatrales referidas a lugares muy concretos de la ciudad (Arroyo Maldonado o el barrio de Flores o de las ranas, para dar ejemplos breves), en los que se recogen modismos muy propios de los escenarios físicos y personajes tomados como motivadores.</span><b><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></b></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Hay en no pocas letras de tango lejanas y hasta larvadas influencias del clasicismo español de todos los tiempos, variando desde Calderón de </span><st1:personname productid="la Barca" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Barca</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> hasta Federico García Lorca., pasando por las exhumaciones lingüísticas de Ramón Menéndez Pidal. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Influencias de mayor o igual importancia se pueden encontrar de la poesía y el clasicismo francés, ingles, alemán y ruso, no faltando las notas significativas de El Corán, </span><st1:personname productid="La Tor£" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Torá</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> y otros libros sagrados, sin olvidar </span><st1:personname productid="la Biblia" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Biblia</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> cristiana y la aglicana.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">También recoge en otras letras los modernismos circunstanciales impuestos por las extremas ideologías como fueron anarquismo, marxismo, socialismo o conservadorismo, que tomaron forma en los grupos literarios de Boedo y Florida. No escapan al incursionar en las letras de tango las poesías de los bohemios del Café de los Inmortales o de las numerosas peñas literarias reunidas en el Café Tortini o circunvecinos, muchos de los cuales publicaron antes en </span><st1:personname productid="la Revista Proa" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Revista Proa</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Hay, como corresponde a una producción popular y no elitista, escritores desprolijos y otros mesurados, cuidadosos y medidos. Pero de todos falta un estudio antropológico de sus raíces paternas, los estudios de ellos y de los propios, las ocupaciones de ambos y los barrios en los que vivieron, qué medios de vida tuvieron, En suma, falta hacer un verdadero trabajo arqueológico en la vida y el pasado de cada compositor de letras y de músicas.</span><b><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></b></span><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Bibliografía esencial</span></span></b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">-Asunçao, Fernando O.: </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">El Tango y sus Circunstancias, </span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Edit. El Ateneo, Bs. As., 1998.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: -14.2pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: -14.2pt;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> -Bates, H. y Bates, L.: </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Historia del Tango,</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> Edit. Cía. Fabril Financiera, Bs. As., 1936.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: -14.2pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: -14.15pt;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> -Benarós, León: El tango y los Lugares y Casas de baile, en Historia del tango, t. 2, Editorial Corregidor, Bs. As., 1977.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: -14.2pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: -14.15pt;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> -Bosch, Mariano: </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Historia del Teatro Nacional en Buenos Aires,</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> Edit. Comercio, Bs. As., 1910.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: -14.2pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: -14.15pt;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> -Cadícamo, Enrique: </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Memorias, </span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Edit. Corregidor, Bs. As., 1999.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: -14.2pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: -14.15pt;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> -Carretero, Andrés M.: </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Tango Testigo Social</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, Edit. Peña LIllo-Continente, Bs. As., 1999.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: -14.2pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: -14.15pt;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> -Colier, Simón: </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Carlos Gardel, </span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Edit. Sudamericana, Bs. As., 1999.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: -14.2pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: -14.15pt;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> -Conosur S.A. (editor): </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">El Tango, un Siglo de Historia</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, 4 ts. Bs. As., 1992.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: -14.2pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: -14.15pt;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> -Couselo, Jorge M.:: </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">El tango en el Cine</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, en Historia del Tango, t. 8, Edit. Corregidor, Bs. As., 1977.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: -14.2pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: -14.15pt;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> -Ferrer, Horacio: </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">El Libro del Tango, 3 ts.</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, Edit. Antonio Tersol, Barcelona, 1980.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: -14.2pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">-Gesualdo, Vicente: </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Historia de </span><st1:personname productid="la Msica" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Música</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> en </span><st1:personname productid="la Ar" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Ar</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">gentina, 2 ts.,</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> Edit. </span></span><span lang="EN-GB"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Beta, Bs. As., 1961</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: -14.2pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">-Gobello, José: </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Breve Historia Crítica del Tango.</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> Edit. Corregidor, Bs. As., 1999.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: -14.2pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: -14.15pt;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> -Lamas, H. y Binda, E.: </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Tango en </span><st1:personname productid="la Sociedad Por" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Sociedad Por</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">teña 1880-1920, </span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Ediciones Héctor L. Lucci, Bs. As., 1998.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: -14.2pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: -14.15pt;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> -Lara, R., Rovetti de Panti, I. L.: </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">El Tema del Tango en </span><st1:personname productid="la Lite" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Lite</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">ratura Argentina,</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> E.C.A., Bs. As., 1968.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: -14.2pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: -14.15pt;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> -Natale, Oscar: </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Buenos Aires, negros y tangos,</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> Edit. Peña Lillo, Bs. As., 1984.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: -14.2pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: -14.15pt;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> -Portolargo, José: </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Buenos Aires, Tango y Literatura, </span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">C.E.A.L., Bs. As., 1972.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: -14.2pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: -14.15pt;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> -Priore, Oscar del: </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">El Tango de Villodo a Piazzola y Después, </span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Edt. </span></span><span lang="EN-GB"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Aguilar, Bs. As., 1999.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: -14.2pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: -14.15pt;"><span lang="EN-GB"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span></span><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">-Romano, Eduardo: </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Las letras de tango</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, Edit. Fundación Ross, Rosario, 1995.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: -14.2pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: -14.15pt;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> -Salas, Horacio: </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">El Tango, 2 ts.. </span></i></span><span lang="EN-GB"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Edit. Planeta, Bs. As., 1997.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: -14.2pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: -14.15pt;"><span lang="EN-GB"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span></span><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">-Ulloa, Noemí: </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Tango, rebelión y nostalgia, </span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">C.E.A.L., Bs. As., 1982.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: -14.2pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: -14.15pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: -14.2pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: -14.15pt;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><b><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Diarios:</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></b></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: -14.2pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">-</span><st1:personname productid="La Nacin" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Nación</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, -</span><st1:personname productid="La Prensa" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Prensa</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, -El Mundo, El Diario, -</span><st1:personname productid="La Patria Argentina" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Patria Argentina</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, -</span><st1:personname productid="La Repblica" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La República</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, -</span><st1:personname productid="La Van" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Van</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">guardia, -</span><st1:personname productid="La Tri" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Tri</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">buna, -El Pueblo, Crónica, y Última Hora.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: -14.2pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: -14.2pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none;"><b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Revistas:</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: -14.2pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">- Revista de Radio Cultura, -Canal T. V., -</span><st1:personname productid="La Can" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Can</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">ción Moderna, -Sintonía, -El Hogar, -Radiolandia, -El Alma que Canta, -Tanguera, -Caras y Caretas, -Mundo Argentino, -Fray Mocho, -P. B. T., -Tangueando, -Cantando, -</span><st1:personname productid="La Semana" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La Semana</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, -Tanguera, -Gente, -Vigencia, -Platea, - Yo te Canto Buenos Aires y Buenos Aires Tango.</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: -14.2pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><br />
<br clear="all" style="page-break-before: always;" /></span> </span><b><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 20pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">ÍNDICE</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">El autor 2</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><b><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Primera parte</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La palabra Tango 3</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Origen musical 5</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Organitos y trompetas 7</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Nombres de tangos 9</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Editores 10</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Grabaciones en discos 12</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Conjuntos iniciales 16</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Primeras orquestas 18</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Lugares para bailar 21</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Impronta europea 22</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><b><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Segunda parte</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Tangos aceptables 25</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Rechazo y aceptación del tango 26</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Cabarets para el tango 28</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Tango canción 30</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Radio y tango 31</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Guardia Vieja 33</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Cine mudo y tango 37</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Cambios en el ritmo 39</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Cine sonoro y tango 43</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Tango en la década de 1940 45</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Revista Porteña y tango 56</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><b><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Tercera parte</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Piazzola y sus seguidores 63</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Nueva vanguardia 65</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Conjuntos modernistas 61</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Televisión y tango 70</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Cine extranjero y tango 74</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Nueva vaguardia tanguera 76</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><b><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Cuarta parte</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></b><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Personalidades definidoras 81</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Panorama actual 85</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Temas y poesía 86 </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div style="border-bottom: solid windowtext 1.0pt; border: none; margin-left: 14.2pt; margin-right: 0cm; mso-border-bottom-alt: solid windowtext .75pt; mso-element: para-border-div; padding: 0cm 0cm 9.0pt 0cm;"> <div class="MsoNormal" style="border: none; mso-border-bottom-alt: solid windowtext .75pt; mso-layout-grid-align: none; mso-padding-alt: 0cm 0cm 9.0pt 0cm; padding: 0cm; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 14.15pt;"><b><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Bibliografía esencial </span></span></b><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> 90</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div></div><div class="MsoNormal"><span lang="EN-US"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><br clear="all" /></span> <span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
</div><div class="MsoNormal"><span lang="EN-US"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><hr align="left" size="1" width="33%" /> </span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div style="mso-element: footnote-list;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><br clear="all" /></span> <hr align="left" size="1" width="33%" /> <div id="ftn1"> <div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///D:/My%20Documents/BLOG%20LOS%20GRANDES/historia%20del%20tango%20ANDR%C3%89S%20CARRETERO.doc#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">[1]</span></span></span></span></span></a><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">[1]</span></span></span><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> Por la pluralidad de significados comprendidos en esta palabra, se la debe coniderar como polisemia, de acuerdo a la definición del Diccionario de </span><st1:personname productid="la Real Academia" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Real Academia</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, t. 2, p. 1843, Madrid, 1994.</span></span><br />
</div></div><div id="ftn2"> <div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///D:/My%20Documents/BLOG%20LOS%20GRANDES/historia%20del%20tango%20ANDR%C3%89S%20CARRETERO.doc#_ftnref2" name="_ftn2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">[2]</span></span></span></span></span></a><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">[2]</span></span></span><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> Corresponde idicar que esta palabra no existe en ningún diccionario de lenguas o dialectos africanos, por lo que es posible sospechar que sea una invención de los negros, para disimular el origen sagrado de la danza presentada al público blanco, al ser la sincretización de por lo menos cuatro danzas sagradas ofrecidas a sus respectivos orixas.</span></span><br />
</div></div><div id="ftn3"> <div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///D:/My%20Documents/BLOG%20LOS%20GRANDES/historia%20del%20tango%20ANDR%C3%89S%20CARRETERO.doc#_ftnref3" name="_ftn3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">[3]</span></span></span></span></span></a><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">[3]</span></span></span><i><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Diccionario Enciclopédico Espasa</span></span></i><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, p. 1230, para conocer la definición de orquesta, lo mismo que el Diccionario de </span><st1:personname productid="la Real Academia" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Real Academia</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> de </span><st1:personname productid="la Len" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Len</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">gua Española.</span></span><br />
</div></div><div id="ftn4"> <div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///D:/My%20Documents/BLOG%20LOS%20GRANDES/historia%20del%20tango%20ANDR%C3%89S%20CARRETERO.doc#_ftnref4" name="_ftn4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">[4]</span></span></span></span></span></a><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">[4]</span></span></span><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> Ver Corbin, A., Guerrand, R. H. y Oerrot, M.:</span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> Historia de </span><st1:personname productid="la Vida Privada." w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Vida Privada.</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> Sociedad Burguesa. Aspectos concretos de </span><st1:personname productid="la Vida Privada" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Vida Privada</span></st1:personname></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, t. 8, Edit. </span></span><span lang="EN-GB"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Taurus, Bs. As., 1971.</span></span><br />
</div></div><div id="ftn5"> <div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///D:/My%20Documents/BLOG%20LOS%20GRANDES/historia%20del%20tango%20ANDR%C3%89S%20CARRETERO.doc#_ftnref5" name="_ftn5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">[5]</span></span></span></span></span></a><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">[5]</span></span></span><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> Boulanger, Jacques: </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Les possédeés</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, avril 1912, París, </span><st1:metricconverter productid="1912. Ha" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">1912. Ha</span></st1:metricconverter><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> sido reeditado por </span><st1:personname productid="la Academia Portea" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Academia Porteña</span></st1:personname><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> del Lunfardo, Bs. As., 1997.</span></span><br />
</div></div><div id="ftn6"> <div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///D:/My%20Documents/BLOG%20LOS%20GRANDES/historia%20del%20tango%20ANDR%C3%89S%20CARRETERO.doc#_ftnref6" name="_ftn6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">[6]</span></span></span></span></span></a><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">[6]</span></span></span><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> Arizaga, Rodolfo: </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Enciclopedia de </span><st1:personname productid="la Msica Argentina" w:st="on"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la Música Argentina</span></st1:personname></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, p. 22, Edit Fondo Nacional de las Artes, Bs. As., 1971.</span></span><br />
</div></div><div id="ftn7"> <div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///D:/My%20Documents/BLOG%20LOS%20GRANDES/historia%20del%20tango%20ANDR%C3%89S%20CARRETERO.doc#_ftnref7" name="_ftn7" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">[7]</span></span></span></span></span></a><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">[7]</span></span></span><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> Diario </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Crítica</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, 24/11/1913 y ediciones en días siguientes.</span></span><br />
</div></div><div id="ftn8"> <div class="MsoFootnoteText"><a href="file:///D:/My%20Documents/BLOG%20LOS%20GRANDES/historia%20del%20tango%20ANDR%C3%89S%20CARRETERO.doc#_ftnref8" name="_ftn8" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">[8]</span></span></span></span></span></a><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">[8]</span></span></span><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> Ver De Caro, Julio: </span><i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">El Tango en mis Recuerdos</span></i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">, donde abundan los detalles.</span></span><br />
</div></div><div id="ftn9"> <div class="MsoFootnoteText"><a href="file:///D:/My%20Documents/BLOG%20LOS%20GRANDES/historia%20del%20tango%20ANDR%C3%89S%20CARRETERO.doc#_ftnref9" name="_ftn9" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">[9]</span></span></span></span></span></a><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">[9]</span></span></span><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> Ídem ant.</span></span><br />
</div></div><div id="ftn10" style="mso-element: footnote;"> <div class="MsoFootnoteText"><a href="file:///D:/My%20Documents/BLOG%20LOS%20GRANDES/historia%20del%20tango%20ANDR%C3%89S%20CARRETERO.doc#_ftnref10" name="_ftn10" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">[10]</span></span></span></span></span></a><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">[10]</span></span></span><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> Instituto Nacional del Teatro, Cuaderno Nº 5, Bs. As., 1937.</span></span><br />
</div><div style="border-bottom: solid windowtext 1.0pt; border: none; margin-left: 14.2pt; margin-right: 0cm; mso-border-bottom-alt: solid windowtext .75pt; mso-element: para-border-div; padding: 0cm 0cm 9.0pt 0cm;"> <div class="MsoNormal" style="border: none; mso-border-bottom-alt: solid windowtext .75pt; mso-padding-alt: 0cm 0cm 9.0pt 0cm; padding: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div></div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 14.2pt; text-align: center; text-indent: 14.15pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoFootnoteText" style="text-align: center;"><b><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><a href="http://www.gardelweb.com/index.htm"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Raturn to Gardel Web Main Page</span></a></span></b><br />
</div></div></div>Andrés Aldaohttp://www.blogger.com/profile/13501215594400255974noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5585898414183619824.post-84443219879180915362010-01-22T06:05:00.000-08:002010-01-22T06:41:32.923-08:00LOS POETAS DEL TANGO<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><i><span style="color: #990000;"><br />
</span></i></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiA9Qy1lPi4f4P_mtJXMw6o0voqRWP69Yv01zFbCzd3tWVfIbJieIHdnvW4chlw0A0CO0oElHN-8Fp0ms8wxGqfot1FHM9WlkvUv2gcmsXovpzNK2G7Vyf9S4Gp56DbOKvwg4M4FyfAVFpQ/s1600-h/bailarina+1.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><span style="color: #990000;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiA9Qy1lPi4f4P_mtJXMw6o0voqRWP69Yv01zFbCzd3tWVfIbJieIHdnvW4chlw0A0CO0oElHN-8Fp0ms8wxGqfot1FHM9WlkvUv2gcmsXovpzNK2G7Vyf9S4Gp56DbOKvwg4M4FyfAVFpQ/s400/bailarina+1.jpg" width="123" /></span></a><br />
</div><em><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">El Río de la Plata, puente de encuentro de dos ciudades, dos capitales, dos tradiciones similares pero con características e idiosincracias conformadas por la historia de Argentina y Uruguay son, pese a todo, la denominación, el nombre propio y mayúsculo de un fenómeno intenso, profundo, que le da un colorido que abarca a la historia, la cultura, lo literario y vivencias que aúnan en una sólida convergencia y en una doble expresión los acontecimientos que reciben la luz, la sombra y los matices de lo Rioplatense.</span></span></em><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"> Andrés Aldao</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">LOS POETAS DEL TANGO</span></span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Se cuenta que cuando al poeta Vicente Huidobro le preguntaron que opinaba sobre el libro “Veinte poemas de amor” de Pablo Neruda, respondió: “para tangos me quedo con Gardel”. Hoy no podemos saber cómo habrían sonado los veinte poemas acompañados con una melodía tanguera, pero sí podemos asegurar que las letras de Gardel y otros compositores de tangos han maravillado al mundo durante décadas. </span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Las letras de los tangos perfectamente podrían editarse como un volumen de poemas, pues lo son en esencia y estructura. Y los poetas del tango bien merecen un lugar destacado junto a sus pares líricos, trágicos y épicos. El tango, que en un comienzo fue simplemente melodía, cautivó no sólo a Latinoamérica sino que se ha enseñoreado por los salones de baile de los cinco continentes. Ni siquiera los asiáticos, tan renuentes a la influencia extranjera, han podido evitar su embrujo. En el caso de nuestro país no existe fiesta, restorán o reunión familiar o de amigos donde no se escuche por lo menos un tango. Abarcando incluso a las nuevas generaciones, que curiosamente, y a pesar de los nuevos ritmos que van surgiendo con los años, siempre late en ellos un acorde de esta melodía nacida junto al Mar del Plata. </span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Haciendo un poco de historia, habría que decir que, antes de la versificación del tango de Samuel Castrioto “Mi noche triste” (llamado originalmente “Lita”) por Pascual Contursi, éste era sólo melodía arrabalera, siendo en ocasiones circunstanciales acompañada la melodía de algunos versos, pero sin la intención de hacerlo canción, esto solamente ocurre a partir de la interpretación de “Mi noche triste” por Carlos Gardel en 1917. Desde ese momento, los poetas del tango no detendrían jamás su brillante y embriagadora creación, dando paso al “tango-poema”, si podemos llamarlo de algún modo. </span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Una de las principales características de este género poético-musical es su relación íntima con los acontecimientos del diario vivir de manera totalmente transparente en el sentimiento y en el uso del lenguaje. Se va directo al grano en lo que se quiere decir, ya sea una tristeza de amor, una burla o una súplica al destino. En los textos, que si bien abarcan todo el espectro de lo que un ser humano puede vivir, sobresale siempre el sentimiento trágico, sintetizado quizá en estos versos de Gardel y Le Pera: “el dolor de ya no ser”. Una expresión representativa de ese pesimismo (no siempre consciente) del hombre ante los avatares del tiempo que sucumbe junto a él. Los motivos del tango son inagotables, pero diríamos que para poder tener un panorama más o menos general, habría que destacar cinco ámbitos: los barrios, el amor, el sentimiento arrabalero, el pasado y la ciudad. </span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">“HOY VUELVO AL BARRIO QUE DEJE” </span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Sí existe un sentimiento de pertenencia en el espíritu rioplatense, es sin duda el expresado en el concepto de barrio, sobre todo en Buenos Aires. Son incontables los tangos que dan cuenta de este sentimiento. Incomparable aquel “Sur” de Manzi y Troilo, que nos llegó en las voces de Edmundo Rivero y el “Polaco” Goyeneche, dos versiones acertadísimas para un gran poema-canción: “San Juan y Boedo antiguo y todo el cielo/ Pompeya y más allá la inundación./ Tu melena de novia en el recuerdo/ y tu nombre flotando en el adiós” (...) “Sur.../ paredón y después./ Sur.../ una luz de almacén./ ya nunca me verás como me vieras/ recostado en la vidriera/ esperándote” (...) “Las calles y las lunas suburbanas/ y mi amor en tu ventana:/ todo ha muerto, ya lo sé”. </span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Pero tratándose de barrios, no podemos dejar de mencionar “Melodía de arrabal”, que un día compusieran Gardel, Le Pera y Battistella, y donde encontramos algunos de los más bellos versos sobre los barrios: “Barrio plateado por la luna/ rumores de milonga/ es toda tu fortuna;/ hay un fuelle que rezonga/ en la cortada mistonga (1)” (...) “Barrio, barrio,/ que tenés el alma inquieta/ de un gorrión sentimental”. Respecto a Gardel, es importante resaltar que además de ser una voz legendaria, fue un poeta de fuste. Letras como las de “El día que me quieras” o “Golondrinas”, entre muchas otras, así lo dejan de manifiesto. Otros poetas, como Blomberg y Maciel, también compusieron tangos maravillosos. Uno que alcanzó notoria fama en la interpretación de Alberto Castillo, muerto recientemente a una avanzada edad, fue “La que murió en París”, inspirado en Margarita Gautier, la heroína de Alejandro Dumas hijo: “Yo sé que aún te acuerdas del barrio perdido,/ de aquel Buenos Aires que nos vio partir./ En tus labios fríos aún tiemblan los tangos/ que en París cantabas antes de morir”. </span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">La Ciudad Luz y Francia aparecen en no pocas creaciones, existe una cercanía entre París y Buenos Aires, una especie de complicidad. Durante la Primera Guerra Mundial, la solidaridad con el pueblo galo quedó expresada en los versos del tango “Silencio”, de Gardel, Petrossi y Le Pera: “Un clarín se oye,/ peligra la patria,/ y al grito de ¡guerra!/ los hombres se matan/ cubriendo de sangre/ los campos de Francia”. </span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">“GIME, BANDONEÓN, TU TANGO GRIS...” </span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">El amor no podía estar ausente, y en el tango éste se manifiesta casi siempre en una serie de deseos, desencuentros y olvidos, rara vez (o casi nunca) se llega a la felicidad plena, y quizá sea esa la magia de su palabra en el amor: la incertidumbre permanente. Esto lo expresan muy bien los versos de “Rencor”, tango de Amadori y Charlo: “la odio por el daño de mi amor desecho/ y por una duda que me escarba el pecho./ No repitas nunca lo que voy a decirte./ Rencor..., tengo miedo de que seas amor”. Otro tema notable en su composición es “Volvió una noche” de Gardel y le Pera: “Volvió una noche, no la esperaba./ Había en sus ojos tanta ansiedad” (...) “Mentira, mentira, yo quise decirle,/ las horas que pasan ya no vuelven más,/ y así mi cariño, al tuyo enlazado/ es sólo un fantasma del viejo pasado/ que ya no se puede resucitar”. Otros como Celedonio Flores y el gran Enrique Santos Discépolo (autor de Cambalache) pusieron énfasis en el amor desde el reproche desenfadado y la ironía. El primero, nos dice en su famoso “Mano a mano”: “Hoy tenés el mate lleno/ de infelices ilusiones;/ te engrupieron los otarios, / las amigas, el gavión./ La milonga entre magnates/ con sus locas tentaciones/ donde triunfan y claudican/ milongueras pretensiones” (2). Discépolo, por su parte, nos cuenta en su peculiar estilo: “¡Victoria!/ ¡Saraca, victoria! Pianté de la noria:/ ¡se fue mi mujer!/ Si me parece mentira,/ después de seis años,/ volver a vivir” (3). En los versos de estos dos autores queda también expresado el lenguaje hierático utilizado en los arrabales, en su gran mayoría, por los delincuentes, y conocido como “lunfardo” . </span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">ADIÓS MUCHACHOS” </span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Los tiempos idos y el arrabal son temas permanentes en el tango. Entonces, como no recordar los versos de “Tiempos viejos” de Manuel Romero: “Te acordás, hermano; ¡qué tiempos aquellos!/ Veinticinco abriles que no volverán,/ veinticinco abriles, volver a tenerlos,/ ¡si cuando me acuerdo me pongo a llorar!”. Y qué decir de estos otros versos pertenecientes a la “Cumparsita”, compuesta por H.M. Rodríguez y Contursi: “Los amigos ya no vienen/ ni siquiera a visitarme,/ nadie quiere consolarme/ en mi aflicción” (...) “Al cotorro abandonado,/ ya ni el sol de la mañana/ asoma por la ventana” (4). “Cuartito azul”, de Battistella y Mores es otro tango representativo de la nostalgia que nos entregan estas composiciones en su evocación de tiempos pasados con una alta magnitud poética: “Cuartito azul/ de mi primera pasión,/ vos guardarás/ todo mi corazón;/ si alguna vez/ volviera la que amé” (...) “Cuartito azul,/ hoy te canto mi adiós,/ ya no abriré/ tu puerta y tu balcón”. </span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">“COMO CON BRONCA, Y JUNANDO” </span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Importantísimos en el tango son los diferentes personajes que se describen a través de las canciones, personajes que representan estereotipos de nuestra sociedad, siempre vigentes, sobre todo en los bajos fondos. La Chorra, El Dandy, La Yira, El Garufa y el Farabute (5) son casos típicos. “El ciruja” de De la Cruz y Martino, dice, por ejemplo: “Frente a frente dando muestra de coraje,/ los dos guapos se trenzaron en el bajo,/ y el ciruja, que era listo para el tajo,/ al cafiolo le cobró caro su amor” (6). </span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Pero no se puede hablar de tango sin hablar de hípica, los grandes tangueros, generalmente son hípicos de corazón. Tangos como “Palermo” o “Leguisamo, solo” (7) nos dan cuentan de ello, pero ninguno como “Por una cabeza”, de Gardel y Le Pera, representa mejor aquel sentimiento por los “burros”: “Por una cabeza/ todas las locuras./ Su boca que besa/ borra la tristeza,/ calma la amargura”. En estos versos, la analogía entre no acertar una apuesta hípica y el desamor es notable.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">“AL CONJURO DE NUEVOS PAISAJES”</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Aparte de los ya citados, otros autores importantes del tango son José Razzano, Enrique Cadímaco, H. Expósito, D.F. Federico y Juan de Dios Filiberto, sin desconocer muchos más que sería largo de enumerar. Pero un poeta que le dio nuevos aires al tango fue sin duda Horacio Ferrer, cuya pieza más conocida es “Balada para un loco”. Ferrer fue a la letra del tango lo que Piazzola a la melodía, de hecho tienen trabajos en conjunto, como “El Gordo Triste” y “Balada para mi muerte”, siendo esta última de una gran belleza lírica, como lo demuestran los siguientes versos: ”Moriré en Buenos Aires, será de madrugada/ guardaré mansamente las cosas que viví./ Mi pequeña poesía de adioses y de balas,/ mi tabaco, mi tango, mi puñado de splin” (...) “Llegará tangamente, mi muerte/ enamorada y estaré muerto en punto/ cuando sean las seis./ Hoy, que Dios me deja de soñar/ y mi olvido irá por Santa Fe,/ sé que en esa esquina vos ya estás”.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Acerca del tango y sus poetas serían interminables las páginas que se podrían escribir, mas ésta es una aproximación que tan sólo pretende mostrar algunos aspectos poéticos de las letras de los tangos, una poesía que, como decíamos al principio, está a la altura de cualquiera de las más afamadas del mundo. Y que me mejor para cerrar estas líneas, que los versos del tango “Por la vuelta” de Cadícamo y Tinelli: “Afuera es noche y llueve tanto./ Ven a mi lado me dijiste./ Hoy tu palabra es como un manto,/ un manto grato de amistad./ Tu copa es ésta y la llenaste;/ bebamos juntos viejo amigo”.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<i><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">NOTAS</span></span></i><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">(1) Mistonga: pobre </span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">(2) Otario: tonto/ Gavión: novio </span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">(3) Saraca: alegría/ Pianté: huir </span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">(4) Cotorro: cuarto, pieza, habitación</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">(5) Junando: mirando/ Chorra: ladrona/ </span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Dandy: caballero/ Yira: callejera/ Garufa: juerga/ Farabute: torpe, irresponsable </span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">(6) Ciruja: vagabundo, atorrante/ Cafiolo: proxeneta </span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">(7) Leguisamo, Irineo: famoso jinete uruguayo, que condujo finasangres en los hipódromos argentinos. </span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<b><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Alejandro Lavquén</span></span></b><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Publicado en "Punto Final" N° 527 (agosto/ 2002)</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">...............................</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Origenes del Tango</span></span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<b><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Novedades, arreglos y cambios </span></span></b><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">En 1933 Julio de Caro forma su sexteto e introduce novedades como el arreglo. En un homenaje a Luis Amstrong de Caro habla de su afición por el Jazz y dice que las variaciones y los solos que el introdujo en el tango las tomó del jazz</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Escuchamos: Susheta de Juan Carlos Cobián por el Sexteto del autor, grabado en 1923.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Todo corazón de Julio de Caro por el sexteto del autor grabado en 1924, aparecen solo de bandoneón, de piano y de violín. Amurado por el Sexteto de Julio de Caro ya Pedro Laurens como segundo bandoneón de Maffia y Laurens con letra de José de Grande grabado en 1927.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">El pensamiento de José. Martino por el Cuarteto de Roberto Firpo</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Pablo dedicado a Pablo Podestá por el Cuarteto de Aníbal Troilo.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Pasamos a otro evolucionista Luis Brignolo autor de Chiqué un tango adelantado para su época es de 1920, se ve lo rítmico y lo melódico. Tiene tres letra la primera de Julio C. De León seudónimo de Brignolo que grabó en 1928 Corsini, otra que mejor olvidar d J.C. Fernández Díaz y la tercera también de Brignolo depurada. En 1943 había una fuerte censura.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Escuchamos: Chiqué por Roberto Figari y luego cantando Ignacio Corsini con guitarras la primer letra completa.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">El africano de E. Pereyra con letra de Francisco Lio por Nelly Omar con el acompañamiento de Cané.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Ya vimos que es difícil establecer cuando comienza la Guardia Vieja, si en 1857 con Toma mate che o en 1898 con El entrerriano. El final no termina de un día para otro, se puede decir que termina cuando Carlos de la Púa se le ocurre hablar de la Guardia Nueva por Julio de Caro.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">La transición dura un tiempo. En un momento del 2/4 se pasa al 4/8, es el comienzo del fin. A partir de 1915 se van produciendo cambios, pese a que Ojos negros es de 1904. Cambian las letras de los tangos y se incorporan los cantores.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Los cantores de la Guardia Vieja eran malos salvo Arturo de Navas y Carlos Mauricio Pacheco.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">En 1916 Pascual Contursi escribe en Montevideo Mi noche triste sobre la música de Castriota del tango Lita. Contursi era in poeta iletrado, pero genial. Hay quienes sostienen que Mi noche triste es el primer tango con argumento, pero no es así, ya existían tangos que tenían un argumento. Lo que sí aparece por primera vez es el sentimiento, el hombre se lamenta del abandono de la mujer y quiso la casualidad que fuera Carlos Gardel que lo cantara.</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Para el cambio de la estructura de la letra hay que esperar varios años. Los tangos de la Guardia Vieja tienen tres partes, y pasan a tener tres partes cuando en 1920 se juntan .......... y Enrique Delfino y componen Milonguita que tiene la estructura del tango canción: primera, segunda, primera bis y el cantor repite la segunda para terminar.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Hay algo curioso: Pascual Contursi comienza escribiendo como Villoldo y éste termina escribiendo como Contursi.</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Gardel canta el tango de otro modo por que no es cantor de tango, él cantaba canciones camperas. No era cantor de zarzuelas como Gobbi o Villoldo. Trajo al tango cosas del canto lírico, estudio canzonetistas: Moquetti, Sagibarba, Gili, no era un improvisado. En reemplazo de la “N” por la “R” lo trae de los líricos. Castillo en algunos tangos también lo hace. Escuchamos Mi noche triste cantado por Gardel grabado en 1917.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><b><span style="color: #990000;">Directores de Orquesta</span></b></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Hay otra teoría del cambio de ritmo, por ejemplo para acompañar a los bailarines que bailaban el tango liso, caminado. </span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Augusto P. Berto: su tango más importante es La Payanca que tuvo una primera letra fue de Juan Andrés Caruso y otra posterior de Jesús Fernández Blanco. Otro tango muy bueno es Don Esteban que fue grabado por la Orquesta Típica Select en Nueva York en 1920, estaba integrada por Osvaldo Fresedo en bandoneón, Enrique Delfino en piano y Tito Roccatagliatta, para grabar se sumaban uno o dos músicos.</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">En 1857 se considera que aparece el primer tango Tomá mate che y fue creciendo con el ritmo vivaz del 2/4. A partir de la década del 10, se puede decir que comienza a alterarse por el moderado 4/8. Ambos ritmos se mezclan hasta que el viejo ritmo de va perdiendo, sólo aparece cuando se componen tango al estilo de la Guardia Vieja como por ejemplo “El firulete” de Mariano Mores o se forman conjuntos como Los muchachos de antes o Víctor de Paz.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">La transformación del ritmo puede ser la incorporación del bandoneón en las orquestas, también se puede agregar que la mayoría de los directores eran bandoneonístas, pero en verdad no eran duchos, hasta que llegó Pedro Maffia y cambia todo, se puede decir que Maffia fue el primer bandoneonísta, ninguno de los anteriores se le puede comparar. </span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Hay otra teoría del cambio de ritmo, por ejemplo para acompañar a los bailarines que bailaban el tango liso, caminado. </span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<b><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Acompañamientos de instrumentos y orquestas </span></span></b><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Cada instrumento cumple una función específica lo que lo aleja de tocar “a la parrilla” ... </span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Algunos creen que el creador del bandoneón fue el alemán Band, de ahí tomó el nombre. En 1849 Karl Zimmeman aumentó las voces y cambió el ordenamiento de los botones, con lo cual volvió loco a todos los bandoneonístas, no hay nada mas delirante que la botonera de un bandoneón, en la guitarra, en el piano las notas están una tras la otra, en el bandoneón no es así y además la misma tecla abriendo es una nota y cerrando es otra, cosa de locos.</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">En Alemania el bandoneón reemplazó al órgano en los actos religiosos.</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Escuchamos:</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><b><span style="color: #990000;">El estribo</span></b><span style="color: #990000;"> de Vicente Greco grabado por la Orquesta Típica Criolla de Vicente Greco en 1912. La primera parte es una melodía que se popularizó como Pobre mi madre querida.</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Armenombille por la Orquesta Típica Criolla de Juan Maglio Pacho del propio Pacho grabado en 1912.</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><b><span style="color: #990000;">La montura</span></b><span style="color: #990000;"> por la Orquesta Típica Criolla del Tano Genaro del propio Genaro grabado en 1912, la primera mitad es igual Pobre mi madre querida.</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Apache porteño por el quinteto Típico Argentino del Alemán en el de Berntein.</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><b><span style="color: #990000;">La guitarrita</span></b><span style="color: #990000;"> a lal Orquesta Típica Criolla de Eduardo Arolas su propio tango grabado en 1913. (Arolas apodado “El Tigre del Bandoneón” no era un gran ejecutante, pero sí fue un gran compositor, quizá el más grande).</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><b><span style="color: #990000;">El moro</span></b><span style="color: #990000;"> por la Orquesta Típica Criolla de Roberto Firpo de Gardel-Razzano y letra de Juan María Gutierrez, cantan Gardel Razzano de 1917. Esta pieza es imposible bailarla por los “calderones” que es la prolongación de una nota y los silencios, el dúo canta de esa forma y Firpo los sigue</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><b><span style="color: #990000;">El africano</span></b><span style="color: #990000;"> por la mejor orquesta de esa época la Orquesta Típica Criolla de Francisco Canaro. Se da mayor importancia al violín ya que Canaro era violinista. Se incluyen contracantos del violín e interviene el piano en los adornos, hay algunas acentuaciones en la ejecución de la melodía (notas que suenan fuertes). Cada instrumento cumple una función específica lo que lo aleja de tocar “a la parrilla”, si bien no hay arreglos, está muy bien planeada la ejecución, suena más a orquesta, se está anticipando a lo que va a ser la orquesta típica, para esa época, 1919 es un vanguardista.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><i><span style="color: #990000;">Como se ve el Sexteto de Julio de Caro no aparece de un día para otro para cambiar la forma de tocar el tango, si no que hay antecedentes y todo fue evolucionando. </span></i></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><b><span style="color: #990000;">Rodríguez Peña</span></b><span style="color: #990000;"> por la Orquesta de Adolfo Caravelli de Vicente Greco letra de Juan Delich cantando Alberto Gomez grabado en 1932.</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><b><span style="color: #990000;">El flete</span></b><span style="color: #990000;"> por el cuarteto Los Porteñitos de fines de la década del 50, estos conjuntos aparecieron después del éxito de Los Muchachos de Antes. Este tango tiene tres letras, la primera de Pascual Contursi, otra de Juan Sarcino y otra de Jerónimo Gradito. No está claro que significa El Flete, Contursi dice “le dan flete para otra población” las otras dos hacen referencia a caballos.</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><b><span style="color: #990000;">Ojos negros,</span></b><span style="color: #990000;"> la primera parte de este tango se lo regaló Prudencio Aragón a Vicente Greco quien lo completó. Esa primera parte es muy melódica, las otra dos son más milongueras. Lo escuchamos por Aníbal Troilo.</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><b><span style="color: #990000;">Royal Pigalle y Sábado inglés</span></b><span style="color: #990000;"> de Juan Maglio Pacho por Rafael Rossi.</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><b><span style="color: #990000;">Mi noche triste</span></b><span style="color: #990000;"> canta Carlos Gardel acompañado por la guitarra del negro José Ricardo de 1917. Es un Gardel primitivo, pero es totalmente diferente a lo que se había escuchado hasta ese momento. Cinco años después Gardel lo canta haciendo calderones, pausas lo que hace imposible bailarlo. Es el tango cantado para ser escuchado, el cantor ya no es secundario, pasa a ser protagonista. Escuchamos Patotero sentimental por Carlos Gardel acompañado por guitarras grabado en 1922, todo es creación de Gardel.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><b><span style="color: #990000;">El Tango en Paris</span></b></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Surgen los títulos franceses de los tangos Champagne Tangó, La Gigolette, El apache argentino, Germain, Come il faut ... </span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">En 1903 el vasco Aín habría sido el primer bailarín de tangos en París, no es seguro dado que es Aín quien lo dice y se ha comprobado que decía mentiras.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">En 1907 si se sabe que el matrimonio Gobbi y Villoldo, fueron a grabar enviados por Gath y Chaves, poco después van Saborido y Aín. Bernabé Simara, Francisco Ducase, Juan Carlos Herrera. También los niños bien Ricardo Güiraldes, Vicente Madereo, y Daniel Videla Dorna.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">María Luisa Candelli, plantea una hipótesis. El éxito del tango en Paris está dado por que Inglaterra, que manejaba el comercio de carnes en el exterior, quería imponer nuestras carnes en Francia, entonces difundió una nueva danza, que enloqueció no sólo a Paris, sino a toda Europa. De rebote triunfa en la alta sociedad de Bs. As., que como siempre miraba a Paris que era el centro de la moda.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">En la revista P.B.T. el 21-1-11 decía “En Paris bailan el tango ¿dónde? En los salones aristocráticos. ¿quiénes? Las señoras más distinguidas y los caballeros más elegantes. De ahí lo adoptó la sociedad.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">El barón Antonio María Demarque, yerno del Gral. Roca, hizo mucho por el tango, en 1913 organizó un concurso de tango en el Palais de Glace y luego otro en el Palace Theatre, en este último bailaron el Cachafaz, Juan Carlos Herrera y la mayoría de los famosos. </span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Surgen los títulos franceses de los tangos Champagne Tangó, La Gigolette, El apache argentino, Germain, Come il faut, El Marne, Puopé, Paris, Place Pigalle.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Escuchamos según indica la etiqueta del disco el Tango brasilero por la orquesta Zingara del Restaurant de Paris La Rata Mueta (es la melodía del Choclo) Una noche de garufa de E. Arolas de 1903 cuando tocaba la guitarra no el bandoneón. </span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><b><i><span style="color: #990000;">Por Roberto Selles</span></i></b></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">* * * * *</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;"><span style="color: #990000;">POESÍA DEL TANGO</span></span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Desde su mismo origen el tango no fue percibido como lo que en realidad era: una genuina creación de la clase baja, producto del hibridaje y de las oleadas inmigratorias llegadas a Buenos Aires entre finales del siglo XIX y comienzos del XX. Porque, contrariamente a lo que se dijo tantas veces, el tango no fue una creación de marginales. Su historia es una parábola singular que va de las entrañas del pueblo a los libros y las conversaciones de estudiosos y cultivados, de humildes cafés suburbanos y academias de baile al mismísimo Teatro Colón. Una vez que fue legitimado en París, la clase alta de Buenos Aires lo adoptó musical y coreográficamente pero, como ha escrito Eduardo Romano, “nunca deglutieron el vulgarismo y la cursilería de sus letras” (Romano, 1982: 126), las que no obstante acompañaron durante décadas al hombre común en cada uno de los momentos de su vida. Nadie puede poner en duda seriamente que el corpus tanguístico radiografía hueso por hueso la historia sentimental –y, si se quiere, la historia de la vida privada en general– de Buenos Aires durante buena parte del siglo pasado.</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">En la actualidad está claro que, tanto desde el punto de vista de su sistema literario como desde el punto de vista musical, el tango –aunque nos duela– está empezando ya a ser tradicional, y dejando con ello de ser popular, en el sentido de que los nuevos tangos que se escriben –salvo poquísimos casos– no tienen una buena difusión y, aunque la tuvieran, no tienen repercusión más que en un círculo bastante reducido de público, generalmente intelectualizado.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Si alguna cosa define al tango como género es su hibridez, tanto en lo que respecta a sus raíces musicales como en lo que hace a sus orígenes poéticos. En el primer caso, como se sabe bien, el tango alcanzó su forma primitiva a partir de la confluencia de los ritmos negros, la habanera, el tango andaluz y la milonga. En el segundo, el antecedente inmediato de la letra de tango fue la letra del cuplé español, aunque entre las influencias literarias deben contarse además la de los payadores y la canción criolla.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
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<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Los payadores tuvieron su edad de oro entre 1890 y 1915, época en la que pasaron de actuar en las fiestas del campo a los circos, teatros y cafetines de nuestra ciudad. Estos cantores –Gabino Ezeiza, José Betinotti, etc.– fueron autores de muchas composiciones de un género que supo llevar a la cumbre el joven Gardel: la canción criolla. Normalmente se acepta que ni la payada ni la canción criolla constituyen una fuente directa de la letra de los primeros tangos, pero creo yo que esta canción criolla tuvo una influencia decisiva en el tono y en la temática de lo que sería, pocos años más tarde, la letra del tango canción. Los temas de este repertorio son la tristeza, la nostalgia por el bien perdido, el abandono, pero también la madre, la guitarra y la traición, todos ellos casi omnipresentes en la poesía del tango.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Al mismo tiempo que la canción criolla ingresaba en la ciudad, letrillas o coplas anónimas debidas a la imaginación popular eran adosadas a algunas melodías que en el último cuarto del siglo XIX se interpretaban en Buenos Aires con el nombre de «tangos», aunque musicalmente más bien eran todavía habaneras o milongas. Las letrillas de estos tangos primitivos, que pueden suponerse improvisadas por los compadritos, tenían un carácter festivo, y con frecuencia obsceno. En los primeros años del siglo XX, Ángel Villoldo fue el principal autor y difusor de un tango compadrito o cupletero.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">La impresión de partituras de tangos transformó el género en patrimonio de todos los conjuntos musicales y en poco tiempo llegaron también a los atriles de los pianos hogareños. La edición de La Morocha, por ejemplo, llegó a vender en poco tiempo más de cien mil ejemplares. También contribuyeron a la difusión de este tango primitivo el fonógrafo, la pianola con rollos y el organito callejero. Al mismo tiempo, el tango criollo comenzó a aparecer en las obras de Nemesio Trejo o Carlos Mauricio Pacheco, pero serían los ecos del triunfo parisino de 1913 los que provocarían la introducción obligada del tango en el teatro argentino, casi siempre sin letra hasta 1918, cuando se decidió incluir Mi noche triste en Los dientes del perro, pieza firmada por José González Castillo y Alberto Weisbach. El romance entre sainete y tango prosiguió aproximadamente hasta 1930, cuando la repetición de la fórmula se convirtió en una rutina cansadora y la radio y el cine iniciaron su era de esplendor.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">¿Pero cómo surgió el tango canción? Un poco imprevistamente llegó a él Pascual Contursi en 1914, en la letra de Matasano, cuya primera estrofa reproduce el tono de los cuplés villoldianos pero la letra sufre un vuelco repentino a partir de la segunda:</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Yo he nacido en Buenos Aires</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">y mi techo ha sido el cielo.</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Fue mi único consuelo</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">la madre que me dio el ser.</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Desde entonces mi destino</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">me arrastra en el padecer.</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Y por eso es que en la cara</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">llevo eterna la alegría,</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">pero dentro de mi pecho</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">llevo escondido un dolor.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Con Contursi empezó a dejarse ver el sufrimiento. Él se apartó de la alegría del cuplé y entonces aparecieron las penas y los lamentos, y con ellos toda una serie de características de materia y de forma que denotan la influencia decisiva de la canción criolla y de Evaristo Carriego (1883-1912). Pero la creación de Contursi que lo llevó a convertirse en el primer letrista oficial del tango, llegó en 1917, cuando Gardel grabó Mi noche triste, que contenía la primera letra con argumento de la historia del tango:</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Percanta que me amuraste</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">en lo mejor de mi vida,</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">dejándome el alma herida</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">y espina en el corazón [...]</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Esta es la radiografía de un perdedor. A partir de aquí quedaría establecida una primera matriz sobre la cual se cimentaría la estructura toda del sistema literario de las letras de tango. Muy pronto Celedonio Flores se sumó a Contursi, como el segundo poeta de esta primera generación de letristas. Según Osvaldo Pelletieri “ya estaban presentes en la poesía de Carriego la casi totalidad de los elementos necesarios para constituir un sistema literario. Sólo faltaba la creación definitiva de una lengua literaria común, lograr la unión de la poesía y la música y que esta invención encontrara un público” (Pelletieri, 2002). Esto sucedió con Milonguita (1920, letra de Samuel Linnig, música de Enrique Delfino), que modificó la linealidad de las primeras letras de Contursi y Flores, determinando los tres movimientos compuestos por dos estrofas más largas, de carácter narrativo-evocativo y entre ellas una más breve, que exhorta o reflexiona y constituye el estribillo, con frecuencia repetido al final..[1]</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">A partir de la década de 1920, el tango dejó de ser la música del prostíbulo y el boliche del suburbio, y comenzó a ejecutarse en cafés y confiterías, en bailes populares, en cines y teatros, en recreos y clubes. Nació entonces una verdadera industria del tango, cuya vitalidad perduraría durante décadas.</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">El tango es una creación única en el mundo, de una riqueza musical extraordinaria y, dadas las diferentes vertientes y estilos, de una riquísima amplitud estética. Pero la música acompañada de una letra –especialmente si se da el caso de que se trate de una buena letra– multiplicó sus posibilidades. Son las letras de tango y no su música las que forman “un universo simbólico y un sistema de creencias” (Azzi, 1995: 86), dentro de los cuales durante décadas la sociedad porteña se ha mantenido. En un archicitado artículo de su Evaristo Carriego, Borges supo preverles a las letras de tango una perduración mayor que la que le auguraba a la obra de algunos poetas cultos de principios del siglo XX:</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">De valor desigual, ya que notoriamente proceden de centenares y millares de plumas heterogéneas, las letras de tango que la inspiración o la industria han elaborado integran, al cabo de medio siglo, un casi inextricable corpus poeticum que los historiadores de la literatura argentina leerán o, en todo caso, vindicarán. [...] es verosímil que hacia 1990 surja la sospecha o la certidumbre de que la verdadera poesía de nuestro tiempo no está en La urna de Banchs o en Luz de provincia de Mastronardi, sino en las piezas imperfectas y humanas que se atesoran en El alma que canta. (Borges, 1955: 158) [2]</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Son palabras proféticas. Mientras solo unos pocos estudiosos serían capaces de recordar un verso de Banchs o de Mastronardi, en cambio muchos podríamos recordar tangos enteros. </span><b><span style="color: #990000;">Las razones de esa permanencia en el imaginario popular de nuestro tiempo hay que buscarlas en la calidad poética de todas esas letras de tango</span></b><span style="color: #990000;">. Si Waldo Frank dijo que el tango es “la danza popular más profunda del mundo” (Carella, 1966: 15), creo yo que pudo hacerlo porque, como no ocurre con ninguna otra canción popular, el tango es filosófico: lo es en su música y lo es en su baile. Pero sustancialmente lo es en su poesía. Los problemas esenciales de su temática son la muerte, el paso inexorable del tiempo, el desarraigo, la búsqueda de la propia identidad, sin dejar de lado tópicos tan universales como el desamor o la nostalgia por un paraíso perdido.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">En buena parte del mundo el tango es valorado por su música y, en particular, por el encanto visual de su danza, pero para un habitante de Buenos Aires las letras de tango son un verdadero espejo en el que mirarse y, al mismo tiempo, un refugio dentro del cual muchos de nosotros hallamos consuelo y sabiduría de vida. Es que en las letras del tango subyace una verdadera axiología, un completo sistema de valores que se enraizó profundamente en la mayoría de los habitantes del Río de la Plata, sobre todo entre 1920 y 1960. Pero incluso para quienes no vivimos en aquellos años y, en cambio, tenemos incorporada la poesía del tango del mismo modo que se incorpora la canción folklórica en cualquier parte del mundo muchas letras de tango siguen resonando en nosotros con la misma fuerza de verdad que para un griego clásico podían tener los versos de Homero. Incluso cuando ese sistema axiológico ya no tiene vigencia y nos resulta básicamente elemental y hasta caduco.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Entre los grandes temas de la poesía del tango se cuentan el amor, el paso del tiempo, el ascenso y la declinación de quien se ha entregado a la vida nocturna o al vicio, el recuerdo y el olvido, el regreso a un espacio de dicha –la infancia, la juventud, el primer amor, un triunfo–, por lo general, imposible de recuperar. Resulta difícil enumerar todos los temas abordados por los poetas del tango: son numerosísimos. Sus letristas parecen querer describir todos los aspectos de una realidad que la poesía culta ha solido desdeñar: la crisis económica, la vejez, la protesta, el fútbol, el carnaval, las carreras, el café, el misterio de Dios, los viejos amigos, etc.</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Después de Contursi las letras de tango empezaron a contar historias sentimentales y tristes. Pero a partir de 1926, año en el que debutaron como poetas tangueros Homero Manzi y Enrique Santos Discépolo, las historias que se narran empiezan a dejar atrás el ambiente de la noche y del cabaret, y se meten de lleno en los ambientes diurnos y cotidianos y en la realidad social. De a poco se van relegando las letras con la lección moral de la milonguita. Así entran en el mundo del tango el violinista ciego, el carrero, el carnaval, el conventillo, el circo, el barrio, el ambiente del puerto, donde los inmigrantes se lo pasan añorando su suelo natal.</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Durante las décadas de 1930 y 1940 nada en la ciudad era ajeno al tango. La orquesta de Juan D'Arienzo marcó la aparición de un nuevo estilo, muy adecuado para el baile, y el éxito fue descomunal. La juventud, que había empezado a volcarse a otros géneros como el foxtrot, la rumba y el bolero, fue nuevamente captada por el tango. Con D'Arienzo el tango retomó en parte su alegría inicial. Surgieron entonces decenas de orquestas, lo que daría lugar a la década de oro de 1940. Después de haber nacido como una música de jóvenes para jóvenes, y de haber sido finalmente aceptado musicalmente por las capas media y alta de la sociedad, había llegado el momento de su mayor apogeo.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">El tango no sólo representaba a los que a fines del siglo XIX y comienzos del XX eran jóvenes, quienes prácticamente habían nacido con él, sino también a las nuevas generaciones. Se daba con el tango lo que tal vez podría suceder hoy en un concierto de los Rolling Stones o –para no ir tan lejos– de Charly García o Luis Alberto Spinetta: niños, jóvenes, adultos y viejos compartían esa música, esa danza y esa poesía. La conjunción de estos tres elementos constituían un horizonte común, se forjaban como una tradición y se vivían y sentían como una Weltanschauung propia. El tango estaba en todas partes: en los diarios y en las revistas, en la radio, en el cine, en cada café, en cada restaurante y en cada lugar de diversión.</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Estas décadas de apogeo del tango coinciden con el ascenso social de la clase obrera propiciado desde el gobierno por el presidente constitucional Juan Domingo Perón, hasta que en 1955 fue derrocado por militares golpistas, cuando promediaba su segundo mandato democrático. A partir de 1955 el tango comenzó su decadencia. ¿Será una casualidad?</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Reflejo de una cosmovisión particular, durante casi todo el siglo XX los habitantes de Buenos Aires fueron a buscar el tango que interpretara o contara lo que a ellos les estaba pasando. Incluso es habitual todavía que se apele al corpus de las letras de tango para expresar verdades plenamente validadas por el imaginario social. De este modo se acepta y se repite a diario que “el que no llora no mama / y el que no afana es un gil” (Cambalache, E. S. Discépolo), que “la fama es puro cuento” (Mi vieja viola, S. Frías-H. Correa) o que “la vida es una herida absurda” (La última curda, Cátulo Castillo).</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Son estos verdaderos éndoxa, opiniones reputadas y a esta altura indiscutibles. El habitante de Buenos Aires busca también en las letras de tango fórmulas para la vida. Así en el amor “primero hay que saber sufrir, / después amar, después partir / y al fin andar sin pensamientos...” (Naranjo en Flor, Homero Expósito).</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">En todo el siglo XX no hubo en el mundo una canción popular que ofreciera una reflexión tan profunda acerca de la condición humana. Ni el rock, ni el blues, ni el bolero. Ninguna. Ernesto Sabato lo dice al comienzo de Tango, discusión y clave:</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Un napolitano que baila la tarantela lo hace para divertirse; el porteño que se baila un tango lo hace para meditar en su suerte (que generalmente es grela) o para redondear malos pensamientos sobre la estructura general de la existencia humana. (Sabato, 1963: 17)</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><b><span style="color: #990000;">La pervivencia de este legado depende de nosotros, y cuando digo «nosotros» me refiero específicamente a los profesores de literatura. </span></b><span style="color: #990000;">Ninguna otra creación artística puede dar tan bien cuenta de cómo vemos el mundo, de cómo pensamos y de quiénes somos.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><b><span style="color: #990000;">Prof. Oscar Conde - </span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span style="color: #990000;">IES Nº 1 – Universidad de Buenos Aires</span></span></b></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-weight: bold;"><span style="color: #990000;">Academia Porteña del Lunfardo</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">.....................................................</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><b><span style="color: #990000;">Mensajero</span></b></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;"><span style="color: #990000;">Nunca los poetas del tango tuvieron mejor mensajero </span></span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Por ALEJANDRO CASTAÑEDA </span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">El tango los prefiere así: titubeantes, doloridos, con esa imagen de estar de vuelta y al mismo tiempo reclamar un poco de abrigo. Por eso "Garúa", "La última curda", "El viejo ciego" tienen en el Polaco a su mejor mensajero, porque allí el dolor está más allá de la ausencia del amor o del paso del tiempo, como si Goyeneche se apropiara de una tristeza más remota y más honda que habla de soledades mayúsculas y de callejones empedrados de angustias. </span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">El Polaco fue, quizá, el último gran intérprete de una generación con nombres rutilantes. Con Troilo se hizo cantor de orquesta. Subordinado a una gran formación, su estilo apenas se vislumbra tímidamente en aquellas grabaciones que anuncian en cuentagotas el gran decidor que esperaba entre bambalinas. Fue el mismo Troilo ("si no te vas, te echo", le dijo) el que lo obligó a buscar suerte como solista, para que pudiera explayarse a sus anchas lejos de un conjunto que a sus buenos cantores siempre les exigió obediencia debida.</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Cuando lo dejó, empezó a redondear el formato inigualable que lo terminó de definir como un cantor único. No le gustaban el ruido ni la foto, no era afecto a las entrevistas, era como si todo lo que tenía para decir ya lo hubieran dicho los grandes poetas. Porque la sensación es que Manzi, Discépolo, Cátulo, Cadícamo, Contursi le prestaron palabras y sentimientos a este ex colectivero de Saavedra, hecho desde chico a las exigencias de la calle, la morada última de estos ambulantes que a punta de boliches, trasnochadas y pálpitos fueron encontrando en los versos afligidos del tango la mejor manera de pararse frente a la vida.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Estuvo después transitoriamente junto a otras grandes formaciones -Pontier, Piazzolla, Stampone, Pugliese, El sexteto tango- pero como solista, dejando que la orquesta lo abrigara mientras él masticaba con la cabeza gacha esa poesía desesperada y disfrutaba de la frase que se hacía desear y de ese tartamudeo que era como una falsa pausa para tantear el mejor matiz. Un fraseo lleno de recodos, una estampa de hombre gastado, un pañuelo en su mano trémula, redondeaban ese cansancio que transpiraba tango. </span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Lo mejor del Polaco apareció entonces, en los 70 y los 80, antes de que su fatiga, de pura angurrienta, le fuera quitando voz. Las últimas incursiones lo pintan como un cantor casi de cámara, con poca música, apenas su voz deambulando por tangos incomparables, tratando de desentrañar lo que decían y lo que querían decir esos letristas, dejando que su afinación y su temperamento negociaran con los restos estropeados de un cuerpo que, entre taconeos y resoplidos, paseaba tembloroso y gustoso por esa poesía de extramuros. A medida que cargaba años y perdía aire, fue achicando su acompañamiento. Al final quedó como debió ser siempre: en el centro, su voz conmovedora y suficiente... y "a lo lejos la voz del bandoneón", como quiere Manzi. </span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Goyeneche nunca transó con el repertorio fácil, no pedía engañosas complicidades, descreyó de la moda y puso su garganta sólo al servicio de lo bueno. En 1984 participó del espectáculo Tango Argentino. Estuvo en dos películas, "Sur" y "El exilio de Gardel", pero lo suyo no era el gran escenario, su voz se sentía mejor cuando estaba más sola. Es probable que no haya sido el mejor, porque hace 69 años alguien se quedó con todo el medallero. Pero pocas veces los poetas del tango tuvieron un vocero más leal y más comprometido. No buscaba multitudes, como Castillo, ni llenaba los bailes, como Julio Sosa, ni seducía a las "humildes pebetas", como Moran, ni encantaba con el brillo exuberante del primer Juárez. Era otra cosa: arisco, silencioso, su madriguera era el pequeño escenario, su gente era la de la noche, su público tenía algo de esa bohemia que el tango reserva para los lastimados y los esperanzados. Por eso su voz dejó huellas imborrables y por eso sus tangos nunca serán "criaturas abandonadas".</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">..........................</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;"><span style="color: #990000;">Tango del Río de la Plata</span></span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">El tango es la música y la danza por excelencia del Río de la Plata, y no de un país exclusivamente. ¿Qué es el Río de la Plata? En primer lugar, por supuesto, un enorme río - el más ancho del mundo - formado a partir de la desembocadura de otras dos grandes corrientes de agua: el Paraná y el Uruguay. Es, además, una zona geográfica que comprende todo el territorio uruguayo y las provincias argentinas litoraleñas (por ejemplo, Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos). Por último, es un "área cultural" - como podría serlo Escandinavia o el Maghreb - compuesta por dos pueblos que comparten orígenes comunes - inmigratorios, en su mayoría - , que hablan sustancialmente la misma lengua - aunque con matices de tonos y de acentos - y que cultivan valores semejantes, independientemente de su diversa trayectoria histórica y política.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
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<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Pues bien, el tango nació en esa "área cultural" en el último tercio del siglo XIX, sin que pueda determinarse fehacientemente lugar, día y hora, porque ese nacimiento es la consecuencia de un largo proceso histórico y sociológico. Ni la Argentina ni el Uruguay - si hablamos responsable y seriamente - pueden reivindicar ningún derecho de primogenitura en la materia. Por el contrario, los dos países rioplatenses pueden invocar similares razones para considerarse, al mismo tiempo, la patria común del dos por cuatro. ¿Por qué? Porque fueron los mismos factores, durante la misma época, que operaron en las dos orillas del río "grande como mar" (el "Paraná-Guazú") y, en especial, en las dos ciudades-puerto, Montevideo y Buenos Aires, para dar a luz el tango.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
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<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">El éxodo del paisaje gaucho hacia las ciudades, la nostalgia de los inmigrantes - en gran parte italianos - que, felizmente, nos invadieron; el deseo de diversión de los marineros que recalaban en nuestros puertos y nos aportaban ritmos de ultramar (la "habanera", por ejemplo); la alegría de los antiguos esclavos que descubrían su libertad; los salones de baile y los prostíbulos, donde se juntaba todo ese material humano para olvidar un poco los sinsabores de la vida y a los cuales concurrían también los obreros de los mataderos (después frigoríficos) y los "niños mal" de las "familias bien"... Allí en la zona portuaria y en los arrabales porteños y montevideanos nació el tango. Y fue un uruguayo - Enrique Saborido - quien compuso el primero, cuyo éxito desbordó los estrechos límites del suburbio, disimulando sus orígenes prostibularios o "non sanctos": La Morocha. Tango que fue dedicado a la hermosa Lola Candales, cantante y bailarina, uruguaya también. Fue también un compatriota, Alfredo Gobbi, originario de Paysandú, quien, con Angel Villoldo (a quienes algunos consideran uruguayo) hizo desembarcar el Tango en París, en 1907. Y de ahí a la conquista del mundo...</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
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<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">No puedo dejar de citar a quien dirigió durante 50 años la más popular orquesta "típica": Francisco Canaro, alias "Pirincho", uruguayo de San José. Y fue también otro compatriota, Gerardo Matos Rodríguez, quien compuso (Montevideo, 19 de abril de 1917) el tango más célebre de todos los tiempos, el que se escucha en cualquier lugar del mundo - desde el metro de París hasta la Plaza Roja de Moscú - y que, a justo título, consideramos como nuestro segundo himno nacional: La Cumparsita. Y dejo para el final de esta breve reseña al más grande de los intérpretes del tango-canción, cuya voz resuena hoy entre nosotros, que la escuchamos con emoción y pasión, porque nos llega hasta lo más hondo de nuestra alma: Carlos Gardel, uruguayo de Tacuarembó y rioplatense de corazón, que "cada día canta mejor".</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
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<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">¿Por qué, entonces, si las cosas son así - y se pueden demostrar con abuntante bibliografía y documentación que no corresponden en esta rápida síntesis- se desconoce o ignora el origen también uruguayo del tango y nuestra enorme contribución a su difusión mundial? Podemos intentar un par de explicaciones, con la salvedad de que, ya en 2001, no hay tantas excusas para ese desconocimiento, injusto y equivocado.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
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<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">La primera. Buenos Aires es una gran ciudad de más de 10 millones de habitantes, mientras que Montevideo no llega a un millón y medio: relación de casi 10 a uno que se arrastra desde la Colonia. La capital argentina ha sido y sigue siendo un enorme mercado y un polo de atracción artística, como lo es París para los belgas, los suizos, los quebequenses y demás francófonos. Además de los numerosos lugares en que se bailaba y escuchaba el tango, Buenos Aires era la sede de una poderosa industria cinematográfica que difundía sus películas – con tango incluido- por toda América Latina y España. De ahí a pensar que "Buenos Aires = tango" no había más que un paso...</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
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<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">La segunda. Montevideo no tenía cine propio - apenas comienza a tenerlo en la actualidad- y tampoco casas grabadoras de discos. Había que viajar a Buenos Aires, donde se radicaban las filiales de las más importantes disquerías de Estados Unidos o Europa, para poder grabar. Recién en 1941 se fundó nuestra primera casa grabadora: "Sondor".</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
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<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Eramos los parientes pobres del tango porque las circunstancias materiales - menos población, menos riquezas, menos desarrollo tecnológico- no nos favorecían. Pero no lo éramos - ni lo somos- en relación a la inspiración y al talento de nuestros músicos, ni a la calidad de sus compositores, ni tampoco a la gloria que los mismos adquirieron en todo el mundo.</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">Para terminar, podemos afirmar, en alta y clara voz, que el tango no es - no lo fue nunca- patrimonio exclusivo de una ciudad ni de un país. Es la música y la danza urbana más representativa de una región y una cultura, las del Río de la Plata, que es argentino y uruguayo por partes iguales. Esta es la verdad, toda la verdad, nada más que la verdad.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;"><br />
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<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><b><span style="color: #990000;">Dr. Miguel A. Semino</span></b></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><i><span style="color: #990000;">Ex Embajador de Uruguay en Francia</span></i><span style="color: #990000;">.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="color: #990000;">..................................</span></span>Andrés Aldaohttp://www.blogger.com/profile/13501215594400255974noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5585898414183619824.post-48444380606282985672010-01-20T13:40:00.000-08:002010-01-20T13:40:09.889-08:00ALBERTO MORÁN CON OSVALDO PUGLIESE: PASIONAL<object height="344" width="425"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/1rlnrqlRscY&hl=en_US&fs=1&"></param><param name="allowFullScreen" value="true"></param><param name="allowscriptaccess" value="always"></param><embed src="http://www.youtube.com/v/1rlnrqlRscY&hl=en_US&fs=1&" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="425" height="344"></embed></object>Andrés Aldaohttp://www.blogger.com/profile/13501215594400255974noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5585898414183619824.post-81128674038344229582010-01-09T09:51:00.000-08:002010-01-09T09:51:43.033-08:00Últimas crónicas de R. Arlt (1900-1942)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhX6iMwDXGYRntVdzRx-3sEKVXDplEWD6Z8OEI6l3L8J8V_PK-gSDLKRsnjGuFoPddr_BFjRNFKaU2uBmHZJ6HhpEdJ_9Rvl3U38k-fY6oefsA1OXEZ8-JvCIjLDoaMjiJRfeUKIOAc5Gzv/s1600-h/arlt2.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; cssfloat: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" ps="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhX6iMwDXGYRntVdzRx-3sEKVXDplEWD6Z8OEI6l3L8J8V_PK-gSDLKRsnjGuFoPddr_BFjRNFKaU2uBmHZJ6HhpEdJ_9Rvl3U38k-fY6oefsA1OXEZ8-JvCIjLDoaMjiJRfeUKIOAc5Gzv/s400/arlt2.JPG" /></a><br />
</div><span style="color: #6aa84f; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>La figura literaria y la personalidad de Arlt son inagotables. Si el espíritu de Arlt tuviera la capacidad de leer lo que se ha escrito sobre su literatura y nada menos que a través de críticos literarios, pienso volvería a tomar la máquina de escribir, tomaría como fuente su memorable texto sobre los críticos literarios de Los Lanzallamas y sería, entonces, menos gentil y condescendiente. Que Ricardo Piglia, como en su momento Beatriz Sarlo, se hayan atrevido a juzgar, como académicos y charlatanes, al más grande escritor rioplatense argentino, haberle puesto estampillas de su propio peculio intelectual es, en realidad, lo único que fueron capaces de hacer. De todos modos, publicar estos textos es más una fuente de datos para intentar completar la historia del creador de Remo Erdosain, Silvio Astier, el Astrólogo, Hipólita la Coja, etc.</strong></span><br />
<strong><span style="color: #6aa84f; font-family: Trebuchet MS;">Para disfrute y conocimiento de nuestros lectores editamos esta nota. Que les aproveche y la disfruten. <em>Andrés Aldao</em></span></strong><br />
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<span style="color: #6aa84f; font-size: large;"><strong>Últimas crónicas de R. Arlt (1900-1942)</strong></span><br />
<span style="color: #6aa84f;"></span><br />
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<span style="color: #6aa84f; font-size: large;">El inagotable</span><br />
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<span style="color: #6aa84f;">Elvio E. Gandolfo </span><br />
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<span style="color: #6aa84f;">EN PRINCIPIO, el argentino Roberto Arlt publicó en vida cuatro novelas (El juguete rabioso, Los siete locos, Los lanzallamas, El amor brujo), y dos recopilaciones de cuentos: El jorobadito y El criador de gorilas. En una segunda etapa, tardía en su breve biografía de poco más de cuarenta años, entró con vigor en el ámbito teatral, con obras como 300 millones, Saverio el cruel, El fabricante de fantasmas, La isla desierta, La fiesta del hierro, El desierto entra en la ciudad, alentado por Leónidas Barletta y su Teatro del Pueblo. </span><br />
<span style="color: #6aa84f;">Heredero de una durísima infancia, con un padre castigador y terrible, más tarde luchador persistente contra la penuria económica, lector voraz de folletines y libros de Dostoievski, acusado o defendido alternativamente por su supuesta "mala escritura", esa masa de textos literarios y dramáticos le fueron ganando un puesto tan crucial en la literatura argentina que en muchas ocasiones se lo puso en la vereda de enfrente de Borges, con una estatura semejante, o mayor. </span><br />
<span style="color: #6aa84f;">Él mismo se jactaba de escribir una literatura intensa como un "cross a la mandíbula", y de haber ido ganando su territorio a base de "prepotencia de trabajo". También de su capacidad profética, ya que su dúo de novelas con Erdosain como protagonista (Los siete locos, 1929 y Los lanzallamas, 1931) dibujaron con precisión el clima paranoico previo y posterior al golpe de Uriburu de 1930, primer sacudón militar de los tantos que se irían sucediendo en la historia argentina del siglo XX. </span><br />
<span style="color: #6aa84f;">CERCA DEL INFINITO. La fama masiva que tuvo en vida dependió sin embargo mucho más de sus columnas en el diario El mundo, las muy célebres "Aguafuertes porteñas", cuya recopilación completa se ha subdividido posteriormente en diversas selecciones parciales, a menudo temáticas. La fama que llegó a tener Arlt como periodista fue absoluta: se convirtió en un personaje legendario, casi mitológico de Buenos Aires. Con una oreja impecable, y una capacidad de invención sin fin, registró como nadie antes o después el latir de las calles, su idioma, y también -acaso sobre todo- el modo en que eso repercutía sobre su propia personalidad, una de las más complejas de la literatura rioplatense. </span><br />
<span style="color: #6aa84f;">Los temas mezclaban la crítica de los defectos o maravillas numerosas de la gran ciudad, con apuntes certeros sobre figuras o visiones específicas: el solitario que trillaba la calle Corrientes de noche para no volver temprano a la casa donde lo esperaba "la fiera" (su mujer); la intriga ante algunas ventanas con la luz encendida en medio de la noche; la noviecita que maltrata al noviecito a la vista y paciencia de los pasajeros de un transporte colectivo. A eso se agregaron sus informes en serie, muy investigados, sobre trozos enteros de la realidad social en crisis. En ese sentido sigue siendo un ejemplo, a todo nivel, su minucioso informe sobre las estafas y carencias de los hospitales municipales de Buenos Aires, realizado con un médico encubierto que lo acompañó. </span><br />
<span style="color: #6aa84f;">Con el tiempo dejó de ser excepcional ver a varias personas que esperaban a Arlt en el diario, para comunicarle lo que deseaban ver registrado en su prosa y con su personalidad inigualable: a la vez fanfarrona y generosa, cálida y escéptica, dramática y cómica. La mayoría de las "aguafuertes" estaban escritas en una clara primera persona, con un lenguaje sometido a presión, que parecía ver acercarse la hora de cierre de la edición, y una capacidad infernal para crear neologismos, usar la repetición como mecanismo, o "enganchar" al lector ya a partir del título. </span><br />
<span style="color: #6aa84f;">La cantidad de "aguafuertes" publicada por Arlt tiene principio y fin, desde luego, pero vistas en conjunto, en una lista (como la que compiló Sylvia Saítta al final de su biografía de Arlt: El escritor en el bosque de ladrillos, Sudamericana), parecen infinitas. Trazan una zona de límites a la vez precisos y desdibujados por la cantidad. Con el paso del tiempo pasó a constituir un territorio de interés creciente en la atención tanto de los nuevos lectores que las conocieron en libro como dentro de la crítica, académica o no. Lo mismo ocurrió con su primera novela, El juguete rabioso, relato de iniciación duro, veloz, que insistió en ser rescatado por las nuevas generaciones sucesivas de narradores argentinos. Y que incidió en las minuciosas lecturas que hicieron de él críticos como Ricardo Piglia. </span><br />
<span style="color: #6aa84f;">DESPUÉS DEL VIAJE. En 1930 Arlt viaja a Uruguay, Brasil, Colombia, las Guayanas. Cuando vuelve, se va a la Patagonia, que lo impacta tanto por el paisaje como por la vida dura de sus habitantes. Esos trayectos se van pagando, en sentido literal, por las "aguafuertes" que va enviando. Cinco años después, en 1935, se hace realidad un sueño: el viaje a España (cercana a la Guerra Civil) y África. La puesta en contacto con esos nuevos mundos fue a la vez excitante y abrumadora. La experiencia recogida era tan distinta que la iba manejando haciendo paralelos con lo que ya conocía. La marca que dejaría el viaje en su sensibilidad sería mayor. </span><br />
<span style="color: #6aa84f;">Cuando al fin estuvo de regreso, dejó de escribir sus "Aguafuertes porteñas". Tal vez influido por su experiencia teatral de ese momento, hizo un primer intento de recalar en la sección de cine, que hacía el entonces famoso crítico Calki. Citado por Saítta, Calki cuenta el aterrizaje de Arlt en su sección, mandado "desde arriba", y con su característica insolencia: "Mirá, (...) vengo a ayudarte. Te quedás corto en tus comentarios sobre películas y yo te voy a aportar algo que te puede ser útil". Como era de esperarse hubo roces y la experiencia fue corta. Arlt abundaba en lo que importaba poco, y no respetaba los datos mínimos de la sección. Calki, ante su queja de que solo le da las películas menores, lo manda a ver Mayerling, de Anatole Litok. "Las extensas incursiones de Arlt en el campo de la fidelidad histórica y su absoluto desprecio en considerar a un film como tal, llevaron a Muzio [jefe de ambos] a decirle, después de leer un nuevo comentario: - Largá, Roberto. Volvé a la página seis". </span><br />
<span style="color: #6aa84f;">Arlt regresará a esa página, su hábitat, recién seis meses después. En ese período intermedio fallece su hermana Lila, y emprende el montaje de su obra teatral El fabricante de fantasmas. Cuando al fin retorna al periodismo no lo hace a través de sus "aguafuertes". Crea una sección llamada "Tiempos presentes", y más adelante otra, "Al margen del cable", que irá albergando la mayoría de sus textos. </span><br />
<span style="color: #6aa84f;">La especialista mexicana Rose Corral compiló casi todas las últimas crónicas de Arlt en El paisaje en las nubes, que lleva como subtítulo, "Crónicas en EL MUNDO 1937-1942". Aunque hay que aclarar de inmediato que ese "casi" representa un libro anterior, también recopilado por Rose Corral, que reúne las crónicas de "Al margen del cable" publicadas en el diario mexicano El Nacional entre 1937 y 1941 (Losada), que no se incluyen aquí. Una vez más, incluso en el terreno muy acotado de cinco años, la totalidad se desdobla, sugiere lo inagotable. Porque el volumen abarca más de 750 páginas de texto abundante, y su variedad es inenarrable. </span><br />
<span style="color: #6aa84f;">Los lectores previos de sus "aguafuertes" podrían prever un adelgazamiento de la materia real y porteña observada, penetrada hasta hacerla superar los límites del costumbrismo. Pero lo que ocurre es distinto. Como el orden es estrictamente cronológico, se mezclan una nueva investigación de los hospitales municipales con el estado de conmoción que sufre el centro porteño por la construcción de sus diagonales, por ejemplo. Pero también la inclusión de los momentos vívidos y recordados de su viaje reciente al otro continente, y el tono alternativamente profético, vociferante o con que advierte la cercanía irremediable de una Segunda Guerra Mundial. </span><br />
<span style="color: #6aa84f;">Lo más impresionante es la capacidad de Arlt para sacarle jugo al recurso de la lectura de un simple cable. Y su olfato para el título llamativo: "La vida extraña de Lilian Valerie Smith que simulaba ser un coronel británico", "Una herencia y 7.000 pleitantes", "El diablo y yo en el Parque Lezica", "´La culpa es del tocino, amada mía`", "Ocurrió en Samoa", "Batallita naval por un cabaret flotante", "Señores, soy el `doble` de Hitler", "El Tíbet tiene un nuevo Lama", "El truco de la mujer cortada en dos pedazos". </span><br />
<span style="color: #6aa84f;">CAJA DE HERRAMIENTAS. El paisaje en las nubes es un libro muy largo, y muy fragmentado. Como sigue encuadernado entre tapas y tiene un peso físico considerable, provoca una cierta aprensión ante su vastedad. Por otra parte, en un segundo momento, el lector se ve sorprendido por la necesidad de seguir leyéndolo, siendo que abandonarlo resulta más fácil que en otros casos. Un puntal clave es lo que Rose Corral subraya en una cita de Arlt, la "fortaleza del estilo". En cada texto, con muy pocas excepciones, se renueva la promesa cumplida de algo que vale la pena leer, y no por razones adventicias (estar enterado, saber cosas raras, incluso ser pedagógico) sino por el mero placer de la lectura de textos cargados de tensión. </span><br />
<span style="color: #6aa84f;">Los recursos de ese estilo son decenas. Ya en la primera crónica "Oro negro en Río Cuarto", aparece uno repetido más tarde: el fantaseo a partir de lo real. Con mano satírica, Arlt traza las consecuencias que la nueva riqueza puede traer a los pequeños comerciantes y las calles de la provinciana ciudad cordobesa. En otro caso se trata del salpicado del texto con palabras inglesas: los "ambulance chasers" en "Cazadores de ambulancias". O los "babies" (en vez de "los bebés") en "Las madres del mundo miran y escuchan". En este caso se agregan la repetición, y los diminutivos: "Los babies de todo el mundo duermen en sus cunitas. Los babies de todo el mundo, con sus caritas mofletudas, duermen en sus cunitas mientras las madres, sentadas en la orilla de la cama, los miran dormir". Después viene el contexto: son las madres de la Gran Guerra (la primera), que saben lo que pasará: "Se organiza la campaña `Pro Madres`. Pero las madrecitas permanecen sordas a este llamamiento a la fecundidad premiado con rebajas en billetes de ferrocarril y vales para los cines. Y es que el oído atento de las madres percibe, a lo lejos, el tronar del cañón". </span><br />
<span style="color: #6aa84f;">Otro recurso clásico del periodismo, la acumulación de cifras o números, aparece en "No se quede en casa, señor", escrito a partir de un cable que demuestra que las casas pueden ser peligrosas, por la cantidad de muertes que provocan los electrodomésticos. Por descarte, el lugar más seguro serían los ascensores, según se demuestra: "En el edificio de la Chrysler, 32 ascensores en 1936 recorrieron verticalmente 250.000 millas transportando 14 millones de personas con 30 millones de operaciones de abrir y cerrar la puerta. Se produjeron nada más que 18 accidentes". Después llega el remate, mezcla de deducción y chiste malo: "Que sea el ascensor el lugar donde menos accidentes se producen es explicable. Allí es donde menos se vive. Salvo que uno sea ascensorista". </span><br />
<span style="color: #6aa84f;">Si Arlt fuera un superhéroe de la escritura, como de hecho lo fue, en el caso de las crónicas bien podría denominarse Multiman. No hay espacio o campo que le sea ajeno. Puede escribir sobre la necesidad de una minería nacional, irse a Santiago del Estero y quedarse un tiempo cubriendo una sequía atroz, exponer el método para elegir un Lama en el Tíbet, revelar la debilidad de la Ley tanto ante el consumo de opio como ante las adivinadoras de un barrio porteño, leer docenas de libros sobre los países que están en guerra. O, más apropiadamente, escribir varias notas acerca de la falta de sentido que tiene cierta escritura (de diarios íntimos, por ejemplo) ante el cambio mundial traído por el despliegue nazi. </span><br />
<span style="color: #6aa84f;">Si hay una "fortaleza del estilo" basada en la elección de palabras concretas, fuertes, o de neologismos que a veces bordean la parodia por su intensidad, el otro plano es la imaginación. El cronista aquí imagina no solo diálogos o situaciones, sino un acomodamiento excéntrico de los espacios y los objetos, o la reconstrucción de un paseo de corresponsales extranjeros que termina en tragedia en la España en guerra, o la vida cotidiana de Al Capone. Es algo distinto a la fantasía: la imaginación crea una realidad más convincente que la real. Y a diferencia de otros que han acudido a ella, la imaginación de Arlt, en un número muy elevado de estos textos escritos a pedido y con brevísimo plazo de entrega, queda adherida a la memoria del lector. </span><br />
<span style="color: #6aa84f;">Es curioso que la serie menos interesante del volumen sean las crónicas enviadas desde Chile. Allí Arlt se vuelve cauto y totalmente periodista en el sentido convencional del término: reproduce gráficos, se ocupa de recoger "las dos campanas", de distinguir las diversas corrientes ideológicas. Un jefe de redacción no tendría nada que objetar, ni que corregir (como lo hacían a menudo con Arlt). Pero la imaginación verbal, teatral, creativa, brilla por su ausencia. Comparadas con las crónicas típicamente arltianas que las rodean, éstas parecen opacas, desteñidas. "Para eso", piensa el lector, "leo el diario". Leer a Arlt en el diario era muy distinto a leer el diario. </span><br />
<span style="color: #6aa84f;">LA HISTORIA DESDE EL SUR. Tampoco se ajustan a lo esperable sus crónicas sobre el estado del mundo. Cuando anuncia la necesidad de parar al enemigo nazi, lo hace con las herramientas del folletín, del "pulp" policial: "Hay que luchar otra vez contra el monumental rodillo del prusianismo en armas que avanza implacable, accionado por el crimen y estimulado por el miedo". A su vez subraya, en otra crónica, la increíble suerte y comodidad de vivir (él y sus lectores) en una ciudad de Buenos Aires alejada de los campos de batalla europeos. </span><br />
<span style="color: #6aa84f;">En "¿Qué hacemos con tanto poder y tanta plata?", compara la vida sin brillo de Mussolini y de Hitler con la de los tiranos de la Antigüedad, más agradables a su imaginación. "Este hombre [Hitler], a pesar de ser el dictador más rico de Europa (infinitamente menos rico que cualquier estanciero sudamericano o que cualquier comerciante norteamericano, no fuma, no bebe, no parece aficionado a los placeres del amor, y se alimenta de vegetales. Sus goces son económicos: la política, en la cual se juega la cabeza, y el cinema, que lo distrae de sus trabajos de destrucción". Agrega al que llama "tercer dictador", Stalin, "cuyo sueldo no es mayor que 500 pesos mensuales, (...) que fuma, bebe, tiene hijos y publica libros, cuyos ingresos absorbe el partido". Ante esos dictadores modernos, que palidecen junto a los desbordes de un Nerón, se pregunta retóricamente: "Entonces, ¿para qué el poder, para qué los millones, para qué las víctimas?". </span><br />
<span style="color: #6aa84f;">Lo que llama la atención es el título del volumen: <strong><em>El paisaje en las nubes</em></strong>. Nada había más alejado de las nubes que Roberto Arlt. Salvo que pudiera recorrerlas en un cuatrimotor metálico y atronador, rumbo a una aventura o una guerra que pudiera anotar en sus indudables libretitas de aquella época sin grabadores. La incógnita se devela en las últimas páginas: era el título de la nota que quedó en su escritorio cuando lo derribó un infarto a los 42 años. Una historia de inmigrantes de la gran Nueva York. Otra vez un nuevo giro en esta laberíntica serie inagotable. </span><br />
<span style="color: #6aa84f;">EL PAISAJE EN LAS NUBES. Crónicas en EL MUNDO 1937-1942, de Roberto Arlt. Compiladas y anotadas por Rose Corral. Prólogo de Ricardo Piglia. Fondo de Cultura Económica. Bs.As., 2009. Distribuye Gussi. 766 págs. </span><br />
<span style="color: #6aa84f;"><span style="font-size: large;">En el laboratorio</span> </span><br />
<span style="color: #6aa84f;">Ricardo Piglia </span><br />
<span style="color: #6aa84f;">A LA MANERA de los investigadores paranoicos del expresionismo alemán (el doctor Mabuse, el doctor Caligari), Arlt tiene a su disposición hechos y situaciones a los que observa tratando de encontrar los datos que permiten inventariar un mundo nuevo: la utopía subyace en estos textos como el revés perverso del costumbrismo. </span><br />
<span style="color: #6aa84f;">La literatura es para Arlt el laboratorio donde se experimenta con las conductas inesperadas y las especies ambiguas, con las partículas y las moléculas microscópicas de la vida social. Sus aguafuertes escritas durante casi veinte años son el archivo de esa investigación biológica-política. Múltiple y maleables, sus crónicas mezclan diagnósticos, pequeños panfletos, microhistorias, futuras novelas, fragmentos de un folletín personal, y extraordinarios registros de lectura. </span><br />
<span style="color: #6aa84f;">Pero quizás lo más notable de las crónicas de Arlt es que fueron escritas por encargo. Se publicaron desde el primer número del diario El Mundo; posiblemente se trató de encontrar un lugar para Arlt como redactor especial. Y el redactor se convirtió en la noticia. La consigna era sencilla: Arlt estaba obligado a escribir pero nadie le decía sobre qué. Esta disposición (que dura años) es la base de la forma de sus crónicas y define el género. Arlt actúa como un observador exigido, obligado a encontrar "algo interesante". La experiencia de buscar el tema es uno de los grandes momentos de las aguafuertes. La obligación vacía de escribir les da una tensión de la que, por supuesto, carece el periodismo. Quiero decir, el periodismo busca el dramatismo en la noticia, y las crónicas de Arlt dramatizan la exigencia de escribir, la obligación de encontrar algo que decir. En más de un sentido, el cronista es quien -para decirlo así- inventa la noticia. No porque haga ficción o tergiverse los hechos, sino porque es capaz de descubrir, en la multitud opaca de los acontecimientos, los puntos de luz que iluminan la realidad. En nadie es tan clara como en Arlt la tensión entre información y experiencia. (...) Arlt trabaja con la experiencia pura, busca transmitir el sentido de los acontecimientos. Por eso sus crónicas se leen hoy mejor que cuando fueron escritas. No son escritos periodísticos en el sentido clásico pero son periodísticos porque ofrecen la novedad de una visión. </span><br />
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<em><span style="color: #6aa84f;">(Del Prólogo a El paisaje en las nubes).</span></em>Andrés Aldaohttp://www.blogger.com/profile/13501215594400255974noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5585898414183619824.post-56387217087714548102010-01-04T04:29:00.000-08:002010-01-04T04:33:44.093-08:00Reportaje a Hugo Verani: ESCRIBIR, PARA ONETTI, ERA UN DESEO IRREFRENABLE:<span style="color: #cc0000; font-family: Times, "Times New Roman", serif; font-size: large;">Todavía me late el cuore...</span><br />
<span style="color: #cc0000; font-family: Times, "Times New Roman", serif;">Un esotérico criterio me llevó a las fauces literarias de Juan Carlos Onetti. Y a los grandes del "boom" los leí sin entregarme... Tal vez por mi prosapia urbana, hombre de las calles empedradas, el tranvía y el colectivo, el café y el bodegón, esa atmósfera de barrio y tango, milonga y timba, esa melancolía que es examen de ingreso para recibirse de Rioplatense auténtico. Al leer este reportaje al crítico uruguayo que nos rescata a Onetti a través de las cartas de uno de los dos mitos de las orillas del río amarronado, el más ancho del universo y con puertos de antología, Buenos Aires y Montevideo, sentí un espolón en el alma. </span><br />
<span style="color: #cc0000; font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><strong><em>Last bat not least, </em></strong>tal vez halle un alma noble que me consiga un ejemplar y me lo mande a Maalot Caballito, previo pago contante y sonante... </span><br />
<span style="color: #cc0000; font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><strong>Andrés Aldao</strong></span><br />
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<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em>El crítico uruguayo Hugo Verani analiza la correspondencia del autor de El pozo con el profesor y pintor Julio Payró, rescatada y publicada en el libro Cartas de un joven escritor. Son sesenta y siete textos desconocidos e inéditos, escritos a lo largo de veinte años.</em></span><br />
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<strong><span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Por Silvina Friera</span></strong><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLXB1A0trXXTsAKdrD12iEUfXMXx3MPiB_n8qxvZ0p23YZX3jrfgmKbPcizJ9lL0FRPoHV9kcU4FztHJJjG0a3fMWjXxdQFAcuAjy6L8J3vNJH-_IfYa1-TfLhKmDNhs96MjLO7RcDifrH/s1600-h/one+grande.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; cssfloat: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" ps="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLXB1A0trXXTsAKdrD12iEUfXMXx3MPiB_n8qxvZ0p23YZX3jrfgmKbPcizJ9lL0FRPoHV9kcU4FztHJJjG0a3fMWjXxdQFAcuAjy6L8J3vNJH-_IfYa1-TfLhKmDNhs96MjLO7RcDifrH/s320/one+grande.JPG" /></a><br />
</div><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
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<div style="text-align: right;"><span style="color: #cc0000; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Onetti manifiesta en estos textos su amor por la pintura.</span><br />
</div><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
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<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Siempre se vuelve al primer amor. Lo admite el profesor y crítico uruguayo Hugo Verani, con una copa de vino blanco recién servida, en un bar de Palermo. “Puedes poner que soy onettiano, aunque él tomaba vino tinto. Y cuanto más ordinario, mejor; terraja, como decimos en Uruguay”, bromea este señor de cuerpo contundente, sonrisa amistosa que abraza a sus interlocutores y tono campechano rioplatense, responsable de un hallazgo que invita a frotarse las manos con los ojos bien abiertos: las cartas enviadas por Juan Carlos Onetti a Julio E. Payró, historiador y crítico, pintor y profesor universitario, autor de una cuarentena de libros y uno de los fundadores del Fondo Nacional de las Artes de Argentina. Son sesenta y siete textos desconocidos e inéditos, escritos a lo largo de veinte años (1937-1957) y conservados en dos instituciones norteamericanas: en la Research Library del Getty Research Institute (Los Angeles, California), y en la Hesburgh Library de la Universidad de Notre Dame (South Bend, Indiana). Este epistolario, apasionante y revelador, además de ser una crónica de una amistad entrañable, astilla el mito de la proverbial parquedad de Onetti, al menos en su etapa de autor inédito, y muestra a un hombre apasionado por la pintura moderna, especialmente por Paul Gauguin, y con unas rabiosas ganas de escribir y de publicar, obligado a concursar en certámenes literarios que le permitieran conjurar la aplastante pobreza de los primeros tiempos. Cartas de un joven escritor, la correspondencia con Payró, que acaban de publicar conjuntamente Beatriz Viterbo en la Argentina, Ediciones Trilce (Uruguay) y Lom Ediciones (Chile), con edición crítica, estudio preliminar y notas de Verani, es la frutilla del postre en el centenario del autor de La vida breve.</span><br />
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<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Una beca torció el destino de Verani, nacido en Montevideo en 1941. Se fue a los Estados Unidos, donde reside desde 1964. “Hice mi maestría y doctorado, tengo dos hijos que viven en California y tres nietitas”, sintetiza rápidamente para llegar al corazón del asunto que lo trajo a Buenos Aires por unas apretadas 48 horas en las que visitó a Dorotea (“Dolly”) Muhr, la viuda de Onetti, que vive en Olivos, y que están a punto de consumirse junto a Página/12. “A fines de los ‘’60 no se leía mucho a Onetti, pero tuve un profesor chileno, Cedomil Goic, que me dijo que debería escribir sobre Onetti. Me recomendó que leyera La vida breve, su gran novela. Tenía razón: es una novela extraordinaria”, recuerda el crítico uruguayo el encuentro con su primer amor. De esa relación nació Onetti: el ritual de la impostura, publicado originalmente en 1981, que acaba de ser reeditado por sus pagos, pero reescrito de punta a punta, y que desea que se publique en Buenos Aires. “El lenguaje envejece muy rápidamente, sobre todo el lenguaje crítico –justifica la reescritura de ese libro–. Volví a Onetti gracias a las cartas porque me había ido por otros lados. México está muy cerca, soy un apasionado de la cultura y la literatura mexicana, pero regresé a Onetti después de muchos años de no haberlo leído”, confiesa Verani, especialista en las vanguardias literarias de Hispanoamérica y en la poesía de Octavio Paz, profesor emérito de la Universidad de California y profesor investigador de la Universidad de Notre Dame.</span><br />
<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">No sabe exactamente cómo llegó la correspondencia de Onetti a Estados Unidos; probablemente la vendió la última viuda de Payró o sus hijos. “Las cartas estuvieron seis años en mi universidad. Yo tenía poco interés en ese momento por Onetti, me había apartado mucho. Pero un día decidí leer las cartas y me atraparon; descubrí a un nuevo Onetti y me propuse hacer este libro inmediatamente antes de que lo hiciera otro”, explica. “Es sorprendente el hecho de que Payró mismo tuviera la visión de guardar cartas de un Onetti antes de Onetti, porque cuando empiezan a escribirse ya se creía un gran escritor, aunque no había escrito nada.” Como plantea en el estudio preliminar del libro, esta correspondencia deja la sensación de una amistad fundada no sólo en un afecto fraternal sino en una admiración y un respeto mutuos. El intercambio epistolar comenzó hacia 1937, cuando el escritor uruguayo tenía 28 años y vivía en Montevideo, aunque las primeras cartas se han extraviado. Lamentablemente, el autor de El pozo no guardó las respuestas de Payró. Se sabe que solía destruir sus propios manuscritos hasta que “Dolly”, su cuarta y definitiva esposa, comenzó a guardarlos, en la década del ‘50.</span><br />
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<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">–Como documento biográfico, estas cartas sorprenden por las referencias que hace Onetti a los concursos literarios. ¿Hay que revisar el mito de que era un hombre huraño, reticente y desinteresado del mundo literario?</span><br />
<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">–Sí, todo el mundo creía esto, pero con estas cartas se produce un cambio radical. Hay que tener en cuenta que Onetti era un hombre muy pobre, que se moría de hambre en la época en que había estado en Buenos Aires. No está en las cartas, pero en varias entrevistas contó que él y la mujer iban a comer a casa de amigos y se robaban cada uno un pan para poder tener garantizado el desayuno al día siguiente. El ve en los concursos literarios la posibilidad de ganar un dinero. Estas cartas rompen con la imagen del escritor que no le importa nada.</span><br />
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<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">–También aparece la típica imagen de Onetti, tirado en la cama leyendo a Proust.</span><br />
<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">–Se pasaba la vida leyendo, su pasión era la literatura, incluso lo dice muchas veces. Prácticamente en todas las cartas afirma: “Yo escribo, nada más”. Cuando lo abandona su segunda esposa, a quien dice querer mucho, lo más increíble es que no hace nada. La ama pero es incapaz de buscarla y lo único que hace es escribir. Hay una frase que es maravillosa: “Yo soy un tipo sin relación con el mundo”. Ahora a las tres semanas está enamorado de nuevo (risas).</span><br />
<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">En la carta 52, en la que cuenta la separación definitiva de María Julia, su segunda esposa, redacta el conmovedor autorretrato de un hombre obsesivamente encerrado en sí mismo. “El cerebro no me da para entender de verdad lo que estoy viviendo, las gentes ni las cosas ni un corno. Todo me resulta como entre sueños y no hay forma de despertar. Toda mi comunicación con el mundo la establecía a través de ella y perdida ella no hay caso, no hay ersatz. Esto me tiene mal; en consecuencia, tengo que escribir y escribir y escribir”. En varias cartas se refiere a la pasión y el vicio de la escritura. “Por una cualidad peculiar de su temperamento, vivir y escribir equivalían a lo mismo –anota Verani–. Parecía impulsado por un deseo irrefrenable que se le imponía de manera instintiva, sin dejarle otra opción que escribir casi obsesivamente, por una necesidad vital, a la cual se entregaba ‘con total abandono’.”</span><br />
<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">“Hay algo que se descubre ahora y que no sabíamos”, subraya Verani. “Onetti era un autodidacta, no terminó el primer año del liceo, pero tuvo una amistad con una de las personas más cultas del momento, Payró. Hoy en día Onetti es mucho más importante que Payró, pero en ese momento, Payró, que era diez años mayor, fue su maestro. Nunca supimos cuáles fueron los maestros de Onetti, pero ahora lo sabemos: Payró y (Joaquín) Torres-García.” El hallazgo más significativo es la relación de Onetti con la pintura moderna. Sus observaciones epistolares revelan la importancia formativa que tuvo para él la pintura francesa de fines del siglo XIX. El lector inquieto que cree conocer bastante sobre el escritor uruguayo se queda tieso cuando lee una afirmación iluminadora que apuntó en la tercera carta: “Siempre he sacado poca o ninguna utilidad de mis lecturas sobre técnicas y problemas literarios; casi todo lo que he aprendido de la divina habilidad de combinar frases y palabras ha sido en críticas de pintura. Y un poco en las de música. El porqué de esto no lo veo muy claro”.</span><br />
<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Como un reloj de arena, la copa de vino blanco comienza a bajar por acción de la gravedad que ejerce Verani. Un cuadro que el escritor uruguayo vio en la casa de Payró le partió literalmente la cabeza: Mujer con fruto, de Gauguin. “Aventaja a las obras maestras de Cézanne porque, dentro de un orden severo, hay allí toda la poesía que hasta la fecha es posible poner en un cuadro”, asegura Onetti en la carta tres. “Es increíble que Gauguin sea su pintor favorito por el colorido, por los paisajes tropicales. Onetti es Buenos Aires, el Bajo, la zona del Abasto, la madrugada y las putas –contrasta el crítico uruguayo–. Lo que plantea en las primeras cartas es que aprendió más de la pintura que de la literatura. Pero es como su literatura, no explica las cosas. ¿Qué le pudo haber interesado de Gauguin, de Paul Cézanne, de El aduanero, de Henri Rousseau, los tres pintores que menciona?”, se pregunta Verani. Para responder elige una anécdota. “Onetti vio una exposición de Picasso en 1975, en Montevideo, y fue a la casa de Torres-García, el gran pintor del que se hizo muy amigo –los presentó Payró–, y le contó entusiasmado sobre la exposición. Parece que Torres-García dijo: ‘¡Qué cosa este Onetti, no sabe nada de pintura y nunca se equivoca!’.”</span><br />
<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">La carcajada de Verani rebota por las paredes del bar; un par de ojos desesperados por saber de qué se trata se dirigen al hombre que quiebra la monotonía de la tarde. “La relación de Onetti con la pintura merece un libro aparte –propone–, pero tendría que ser escrito por alguien que sepa mucho más que yo de pintura, más joven y preparado y que se meta de cabeza en esa relación. Alguien que vaya de la literatura a la pintura, porque estoy convencido de que hay descripciones de cuadros en muchas de sus novelas. Se necesita a alguien con mucho conocimiento del arte, de la pintura moderna.”</span><br />
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<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">–¿De qué modo impactó en su relectura de Onetti el hallazgo de la importancia de la pintura?</span><br />
<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">–Después de no haberlo leído en los últimos veinte o treinta años, me di cuenta de que realmente su obra es inagotable. A Octavio Paz le gustaba decir que los escritores al morir entran en una suerte de Purgatorio o de limbo por unos diez años. Algunos salen, otros no. Onetti, después de su muerte, durante unos diez años, no se vendió, aunque nunca vendió mucho. Ahora hay un furor en todo el mundo. No podemos predecir el futuro, pero creo que Onetti resistirá la prueba del tiempo. Hay muchos otros caminos para seguir explorando su obra. Hay que relacionar la pintura con la creación: Santa María misma es un cuadro que fue pintando poco a poco, que lo fue poblando de gente y de lugares.</span><br />
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<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">–En una de las cartas, el escritor uruguayo admite que le está madurando “una cínica indiferencia nacida tiempo atrás”. ¿Esta indiferencia es también política?</span><br />
<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">–Hay una indiferencia política muy fuerte desde el comienzo. El escribe y no quiere que lo jodan, que lo molesten. Cuando escribe su tercera novela, Para esta noche, publicada aquí en 1943, en el prólogo pide disculpas por su indiferencia, en plena Segunda Guerra Mundial, cuando otros se están peleando y están muriendo para “salvar al mundo”. Pero él se siente incapaz, por su actitud pasiva ante la vida.</span><br />
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<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">–Para la generación del llamado boom, tan politizada, Onetti era un bicho raro o prácticamente no se lo tenía en cuenta. Ahora, a diferencia de muchos autores del boom, se lee más al escritor uruguayo. ¿Cómo interpreta esta inversión? ¿Sería el triunfo de esa “cínica indiferencia”?</span><br />
<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">–No sé, es muy difícil... (piensa). Mirá Borges, que también estaría en esa línea de la “cínica indiferencia”. Había grandes escritores, como Juan Rulfo, con un mundo social y mexicano muy fuerte, que también era desconocido. O el mismo Alejo Carpentier. Los escritores del boom fueron los que despertaron el interés en la literatura de Onetti. Cortázar dijo una vez, sobre Felisberto Hernández, un gran escritor uruguayo también desconocido: “Qué cosa, los uruguayos esconden sus mejores valores” (risas). No es que los escondiéramos: no había editoriales, éramos muy pobres, no había lectores y teníamos un público culto pero menor.</span><br />
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<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">–¿Considera que algunas cartas, como la 21, en la que se burla de cómo hay que escribir, son pequeños manifiestos artísticos de Onetti?</span><br />
<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">–Sí. Con Onetti empieza una interiorización de la literatura. Hay que escribir lo que se ha vivido, lo que se ha imaginado, lo que se ha soñado; la literatura tiene que tener una base real, pero a la vez debe ser toda invención.</span><br />
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<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">–Una de las cartas demuestra la tensa relación con la revista Sur, cuando Onetti le pide a Mallea que le devuelvan un relato que mandó, posiblemente “Tiempo de abrazar”, y una novela, quizá El pozo. ¿Cómo analiza este vínculo?</span><br />
<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">–Mallea era la gran figura, ¿pero quién lee hoy a Mallea? En esos años era la gran figura cultural. A pesar de llamarse antiintelectual, Onetti quería publicar desesperadamente en Sur. Como no le contestan, le pide a Mallea los manuscritos ante la posibilidad de publicarlos. Después, en el ‘54, publica “El álbum” como cuento, y Los adioses como novela, en Sur. Onetti estaba desesperado por entrar en la élite que tanto rechazaba. Esa élite representaba el “escribir bien” de Mallea. Pero a Onetti le interesaba Arlt, el que escribía “mal”. Arlt quedó y se lo lee con admiración. A Mallea lo leerán, con suerte, los nietos. <em><span style="font-size: x-small;">(publicado em Página12 del 7/1/2010)</span></em></span><br />
...............................................Andrés Aldaohttp://www.blogger.com/profile/13501215594400255974noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5585898414183619824.post-67676283242583971372010-01-02T13:32:00.000-08:002010-01-03T01:03:15.873-08:00El cine argentino en la década del ’30<span style="color: purple; font-size: large;">Microhistoria de vida</span><br />
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</span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjV-cBh2Hl7Hq_k0se0RK7x4bpL9kLIa7OaHe0TE6b_dFp94KasuqBqIpiML5i1bbDnfHxeA0cKJPyPHQw3uoXIxuunyjqvauWOHOPFzphFWVCQ8GuvfcXZ76SQenvpRA6l1NWSL9uadTpB/s1600-h/Claqueta.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" ps="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjV-cBh2Hl7Hq_k0se0RK7x4bpL9kLIa7OaHe0TE6b_dFp94KasuqBqIpiML5i1bbDnfHxeA0cKJPyPHQw3uoXIxuunyjqvauWOHOPFzphFWVCQ8GuvfcXZ76SQenvpRA6l1NWSL9uadTpB/s400/Claqueta.jpg" /></a><br />
</div><span style="color: purple;">1. Introducción</span><br />
<span style="color: purple;">2. Contexto histórico - mediático</span><br />
<span style="color: purple;">3. El desarrollo de la cinematografía argentina</span><br />
<span style="color: purple;">4. El cine y las salas de barrio</span><br />
<span style="color: purple;">5. Conclusión</span><br />
<span style="color: purple;">6. Bibliografía</span><br />
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<span style="color: purple; font-size: large;">1. Introducción</span><br />
<span style="color: purple;">José Iriarte (79 años. Nació el 6 de junio de 1920 en la ciudad de Necochea, Provincia de Buenos Aires. Oficio: relojero)y Elsa Juana Craba de Iriarte (75 años. Nació el 10 de mayo de 1924 en el barrio porteño de Belgrano. Oficio: modista). Barrio donde viven: Caballito. Relación de parentesco conmigo: abuelos. Relación de parentesco entre ellos: esposos. Medio sobre el que relatan: cine.</span><br />
<span style="color: purple;"><em><strong>José </strong></em></span><br />
<span style="color: purple;">Yo era un loco del cine. Iba a la escuela, hacía la tarea y me iba al cine. ¿A que no saben cuántos días por mes iba al cine?. 30 días. Una barbaridad. ¿Y a qué no saben cuánto valía la entrada?. 10 centavos. </span><br />
<span style="color: purple;">Desde los 5 a los 9 años viví en Avellaneda, después me mudé a Caballito, a Cachimayo y Santander, y ahí estaba el cine "Asamblea". Ahí repartía programas en la calle con otros chicos pero como yo era muy educadito, prolijo y me vestía bien entonces me mandaban al centro a poner los avisos clasificados del cine. También me acuerdo que le llevaba mate a los acomodadores y me daban 10 centavos. Para mí 10 centavos era una maravilla porque eso era lo que salía una entrada. También podías juntar los envases de cierto tipo de mercaderías del almacén y te regalaban entradas para el cine. Por ejemplo, tenías que juntar papeles de yerba o de manteca de equis marca. Estoy hablando de cuando yo tenía 10 años. Hace 70 años.</span><br />
<span style="color: purple;">Cuando tenía 16 me mudé a San Juan y Boedo. En Boedo estaba el Cine "Moderno", "Alegría", el "Nilo", "Los Andes" y el "Cuyo". Los buenos eran: "Los Andes", el "Nilo" y "El Cuyo". Los baratos, que eran de medio pelo para abajo, donde se hacía mucho barullo y no te costaba nada la entrada eran el "Moderno" y el "Alegría". Pasaban películas de convoys y de pistoleros. Eran cines chicos, familiares y más que nada iban las mujeres y los chicos porque los hombres trabajaban.</span><br />
<span style="color: purple;">A mi mama y a mí nos encantaba el cine. Tanto es así que mi vieja no se llevaba bien con Elsa y entonces yo que sabía que el cine era su punto débil, le regalaba una entrada para comprarla. Ella era loca del cine. Había uno a 60 metros de mi casa cuando vivía en San Juan y Boedo. Entonces la invitaba a mi mamá a ver películas habladas en castellano porque no sabía leer y ya se quedaba contenta. </span><br />
<span style="color: purple;">El cine funcionaba matiné, vermout y noche. Se pasaba tres veces la misma película, generalmente de convoys. Argentinas no había o muy pocas. Se daban tres películas por 10 centavos. Te pasabas en el cine tres horas como nada. Entre película y película se hacía un intervalo, te vendían helados y caramelos y pasaban "Sucesos Argentinos", que era un noticioso del momento de acá y de Europa. También cuando terminaba una película podía venir un dúo que se llamaba "número vivo". Era para generar fuentes de trabajo. Había dos tipos que tocaban la guitarra y uno que cantaba o un malabarista. </span><br />
<span style="color: purple;">Varias veces fui al cine en La Plata y ahí no pagabas entrada sino una consumición. Tomabas un café con leche o una bebida o comías un sandwich mientras mirabas la película. </span><br />
<span style="color: purple;">Yo veía muchas películas del far west. Las películas del far west me acuerdo que se daban en 10 o 12 episodios: lunes, miércoles y viernes. Valían poco pero te enganchaban. Tres veces por semana tenías que ir de cajón. Eso movía mucho a la gente y si te perdías algún capítulo le pedías a alguien que te lo contara. </span><br />
<span style="color: purple;">Las películas eran más cortas que ahora, duraban una hora más o menos. Por ejemplo, cuando vi "Lo que el viento se llevó" ese día dieron una una sola película porque era muy larga. Esa la vi como tres veces. </span><br />
<span style="color: purple;">También vi muchas películas mudas, películas de Carlitos Chaplin y Los Tres Chiflados. Pasaban escritura pero si no sabías leer, mirando los gestos y los movimientos entendías todo.</span><br />
<span style="color: purple;">De las argentinas una que me acuerdo es "La guerra gaucha". Otra: "Todo un hombre" con Amelia Bence. También las de Niní Marshall como "Catita" y "Puertas cerradas" con Libertad Lamarque, y entre los artistas estaban Luis Sandrini, Hugo del Carril, Zuly Moreno y Carlos Gardel. Nunca había escenas de obscenidad ni desnudos. Tampoco existía como ahora que ponen si es prohibida para 18 o para 13. Todos podían verlas. Eran buenísimas. Yo no sé por qué no pasan esas películas ahora.</span><br />
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</span><br />
<span style="color: purple;"><strong><em>Elsa</em></strong></span><br />
<span style="color: purple;">Una de las cosas que me acuerdo es cuando vino el dirigible y fuimos a la plaza "Balcarce" a ver cómo pasaba. Esto fue en el año del ajo. En esa época yo siempre miraba las películas de Gardel y el día que pasaba el dirigible yo había arreglado para ir al cine a la mañana y me quedé pensando que no iba a poder ver la película. </span><br />
<span style="color: purple;">Otra cosa que me acuerdo es que en el almacén te daban bonos. Cada 5 pesos de bonos te daban una entrada y así mi viejita iba al cine con los nenes. Nos llevaba a los cines de Belgrano o de Nuñez como el "Saavedra" o el "Estrella". No se daba ir al centro porque por ejemplo el "Elite" nos quedaba a dos cuadras de casa. En el "Saavedra" llegué a ver cine mudo y te ponían música de fondo mientras pasaba la película.</span><br />
<span style="color: purple;">La primera película que vi fue "Flor de Durazno". Otra que me gustó fue "Cuesta Abajo" y "Melodía de Arrabal" o las de amor aunque a mí lo que más me gustaba del cine era Carlos Gardel. </span><br />
<span style="color: purple;">Yo tendría 10 años. Y tengo una anécdota increíble. El día que murió Gardel fui al cine a ver "El día que me quieras". Cuando salí una amiga de la cuadra me dijo: ¿A qué no sabes quién murió?. Y yo le dije: Mira, mientras no sea Gardel cualquiera. Y me dijo: Murió Gardel. Yo tenía una locura muy grande por Gardel. Me gustaba cómo cantaba, sus películas, todo. Como las chicas ahora con los actores o los conjuntos de música.</span><br />
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<span style="color: purple;"><strong><em>2. Contexto histórico - mediático</em></strong></span><br />
<span style="color: purple;">"No se puede tener una visión viva de lo que fue el país sin ver las películas argentinas. En particular del cine que fue totalmente libre. Desde su origen fue libre, democrático y competitivo, hasta 1945". (Domingo Di Núbila).</span><br />
<span style="color: purple;">Cualquier análisis sobre el desarrollo de los medios de comunicación en la Argentina permite reconstruir una historia más general, que abarca aspectos políticos, sociales, culturales y económicos del pasado nacional. </span><br />
<span style="color: purple;">El cine, por ejemplo, se remonta a 1896 cuando se efectuaron en el país las primeras proyecciones cinematográficas. Para 1900 aparecen las primeras salas específicamente dedicadas al cine y los primeros noticieros. Hacia 1907 se realizaron los primeros ensayos de cine sonoro pero recién en 1933 logra afianzarse el sonido, momento en el cual nace una verdadera una industria nacional.</span><br />
<span style="color: purple;">Vale recordar que la Argentina desde 1916 a 1930 se halló en manos de presidentes radicales. En primer lugar, Hipólito Yrigoyen; luego Marcelo T. de Alvear y nuevamente Yrigoyen hasta el golpe militar de José Felix Uriburu, en el '30. A partir de ese año y hasta 1943 se extendería un período conocido como la Década Infame. Es decir, luego de una etapa tímidamente populista como fue la radical comienza la restauración conservadora. Durante esa larga década se van a suceder tanto gobiernos militares como pseudo democráticos, que accedieron al poder mediante el fraude patriótico.</span><br />
<span style="color: purple;">No hay que olvidar que a fines de 1929 estalla la bolsa de Wall Street en Estados Unidos y con ella una crisis financiera que se extiende hasta la Argentina. </span><br />
<span style="color: purple;">Para aquel entonces, se percibe en el país un avance del fascismo europeo entre militares y civiles nacionalistas. También, una aguda desocupación, recesión y empobrecimiento de los sectores populares; freno de la inmigración; una política caracterizada por el fraude, la corrupción y la acentuación de la dependencia económica con Gran Bretaña. </span><br />
<span style="color: purple;">Estos procesos repercuten en los productos de la cultura de masas. Por ejemplo, Enrique Santos Discépolo escribe los tangos "Yira, Yira" y "Cambalache"; y Roberto Arlt detalla los deseos y las pasiones de los sectores populares de Buenos Aires en sus "Aguafuertes porteñas". </span><br />
<span style="color: purple;">Asimismo, hacia 1930 se acentuó la política de sustitución de importaciones y esta tendencia desarrolló dos fenómenos: la industrialización y la migración rural. Esa fluencia de migrantes internos a las ciudades también provocó un brutal crecimiento demográfico en Buenos Aires y su creciente urbanización; una reducción del analfabetismo dado el mejor acceso a los servicios educativos públicos y un auge de la industria cultural de masas.</span><br />
<span style="color: purple;">La ciudad se modernizaba. Surgieron nuevos empleos como el de secretaria, manicura, telefonista, empleada de tienda mientras que las mujeres de los sectores más favorecidos continuaron con su ocupación de damas de beneficencia. Muchos avances se incorporaron a la vida cotidiana como el automóvil, los artefactos eléctricos y muebles para el baño y la cocina.</span><br />
<span style="color: purple;">La actividad cultural se intensificó y por ejemplo, los medios gráficos y la industria editorial experimentaron los beneficios del aumento del consumo cultural. Para esta época, los diarios alcanzaron tiradas excepcionales, aparecieron nuevas revistas populares y las editoriales argentinas consiguieron dominar el mercado hispanohablante.</span><br />
<span style="color: purple;">También la radio amplió su éxito y el cine alcanzó un verdadero desarrollo, ya que hacia 1930 existían en el país más de 1.000 salas y a partir de 1933 con la introducción de las primeras películas sonoras ("Tango" y "Los tres berretines") se abrieron alrededor de 600 salas preparadas para este nuevo adelanto tecnológico. Además, se fundaron las dos primeras productoras argentinas: Argentina Sono Film y Luminton, responsables de la realización de los dos filmes antes mencionados.</span><br />
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<span style="color: purple;"><strong><em>3. El desarrollo de la cinematografía argentina</em></strong></span><br />
<span style="color: purple;">La cinematografía había constituido, desde la segunda década del siglo, un entretenimiento importante de los sectores medios urbanos, con algunos éxitos nacionales en la etapa muda como "Nobleza Gaucha", en 1915. Este producto impactó no sólo por su entretenimiento sino también por su contenido social ya que mostraba la situación del proletariado, del gaucho dentro de la sociedad feudal. Esta película reflejaba la opresión del patrón y también los deseos de justicia, de progreso y de liberación de los inmigrantes que trabajaban en las estancias cultivando las tierras de otros o en el puerto para exportar el producto de esas tierras.</span><br />
<span style="color: purple;">A partir de estos filmes pioneros, la afición por el cine nacional se desarrolló y en consecuencia, la producción. Pero en la década del 20 se evidenció una discontinuidad artística del cine nacional, ya que las películas argentinas no podían competir con las norteamericanas y europeas. Por supuesto, esto continuó hasta que llegó el sonido y el propio idioma.</span><br />
<span style="color: purple;">Puede decirse que en los '20 predominó el teatro, el cual contribuyó posteriormente al desarrollo del cine argentino junto con la novela por entregas, el tango y la historieta.</span><br />
<span style="color: purple;">En las primeras épocas de la cinematografía argentina se produjo un gran número de películas con relación al tango, las cuales se instalaron exitosamente en el mercado nacional y extranjero gracias al auge de este género musical. Su éxito, según Claudio España en "Reportaje al cine argentino", dependió de su lenguaje coloquial, la imagen porteña que se paseó mitificada por todo el interior del país, la presencia de los grandes artistas del teatro, el cabaret y la revista en la intimidad de la sala de proyección y las figuras de orquestas y cantantes populares que se escuchaban por la radio. </span><br />
<span style="color: purple;">Así surgieron actores como Carlos Gardel, Libertad Lamarque y Hugo del Carril, entre otros.</span><br />
<span style="color: purple;">Por su parte, el periodista y crítico cinematográfico Domingo Di Núbila señala que con las primeras películas sonoras comenzó la difusión masiva de mensajes sociales y políticos, que a veces caían en la demagogia y el dramatismo. </span><br />
<span style="color: purple;">El cine apuntó, entonces, al público masivo y los filmes intentaron reflejar la realidad desarrollando ciertos imaginarios sociales cuyos ejes temáticos eran la vida cotidiana, el costumbrismo, la modernidad, lo popular, lo nacional, el humor, la hipocresía, la familia, el trabajo, la actualidad política y lo criollo. </span><br />
<span style="color: purple;">Por ejemplo, el tango, el fútbol, las carreras, la medicina, la educación, la pobreza, el fraude electoral fueron tópicos de películas como "Los tres berretines" (1933), "Maestro Levita" (1938) y "Puerto Nuevo" con Pepe Arias, "El viejo doctor" (1939) con Enrique Muiño y "Ya tiene comisario el pueblo" (1936). </span><br />
<span style="color: purple;">Otros filmes como "Los muchachos de antes no usaban gomina" (1937), "Fuera de la ley" (1937) o "Tres anclados en París" (1938) constituyeron un testimonio muy fresco y sagaz de la Argentina en la década del '30, con su política liberal y conservadora y su pueblo trabajador y escéptico.</span><br />
<span style="color: purple;">España dice asimismo que "en sólo tres años (1933 a 1936), los realizadores han aprendido una técnica y también han encontrado un estilo personaly fórmulas generales para adaptar el modo de cada uno al gusto colectivo. Todos los realizadores tienden a incorporar todos los estratos sociales, y especialmente a la clase media, que ya ha ido adquiriendo formas y movilidad propias, heredera de la inmigración, consumidora incansable".</span><br />
<span style="color: purple;">Pero en los últimos años de la década del '30 se empezaron a abrir paso películas con un enfoque más serio y conciente de la realidad y más alejadas de las imitaciones de los productos de los países desarrollados. </span><br />
<span style="color: purple;">Las películas adquirieron entonces identidad nacional en la medida que mostraban problemas concretos de la vida diaria y lograban captar el modo de vida las clases medias y los sectores humildes. Es importante recordar la movilidad social que existía en aquella época y la confianza que existía en el país y en las posibilidades colectivas de ascenso social. El trabajo y el estudio se habían convertido en vehículos para acceder a un mejor nivel de vida, sobre todo por parte de los hijos de inmigrantes y aquellos que se habían desplazado del campo a la ciudad.</span><br />
<span style="color: purple;">El migrante interno apareció como un nuevo actor social y las películas de esa época contribuyeron a incorporarlo en el imaginario del momento. </span><br />
<span style="color: purple;">Asimismo, en 1938, se estrenó "Mujeres que trabajan", de Manuel Romero, donde Niní Marshall interpretó el papel de Catita y ahí se expuso otro fenómeno social: la incorporación masiva de la mujer al estudio y al mercado de trabajo en la Argentina. Generalmente, las realizaciones de Romero causaban un gran impacto en el público porque denotaban preocupación por la modernidad y todos los cambios que producía como la movilidad social, las reivindicaciones laborales, la migración interna, la inserción cultural de los inmigrantes y hasta el divorcio. </span><br />
<span style="color: purple;">También en el '38, salió "Kilómetro 111", inspirada en el drama de los agricultores explotados por los intermediarios; y en el '39, "Prisioneros de la Tierra", basada en el trato inhumano que se producía en los yerbatales. </span><br />
<span style="color: purple;">"Aquel era un cine libre, competitivo, arriesgado. Contrasta con un cine que debe contemplar intereses", manifiesta Di Núbila, ya que hacia en 1940, esta industria comienza a utilizarse como medio del sistema imperante para difundir y fijar las pautas de una sociedad burguesa, acrítica y ordenada.</span><br />
<span style="color: purple;">El éxito del cine nacional en el ámbito interno y su expansión en el mercado latinoamericano permitió un aumento sostenido de su producción: 15 en 1936, 28 en 1937, 40 en 1938, 50 en 1939, 49 en 1940, 47 en 1941 y 56 en 1942. </span><br />
<span style="color: purple;">Este auge posibilitó la consolidación de un grupo de directores formado por José Ferreyra, Mario Sofficci, Manuel Romero, Leopoldo Torres Ríos, Lucas Demare y Hugo del Carril que produjeron algunos de los títulos ya mencionados y otros como "La muchacha de a bordo", "Pelota de trapo", "La vuelta al nido" "Viento norte" y "El hincha".</span><br />
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<span style="color: purple;"><em><strong>4. El cine y las salas de barrio</strong></em></span><br />
<span style="color: purple;">Es evidente que el cine ejerció un papel socializador importante en la Argentina de los años '30 en adelante. Por aquel entonces existían, solamente en la Capital Federal, alrededor de 200 salas que se dividían entre las del centro y las de los barrios. </span><br />
<span style="color: purple;">Los grandes complejos ubicados cerca del Obelisco eran los más formales y contaban con las mejores carteleras, ya que en ellos se lanzaban los títulos más importantes para la taquilla. En cambio, los cines barriales se especializaban en determinados géneros y ofrecían las películas de moda varias semanas más tarde que en los grandes cines y casi siempre acompañadas de un nuevo serial de cowboys o un film romántico.</span><br />
<span style="color: purple;">Además, según señala el texto "Luz, Cámara, Memoria..." de Fernando Ferreyra, se habían establecido para las mujeres días especiales con descuentos y los chicos podían repartir volantes entre los vecinos, lo que les permitía adquirir una entrada gratis para la función del sábado.</span><br />
<span style="color: purple;">Ferreyra manifiesta que en las primeras épocas las invitaciones al cine constituían una salida de gala ya que iban acompañadas de las orquestas típicas de tango. Cuando surgieron las matinés de larga duración, que llegaron a proyectar cuatro películas seguidas, pronto fueron ocupadas por muchachos que hicieron del cine un punto de encuentro y parejas que las utilizaban como "zaguán de moda". </span><br />
<span style="color: purple;">Un barrio que merece una distinción especial es Almagro, ya que en el cruce de las avenidas San Juan y Boedo llegaron a coexistir 8 cines. "Los Andes" y el "Select Boedo" tenían una construcción similar y estaban en la misma vereda. A pocos metros funcionaba el "Nilo", "El Bristol" (Independencia entre Boedo y Colombres), el "Cuyo" (Boedo 858), el "Cine Teatro Boedo" y el "Follies Boedo". En el "Moderno" (Boedo 937)-conocido como "La Piojera" por su público poco recomendable- se proyectaban tres películas y la entrada valía 10 centavos los días de semana y 20 los domingos, según cuenta el historiador Vicente Cutolo. También existía el pequeño cine "Alegría" (Boedo 785), el "San Juan Select" (San Juan entre Loria y 24 de noviembre)y el "Del Plata" (Av. La Plata y Carlos Calvo). El único que continúa en la actualidad es el "Gran San Juan" (San Juan 3246) pero proyecta solamente material condicionado. </span><br />
<span style="color: purple;">José Agustín Ferreyra, un precursor de la cinematografía argentina, era de Boedo y en el cine "Los Andes", estrenó en 1930, "La Patria de los Gauchos". Otro dato curioso que aporta Cutolo es que la primera película sonora resultó ser un cortometraje llamado "Mosaico Criollo", que la Asociación Cinematográfica Argentina, estrenó en la Galería Ariel de la calle Boedo.</span><br />
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<span style="color: purple;"><strong><em>5. Conclusión</em></strong></span><br />
<span style="color: purple;">La historia de un país está vinculada a las relaciones que se establecen entre sus universos simbólicos y sus procesos concretos. Por esa razón, todo análisis sobre el desarrollo de los medios de comunicación permite mostrar comportamientos, sueños y expectativas de los actores de una nación en determinados momentos del pasado.</span><br />
<span style="color: purple;">En el caso del cine argentino, los imaginarios sociales que circularon en sus películas permiten reconstruir visiones, creencias, mitos y proyectos de diferentes generaciones.</span><br />
<span style="color: purple;">Y cuando hablamos de imaginario tomamos el concepto que propone Fortunato Mallimacci, en su texto "Cine e imaginario social", cuando sostiene que pensar lo imaginario es pensar la producción social de significaciones, lo simbólico, en tanto elemento constitutivo de las sociedades, que a su vez no se puede separar del problema del poder, como imposición de redes de sentido que instituyan un orden y como reacción de significaciones que subviertan el mismo. </span><br />
<span style="color: purple;">Si tomamos la década del '30, observamos el nacimiento de una verdadera industria del cine nacional -con el advenimiento del sonido- y el surgimiento de nuevas ideas y representaciones que darán sentido y pertenencia a sectores sociales antes relegados como los grupos medios, los trabajadores y los migrantes internos.</span><br />
<span style="color: purple;">No hay que olvidar que los años '30 comenzaron con una gran crisis financiera que se propagó hacia otras áreas como lo político, lo social, lo cultural y hasta lo religioso. En aquel momento comienza el quiebre del modelo liberal hegemónico que había sostenido a la Argentina hasta entonces y comienza un nuevo momento, de la cual dará testimonio el cine nacional. Esa etapa está signada por el deseo de ascenso social, las ansias de mejoras laborales y de igualdad. Una época formada por una clase tradicional, oligárquica y conservadora, como siempre reticente al cambio, y por un grupo bajo y medio integrado por migrantes internos e hijos de inmigrantes con deseos de una oportunidad.</span><br />
<span style="color: purple;">Según Mallimacci, "el cine es un medio cuya especificidad exige ser abordada desde tres grandes niveles: como medio de comunicación, como lenguaje y como industria". Y explica que como medio de comunicación es un espacio para el discurso, donde una sociedad particular, nos habla y se escucha. También puede ser considerado como sistema lingüístico ya que los mensajes en los films se formalizan a través de recursos, cuya materialidad expresiva debe ser organizada para que sea comprensible por el espectador. Y también lo define como sistema industrial, el cual es tributario del teatro, del circo, del cabaret, de la pantomima, de la revista, de la ópera, de la zarzuela y de tantas otras ofertas del espectáculo popular, a las cuales relegó y absorbió.</span><br />
<span style="color: purple;">Por estas y otras tantas razones, la cinematografía argentina muestra cómo los films de determinada época hablan sobre el pasado, el presente y el futuro de una sociedad heterogénea, dividida y cambiante. A través de esas cintas de celuloide no sólo se proveía entretenimiento sino que a su vez se criticaban las características de una sociedad egoista y maniquea y se les proporcionaba una identidad a los nuevos grupos sociales. </span><br />
<span style="color: purple;">Por ese y otros muchos motivos, los integrantes de esa generación no dudan en afirmar que las películas del '30 eran "buenísimas". Quizás porque permitían más contacto entre la gente, más familiaridad, porque hacen evidente la existencia de un tiempo libre que ya no existe en esas dimensiones. Tal vez, porque constituyeron un lugar de referencia o porque permite recordar que no eran tan solo ficción ya que a través de ellas se podía soñar y en muchos casos, ver cómo los proyectos se hacían realidad. </span><br />
<span style="color: purple;">En la actualidad, ya no quedan aquellos cines de barrio, de tres películas por 10 centavos, ni tampoco aquel espacio generador de identidad y de encuentro. Hoy, los shoppings, los grandes complejos cinematográficos y la televisión nos ofrecen otras oportunidades: la ansiada seguridad, soledad y distracción anestesiante del hombre posmoderno.</span><br />
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<span style="color: purple;"><strong><em>6. Bibliografía</em></strong></span><br />
<span style="color: purple;">Arlt Roberto, Aguas Fuertes Porteñas - Buenos Aires, ida cotidiana, Buenos Aires, Alianza Bolsillo, 1993.</span><br />
<span style="color: purple;">Cutolo, Vicente, Historia de los barrios, Ediciones Elche, 1996.</span><br />
<span style="color: purple;">Ferreira, Fernando, Luz, cámara, memoria...Una historia social del cine argentino, Corregidor, 1995.</span><br />
<span style="color: purple;">Fortunato, Mallimacci y Marrone, Irene, Cine e imaginario social, Oficina de publicaciones del CBC Universidad de Buenos Aires, 1997.</span><br />
<span style="color: purple;">Mahieu, José Agustín, Breve historia del cine nacional, Alzamor Editores.</span><br />
<span style="color: purple;">Rivera Jorge y Ford Aníbal, Medios de comunicación y cultura popular, Buenos Aires, Ligasa, 1997.</span><br />
<span style="color: purple;">Romano, Eduardo, Voces e imágenes en la ciudad, Buenos Aires, Ediciones Colihue, 1993.</span><br />
<span style="color: purple;">Vazeilles, José Gabriel, Historia Argentina- Etapas económicas y políticas 1850 - 1993, Buenos Aires, Editorial Biblos, 1997. ■</span><br />
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<span style="color: purple;">Trabajo enviado por:</span><br />
<span style="color: purple;"><strong><em>María José Iriarte</em></strong></span><br />
<span style="color: purple;">mariajoseiriarte[arroba]yahoo.com.ar</span><br />
<span style="color: purple;">Periodista y estudiante de Ciencias de la Comunicación </span><br />
<span style="color: purple;">Universidad de Buenos Aires</span><br />
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.....................................................................Andrés Aldaohttp://www.blogger.com/profile/13501215594400255974noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5585898414183619824.post-91056240544770610002010-01-02T13:22:00.000-08:002010-01-02T13:22:19.663-08:00EL CINE URUGUAYO - Para todos los rioplatenses<span style="color: #38761d; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="color: #cc0000;">EL</span> <span style="color: #cc0000;">CINE URUGUAYO</span></span><br />
<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
<span style="color: #cc0000;"></span></span><br />
<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Periódicamente el cine de largometraje y ficción en el Uruguay amenaza convertirse en realidad. Así ha sido desde 1923 (Almas de la costa, de Juan Antonio Borges), cuando comenzó esa aventura, hasta comienzos de la década del noventa, en que ha reaparecido la fiebre por el cine nacional. En rigor, hay cine nacional desde 1898, con Carrera de bicicletas en el velódromo de Arroyo Seco, de Félix Oliver. Pero la presentación de historias narradas en imágenes, capaces de reflejar el imaginario propio, con capacidad de inventar y crear, cuestionando o afirmando una manera propia de ser, se considera normalmente "cine". Por eso Borges, en 1923, hizo poner en los afiches de su película que era la primera producción nacional. Después hubo varias "primeras películas": en 1938, Vocación? (Rina Massardi) fue la primera película lírica sudamericana; en 1979, El lugar del humo (Eva Landeck) fue otra vez la "primera película uruguaya"; en 1994, El dirigible (Pablo Dotta) se presentó en Cannes como “la primera película en la historia del cine uruguayo", en Buenos Aires, como “la primera película sonora uruguaya", y en Montevideo se informó que era la primera producción nacional sonora en 35 mm. Es curioso, pero en 1936 nadie proclamó que Dos destinos (Juan Etchebehere) fuera la primera película sonora nacional. Lo era. Previsiblemente, en el año 2004 se estrenará nuevamente "la primera película uruguaya".</span><br />
<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Si se cree en los publicistas, pocas cinematografías en el mundo han nacido tantas veces. Quizás porque a la uruguaya hay que completarla cada vez, debido a la mala memoria que impide aprender de experiencias anteriores o a causa de la inexistencia de bases materiales, de mercado y de industria. En cambio casi han sido más los proyectos de ley a partir de 1950 que el número de largometrajes. Entre el 50 y el 73 hubo una docena de iniciativas para resolver por ley lo que no se solucionaba en la realidad. Y después de la vuelta a la democracia en 1985 han reaparecido propuestas para crear mecanismos de financiación y protección para el cine que no existe, sin que esas ideas hayan hecho mella en sucesivos ministros de Cultura. Hasta el momento, con el Mercosur por delante, sólo se ha creado un Instituto del Audiovisual sin fondos y un Fondo con recursos que provienen sobre todo de los canales de televisión. Desde el punto de vista legal, nunca hubo tanto, al menos en el papel.</span><br />
<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Otra explicación para la existencia de tantas "primeras películas" es que a lo largo de la historia el cine argumental y de largometrajes ha existido en base a impulsos discontinuos. Entre 1919 y 1929, cinco películas, una cada dos años: Pervanche, Almas de la costa, Aventuras de una niña parisién en Montevideo, Del pingo al volante, El pequeño héroe del Arroyo del Oro. Entre 1936 y 1952, trece películas, casi una cada año: Dos destinos, Soltero soy feliz, Vocación?, Radio Candelario, Los tres mosqueteros, Así te deseo, Esta tierra es mía, Uruguayos campeones, Detective a contramano, El ladrón de sueños, Amor fuera de hora, Urano viaja a la Tierra, El desembarco de los 33 Orientales. Entre 1979 y 1982, cuatro películas, una por año: El lugar del humo, Gurí, Mataron a Venancio Flores, Sábado disco. En los años noventa han aparecido nuevos impulsos. Pero entre 1959 (Un vintén p'al Judas, que, por otra parte, duraba algo menos de una hora) y 1979, no se filmó ningún largo argumental propio, y tampoco entre 1983 y 1993. Lo mismo había ocurrido entre 1929 y 1936. Así, la gente se olvida del cine nacional y cada vez que alguien inicia un nuevo largometraje éste pasa a ser "el primero" de la historia. No hay memoria de una treintena de experiencias, algunas realmente inspiradas y creativas. Y cada vez todo parece empezar de nuevo.</span><br />
<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: large;">Las bases materiales y el mercado</span><br />
<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Hoy, cada uruguayo asiste por año 0,3 veces al cine. En 1952, cuando el cine era el espectáculo preferido en el país, cada uruguayo iba al cine 9,2 veces cada año. El índice de asistencia llegó a ser el más alto en América Latina. El índice actual es el más bajo, si se exceptúa a países latinoamericanos donde nunca hubo una tradición de exhibición cinematográfica. Cuando el mercado existía, sin embargo, la producción nacional no existió, porque los circuitos de distribución estaban ocupados por el material norteamericano e internacional, porque durante la década del 50 se afirmó la idea de que sólo lo importado es bueno, porque el cine nacional pudo solucionar el financiamiento de sus producciones pero nunca se preocupó de la distribución y exhibición. Las razones son múltiples.</span><br />
<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Sin embargo, en la década del 30 y comienzos de los años 40, llegan a coexistir en Montevideo tres laboratorios para procesar películas sonoras y dos estudios para rodaje. Antes, en los años del cine mudo, hubo dos, y ocasionalmente tres, laboratorios cinematográficos. Esos establecimientos (de los cuales todavía existe Laboratorios Orión) procesaron noticieros, documentales, cortometrajes varios y los pocos largometrajes que se filmaron en el Uruguay. Su tecnología llegó a ser buena y hasta excelente, pero nunca se actualizó. De todos modos, en la década del 60, productores canadienses utilizaron la estructura de Orión para dos largometrajes. Y posteriormente, durante el régimen militar, los noticieros de la Dinarp se procesaron casi todos en Montevideo. De modo que puede razonarse que la causa de las dificultades no siempre fue la falta de equipamiento.</span><br />
<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Tampoco se puede afirmar que las películas nacionales fueran un permanente fracaso público. Durante el cine mudo, tres películas argumentales fueron financiadas por la Bonne Garde, una sociedad de beneficencia que aún existe, para recaudar fondos con el producto de la exhibición. Así se filmaron Pervanche, Aventuras de una niña parisién en Montevideo y Del pingo al volante. A fines del cine mudo se realizó El pequeño héroe del Arroyo del Oro, que siguió exhibiéndose por veinte años, estimándose que fue vista por unos 150.000 espectadores. En los años siguientes obtuvieron mucho apoyo público Radio Candelario, por la presencia de Eduardo Depauli (El Candelario Paparulo de la radio), y Detective a contramano, primera película de Juan Carlos Mareco, "Pinocho", que era uruguayo. Según información de Adolfo Fabregat, Uruguayos campeones (que contenía escenas representadas para el rodaje) llegó a 90.000 espectadores en 1950. De El lugar del humo se divulgaron cifras falsas, pero se estima que tuvo 45.000 espectadores a fines de los 70; Mataron a Venancio Flores no llegó a los 20.000, y tampoco el más reciente El dirigible, pero ahora va mucha menos gente al cine y no has estadísticas de circulación de películas en vídeo doméstico.</span><br />
<br />
<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: large;">Nunca hubo productores</span><br />
<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Salvo intentos ocasionales, en el Uruguay no existió continuidad de sellos productores. En 1919, Borges y su socio (sastre de profesión) fundaron el embrión de Charrúa Films para producir Puños y nobleza, que quedó inconclusa, y en 1923 Almas de la costa. Por desinteligencias entre los socios y la escasa recuperación del capital invertido, la productora se disolvió. Al mismo tiempo, la Bonne Garde, que financió películas argumentales, cortos de divulgación y un documental, no fue exactamente una productora ni lo quiso ser. Las producciones de Henry Maurice y de Max y Bernardo Glucksmann se redujeron a noticieros y documentales. Al promediar la década del 30 ocurren varios desatinos: por su orden, aparece una productora que monta un laboratorio de procesado y de sonido, arma un estudio y realiza Dos destinos en un predio próximo a Millán e Instrucciones, junto a un viejo molino, para desaparecer de inmediato. Pocos meses después, Rina Massardi, con capital de Domingo Messuti, empresario teatral, instala a dos cuadras de Pablo de María otra productora con estudio propio (los tranvías pasaban por la puerta, obligando a parar el rodaje, quizás por falta de precisión empresarial) sólo para hacer Vocación?. Más tarde, los hermanos Roca llegan de Buenos Aires y abren Laboratorios Orión en Jackson y Maldonado -que no es una productora-, y luego un estudio en la calle Guayabos y Jackson. Cada película, en lo sucesivo, es impulsada por productores improvisados cuya trayectoria desaparece después del primer intento. Es lo que ocurre hasta 1983. Algunos, con espíritu pionero, se dedicaron a viajar a todas partes con una copia al hombro: Carlos Alonso llevó durante veinte años El pequeño héroe del Arroyo del Oro a casi toda escuela del país que la aceptara Melino intentó lo mismo con “El desembarco de los 33 Orientales”, cuao en Montevideo había 109 salas cinematográficas y cerca de 200 en el interior. No eran productores.</span><br />
<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Al promediar la década del 80, sin embargo, se establecen en Montevideo organismos de producción independientes, sin aspiraciones industriales y con objetivos culturales. Primero CEMA (Centro de Medios Audiovisuales), luego Imágenes y Encuadre, que han mantenido continuidad de producción, sobre todo en video. Las acciones de CEMA han sido más concretas en la producción de largometrajes de ficción, y su participación fue fundamental para Pepita la pistolera y Patrón, esta última mayoritariamente con productores argentinos. Pero ahora el mercado es menor, la gente no va a las salas y del cine se pasa al video, que no es lo mismo.</span><br />
<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Uruguay tiene unos tres millones de habitantes, y desde aquí nunca se ha podido exportar una producción nacional hacia el mercado regional ni internacional. Por consiguiente, las inversiones se deben recuperar casi en su totalidad con el mercado doméstico, que siempre fue insuficiente. Si El dirigible debiera recuperar su costo (800.000 dólares) con el público uruguayo, hubiera necesitado alrededor de 1.100.000 espectadores, más de un tercio de los habitantes del país, que, como se sabe, hoy por hoy no son los más aficionados al cine. Así no hay productores que valgan. A no ser que activen políticas de coproducción, quizás en el inminente Mercosur.</span><br />
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<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: large;">Y a pesar de todo</span><br />
<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Varias películas uruguayas, sin embargo, deben ser recordadas. En 1923, Almas de la costa instala una anécdota más bien melodramática sobre enfermedad y romance, en ambientes auténticos, y utiliza actores improvisados (incluidos pescadores), escenografías de playa (Buceo), de lugares ciudadanos (el Prado y el Rosedal), con un aire de autenticidad que era infrecuente en la época. En 1928, las improvisaciones de Del pingo al volante rescatan con humor comportamientos reales de montevideanos distinguidos en contraposición con las costumbres camperas. En 1929, El pequeño héroe del Arroyo del Oro posee una fuerza dramática y una secuencia central de un realismo primitivo admirablemente resuelta en términos cinematográficos, que obliga a pensar en el instinto de su director Carlos Alonso y en un antecedente del posterior neorrealismo. En 1949, Detective a contramano era capaz de parecerse quizás más de lo debido a las comedias populares porteñas, pero narrativamente era un buen producto comercial. En 1959, Un vintén p'al Judas mostraría a Ugo Ulive en la que sigue siendo la aproximación más válida a algunas zonas íntimas del ser uruguayo o montevideano: la falluteada, el acomodo, el cuento del tío, el sueño de la jubilación, las fibras sentimentales con Gardel y el Barrio Sur, la cultura del boliche y de la calle. En 1982, Mataron a Venancio Flores trata de descubrir en un pasado histórico resonancias presentes en tiempos de dictadura, con esmerada reconstrucción de época y lenguaje narrativo por Juan Carlos Rodríguez Castro, con un ritmo cansino que es el de la gente de campo. En 1993, Pepita la pistolera dice con humor más que gran parte del cine nacional previo, y en 1994, El dirigible subjetiviza a un Montevideo sin memorias y bajoneado: Beatriz Flores Silva y Pablo Dotta son gente joven, que seguramente seguirá haciendo cine. En 1997, otro joven, Alvaro Buela, salta de la crítica y el ensayo a un primer largometraje personal, revelador muy bien planificado desde el libreto como para que la falta de oficio no se note, y alcanza un fuerte éxito de público, jóvenes que sintonizan con el autor y se sienten representados en Una forma de bailar, quizás lo más estimable de la década junto con Pepita la pistolera. Creativamente, estos filmes no surgen solos. En la década del 20, todavía próxima a la última guerra civil, Montevideo y el interior son dos mundos distantes. A Montevideo llegan inmigrantes y viajeros, incluyendo a una niña parisién, pero también a franceses que hacen cine y se quedan (Corbicier, Henry Maurice, vinculado éste último de un modo u otro a la mitad de los largos de esa época) o se marchan sin dejar rastros (Roberto Kouri, libanés que figura como director de Del pingo al volante). Y en Montevideo la gente conserva una ingenua percepción de la vida, donde hay lugar para aventureros, condes y marqueses importados de Francia y muy primitivos (Pervanche, de Ibáñez Saavedra, tío abuelo de Jorge y Luis Batlle Ibáñez, que se perdió en algún lugar de la Argentina), sentimientos puros (Almas de la costa), choques de culturas (Aventuras de una niña parisién), diferencias entre la ciudad sofisticada y el campo primitivo (Del pingo al volante). Y, finalmente, un drama en Treinta y tres, rodado en los ambientes reales (El pequeño héroe del Arroyo del Oro). Quiérase o no, ese cine mudo uruguayo fue y sigue siendo un reflejo de la vida del país y su gente.</span><br />
<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Cuando en los años 30 y 40 el cine argentino sueña con ser industria, también en Montevideo algunos imaginan que aquí puede florecer el cine: sólo se requiere plantarlo, pero nadie lo riega. Lo que se filma se parece demasiado al modelo porteño y populista. Dos destinos cree ser humorístico a fuerza de primitivo, con dos amigos salidos de Sandrini, que estaba de moda hacia esos años, e insiste en "campusos" torpes en la ciudad. Soltero soy feliz, en cambio, recurría al humor y las canciones de la Troupe Ateniense. Vocación? copiaba estilos fotográficos europeos. Radio Candelario volvía al estilo Sandrini. Y, directamente, los argentinos Julio Saraceni, Belisario García Villar, y el centroeuropeo argentinizado Kurt Land, llegarían aquí para hacer lo que podían hacer mejor que sus imitadores: Los tres mosqueteros, con Armando Bó, Así te deseo, El ladrón de sueños. A comienzos de los 50, El desembarco de los 33 Orientales sería el primer intento de reconstrucción histórica (es un decir) que demostraría que Blanes se inspiraba en Melino, o viceversa. Por veinte años la influencia cultural porteña se percibe en estos intentos de cine popular.</span><br />
<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">La generación del 45 propuso rigores críticos y analíticos. En cine, esa propuesta tuvo efecto sobre películas de aficionados y concursos de filmación, en exigencias de inventiva infrecuentes hasta entonces, y el filme de Ulive: Un vintén p'al Judas no sólo recoge la actitud sino también la idea de que esto hay que cambiarlo, como se propusieron los intelectuales, artistas y cineastas que en los años 60 producirían un cine testimonial, crítico y militante del que de algún modo Un vintén p'al Judas es un antecedente. Y, sin dudas, otros títulos posteriores son reflejo del país real, hasta los ejemplos más recientes. Pero esto no ha sido todo el cine uruguayo.</span><br />
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<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: large;">El cine uruguayo propone</span><br />
<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Los autores más importantes y representativos del cine uruguayo, salvo excepciones, no llegaron a hacer cine de ficción y largometraje. De los primeros años quedan como registros y documentos insustituibles las filmaciones de Félix Oliver (25 de Mayo esquina Cerrito con tranvía de caballitos, festejos patrios, elegantes damas en landau, Rossell y Rius y su zoológico en Villa Dolores), Corbicier (la guerra civil del 4). Los hermanos Adroher (desfiles, procesiones y carreras en Maroñas) y especialmente Henry Maurice, que editó un noticiero filmado y registró numerosos acontecimientos y personalidades, desde la inauguración del monumento a Artigas con Zorrilla de San Martín hasta viajes del presidente Serrato. O el argentino Peruzzi, vinculado a casa Glucksmann y a algunos largometrajes. Fueron realmente los pioneros, y las películas que se conservan de esa época resultan una de las fuentes documentales más importantes de nuestra propia historia, de hábitos y costumbres. Desde 1949, y a partir de la llegada a Montevideo de Enrico Gras (Pupila al viento, Turay, José Artigas protector de los pueblos libres) u de los primeros concursos de filmación de Cine Club y luego de Cine Universitario y Cinemateca Uruguaya, un grupo de cineastas inicia una producción continua de filmes cortos, primero en 16, después en 35mm. Se trata de realizadores y técnicos: Francisco Tastás Moreno, Ferruccio Musitelli, Eugenio Hintz (Diario uruguayo), Carlos Bayarres, Ildefonso Beceiro (El tropero, 21 días), Alberto Mántaras (El viejecito), Juan José Gascue (Hay un héroe en la azotea), Roberto Gardiol (Makiritare), Horacio Acosta y Lara, Ulive, y hasta Enrique Amorim (filmó también a grandes personalidades de la cultura, muchos en Uruguay) y Carlos Maggi, a los que se sumarían Miguel Castro Grinberg, Rodríguez Castro (La multa), Alberto Miller (Cantegriles) y autores de un único corto: Jorge Blanco, Oribe Irigoyen, Manuel Luis Alvarado. Gran parte de estos ensayos eran películas de ficción con filo, humor y punta. Y hasta se pudo hablar de una escuela documental y de un cine poético. Sin largometrajes, el cine nacional sobrevivió a un muy buen nivel, pero no llegaba a los públicos generales. Excepto varias producciones financiadas por la comisión Nacional de Turismo (La ciudad en la playa de Musitelli, La raya amarilla de Maggi y otras). Este fue, por quince años, el verdadero cine nacional.</span><br />
<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Desde fines de los 60 hasta el golpe del 73, Mario Handler, que regresó de Praga, donde estudió cine, y Ugo Ulive encabezaron un movimiento de cine comprometido, testimonial y panfletario que forma parte sustancial de esos años y que permanece como un momento de creatividad, desde Carlos de Handler (1965), o quizás a partir de Como el Uruguay no hay de Ulive, en 1960. La lista: Elecciones (Handler y Ulive, 1967), Me gustan los estudiantes (Handler, 1968), Liber Arce liberarse (Handler, Mario Jacob, Banchero, 1969), El problema de la carne (Handler, 1969), En la selva hay mucho por hacer (animación por Walter Tournier, 1973), La bandera que levantamos (Jacob y Terra, dos años antes). De otro modo, también estas películas, que respiraban el aire de cambio y utopía de esos años, son directo testimonio de su época y su país en tiempos complejos. El cine, nuevamente, sigue siendo documento incanjeable de la historia nacional o de alguna de sus instancias, aunque es seguro que estos filmes carecen del distanciamiento necesario.</span><br />
<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">La historia posterior es más reciente y recordada, pero todo el tiempo está atravesada por noticieros, documentales, imágenes propias. Si se quiere, en las antípodas del cine militante que empezó en torno del semanario Marcha, luego la Cinemateca del Tercer Mundo y de algún modo el ICUR (Instituto Cinematográfico de la Universidad de la República), en violento contraste, deben ubicarse también los muchos noticieros y cortometrajes que el régimen militar filmó desde la Dinarp. Y también lo que por esos mismos años se hacía desde el exilio, a veces con rodaje clandestino o sigiloso dentro del país.</span><br />
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<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="color: #cc0000;"><span style="font-size: large;">Nuestra propia imagen</span> </span></span><br />
<span style="color: #cc0000; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">En cine, televisión y video, el espectador uruguayo recibe todo el tiempo imágenes históricas o actuales de todo el mundo. Esas imágenes cinematográficas, de viejos documentales y noticieros o de películas argumentales, forman parte de nuestro imaginario. Sin embargo, las imágenes uruguayas también existen. Fueron filmadas desde fines del siglo XIX por camarógrafos y cineastas, y muchas se conservan a pesar del desinterés estatal, que sólo repara en documentos de papel o en edificios. Pero el uruguayo no está acostumbrado a verse en imágenes, del pasado lejano o más o menos reciente. Cuando ello ocurre (Fin de siglo de Angel María Luna) parece una revelación, pero después se olvida. Incluso cuando esas imágenes (Inéditos de Luciano Álvarez) son reveladoras de un modo de ser propio, quizá intransferible. Quizás esa identidad consista en querer ser como los demás y no como realmente somos. </span><br />
<span style="color: #cc0000;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">A pesar de tantos desintereses, Cinemateca Uruguaya, preserva imágenes uruguayas filmadas desde 1898, totalizando unas 1.200 piezas que incluyen la mayoría de los largometrajes realizados, noticieros, documentales, cortometrajes. Estas imágenes son parte del patrimonio cultural del Uruguay, y algunas requieren un reconocimiento más amplio en la historia del cine latinoamericano.</span> </span><br />
<em><span style="color: #cc0000;">Evolución cronológica del largometraje uruguayo de ficción </span></em><br />
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<strong><span style="color: #cc0000;">Documento elaborado por: Cinemateca Uruguaya cinemuy@chasque.apc.org </span></strong><br />
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</span>Andrés Aldaohttp://www.blogger.com/profile/13501215594400255974noreply@blogger.com0