El fileteado, un estilo porteño para la imagen ciudadana
Por Catalina Pantuso
Fotos: Cecilia Ivanchevich
Fotos: Cecilia Ivanchevich
Durante la tarde del domingo 22 de mayo, en el barrio del Abasto, se llevó a cabo un singular desfile de antiguos carros, camiones y otros coches fileteados. El motivo de este evento fue la inauguración de Pantaleón del Abasto (Lavalle 3083), un nuevo restaurante y tango show muy bien ambientado por el artista plástico Fabián Pereyra.Durante mas de dos horas los asistentes al evento, y muchos transeúntes accidentales de avenida Corrientes y de las calles Ecuador, Lavalle y Anchorena, se vieron sorprendidos por el paso de una larga caravana de más de 50 vehículos convertidos en verdaderas piezas de arte. Se vieron, entre otros, el carro lechero, el "querosenero" y el verdulero; una camioneta Ford F100, y un viejo camión Chevrolet 440. Participaron también un par de “mateos” y un "tramway" de 1870 que unía la estación Sáenz con Avellaneda. El escenario se levantó sobre la calle Lavalle, y desde allí el locutor revivió un trecho de historia porteña, cuando el viejo Mercado del Abasto funcionaba como centro de distribución de frutas, verduras y alimentos en general. Con singular estilo hizo una pequeña referencia a los orígenes del filete y describió cada uno de los carros.El Fileteado, patrimonio intangible de la Ciudad de Buenos AiresEl fileteado porteño se ha constituido, desde hace varias décadas, en un icono popular, en la misma forma que el tango representa a Buenos Aires y Quinquela Martín al barrio de La Boca. Tuvo su origen en la decoración de carros de verduleros, lecheros y panaderos, extendiéndose a otros vehículos de tracción a sangre, para luego pasar a camiones colectivos y tranvías.
A fines del 1800 Vicente Brunetti, un italiano que pintaba carros, decidió que no lo haría como siempre de color gris y le puso colores vivos a su trabajo, agregándole líneas en dos tonos. Al ver que el cambio era aceptado se le fue agregando con el tiempo frases y refranes del imaginario popular. A principios del año 1900 Salvador Venturo fue agregando en sus obras arabescos, volutas, hojas del acanto tal vez copiando los frentes de la arquitectura de la época.En la década del '40 el fileteado adaptó sus formas a los nuevos vehículos, fruto del progreso que van sustituyendo paulatinamente al carro. Se incorporó la imagen de Carlos Gardel, entre otras imágenes, y así desfilaron por las calles porteñas carritos verduleros, lecheros, etc., adornados con florcitas de cinco pétalos típica de ésta técnica junto con la imagen protectora de la Virgen de Luján.A finales de 1968, conjuntamente con la progresiva desaparición del filete de los medios de transporte, se produce su revalorización. La crítica y el circuito de arte realizan una tardía reivindicación organizando las primeras muestras de fileteadores en destacadas galerías de arte. “Las libreas de los colectivos constituyen una de las más importantes expresiones del pop art, y son la contribución argentina más original al escenario artístico mundial... Este pop subterráneo es mucho más vital y gratificante que el institucionalizado e imitativo pop de la galería del Instituto Torcuato Di Tella, especie de Nash House en Buenos Aires” (Reyner Banham, 1968).En 1975 una ordenanza municipal prohibió el fileteado en los colectivos por considerar que distraía al resto de los conductores. Esta situación afectó en gran modo a los maestros fileteadores, que perdían una importante fuente de trabajo. Consecuencia de ello es que el fileteado se realice no solamente con fines estéticos, sino también como manifestación de los valores socioculturales del hombre de Buenos Aires.La relación entre el tango y el filete no es casual, ambos parten de una misma necesidad: la de expresar la nueva identidad porteña, surgida del maremoto cultural en que se vieron inmersos nativos e inmigrantes. Tango y filete, como los definiera el poeta Horacio Ferrer, son hermanos. Esta hermandad artística se nutre de la filosofía del habitante de la ciudad, expresada en forma literaria a través de las frases y leyendas que llevaban los carros y camiones, muchas de ellas extraídas de tango famosos. Coincidentemente, además de su origen humilde, ambas artes en un principio también sufrieron la marginación por parte de la elite cultural. El tango, considerado vulgar por mucho tiempo, fue excluido de los salones de la burguesía porteña. Sin embargo, al trascender las fronteras y triunfar en Europa y los Estados Unidos. Regresó a la Argentina ya consagrado definitivamente. Del mismo modo, el filete en un principio fue ignorado por artistas e intelectuales.En la actualidad el fileteado porteño se ha instalado también en el caballete del artista plástico y goza de un buen reconocimiento en el exterior. Actualmente este estilo pictórico ligado directamente al tango y al mundo de trabajo duro y esforzado, da testimonio de los rasgos más destacados de la identidad porteña y está considerado “Patrimonio Intangible” de la Ciudad de Buenos Aires. El Fileteado porteño, la imagen gráfica del tango Así como los sensuales movimientos del tango demarcan el sutil ir y venir de una línea imaginaria dibujada por los cuerpos, el fileteado ornamenta —con ese mismo trazo—bares, restaurantes, interiores de viviendas, muebles y objetos.
El poeta Horacio Ferrer, Presidente de la Academia Nacional del Tango escribió sobre el fileteador:
“Oh, qué estética con barrio,/ barroquismo y bandoneón,/ miniaturas de arrabales/ en paisajes de alcanfor. Compadrito apuñalado/ por los ojos de un pintor,/ la decora a Buenos Aires/ con su adiós multicolor”.
Que me pinten el corazón cómo Buenos Aires!!! Saludos Ana
ResponderEliminarEstimado Andrés:
ResponderEliminarVeo que en este blog hay varios artículos tomados de mi sitio web, Soles Digital.
www.solesdigital.com.ar
Agredecería que se ponga el link a los articulos originales, no solo reproducir las notas y fotos.
Sino, se estarían violando los derechos de autor del sitio y sus integrantes. En lo sucesivo, te agradecería que nos pidieras autorización antes de reproducir algun otro articulo de nuestra web.
Atentamente.
Mariano Garcia