lunes, 6 de julio de 2009

ANÁLISIS DEL TEXTO LITERARIO JACOB Y EL OTRO DE JUAN CARLOS ONETTI



miércoles 15 de abril de 2009 / Tomado del internet, sin firma

Este ensayo tiene como finalidad hacer un análisis del texto Jacob y el otro, del escritor uruguayo Juan Carlos Onetti, tomando en cuenta principalmente los tipos de narradores y relacionando los mismos con el tiempo dentro de la historia.
Juan Carlos Onetti, escritor uruguayo nació en Montevideo, capital de Uruguay en el año de 1909, básicamente la mayoría de su obra se produjo en condiciones de relativa oscuridad por lo cual su narrativa es pesimista, manteniéndose su visión infernal del mundo. Dentro de su narrativa, Onetti fue capaz de crear una ciudad, Santa María, la cual es utilizada en varias de sus obras y a la que recurre constantemente, se la describe como una ciudad obscura, fría, mientras le da tonos y matices de Montevideo y Buenos Aires, ciudad en la que vivió por muchos años.
Onetti fue capaz de crear un universo, lo lleno de personas y lo nombró Santa María, una ciudad obscura habitada por antihéroes, personajes marginados de la sociedad, fracasados y solitarios, personajes cuya vida se ha vuelto inútil.
Jacob y el otro, obra publicada en 1965, es la obra que analizaré a continuación, tomando en cuenta principalmente la disposición en la que se encuentran el o los narradores. A lo largo de la obra se muestran tres tipos de narradores y eso está hecho de tal forma que al principio de cada nuevo narrador, el escritor ha puesto un subtitulo en el que nombra a quien supuestamente narra la obra, en el primer caso, el subtitulo tiene el siguiente nombre, “Cuenta el médico” con esto el escritor hace una referencia exacta para referirse a quien exactamente narrara la historia a continuación, un médico de aquella ciudad que lleva el nombre de Santa María, el narrador en esta primera parte se lo puede clasificar como un narrador testigo, principalmente por como empieza la historia, ”Yo estaba aburriéndome …”, este “Yo” convierte al narrador en un testigo, por la razón de nombrarse el mismo n primera persona, testigo de los acontecimientos que sucederán a continuación, pero algo que hace Onetti es jugar con el narrador y a cada momento el narrador da comentarios acerca de la situación como por ejemplo “Fernández se acarició velozmente (...) y se puso a mirarme como si yo fuera el responsable de todas las estafas y los engaños que saltaban para sorprenderlo con misteriosa regularidad. Sin odio, sin violencia descartó a Rius, mantuvo sus ojos suspicaces en mi cara...” En casi todo el párrafo que ocupa esta situación, el narrador hace un comentario de cómo “se puso a mirarme” y también a cierta acción la describe con características sentimentales como por ejemplo “Sin odio, sin violencia…” lo cual convierte a este primer narrador en un narrador omnisciente editorial por la razón de que “El narrador lo sabe todo. Pero, además se entromete con comentarios, juicios de valor, etc.” Por otra parte del narrador se muestra como testigo únicamente cuando menciona “Pero era necesario resignarse, aceptar como inalcanzable el conocimiento de la parte que trajeron consigo los dos forasteros y que se llevarían de manera diversa, incógnita y para siempre.”, aquí el narrador deja completamente de ser aquel omnisciente editorialista y se convierte en nada más que un testigo, un testigo que no conocerá jamás la verdad. Así que mezclando ambas clases de narradores se puede llegar a la conclusión de que el primer narrador es una especie de testigo editorialista.
El segundo subtítulo anuncia “Cuenta el narrador”; esta vez el enunciado es menos especifico, aquí se puede apreciar como toda esta segunda parte está contada por un narrador omnisciente neutro y esto se identifica a primera vista desde el primer párrafo de esta segunda parte cuando dice “Las tarjetas (…) y el hombre conversador e inquieto las repartió sin avaricia por toda la ciudad. Se conservan ejemplares, algunos de ellos autografiados y con adjetivos” , se reconoce que el narrador es neutro cuando “El narrador lo sabe todo, pero se limita a contarlo sin tomar partido, sin juzgar los hechos, sin inmiscuirse en ellos ni expresar sus propias opiniones” . Esto quiere decir que al no haber un comentario y por mantenerse lo más alejado posible del relato y de sus personajes se pude afirmarse que el narrador es neutro; durante todo el cuento el narrador se mantiene lo más distante del relato, solamente lo sabe todo y lo expresa en su narración, pero no interviene con juicios de valor, se apega lo más posible a la narración. También se puede apreciar esto en la siguiente parte del texto “Atónito, indiferente, Orsini pensó: “ya no es una canción de cuna, ya no lo obliga a emborracharse, a llorar, a dormir”. Volvió a carraspear y (…) El calor de la noche y de la fiesta había obligado a abrir las ventanas. La música de jazz del baile parecía estar naciendo ahora (…)”

El tercero y último subtitulo lleva el nombre de “Cuenta el príncipe” que si relacionamos a la narración podemos darnos cuenta instantáneamente que se trata de uno de los protagonistas (el otro| Orsini), al igual que el anterior narrador, este desde el primer párrafo se puede reconocer cual es el tipo de narrador, “Era una ciudad alzada (…) Me desperté, sin dolores (…) Jacob me masajeaba el estomago y (…) hasta que no pude fingir el sueño y me enderecé”; aquí se puede notar claramente el tipo de narrador que es, un narrador yo-protagonista, por la razón de que este narrador lo cuenta todo en primera persona por ejemplo en “Me desperté”, usando el pronombre (me), también en la parte que habla “me masajeaba” en la que vuelve a hablar en primera persona; y a la vez es él quien protagoniza la historia. A lo largo de este último capítulo podemos darnos reconfirmar el tipo de narrador que es, ya que este narrador yo-protagonista se mantiene hasta el final de la historia.
A lo largo de esta historia el narrador y el tiempo tienen una participación especial, al principio, el cuento está contado por un narrador testigo editorialista mientras que la historia en lo que respecta al tiempo empieza a media res, tanto la conjugación del tiempo y del narrador dificultan la lectura de este texto, tras la segunda parte del texto, se hace una analepsis donde se retrocede por completo al principio de la historia, aquí el narrador es neutro y en adelante el tiempo se desarrollara cronológicamente hasta el final.
Muy poco se conoce de sus personajes, tan sólo se sabe que son exiliados, por la línea que dice “con viajes que no eran exilios”, también está presente la ciudad de Santa María, una ciudad que será el escenario recurrente dentro de la literatura de Onetti, se sabe que Jacob, ya hace mucho fue campeón del mundo, pero que ahora ya no es aquel joven campeón, una de las cosas particulares que encontré es que la canción Lili Marleen, dentro del texto se encuentra mal copiada, y también por la canción se puede saber que aproximadamente el cuento está adaptado a los años 50’s.
Un gran texto, de uno de los autores más reconocidos dentro de Latinoamérica, con un dominio excepcional del narrador y del tiempo, que se conjugan y se mezclan para resaltar el estilo, haber creado una ciudad, con personajes propios que se adaptan de manera tan magistral a la misma, convierte a este texto, desde mi punto de vista en algo fantástico. ■

5 comentarios:

  1. Excelente análisis Andrés. Muy bueno. Un abrazo. Mercedes Sáenz

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  2. Excelente Blog Andres. Te invito a ver los mios. Podes hacerlo accediendo a mi perfil Jose Buhardilla Saludos argentinos.

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  3. Muy bueno Andrés. Muy buen análisis. Un abrazo. MSáenz

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  4. Anónimo11/11/2012

    aaaaaalto analisis :D el propioooo

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